Esta mujer solamente aparece 18 segundos en cada película,
pero lo hace en muchísimas. El año pasado estrenó 13. Hay
muchas probabilidades de que esta sea la persona a la que
has visto más veces en la historia del cine. Abre todas las
películas de Columbia Pictures desde 1922.
Y pese a que el logo ha cambiado varias veces en sus casi
100 años de historia, la figura de la dama de la antorcha
se mantiene inalterable, si exceptuamos, claro, aquella ocasión
en la que en el comienzo del delirio disco-kistch ¡Por fin
es viernes! (1978), realizada a mayor gloria de la Motown,
la dama de la antorcha se ponía a bailar.
El logo de Columbia Pictures es reconocible por los espectadores
de todo el mundo. Está (casi) al nivel del león que ruge de
Metro Goldwyn Mayer y va de la mano con el castillo de Disney
o la montaña de Paramount (que, según la leyenda, es el pico
Artesonraju de Perú). Lo que es menos conocido es la historia
detrás de la mujer de la antorcha y, en algunos casos, incluso
su identidad. Solo hay seguridad en torno a la mujer que ha
aparecido en el logo de la compañía en los últimos 27 años.
En 1992 Columbia Pictures pidió al pintor Michael Deas, reconocido
por sus retratos de presidentes y estrellas del cine clásico,
que reformulase la popular imagen. Para ello, Deas acudió
a la fotógrafa Kathy Anderson para que le ayudara dándole
imágenes de referencia. En julio de 1991 Kathy pidió a una
de sus compañeras de trabajo en un periódico de Nueva Orleans,
la diseñadora gráfica Jenny Joseph, que posase en su pequeño
apartamento frente a una tela negra, vestida con una túnica
y sujetando una antorcha.
Joseph no se imaginaba que aquella imagen sería muy pronto
la más vista en cines de todo el mundo. Se dice que fue elegida
porque tanto Michael como Kathy consideraron que se parecía
a la mujer de la antorcha de anteriores versiones del logo
de la famosa productora. Joseph no era modelo, como contó
la propia Anderson: no había posado ante una cámara anteriormente
ni ha vuelto a hacerlo después.
Posteriormente, Joseph se mudó de Nueva Orleans a Texas,
se casó y tuvo hijos. Unos niños que han crecido cómodamente
con la idea de que su madre aparece continuamente en los cines
antes de que comiencen algunas de las películas más taquilleras
de cada año. Curiosamente, alguna gente pensó que esa mujer
era la actriz Annette Bening al encontrar cierto parecido
con ella. Fue un rumor que circuló en Hollywood durante unos
años. En algunas webs aún aparece Bening como una de las "damas
de la antorcha". No lo es. ¿Pero quién apareció antes en esa
misma pose? Es muy complicado determinar el nombre de las
mujeres que sujetaron antes la antorcha, pese a que la del
cine es una industria en la que todo queda grabado y registrado
para el recuerdo. Pero según Columbia Pictures, no hay documentación
para comprobar si algunas de las mujeres que afirman haber
sido la “dama de la antorcha” dicen la verdad.
Extracto de un reportaje (en inglés) emitido en 2013 en el
que se pueden ver imágenes de Michael Deas y Jenny Joseph,
pintor y modelo de la "dama de la antorcha" de Columbia Pictures.
Una de ellas podría ser Claudia Dell. Aparece en una autobiografía
de Bette Davis (The Lonely Life, 1962), en la que la oscarizada
actriz se refiere a una “joven Claudia Dell, cuya imagen fue
utilizada como el logo de Columbia Pictures durante años”.
Dell (1910-1977) fue una actriz de cine y televisión que nunca
llegó a mucho en Hollywood y se estancó en películas de serie
B, aunque en lo personal se casó con hombres poderosos de
California y pudo llevar una vida acomodada. Otra era Evelyn
Venable (1913-1993), actriz más conocida gracias a su papel
en La muerte de vacaciones (1934), que en los noventa conoció
una versión bastante libre con el título de ¿Conoces a Joe
Black?, protagonizada por Brad Pitt. Afirmó haber sido modelo
para el logo de Columbia en 1939. La web IMDB, una referencia
para los cinéfilos, da por bueno el dato.
