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03-Junio-2023

En el estado de Utah, en el oeste de Estados Unidos, algunas escuelas tuvieron que retirar ejemplares de la Biblia de sus estanterías por incluir contenido "vulgar y violento". La medida se produce tras la denuncia del padre de uno de los alumnos de que la Biblia del rey Jacobo contiene material inadecuado para los niños. El gobierno republicano de Utah aprobó en 2022 una ley que prohíbe los libros "pornográficos o indecentes" en las escuelas. La mayoría de los libros prohibidos hasta ahora tratan de temas de educación sexual y orientación de género. La prohibición de la Biblia se produce en medio de un acuerdo más amplio entre los conservadores de los distintos estados para prohibir enseñanzas sobre temas como los derechos de las personas LGBT y la identidad racial.

En Texas, Florida, Misuri y Carolina del Sur también se han prohibido libros por considerados ofensivos. La decisión de Utah ha sido tomada esta semana por el distrito escolar de Davis, al norte de la capital del estado, tras una denuncia presentada en diciembre de 2022. Las autoridades escolares aseguran que ya han retirado los siete ejemplares de la Biblia que tenían en sus estanterías. Además aclararon que el texto nunca formó parte del plan de estudios de los alumnos. De todos modos, el comité no detalló qué pasajes son los que contienen "vulgaridad o violencia". Según el periódico Salt Lake Tribune, el padre que se quejó dijo que la Biblia del rey Jacobo "no tiene 'valores serios para los menores' porque es pornográfica según nuestra nueva definición", refiriéndose a la ley de prohibición de libros de 2022.

Portada de la primera edición por Cornelis Boel, Londres, Robert Barker, 1611. La Biblia del rey Jacobo, en inglés King James Bible, también conocida como la Versión Autorizada o Versión del Rey Santiago, es una traducción al inglés de la Biblia patrocinada por Jacobo I de Inglaterra y VI de Escocia y publicada para el uso de la Iglesia de Inglaterra en 1611.

El legislador del estado de Utah que redactó la ley de 2022 había rechazado previamente la solicitud de retirada de la Biblia como una "burla", pero cambió de opinión esta semana tras calificarla de "lectura desafiante" para los niños más pequeños. "Tradicionalmente, en Estados Unidos, la Biblia se enseña mejor, y se entiende mejor, en el hogar y alrededor de la chimenea en familia", escribió el representante del estado de Utah, Ken Ivory, en Facebook. El distrito escolar determinó que el contenido de la Biblia no infringe la ley de 2022, pero sí que incluye "vulgaridad o violencia no aptas para alumnos más jóvenes". El libro permanecerá en los colegios secundarios. "No se me ocurre qué hay en la Biblia que haya que quitar. No es como si hubiera fotos en ella", dijo a CBS News Bob Johnson, padre de un alumno de primaria, contrario a la retirada de la Biblia de las escuelas. Utah no es el primer distrito de Estados Unidos que retira la Biblia de sus estanterías. El mes pasado, un grupo de alumnos de Kansas pidió que se retirara la Biblia de la biblioteca de su colegio. Texas retiró el año pasado la Biblia de una biblioteca escolar tras las quejas de aquellos que se oponían a los esfuerzos de los conservadores por prohibir algunos libros.

01-Julio-2023

"Lo que tiene Lagun de especial es su clientela. Cuando saquearon el local, la gente venía a comprarnos expresamente los libros pintarrajeados. Después, siguieron viniendo y acabamos por desarrollar una relación como las que se dan en las cafeterías de siempre, de esas en las que los clientes también vienen para hablar un poco con un amigo, para contarnos de sus hijos y de sus achaques... Ese va a ser el verdadero duelo que nos espera". Elena Recalde, socia y librera de Lagun, librería simbólica de San Sebastián explicaba así su ánimo en la mañana en la que anunció el cierre del negocio familiar.

Su tienda, difusora de la literatura y el conocimiento en San Sebastián desde los años 60 y víctima de los ataques de los grupos de ultraderecha en los años 70 y de los abertzales después y símbolo de resistencia democrática, resultó vencida por los nuevos tiempos. Desde hace años, su economía era frágil. "La idea de cerrar estaba flotando desde hace tiempo. Era una decisión dura que hemos aplazado lo que hemos podido", explica Recalde. "Durante años, este fue un buen negocio, bueno a su escala, para mantenerse y pagar algunos sueldos. Pero el mercado y la cultura de la librería ha cambiado. Con tanta oferta, nos hemos convertido en gestores de entradas y devoluciones. Los alumnos ya no compran los libros que les prescriben los profesores porque los tienen pirateados. Y las plataformas como Amazon son una competencia brutal. Hemos hecho lo posible por rejuvenecer la clientela pero no hemos sabido hacerlo, está claro".

Lagun, que toma su nombre de la palabra en euskera para amigo, nació en 1968, en los mismos años que muchas de las librerías que hicieron la Transición de la cultura española antes de la muerte de Francisco Franco. La Ley de Libertad de Imprenta que presentó Manuel Fraga en 1966 permitió que los libros prohibidos durante la primera parte de la dictadura llegaran a los escaparates. La demanda de literatura y conocimiento vivió un boom y España se llenó de negocios como Lagun.

El local original de Lagun, en 2001.

Ignacio Latierro recuerda aquel caldo de cultivo. "Estuvo el mayo del 68 francés pero hubo también un mayo del 68 español y hasta un mayo del 68 donostiarra. Fue la época en la que aparecieron todas las editoriales de la Transición: Alianza, Península, Anagrama... Y hubo librerías como la nuestra en todas las ciudades de España. En San Sebastián aparecieron cine-clubs, galerías de arte, grupos de teatro... Se convirtió en una ciudad muy inquieta. Había tres librerías buenas. La Internacional, que era la de siempre; la Ramos, que era la mejor; y Ubiría, que era la más moderna. Y era un mundo cultural sin fracturas todavía... Bueno, sí que había algunas tensiones latentes que anticipaban todo lo que pasó después, pero digamos que la efervescencia era compartida por todos".

Latierro, junto a sus socios fundadores de Lagun, María Teresa Castells y José Ramón Recalde (los padres de Elena Recalde), venían del entorno del FLP, el Frente de Liberación Popular, la escisión contracultural del PCE. Castells, donostiarra e hija de un notario valenciano, también participaba de los colectivos que peleaban por recuperar el idioma vasco. "María Teresa era la que más clara tenía la idea de ser librera", recuerda Latierro. Y su proyecto, por supuesto, era parte de la cultura progresista e inconformista de los años 70. Así lo interpretaron las administraciones franquistas, que sancionaron varias veces a los libreros por vender libros no autorizados, y los ultras a la derecha de la dictadura que en varias ocasiones atacaron sus escaparates y amenazaron a sus libreros con pintadas. Hay historias parecidas en todas las ciudades de España. La particularidad de Lagun es que, 20 años después, aquella hostilidad reapareció redoblada y paradójicamente protagonizada por los enemigos de los ultras de derechas. En los años 90, cuando ETA impulsó la lucha urbana para aliviar su incapacidad operativa, Lagun se convirtió entonces en la diana favorita de los alborotadores abertzales. "En realidad, el acoso fue un crescendo. Durante un tiempo, estuvo contenido. En torno a los agresores había gente que imponía un poco de prudencia, que sabía que iba a ser imposible justificar un ataque a un símbolo del antifranquismo como Lagun. Lo he contado muchas veces: una vez, muy temprano en los 80, vino un piquete a intimidarnos. Había una mujer que estaba aparentemente al mando y que estuvo hablando conmigo: 'Ahora os ponemos pintadas pero por la noche, a ver qué pasa'... Me dijo. Entonces me di cuenta de que esta mujer no era la que mandaba, que cumplía las órdenes de un cura que estaba detrás, medio escondido tras una columna. Era un hombre al que yo conocía. Cuando me encaré con la mujer, el cura la llamó, le dijo algo y todos se fueron sin que pasara nada más. Claro, en los años 90, la siguiente generación ya ni sabía qué era el antifranquismo ni sabía nada; el tabú de no atacar a Lagun ya no existía".

Pintada en la libreria con amenazas de muerte contra el ex consejero vasco José Ramón Recalde aparecidas en 2010, propiedad de la esposa del político socialista, María Teresa Castells.

El conflicto definitivo empezó en 1994, cuando un terrorista murió víctima de una bomba que estaba manipulando. Los partidarios de ETA convocaron entonces un día de luto y paros en duelo por el compañero muerto y recorrieron las calles de la Parte Vieja de San Sebastián, presionando a los comerciantes para que cerraran sus negocios. Los libreros de Lagun se negaron y, desde ese momento, fueron identificados como enemigos del pueblo. ¿Hubiesen sufrido el mismo acoso Latierro, Recalde y Castells si, en vez de libros, hubiesen vendido ropa? Probablemente no. La guerra de ETA y sus prolongaciones contra la difusión de la cultura que escapaba a su propaganda está documentada más allá de su caso en Allí donde se queman los libros, un reciente ensayo de Gaizka Fernández Soldevilla y Juan Francisco López Pérez (Tecnos).

Respecto al acoso a Lagun, la tesis del libro es que la brutalidad respondió también al emplazamiento de su local, en la Plaza de la Constitución de San Sebastián, en la Parte Vieja, en el territorio que ETA consideraba suyo. "Cuando ese ataque en los 80, mientras yo hablaba con aquella mujer, María Teresa llamaba al Gobierno Civil para que mandaran a la policía", cuenta Latierro. "Le dijeron que lo sentían mucho, que no podían enviar a nadie a protegernos a la Parte Vieja. Lo de estar en esa plaza fue una casualidad. Apareció un local en traspaso que se adaptaba a lo que queríamos y lo cogimos, igual que podríamos haber cogido otro al otro lado de la ciudad. Y quizá hubiese sido todo diferente ... Pero bueno, estuvimos muy a gusto muchos años, cómo no íbamos a estarlo si yo había nacido en la calle de al lado. Después, estar allí fue en nuestra contra porque los abertzales consideraban que la Parte Vieja era zona nacional". Por eso, en 2001, Lagun se trasladó del centro de San Sebastián hasta el Ensanche, hasta la calle Urdaneta, en un entorno que no era tan hostil. En medio, quedó la tragedia. Primero fueron las pintadas amenazantes. Después, el saqueo de la nochebuena de 1996, cuando los asaltantes abertzales rompieron los escaparates, penetraron en la librería, se llevaron algunos libros y encendieron una hoguera con ellos en la Plaza de la Constitución, como si ignorasen cuál es el significado de las piras así en la cultura europea. Por fin, el 14 de septiembre de 2000, José Ramón Recalde fue ametrallado por el terrorista Óscar Celarain cuando salía de su coche. Recalde sobrevivió al atentado, pero Lagun cerró sus puertas durante algunos meses.

Los años de plomo bajo la mirada de Isabel Azkarate.

"Después del asalto de 1996, no llegamos a reunirmos los tres para decidir qué hacíamos, si cerrar o seguir. Yo pensaba que íbamos a cerrar, pero llegamos a la librería el día 26 y aquello estaba lleno de clientes que nos querían comprar los libros pintarrajeados de rojo y amarillo. 10 años antes, eso no habría pasado ni en sueños, ETA todavía conservaba su halo romántico ... El caso es que aquel día, nosotros nos comportamos como lo que éramos, como tenderos. Los clientes nos pedían mercancías y nosotros se las vendíamos y al día siguiente volvimos a abrir". María Teresa Castells murió en 2017. José Ramón Recalde, en 2016. En su despedida, Fernando Aramburu contó una anécdota: ni los matones de ultraderecha que asaltaron Lagun en los años 70 ni los militantes de la Kale Borroka que atacaron el local en 1996 aprovecharon los saqueos para robar libros. Los libros no les interesaban, en realidad. En Allí donde se queman los libros, aparecía una historia que complementa el relato de Aramburu: en la pira de la Plaza de la Constitución ardieron varios manuales de euskera.

Lo interesante de Allí donde se queman los libros es que, a partir de un objeto de estudio más o menos anecdótico en la historia reciente de España, se sintetizan ideas que aún hoy son relevantes. Por ejemplo: la dictadura duró 40 años pero su cultura fue derrotada a mitad de ese camino. Cualquier español que fuese a la universidad en los años 60 daba por hecho que la literatura y el arte que de verdad merecían la pena eran los de la República o los que se hacían contra Franco. Y eso explica los atentados contra librerías, galerías de arte y cines.

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El 'bibliocausto' español, la quema de libros por el franquismo durante la guerra y la posguerra.

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"Creo que esa derrota es obvia a partir de la Ley Fraga, porque antes no había mucha posibilidad de editar a los autores del 27, por ejemplo. Puede que en las bibliotecas universitarias quedasen libros pero en las librerías no se encontraban a los escritores exiliados. En los 60, se abrió esa puerta y aparecieron muchas nuevas editoriales y nuevas librerías que quisieron aprovechar el hueco", explica Gaizka Fernández Soldevilla, responsable de Investigación del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. "No creo que fuese un gesto de generosidad política: a la dictadura le convenía para legitimarse y para atraer turistas. Y gran parte del franquismo estuvo en contra de esa apertura. Carrero pidió la cabeza de Fraga explícitamente porque permitía vender libros rojos y eso era un peligro inconcebible". Y en el más allá del régimen, "en la extrema derecha de la extrema derecha, se consideró que era un suicidio". El hecho de que las librerías pudiesen vender libros de Cernuda y de Marx y que pudiesen refutar al franquismo las convirtió en una humillación permanente para la ultraderecha. Y por eso, la brutalidad: cada vez que ETA mataba a un policía o cada vez que consideraban que el régimen traicionaba su pasado fascista, sus ultras se desahogaban por el método de apedrear el escaparate de una librería y de pintar amenazas contra los libreros en sus paredes. Era, por tanto, una violencia desestructurada, un impulso de brutalidad más que una estrategia de terror.

San Sebastián es hoy una ciudad turística situada en la montañosa región española del País Vasco. Es conocida por la playa de la Concha y la playa de Ondarreta, que destacan por su pintoresco paseo frente a la bahía y sus restaurantes de prestigio mundial dirigidos por chefs innovadores. En la adoquinada Parte Vieja, las tiendas de lujo coexisten con bares de pinchos maridados con vinos locales y especialidades regionales del tamaño de un bocado.