Evolución del logo de Columbia de la década
de los años veinte, después el de los treinta, a continuación
el de los ochenta y finalmente el de los noventa hasta hoy.
Después está Amelia Batchler (1908-2002), que en un reportaje
de la revista estadounidense People se presenta como la mujer
que encarnó el logo de la antorcha desde 1936 y durante años.
“Un día Harry Cohn [que fue el primer presidente de la compañía]
me dijo: ‘Vete a vestuario. Hay un artista italiano que quiere
pintarte’. Esto fue en 1935 o 1936. Yo era una artista contratada
y por 75 dólares semanales hacíamos de todo excepto fregar
el suelo”. Amelia, según contó, jamás preguntó para qué era
aquella pintura. Descubrió pocos años después que su imagen
aparecía al principio de todas las películas de Columbia.
“¿Derechos de imagen? ¿Bromeas? No pagaban de eso a nadie
por aquel entonces. Esto fue mucho antes de que hubiese sindicatos”.
Para anécdota, la siguiente: Amelia contó que mucho tiempo
después, cuando la identidad de la "dama de la antorcha" empezó
a causar intriga entre la prensa y los espectadores, llamó
a Columbia para decir que era ella, en caso de que quisieran
hacer algún tipo de historia o comunicado al respecto. Pero
la chica que la atendió no la creyó por un motivo muy sencillo:
decenas de chicas habían llamado antes diciendo lo mismo.
Evelyn Venable, que afirmó haber sido la modelo
del logo de Columbia Pictures en 1939, en una imagen publicitaria
tomada en Londres en 1935.
Una de esas otras chicas podría ser Jane Bartholomew. El
prestigioso diario estadounidense Chicago Sun Times dio por
buena su historia y publicó un reportaje sobre ella. Según
Bartholomew, su rostro es el que aparece en la década de los
cuarenta (lo cual enfrentaría su relato al de Batchler) y
fue reclutada, como en el caso anterior, por el jefe Harry
Crohn. Ocurrió en 1941, según su relato, y le pagaron 25 dólares.
El periódico acompañó el reportaje con una imagen realmente
tierna: la ya anciana Jane posa en su dormitorio de una residencia
de ancianos mientras detrás de ella, colgadas en la pared,
lucen varias fotografías en las que ella personificaba (o
no) a la dama de la antorcha.
Jane Bartholomew, que afirmó ser una de las modelos en la
que se inspiró el logo de Columbia Pictures, posa en la habitación
de su residencia en 2001.
Lo curioso de esta historia es que todos los relatos podrían
ser ciertos: el logo de Columbia Pictures es una pintura y
los diferentes artistas a los que el estudio ha comisionado
para llevarla a cabo piden fotografías de referencia. Si bien
en su última encarnación la identidad es indudable porque
todos los participantes en la creación de la imagen están
vivos y hay incluso vídeos de la sesión, sería factible que
en la década de los treinta o cuarenta el artista se inspirase
en diferentes fotografías para dibujar a su “torch lady”,
como se conoce en inglés a la figura que abre todas las películas
de la productora. Esa figura que, sin nombre, sin datos y
sin historia, es la mujer que más veces hemos visto cuando
se apaga la luz de la sala de cine. Pero más allá de Jenny
Joseph, será complicado conocer sus anteriores identidades.
¿Y que hay del resto de estudios?
El León de la Metro es la mascota del estudio de cine estadounidense
Metro-Goldwyn-Mayer (MGM). Este león conforma el elemento
más característico del logotipo de MGM, circundado por una
película de celuloide en que se inscribe el lema "Ars Gratia
Artis" (el arte por el arte). Desde 1924 (fecha de nacimiento
de MGM, a partir de la unión del estudio de Samuel Goldwyn
con la empresa de Louis B. Mayer y con la Metro Pictures de
Marcus Loew) siete leones diferentes han sido utilizados en
el logotipo. Probablemente Tanner y Leo (el león actual) sean
los leones más conocidos de MGM. La imagen de Tanner, que
fue utilizada en todas las películas de Technicolor y todos
los dibujos animados de MGM (incluida la serie Tom y Jerry),
conformó el logo de MGM durante 22 años. La imagen de Leo,
el séptimo león, lleva siendo utilizada ininterrumpidamente
desde 1957 (un total de 60 años). Sin embargo, la imagen de
Tanner volvió a ser utilizada a partir de 1963, únicamente
para Tom y Jerry, cuando el departamento de animación de la
MGM (que había cerrado en 1958) reabrió para rodar nuevos
cortometrajes de la citada serie.