"Ernesto Milá, que estuvo en ese tipo de acciones, usó la palabra catalana rampell, que sería arrebato. No había una estrategia como la de los Grapo y los FRAP o la de ETA, no había estructura, ni medios. Todo era mucho más anárquico, paradójicamente: cada grupúsculo iba por libre y sólo compartía con otros terroristas un discurso común marcado por [la revista] Fuerza Nueva y [el diario] El Alcázar, que identificaban a los enemigos. Sus atentados eran reactivos: podían responder a un mitin de Fuerza Nueva o a un homenaje público a Picasso. Muy pocos ataques emplearon bombas, porque una bomba exige tiempo, visión y destreza. Tirar una piedra, en cambio, es muy sencillo", dice Fernández Soldevilla. Y continúa: "La violencia de ultraderecha fracasó, nunca llegó a organizarse. Hasta 1975 sus cuadros estuvieron más o menos vinculados al régimen; en el fondo, podían estar descontentos pero no podían ir contra el sistema. Después, cuando sí pudieron rebelarse del todo, y el intento más serio fue el del Frente de la Juventud, llegaron tarde. La policía los desmanteló y los derrotó. Y ni siquiera encajaban con su familia ideológica: Fuerza Nueva tenía un discurso violento pero también tenía vocación institucional. Blas Piñar iba al congreso y quería que lo tomasen en serio. ¿Cómo iba a aceptar que sus juventudes fuesen por ahí robando bancos? Nunca tuvieron suficiente apoyo alrededor para sobrevivir como sí lo tuvo ETA".

Yoyes, la primera mujer que ocupó puestos de responsabilidad dentro de ETA, vuelve de su exilio en México e intenta rehacer su vida. Pero su regreso no es fácil. Ella ha evolucionado, ha estudiado una carrera universitaria, ha trabajado en la ONU, ha sido madre ... Acercamiento biográfico al personaje, narrado con pulso firme y con excelente interpretación de Ana Torrent.

El libro de Fernández Soldevilla y López Pérez se parece a esas novelas que tienen dos historias que terminan por enlazarse. En su caso, la otra mitad corresponde a la bibliofobia de ETA, que fue más tardía (sobre todo, a partir de los años 90) y menos duradera, pero que dejó cicatrices aún más dolorosas, incluido el atentado contra José Ramón Rekalde, el dueño de Lagun, en el año 2000. Un resumen: ETA atacó a las librerías que consideró hostiles sobre todo a partir de la doctrina de la socialización de la violencia y de la estrategia del terrorismo de baja intensidad de la Kale Borroka. Los casos reseñados en Donde los libros arden tienen un patrón parecido: cuando los abertzales convocaban una jornada de lucha o de duelo por la muerte de un terrorista y un negocio se negaba a secundar sus convocatorias, sus dueños se convertían en enemigos públicos. Es lo que le ocurrió a Lagun en San Sebastián y a Minicost en Andoáin. ¿No le pasó lo mismo a carniceros, farmacéuticos y mecánicos? "En general sí: ETA odiaba a sus disidentes, cualquiera que fuese su oficio. Mató a sepultureros, camareros y profesores, a cualquiera que pensase de una manera patrióticamente incorrecta, sobre todo, desde 1995. Pero hay una parte de ensañamiento en las librerías porque la librería era símbolo y foco de propagación de una cultura que no podían controlar. Lagun estaba en su zona nacional, era un desafío. Por eso no solo atacaron Lagun, llamaron a boicotearla", explica Fernández Soldevilla.

Y aquí es donde las dos historias de Donde los libros arden se cruzan. Incluso los enemigos de ETA terminaron por ser los mismos que los de la ultra derecha: ETA, en su política antiintelectual, persiguió a artistas y escritores como Ibarrola, Pinilla, Guerra Garrido, Rekalde, López de Lacalle... Los mismos antifranquistas a los que habían perseguido los ultras. "Era una generación entera que venía de la izquierda antifranquista y que en los años 90 se volvió peligrosa porque tenía una legitimidad de origen que no tenían otros enemigos de ETA. Por eso hay una saña especial hacia ellos. A la viuda de Gabriel Celaya le tiraron huevos un día que fue a inaugurar un colegio que llevaba el nombre de su marido. ¿Por qué? "Porque había sido un antifranquista no nacionalista y había que borrar su memoria".

12-Julio-2023

Milan Kundera, el escritor venerado por quienes conocen el totalitarismo en carne propia, ha muerto en París a los 94 años. El autor de “La broma” (1967) y “La insoportable levedad del ser "(1984) novela que lo catapultara a la fama a nivel mundial, emigró a Francia en 1975 tras haber sido expulsado en 1970 del Partido Comunista por su participación en la conocida como “Primavera de Praga”. Nacido en Brno, ciudad de la antigua Checoslovaquia, el 1 de abril de 1929, Kundera se graduó en 1952 de la Facultad de Cine de la Academia de Praga, impartiendo clases en el Instituto Cinematográfico de Praga. Hijo de Ludvik Kundera, un reconocido pianista, estudió música y como pianista de jazz Milan Kundera se ganaría la vida tras la invasión de las tropas soviéticas a Checoslovaquia en 1968.

Escritor checo, eterno candidato al Premio Nobel, fue un observador sarcástico de la condición humana, autor de novelas oscuras, provocadoras y sin respuestas fáciles. "El novelista no tiene que rendir cuentas a nadie, salvo a Cervantes", explicó en una ocasión este autor poco prolífico, autor de una quincena de obras, entre novelas, teatro y ensayos. Kundera empezó escribiendo en checo pero a finales de los años 1970, tras exiliarse a Francia, decidió pasarse al francés. Fue uno de los pocos escritores en haber publicado en vida su obra en la colección francesa La Pléiade, reservada tradicionalmente a los clásicos. Su última novela, "La fiesta de la insignificancia", que traza las peripecias de cuatro amigos que viven en París, se remonta a 2014 y rompió un silencio de catorce años.

Kundera escribió historias humorísticas que salieron a la luz en 1970 en su libro "El libro de los amores ridículos". Sus historias hablaban de amor, política, humor, seriedad, ligereza y melancolía. Y con la represión de la Primavera de Praga en 1968, el escritor se convirtió en una persona non grata, ya que era defensor del comunismo reformista.

Aunque una de las obras más conocidas de Milan Kundera es La insoportable levedad del ser, no es en esta donde mejor se expone el totalitarismo de la Unión Soviética sobre los pueblos que ayudó a liberar del yugo de la Alemania nazi, para luego sumergirlos, durante décadas, en uno de los más crueles destinos: la igualdad ideológica. Es en su novela La broma donde el checo-francés expone fielmente lo que es vivir bajo un Estado totalitario. En las obras de Kundera el totalitarismo es telón de fondo que sirve como excusa para sacar a la luz la condición humana de sus personajes, pues es en situaciones extremas cuando los seres humanos revelan lo mejor o lo peor de sí mismos. La mediocridad, la cobardía, el odio y la deslealtad suelen ser los componentes más comunes entre aquellos que deciden solapadamente respaldar regímenes autoritarios.

Así lo demuestra el autor con el personaje principal de La broma, Ludvik, quien pese a militar activamente en el Partido Comunista y beber de las mieles del régimen, es condenado al ostracismo por una simple nota-broma producto de un corazón lastimado: «¡El optimismo es el opio del pueblo! El espíritu sano hiede a idiotez. ¡Viva Trotsky!». Una broma que no le cae en gracia a un régimen que también había decidido calificar de traidor y asesinar a quien lideró la masacre de cientos de miles de personas para su partido y por convicción propia. Ludvik no sufrió el mismo destino de Trotsky, pues fue condenado a prestar servicio militar durante años en las canteras de Ostrava. Tras cumplir su condena y demostrar a punta de pica su fidelidad al partido, se le permite terminar sus estudios y se convierte en un científico relativamente respetable. Vuelve a beber de las mieles del régimen pese al largo y tortuoso castigo al que fue condenado por una broma. ¿Cobardía o adaptación? Es lo que se preguntan algunos de los que han leído la novela.

Kundera en París en 1975, el lugar donde recuperó la libertad vital y literaria. Después de su exilio, Milan Kundera se fue a Francia y continuó escribiendo; contó su pasado comunista en sus libros "La vida está en otra parte" (1973) y "La despedida" (1976) , libros que no fueron publicados en su natal Checoslovaquia. La ciudadanía le fue quitada solo después de la publicación de su libro "El libro de la risa y el olvido" en 1978.

Kundera no tuvo y no quiso la misma fortuna que su personaje. La realidad en algún momento nos golpea y nos saca de ese letargo en el que nos solemos sumergir. En el caso de nuestro escritor, ese letargo era el mismo paraíso dibujado por los soviéticos. Despertar de lo que se cree es un sueño y ver la pesadilla de la que se hizo parte no es fácil. Algunos deciden no hacerlo y volver a dormir. No fue el caso de Kundera, quien años después, en París, le explicó al escritor estadounidense Philip Roth lo que en verdad significa el paraíso:

El totalitarismo no es solo el infierno, sino también el sueño del paraíso: el antiquísimo sueño de un mundo en que todos vivimos en armonía, unidos en una sola voluntad y una sola fe comunes, sin guardarnos ningún secreto unos a otros. También Breton soñaba con este paraíso cuando se refería a la casa de cristal en que ansiaba vivir. Si el totalitarismo no hubiera explotado estos arquetipos, que todos llevamos en lo más profundo y que están profundamente arraigados en todas las religiones, nunca habría atraído a tanta gente, sobre todo durante las fases iniciales de su existencia. No obstante, el sueño del paraíso, tan pronto como se pone en marcha hacia su realización, empieza a tropezar con personas que le estorban, y los regidores del paraíso no tienen más remedio que edificar un pequeño gulag al costado del Edén. Con el transcurso del tiempo, el gulag va creciendo en tamaño y perfección, mientras el paraíso se hace cada vez más pobre y pequeño.

En sus libros, Milan Kundera, habla de personas, sus sentimientos, pensamientos e intenciones. "La insoportable levedad del ser", ambientada en el contexto de la Primavera de Praga, -periodo en el que se pretendía liberar al país del totalitarismo estalinista, para pasar a un socialismos mucho más liberal, ero que al final resultó igual de opresivo y restrictivo de libertades- es un libro que contiene reflexiones e ideas profundas, además de contarnos la historia de amor de Tomás y Teresa. Y es, a través del personaje de Tomás, que Milan Kundera, hace analogías para criticar al régimen comunista.

La Primavera de Praga fue un periodo de liberalización política y protesta masiva en Checoslovaquia como Estado socialista después de la Segunda Guerra Mundial.

Su primer libro de poemas, "El hombre es mi jardín" (1953), quedó impregnado de marxismo. Ambientada en la Primavera de Praga, "La insoportable levedad del ser", le dio fama mundial. Publicada en 1984, apareció en la lista de Best Sellers de todo el mundo, y fue tan popular que se realizó una película, que fue protagonizada por Juliette Binoche y Daniel Bay Lewis.

Afortunadamente, la cobardía y la mediocridad tienen su contrapeso. Personas con el suficiente coraje para mantener los ojos abiertos y no embotarse de aquellos argumentos esgrimidos por quienes dibujan un paraíso en la tierra. Kundera es uno de ellos, pues decidió revelar lo que aquel Edén escondía. Fue precisamente en La broma, su primera novela (1967), donde empezó dicha labor. Por ello, y por su respaldo a la Primavera de Praga, su novela fue censurada por el régimen. Ese fue solo el primer paso de una serie de injusticias que se cometieron con Kundera. El ostracismo también fue su destino. Se vio obligado a trabajar como pianista en un bar, a escribir artículos a nombre de otros, incluso a redactar horóscopos bajo seudónimos, pues el régimen le prohibió dictar clases, publicar o hacer algún tipo de contribución académica. «Las ganancias eran ridículas y la cosa en sí misma no tenía nada de divertido ni de notable. Lo único divertido del asunto era mi existencia, la existencia de un hombre borrado de la historia, de los manuales de literatura y de la guía de teléfonos, de un hombre muerto que volvía a la vida en una sorprendente reencarnación para predicar a centenares de miles de jóvenes socialistas la gran verdad de la astrología». Luego de años de evitar desprenderse de su amada Chequia, decidió escapar a Francia para en libertad seguir haciendo lo que mueve su mundo: escribir.

Dos personas visitan la Biblioteca Milan Kundera en la ciudad checa de Brno. Nuestra bibliotecaria incluye al autor dentro del monográfico dedicado a Rusia.

La obra más conocida de Kundera es La insoportable levedad del ser. Antes de la Revolución de Terciopelo de 1989, el régimen comunista de Checoslovaquia prohibió sus libros. Llevó una vida de bajo perfil y rara vez hablaba con los medios. Se pensaba que era un candidato para el Premio Nobel de Literatura y también fue nominado para otros premios. Recibió el Premio Jerusalén de 1985, el Premio Austriaco de Literatura Europea en 1987 y el Premio Herder de 2000. En 2021 recibió la Orden al Mérito de manos del presidente de Eslovenia.

El régimen comunista prohibió en todos los rincones de la Unión Soviética la impresión de sus obras y ordenó destruir todos los ejemplares existentes. Esto debido a que «el novelista enseña al lector a aprehender el mundo como pregunta», pero los regímenes totalitarios están llenos de verdades y respuestas, como él mismo les llama, sacrosantas. Por esta razón, «la voz de la novela apenas puede oírse en el estrépito necio de las certezas humanas». Además, le arrebató la ciudadanía checa —que solo le fue devuelta hasta inicios de diciembre de 2019—. Pese al descomunal poder del régimen, sus textos fueron distribuidos en ediciones samizdat, como se les llamaba a las publicaciones clandestinas, y alrededor del mundo empezó a ser reconocido como el escritor checo vivo más importante.

Kundera hace parte de las tantas plumas que decidieron no callar y por medio de su literatura exponer lo que el paraíso totalitarista le hace al ser humano. Es precisamente ese paraíso el que a la fuerza quiere ser impuesto en nuestro hemisferio, ya lo han logrado en Cuba, Venezuela y Nicaragua. México y Argentina les siguen los pasos. Por esto mismo es necesario tener presente la siguiente advertencia del autor checo-francés: «El mal está presente ya en lo hermoso, el infierno ya está contenido en el sueño del paraíso; y si queremos comprender la esencia del infierno, hemos de analizar también la esencia del paraíso en que tiene origen».

13-Julio-2023

Varios escritores del grupo Editorial Planeta, se han reunido con otros colegas del medio, como artistas y periodistas, para solicitar mediante una misiva al director general, Bayardo Henao, que reconsideren su decisión frente a la presunta censura del libro “La costa nostra” de Laura Ardila.

En la carta, donde figuran los nombres de figuras como Doris Salcedo, Azriel Biblowicz, Octavio Escobar y Gisela Heffes, los firmantes expresan su “sorpresa e indignación por esta lamentable censura que hiere nuestra ética como autores y personas dedicadas a la palabra”; señalan, de igual manera, que el hecho de que “el lugar donde nuestros libros han sido publicados con generosidad y cariño”, promueva ahora un mensaje “contradictorio” frente a la libertad de expresión que debe amparar toda creación intelectual.

“Deseamos solicitarle a la editorial, en nuestra condición de autores, que reconsidere la decisión de no publicar el libro de Laura Ardila y reafirme así su independencia y apuesta por aportar, a través de su fondo, elementos al lector para entender con claridad la tras escena de la corrupción a la que es sometida la sociedad colombiana”.