La historia de este león es curiosa, su invención
fue fruto de la imaginación de Howard Dietz (ex combatiente
en la Primera Guerra Mundial y reportero), que era el director
de publicidad de la Goldwyn Pictures en 1924 (cuando esta
se unió a la Metro). La imagen del león es anterior a esta
fusión ya que Howard lo diseñó en 1916 inspirado en el logotipo
de la Universidad de Columbia titulado Roar, Lion, Roar («Ruge,
León, Ruge»), eslogan que se grita cuando el equipo de fútbol
de la universidad consigue marcar. En 1924, Goldwyn se unió
a Metro y a Louis B. Mayer y el león se convirtió en el símbolo
del nuevo estudio, pero pasarían 4 años antes de que el público
pudiera escuchar su rugido reproducido por un fonógrafo. El
propio Mayer sería el encargado de su filmación del rugido.
El 21 de septiembre de 1927 se estrelló en Arizona
un avión fletado por la Metro Goldwyn Mayer. El aparato, un
Brougham modificado, debía llevar de Los Ángeles a Nueva York
a una de las estrellas de la compañía, reclamada para cumplir
ciertos compromisos publicitarios. No hubo víctimas pero al
llegar los bomberos al lugar del accidente se llevaron una
buena sorpresa.
Y es que la estrella que viajaba en el avión
era Leo, el león emblema de la Metro, un felino al que durante
toda su vida persiguió la mala suerte, o la buena según se
mire. Leo no solo salió ileso a este accidente de avión sino
que también sobrevivió a dos accidentes ferroviarios, un terremoto,
un incendio y una inundación. De hecho ya el barco que lo
trajo a EEUU estuvo a punto de naufragar.
Aunque a todos los leones de la Metro se les
conoció popularmente como Leo el león, su papel lo han interpretado
varios leones. El primero, y protagonista del accidente, se
llamaba Slats, de cuyo origen no existen datos muy precisos,
pues mientras unos decían que provenía de Sudán, otros que
había nacido dentro del zoológico de Dublín, lo que si es
cierto, es que fue adiestrado por el especialista Volney Phifer,
un famoso domador de animales de Hollywood, y que Slats representó
a la Metro entre 1924 y 1928 y nunca llegó a rugir en pantalla,
era la época del cine mudo. No obstante al público le encantaba.
Durante dos años recorrió los Estados Unidos
promocionando los famosos estudios cinematográficos. Solía
acudir a los estrenos de las películas en su propio vehículo
desde el que sus cuidadores repartían autógrafos con la frase:
“Rugientemente suyo, Leo”. Slats dejó su puesto en 1928 al
ser sustituido por Jackie, físicamente muy parecido a Slats
y tuvo el honor de ser el primero cuyos rugidos pudieron ser
oídos por los espectadores de las películas, vía gramófono
claro. Tristemente, y como ocurre con una gran mayoría de
estrellas hollywoodienses, a la vejez fue olvidado y finalizó
sus días en un triste hospicio para animales en 1936 siendo
enterrado en Long Hill, a unos 45 kilómetros de Nueva York.
Después vendrían otros como Tanner el primer
león de la Metro en technicolor, y Jackie II (extraoficialmente,
ya que no tenía nombre). En total fueron cinco los leones
que pusieron rostro al emblema de la Metro. Y solamente el
quinto, imagen de MGM desde 1957, se llamó Leo.
Pero ¿que pasó con Slats, el primer león de
la Metro? Volney Phifer, su adiestrador, compró una granja
en Gillette, Nueva Jersey, a donde llevó muchos animales utilizados
en los espectáculos de Broadway cuando ya no interesaban a
sus dueños.
Allí llevó también a Slats donde viviría ocho
años más hasta su muerte en 1936. Y allí reposan sus restos,
bajo un pequeño bloque de granito y un pino, que el propio
Phifer plantó tras la muerte de la bestia. Según Phifer mientras
el árbol se mantenga en pie sus raíces dominarán el espíritu
de Slats.