«La Costa Nostra» es una victoria ciudadana. El periodismo y la edición independiente se unen para contar la historia del clan empresarial y político más poderoso de Colombia. Este libro es el resultado de la obsesión periodística de Laura Ardila, de su deseo de escudriñar un poder con alcances inimaginables y de su propósito por comprender el éxito y la habilidad en los negocios, las prácticas clientelistas y los vínculos afectivos del clan empresarial y político más poderoso de Colombia. Una investigación que tiene su origen en los cinco años de reportería de Laura en La Silla Caribe, y que encuentra solidez y un carácter inédito en sus dos años de investigación adicional y escritura sobre las acciones de un patriarca y su descendencia.

Por otro lado, también se le solicita a la casa editorial y a Bayardo Henao, que se reconsidere la decisión emitida este martes, por Juan David Correa, frente a su renuncia como director creativo de Planeta para Colombia y Ecuador, pues, justifican que su trabajo ha servido “para seguir construyendo ese diálogo profundo y sensible con el lector, a que siga alimentando el catálogo que es un lujo para el pensamiento y la imaginación en cualquier lugar del mundo”. Además de la dimisión de Correa, la autora y periodista Ana Cristina Restrepo, también emitió un comunicado dirigido al editor Andrés Grillo, donde anunciaba su renuncia a publicar con la editorial su próximo libro sobre madres de desaparecidos, mostrando así su apoyo hacía Laura Ardila y justificando que: “no puedo publicar con una casa que no respeta la libertad de expresión”.

14-Julio-2023

El fotoperiodista sudafricano Peter Magubane fue uno de los grandes cronistas de la violencia racista del sistema del apartheid en Sudáfrica.

Pásate por Intro >> Resumen temático.

El presente estudio se centra principalmente en la exposición de expedientes de censura de literatura infantil y juvenil durante la dictadura franquista (1939-1975) existentes en el Archivo General de la Administración en Alcalá de Henares. En su ordenación se siguen dos criterios principales: su vinculación al censor que llevó a cabo la evaluación y, dentro de cada uno de ellos, un orden cronológico, tomando como referencia la entrega en depósito para evaluación. Tras una breve introducción acerca de las censoras encargadas de la evaluación de publicaciones infantiles, en el capítulo preliminar se plantean aspectos relativos al anonimato de los censores y se acompaña de un anexo que detalla las obras que juzgó cada uno de ellos.

15-Julio-2023

Las autoridades de Hungría han impuesto este viernes una multa de 32.000 euros contra una librería por vender una novela gráfica con contenido LGTBI+, lo que supone la mayor multa impuesta en el país por la difusión de libros con dicha temática. La legislación húngara, que equipara la homosexualidad con la pedofilia, prohíbe vender aquellos ejemplares que versen sobre este tipo de temáticas o sobre sexualidad en sí misma en secciones destinadas a un público joven.

Este tipo de libros solo está disponible para personas de más de 18 años. El libro en cuestión -que habla de dos adolescentes que se enamoran- había sido recomendado para menores a partir de los 14 años. No obstante, el director de la empresa ha asegurado que la compañía acudirá a los tribunales por considerar que en estos casos "la ley es inaplicable".

La novela gráfica «Hearstopper».

22-Julio-2023

La mayor cadena de librerías de Hungría, Libri, ha empezado a envolver en plástico los libros en los que aparecen personajes LGTBIQ, tal y como establece la llamada 'ley de protección de la infancia', tras haber sido absorbida por una fundación privada vinculada al primer ministro del país, el ultranacionalista Viktor Orbán. Esa controvertida ley exige que los libros con personajes LGTBIQ estén precintados, entre otras cosas.

Libri, que también es la principal editorial del país, ha explicado en un correo electrónico, que el envoltorio es un requisito de la Autoridad húngara de Protección del Consumidor para cumplir con la polémica ley, que entró en vigor en 2021.

La cadena de librerías es la primera en Hungría en utilizar el envoltorio transparente, aunque en algunos establecimientos de zonas rurales ya se había empezado a usar. De hecho, la cadena rival, Líra, ha sido multada recientemente con 32.000 euros, la cifra más alta de la historia del sector editorial en Hungría, por vender una novela gráfica sin el envoltorio. El libro en cuestión es 'Heartstopper', de la autora británica Alice Oseman, que cuenta la historia de amor de dos chicos.

Sus ideas políticas, como su conservadurismo social y nacionalista, su euroescepticismo y la defensa de lo que describe como un «estado iliberal», lo sitúan en el campo de la nueva extrema derecha, además de haber atraído una gran atención internacional. Algunos observadores han descrito su gobierno como autoritario o autocrático.

En 2021, Líra ya había tenido que pagar una multa de unos 700 euros por vender un libro infantil del autor estadounidense Lawrence Schimel, que representaba un día en la vida de un niño con padres del mismo sexo. Según las autoridades húngaras, la librería omitió indicar que se trataba de una familia “diferente de una familia normal”.

Hace dos años, el Gobierno húngaro aprobó una ley muy criticada que prohíbe que en los materiales educativos o en los programas de televisión para niños y niñas aparezcan personas LGTBIQ. La legislación penaliza promover y exponer a los menores de 18 años a la homosexualidad o el cambio de sexo, pero la definición de “promoción” en el texto es muy vaga. La ley también ha sido criticada porque relaciona la homosexualidad con la pedofilia. Según la interpretación de la norma que hace la Sociedad Háttér, una organización húngara dedicada a los derechos de las personas LGTBIQ, un padre podría infringir la ley por el mero hecho de comprar a su hijo una novela juvenil en la que aparezca un personaje de esa comunidad.

Fuentes del sector editorial en Hungría explican que, después de que la institución educativa Mathias Corvinus Collegium (financiada por el Gobierno ultraderechista) comprara Libri, la cadena de tiendas se puso en contacto con varias editoriales para averiguar si creían que sus libros cumplían con los requisitos de la ley de protección de la infancia. La Autoridad de Protección del Consumidor multó recientemente a Libri con unos 2.500 euros por “exposición inadecuada”. La cadena explicó entonces que la autoridad obligaba no sólo a vender los libros por separado, sino a hacerlo en “envoltorios precintados”. Aparte de la novela gráfica 'Heartstopper', entre las obras afectadas por la medida figura la serie 'Riverdale', de Micol Ostow, ambas convertidas en series de Netflix.

De hecho, el secretario de Estado de Interior húngaro, Bence Rétvári, ha criticado 'Heartstopper' en su perfil de Facebook: “un cómic de chicos besándose. Los padres no saben si se les está provocando o si están tratando de convertir a sus hijos”. Por su parte, Eszter Polgári, director del programa legal de la Sociedad Háttér, asegura que “el mayor inconveniente es que estos libros saldrán de las estanterías a las que pertenecen. No se colocarán en la sección juvenil, sino en la de literatura para adultos, por lo que el público al que van dirigidos ni siquiera reparará en ellos”. Mientras, Ádám András Kanicsár, periodista y activista LGTBIQ+, señala que “todo esto también supone presión para los activistas. En Hungría, a menudo son los civiles los que mantienen viva parte de la cultura y esto es lo que tiene que pasar ahora”.

En abril, 15 Estados miembros de la UE (incluida España) se sumaron a una demanda judicial presentada anteriormente por la Comisión Europea contra la ley de protección de la infancia, que ha sido calificada de “vergonzosa” por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.

20-Septiembre-2023

Más de 175 artistas, músicos, animadores, escritores y directores de cine estadounidenses entre los que se encuentran la cantante Ariana Grande, el director Guillermo del Toro, el actor Mark Ruffalo y la poetisa y activista Amanda Gorman firmaron una carta abierta pidiendo a Hollywood que utilice su influencia para oponerse a la prohibición de libros, una tendencia que se incrementó el año pasado, en bibliotecas y escuelas de ese país.

La carta, encabezada por el presentador de Reading Rainbow, LeVar Burton, y publicada a través de la organización de defensa política MoveOn Political Action, denuncia la prohibición de libros en las escuelas estadounidenses como un “comportamiento restrictivo” que es “antitético a la libertad de expresión” y advierte sobre el “efecto paralizador” que las prohibiciones, a menudo implementadas a nivel local, pueden tener “en el campo creativo más amplio”.

Amanda Gorman es una poetisa y activista estadounidense, laureada como Poetisa Nacional Juvenil. Su obra se centra en cuestiones de opresión, feminismo, raza y marginación, así como en la diáspora africana. Publicó el libro de poesía The One for Whom Food Is Not Enough en 2015.

Pásate por Ser humano >> Activistas >> EE.UU.

“No podemos enfatizar lo suficiente que estos esfuerzos de censura no terminarán con la prohibición de libros”, afirma la carta, publicada por el diario británico The Guardian. En las bibliotecas y escuelas de Estados Unidos, la prohibición de libros se incrementó en 2022, en especial los títulos relacionados con la comunidad LGBTQI+ y las personas afrodescendientes, entre ellos clásicos como The Bluest Eye, de Toni Morrison, y The Handmaid’s Tale, de Margaret Atwood, y obras más recientes como Este libro es Gay, de Juno Dawson, y Gender Queer, de Maia Kobabe.

Si en 2021, los libros cuestionados llegaron a ser 1.858, el año pasado el número ascendió a 2.571 títulos, un 40% más. El incremento se debe a las quejas elevadas por padres, activistas, funcionarios de las juntas escolares y legisladores que cuestionan el acceso de los niños a determinados libros, según la Asociación Estadounidense de Bibliotecas (AEB). Esta situación se ve facilitada por leyes que lo permiten y por el accionar de grupos conservadores en Tennessee, Utah y Florida, uno de los estados donde el conflicto escaló más y derivó en acusaciones a bibliotecarios por considerar que promueven obscenidades y hasta la pedofilia, muchos de los cuales recibieron amenazas por negarse a retirar textos.

“Es sólo cuestión de tiempo antes de que los ideólogos regresivos y represores cambien su enfoque hacia otras formas de arte y entretenimiento, para promover sus ataques y esfuerzos por convertir a las comunidades marginadas en chivos expiatorios, particularmente las personas bipoc y LGBTIQ+”, agrega la misiva, cuya publicación coincide con el Mes Nacional del Libro Prohibido. “Nos negamos a permanecer en silencio mientras un campo creativo está sujeto a prohibiciones opresivas”, continúa la carta. “Como artistas, debemos unirnos, porque una amenaza a una forma de arte es una amenaza para todos nosotros”.

Levardis Robert Martyn Burton, Jr., profesionalmente conocido como LeVar Burton, es un actor, director, productor y autor estadounidense que se dio a conocer por retratar a Kunta Kinte en la miniserie de ABC Roots, basada en la novela de Alex Haley.

La carta insta a los firmantes a “unirse a nosotros para luchar contra estas prohibiciones de libros, apoyar industrias creativas libres y abiertas –independientemente de desacuerdos personales o ideológicos– y usar su voz a nivel local para detener estas prohibiciones en sus distritos escolares”.

“La libertad artística tiene poder y nos negamos a permitir que políticos draconianos nos la quiten”, concluyen los firmantes, entre los que también figuran Idina Menzel, Gabrielle Union, Abigail Disney, Andy Cohen, Judd Apatow, Margaret Atwood, Padma Lakshmi y Sharon Stone. “Es vergonzoso que estemos prohibiendo los libros en este país, en esta cultura, en esta época. Y es peligroso que un puñado de personas decidan que cualquier libro sobre personas negras y queer genera división”, dijo Burton al Hollywood Reporter, que fue el primero en informar sobre la carta. “Hacemos un llamado a todos a unirse a nosotros para alzar la voz para defender la libertad artística, abrazar la historia multicultural y poner fin de una vez por todas a la prohibición de libros”.

La organización de investigación Pen America registró más de 4.000 impugnaciones y prohibiciones de libros en distritos escolares desde junio de 2021. En Texas, hubo 1.269 intentos de censura documentados para restringir 2.571 títulos únicos en 2022, la cifra más alta jamás registrada por la AEB. La carta está relacionada con la biblioteca móvil Banned Bookmobile de MoveOn, que lanzó una gira por varias ciudades este verano para distribuir libros prohibidos de forma gratuita en Florida, donde se registró un aumento en las restricciones de contenido. La biblioteca reanudará su gira en varios estados más, incluidos Carolina del Sur, Virginia y Georgia, en octubre.

10-Noviembre-2023

Las Escuelas Públicas del Condado de Collier en Florida, Estados Unidos, prohibieron más de 300 libros en sus bibliotecas escolares tras publicarse un largo listado que incluye una variedad de clásicos literarios, libros adaptados a películas y varios clásicos de Stephen King como “Carrie”, “It” y “Las cuatro después de medianoche”.

“¿16 de mis libros? Debo estar haciendo algo bien”, se burló el popular escritor Stephen King desde su cuenta en la red social X (antes Twitter) tras conocerse la decisión del condado de Collier, Florida, de prohibir varios de sus libros en el ámbito escolar. La decisión de sacar de la circulación escolar esos libros se basa en la reglamentación HB 1069 de Florida, una Ley que amplió la supervisión de la junta escolar de las colecciones de la biblioteca, amplió los mecanismos para impugnar libros, siempre que el contenido que “represente o describa una conducta sexual” sea una motivo válido para una impugnación y prohibición de instrucción sobre orientación sexual o identidad de género hasta el octavo grado.

“Stephen King es un autor muy popular entre los adolescentes, eliminar sus libros niega el acceso a obras formativas”, sostuvo James LaRue, director de la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos a PEN América. “Es una lástima”, concluyó sobre la decisión tomada en Florida.

Entre los muchos autores con libros prohibidos en el condado de Collier se encuentran Judy Blume, Orson Scott Card, Stephen Chbosky, Mary Higgins Clark, Arthur C. Clarke, Pat Conroy, Janet Evanovich, Neil Gaiman, John Green, John Grisham, Ellen Hopkins, Khaled Hosseini, Sue Monk Kidd, Stephen King, Barbara Kingsolver, Dean Koontz, David Levithan, Patricia McCormick, Toni Morrison, Joyce Carol Oates, James Patterson, Ashley Hope Pérez, Jodi Picoult, Anna Quindlen, Nora Roberts, Tom Robbins, Anne Rice, John Updike e Ibi Zoboi.

La decisión del Condado de Collier no es aislada: la prohibición de libros en escuelas en Estados Unidos se triplicó en el último año en es país y Florida lideró la mayor cantidad de casos, superando a Texas, informó la agencia de noticias AFP.

Neil Gaiman, autor de "Coraline" entre otros piezas exitosas.

Según ha advertido PEN América en uno de sus últimos informes, la privación del acceso a obras literarias fundamentales atenta contra las libertades constitucionales básicas. La asociación alertó que se trata de la peor ola de censura en décadas, con más de 5.800 libros prohibidos desde 2021. “Nos entristece por los estudiantes de las Escuelas Públicas del Condado de Collier que tantos títulos, incluidos clásicos literarios de renombre y obras contemporáneas para adultos jóvenes, tengan prohibido el acceso de los estudiantes”, expresó Kasey Meehan, directora del programa Freedom to Read de PEN America, al conocerse la decisión.