Como suele pasar casi siempre, cuando la granja
rebosaba de vida animal era odiada por los habitantes de Gillette
que se quejaban del ruido, los olores y del peligro que suponía
que alguno de ellos escapase. La situación cambió radicalmente,
y en 1994 los vecinos de Gillette iniciaron una campaña para
preservar la tumba de Slats ya que una empresa de camiones
pretendía construir un aparcamiento sobre ella. Consiguieron
su propósito, así que por suerte para todos, el espíritu de
Slats continúa descansando.
En 1994, el director Steven Spielberg, el presidente
del estudio Disney Jeffrey Katzenberg, y el productor David
Geffen (sí, ellos conforman las iniciales SKG al fondo del
logo) se juntaron y fundaron un nuevo estudio llamado DreamWorks.
Spielberg quería que el logo para Dreamworks fuera un recordatorio
de la época de oro de Hollywood. El logo iba a ser una imagen
generada por computadora de un hombre en la luna, pescando,
pero el supervisor de efectos visuales Dennis Muren de Industrial
Light and Magic, que ha trabajado en varios filmes de Spielberg,
sugirió que un logo pintado a mano se podría ver mejor. Muren
le pidió a su amigo el artista Robert Hunt que lo pintara.
Hunt también mandó una versión alternativa del logo, la cual
incluía a un pequeño joven en la luna creciente, pescando.
A Spielberg le gustó más esta versión y el resto es historia.
Ah, ¿y el chico? Era el hijo de Hunt, William. El logo de
DreamWorks que ves en las películas fue hecho en ILM (Industrial
Light and Magic) a partir de pinturas hechas por Robert Hunt,
en colaboración con Kaleidoscope Films (diseñadores de los
storyboards originales), y por Dave Carson (director) y Clint
Goodman (productor) de ILM.
En 1935, Twentieth Century Pictures y Fox Film
Company (que en aquellos tiempos era una compañía con una
cadena de teatros) se fusionaron para crear la Twentieth Century-Fox
Company (luego quitaron el guión). El logo original de Twentieth
Century Pictures fue creado en 1933 por el famoso artista
de paisajes Emil Kosa Jr. Después de la fusión, Kosa simplemente
reemplazó Pictures Inc. por Fox para hacer el logo actual.
Aparte de este logo, Kosa también es famoso por su pintura
mate de las ruinas de la Estatua de Libertad al final de la
película de El Planeta de los Simios (1968), y otras. Quizá
igual de famoso que el logo es La Fanfarria de 20th Century,
compuesta por Alfred Newman, entonces director musical para
United Artists.
La Paramount Pictures Corporation fue fundada
en 1912 con el nombre de Famous Players Film Company por Adolph
Zukor, y los magnates del teatro, los hermanos Daniel y Charles
Frohman. La ‘Montaña Majestuosa’ de Paramount fue primeramente
dibujada como un garabato por W.W. Hodkinson durante una reunión
con Zukor, basado en la montaña Ben Lomond de su niñez en
Utah [EE.UU.] (el logo en vida real que hicieron después es
probablemente el Artesonraju de Perú). Es el logo más viejo
que ha sobrevivido en los filmes de Hollywood.
El logo original tenia 24 estrellas, las cuales
simbolizaban las 24 estrellas que tenía contratadas Paramount
en ese entonces, ahora tiene solo 22 estrellas. Las pintura
original también ha sido reemplazada con una montaña y estrellas
generadas por ordenador.
Warner Bros. (asi es, es legalmente Bros. y
no Brothers) fue fundada por 4 hermanos judíos que emigraron
de Polonia: Harry, Albert, Sam y Jack Warner. De hecho, esos
no son los nombres con los que nacieron. Harry se llamaba
Hirsz, Albert era Aaron, Sam era Szmul y Jack era Itzhak.
Su apellido original es desconocido (alguna gente dice que
fue Wonsal, Wonskolaser o incluso Eichelbaum, antes de ser
cambiado a Warner). En el principio, Warner Bros. tuvo problemas
al tratar de atraer a los máximos talentos. En 1925, a instancia
de Sam, Warner Bros. hizo el primer largometraje “hablado”
(cuando Harry escuchó la idea de Sam, dijo “¿Quién demonios
quiere escuchar a los actores hablar?). Eso fue lo que impulsó
al estudio e hizo a Warner Bros. famoso.
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