14-Noviembre-2023

“¿Sabías que ha habido casi 6.000 prohibiciones de libros desde el otoño de 2021? ¿Y casi el 40% de las prohibiciones de libros en el último año escolar ocurrieron en Florida?”, preguntaba la cantante Pink (Pensilvania, Estados Unidos, 44 años) a sus 10,4 millones seguidores de Instagram el pasado 12 noviembre. “¡Como madre de dos jóvenes lectores, no puedo imaginar dejar que otra persona decida lo que mis hijos pueden y no pueden leer!”, reivindicaba la artista, madre de dos hijos -Willow Sage, de 12 años, y Jameson Moon, de 6- junto a su marido, el expiloto profesional de motocross Carey Hart (California, 48 años). Es por eso que la intérprete de So What o Just Give Me a Reason ha decidido asociarse con el grupo de defensa de la libertad literaria y de expresión PEN America y la cadena de librerías Books & Books para regalar libros prohibidos en las escuelas estadounidenses en sus próximos conciertos por Florida. En concreto, Pink ha prometido obsequiar con una de estas obras a los 1.000 primeros fans que los quieran en cada uno de los dos próximos conciertos que dará en el llamado Estado del sol -este martes 14 de noviembre en Miami y el próximo miércoles 15 en Sunrise-, dentro de su gira Trustfall Tour.

Pink, en el concierto de su gira 'Summer Carnival' en el Chase Field de Phoenix (Arizona), el 9 de octubre de 2023.

Los libros que la cantante ha elegido regalar incluyen temas de identidad racial y sexual, con títulos como el del libro ilustrado The Family Book, de Todd Parr, que explica al público infantil el amor familiar independientemente del tipo de familia, ya sea compuesta por dos madres o dos padres, una familia grande o pequeña. También un libro destinado al público juvenil de la serie Girls Who Code, de Stacia Deutsch, que tiene como objetivo incentivar a las jóvenes a apostar por el mundo de la tecnología en el futuro; la novela Beloved, de la Premio Nobel de Literatura Toni Morrison, inspirado en la vida real de una esclava afroamericana, y el libro de poesía de Amanda Gorman The Hill We Climb, que la autora recitó en la toma de posesión del presidente estadounidense Joe Biden como “una llamada a un futuro valiente”.

21-Noviembre-2023

Libros vedados, intervenidos, tachados, borrados y mutilados, pero también títulos perdidos, quemados, emparedados o arrojados a los pozos. Todos entran en la categoría de libros prohibidos y expurgados y son los protagonistas de una nueva exposición en la Biblioteca Nacional de España (BNE) que pone el acento en el impacto de la censura en la cultura y la historia intelectual europea.

Malos libros, la censura en la España moderna es el nombre de la muestra, que podrá verse hasta el 11 de febrero de 2024 en la Sala Hipóstila de la BNE en Madrid (Paseo de Recoletos, 20-22) y que explora la historia de los libros prohibidos hasta el siglo XIX.

A través de numerosos ejemplos de los fondos propios de la BNE, la muestra, coordinada por la catedrática de Teoría de la Literatura de la Universidad Autónoma de Barcelona María José Vega, pone el foco en cómo se practicó la censura entre los siglos XVI y XIX, especialmente a través de los ‘índices de libros prohibidos’, que perseguían y censuraban cualquier rastro de herejía. Y es que, aunque la censura ha existido siempre y en todas partes, los métodos para castigar textos y autores considerados “malos” cambiaron especialmente tras la multiplicación de libros como consecuencia del nacimiento de la imprenta en el siglo XVI. Así, fue en el seno de las universidades de la Europa católica (y no de la Inquisición) donde se elaboraron los listados de libros prohibidos.

La Biblioteca Nacional (BNE) ha preparado una muestra de excepción: es la primera vez que se exponen todos los índices de libros prohibidos que han existido en España. Algunos fueron tirados a los pozos, quemados, censurados, y hasta emparedados. Todos ellos, perseguidos sorprendentemente por la que ahora es la principal institución y casa del conocimiento intelectual: las universidades. La muestra, denominada ‘Malos libros, la censura en la España moderna’, puede visitarse hasta el 11 de febrero. Expone 94 obras originales, de las cuales 87 pertenecen a la BNE. Obras vilipendiadas por la férrea moral de la época estancada en una ortodoxia irracional.

Y es que, aunque la censura ha existido siempre y en todas partes, los métodos para castigar textos y autores considerados “malos” cambiaron especialmente tras la multiplicación de libros como consecuencia del nacimiento de la imprenta en el siglo XVI. Así, fue en el seno de las universidades de la Europa católica (y no de la Inquisición) donde se elaboraron los listados de libros prohibidos. Los primeros de estos índices fueron compilados por las Facultades de Teología de París y Lovaina a mediados del siglo XVI ya que era a los teólogos a quienes correspondía señalar la herejía y el protestantismo. Los libros más afectados fueron los de teología, espiritualidad y devoción, historia, derecho, adivinación, astrología y magia.

La obscenidad, en cambio, no fue un elemento destacado, ya que eso correspondía a los confesores, según Vega, que apunta que se llegó incluso a comparar la proliferación de los libros considerados malos a la entrada de la peste en las ciudades. En este sentido, los índices actuaban como un “cortafuegos del protestantismo”, el equivalente a una “medida profiláctica o de salud pública”. Sin embargo, más allá del protestantismo, los índices apuntaron también a la historia, a la ficción o a las oraciones y las formas de piedad popular. No solo eso: estos documentos transformaron la industria editorial, la ordenación de las bibliotecas, la organización de las profesiones y de los oficios en torno al libro y hasta la concepción de la escritura y de la lectura.

Es más, determinaron la percepción de la heterodoxia en otras manifestaciones artísticas, como estampas o medallas, y generaron un clima de recelo, culpa y sospecha ante el libro y la textualidad. Aunque no hay una estimación global de los libros afectados por la censura desde el índice de París, en 1544, hasta el último español, de 1790, y al último que existió en Europa, en Roma (en vigor hasta el concilio Vaticano II, en 1962) sí se sabe que solo de 1544 a 1596, poco más de 50 años, afectó a 6.311 ediciones de libros de unos dos mil autores. En España, el primer índice de libros prohibidos por la Inquisición llegó en 1559 y fue igualmente severo con las obras de religión y espiritualidad ante la expansión del protestantismo.

Junto a los libros prohibidos hubo otros expurgados o, lo que es lo mismo, aunque no eran totalmente prohibidos sí se tachaban algunas partes. Se puede ver en varios ejemplares expuestos en la exposición, como un manual contra brujas y demonios de Jakob Sprenger (Mallei meleficorum), en el que los borrones de tinta para evitar la lectura de los pasajes prohibidos llegaron a agujerear la página. La censura obligó también a emparedar libros para salvarlos. Es el caso, también recogido en la exposición, de una biblioteca oculta de la localidad extremeña de Barcarrota, hallada casualmente en 1992 durante unas obras, con 11 libros que llevaban ocultos desde el siglo XVI y entre los que se cuenta una edición del Lazarillo de Tormes de 1554.

“Muchas veces hablamos de los libros prohibidos, pero nadie se ha fijado en cómo se hace; es decir, quién decide qué libros se prohíben, cómo los lista. Aquí, por primera vez, enseñamos todos los índices de libros prohibidos españoles desde 1551 hasta 1790”, adelanta la experta. La cosa es curiosa, porque la censura romana prohíbe libros que en España nunca se llegaron a prohibir, por ejemplo, ya que la Inquisición española respondía ante la corona y no otros intereses. De esta forma, Galileo nunca se prohibió en el país.

Index librorum prohibitorum Sanctissimi Domini Nostri Gregorii XVI Pontificis Maximi Romae: Ex Typog. Reverendae Camerae Apostolicae, 1841.

Según relata Vega, “la censura española tiende a expurgar, dejar que el libro circule pero con tachaduras, también por la presión de libreros, universidades y colectivos profesionales como juristas y médicos”. Pero si entrabas en uno de estos índices, nunca salías de él, y los primeros fueron confeccionados por universidades ya que ellas tenían la función de censura y de control de la predicación y la enseñanza. “En los inicios del siglo XVI se conjugan dos temores: que la imprenta haga que se multipliquen las publicaciones y que el libro malo no sea solo un manuscrito, y el impacto del luteranismo”, subraya la comisaria. Es frecuente, sobre todo en las bibliotecas colegiales o universitarias, que el censor proceda a la mutilación completa de los lugares notados en el índice, o que realice un encolado o un tachado riguroso que deja cicatrices evidentes en la página. Estos libros castigados llenan las bibliotecas históricas españolas, tal como comenta la propia experta. “Más difícil de identificar es el expurgo oculto, consecuencia indirecta de la actividad censoria oficial: sucede cuando la expurgación sirve de guía a nuevas ediciones, que aparecen ya sin los lugares reprobados y a menudo sin que en la página o en el libro haya indicación alguna que advierta al lector de los recortes, salvo quizá por un genérico corregido o expurgado en cubierta”, desarrolla Vega.

Organizada como si de un libro se tratase, la exposición cuenta con preámbulo, epílogo, dos capítulos y un intermedio e incluye índices españoles, portugueses, romanos, antuerpienses. Entre las vitrinas se suceden ejemplos de control, como el escrutinio de los libros de Don Quijote, a través de los que se parodia la actuación inquisitorial. La exposición matiza las diferencias entre los índices y entre las políticas censorias de varios territorios católicos comparando su severidad e intereses, y poniéndolos en el contexto de los índices europeos. También se exponen piezas conservadas de forma azarosa, como un amuleto mágico impreso o un grabado erótico del llamado Opúsculo Toscanini, el único ejemplar impreso que ha sobrevivido de la primera edición de los célebres Dieciséis modos. Además, la muestra dedica un apartado específico a la censura aplicada especialmente sobre las mujeres que, durante el Siglo de Oro en España vieron multiplicados los esfuerzos para controlar su actividad lectora.

Fernando de Rojas, Libro de Calixto y Melibea y de la puta vieja Celestina, Sevilla: [Jacobo Cromberger], [entre 1518 y 1520?].

La segunda parte de la exposición ahonda en esos libros castigados que tanto interés suscitan, aderezados con otros objetos señalados por la Inquisición, como un abanico de propaganda de la Revolución Francesa. Desde luego, el autor más prohibido en Europa fue Martin Lutero. Tampoco se le quedaba atrás Erasmo de Rotterdam. Sea como fuere, acá algunos de esos títulos que un día, en nombre de Dios, estuvieron perseguidos en España. Martin Lutero (1483-1546): Se prohibió su obra completa en Europa, sin posibilidad de expurgo. “Dado que esto es así, no hemos seleccionado ningún título, pero puede ser una buena muestra la imagen de ‘el Papa precipitándose en el infierno’, que reproducimos y procede de una de sus obras”, comenta al respecto Vega. Le sigue Charles du Moulin (o Carolus Molinaeus, Carlos Molineo, 1500-1556): Fue considerado la “bestia negra” de la censura romana. Con simpatías luteranas y luego calvinistas, fue razonablemente tolerado en España, donde se expurga. “Roma decretó la absoluta prohibición de todas sus obras, el tachado de su nombre y la condena de su memoria, especialmente por su defensa jurídica de las prerrogativas del poder secular (y real) sobre el papal”, añade la experta. En territorio hispánico fue expurgado, pero podía leerse, para disgusto de la Curia. La exposición muestra uno de sus retratos y un ejemplar tachado del tratado De eo quod interest (Colonia, 1598).

Los rincones ocultos de la Biblioteca Nacional de España.

La obra coral Los dieciséis modos es otra de las protagonistas en este curioso recorrido por los libros prohibidos de España. Se trata de una obra realizada con dibujos de Giulio Romano, calcografías de Marcantonio Raimondi y sonetos de Pietro Aretino, con gran fama de pornógrafo. “De todas las ediciones que pudieron ver la luz en el siglo de su escritura, se conserva un impreso mutilado y sin identificación tipográfica”, especifica Vega. Este ejemplar pertenece a una colección privada y se conoce como Opúsculo Toscanini, del que se expone una copia en la BNE sin posibilidad de reproducción en el completo catálogo ideado para la ocasión por dicha institución. Se ignora la fecha de publicación del original. Los índices españoles, ante lo que en un primer momento se pudiera pensar, también prohibieron radicalmente muchas oraciones. “Muchos ejemplares impresos desaparecieron, aunque otras tantas plegarias sobrevivieron gracias a la difusión manuscrita”, concede Vega. Dos buenos ejemplos de ello son la Oración de la Emparedada, descubierta en circunstancias excepcionales en Barcarrota, y la Oración de San León papa, en el sepulcro de doña Isabel de Zuazo en Cuéllar, del que se muestra el ejemplar sin pie de imprenta hallado en Barcarrota. Por último, cabe destacar la Guía espiritual de Miguel de Molinos. Esta publicación se prohibió en un contexto de vigilancia de la mística, de la oración mental y de la contemplación. Según señala la experta, “Molinos fue perseguido y procesado en Francia e Italia, y condenado en Roma por Inocencio XI”. La Guía espiritual, que elabora los conceptos de recogimiento, aniquilación y quietud, y continúa la tradición mística española del siglo XVI, se publicó en 1675 y se tradujo a varios idiomas de inmediato. En la muestra de la BNE se puede apreciar la edición de Madrid de 1676.

24-Noviembre-2023

Seishi Yokomizo se sintió atraído por el género literario de novela histórica, sobre todo por el de la novela histórica policíaca. En julio de 1934, mientras descansaba en las montañas de Nagano para recuperarse de la tuberculosis, completó su primera novela, Onibi, que fue publicada en 1935, aunque algunas partes fueron censuradas de inmediato por las autoridades.

10-Diciembre-2023

Pascual Enguídanos Usach (Llíria, 1923-2003) fue una suerte de precursor de la ciencia ficción de tintes socialistas en plena España franquista. Completamente olvidado por la crítica literaria, el Ayuntamiento de Llíria ha organizado unas jornadas con motivo del centenario de su nacimiento, que incluyen la presentación de un libro colectivo de homenaje. “Fue un escritor autodidacta de ideas socialistas que tuvo que adaptarse al momento e intentar camuflarse en la sociedad del franquismo”, explica a elDiario.es el historiador Francesc Rozalén, vecino de Llíria y miembro del comité organizador del homenaje.

20-Diciembre-2023

Una taberna, una cerveza y horas charlando. Bohumil Hrabal (Brno, 1914- Praga, 1997), gustó de mezclarse y conversar con la gente corriente. De hecho, en sus novelas, novedosas y transgresoras, utiliza vulgarismos y el argot propio de las tabernas. De este anhelo por conocer a la gente de la calle, a los sin voz, y también gracias a los trabajos variopintos que desempeñó a lo largo de su vida, surgió la inspiración para muchos de sus libros.

Empezó a escribir en 1937, un día de lluvia. El recuerdo de El paseo de Robert Walser y La tarde de un escritor de Peter Handke, vienen al recuerdo. La trama en ambas novelas se desarrolla en torno al paseo que los protagonistas dan por la ciudad, poeta y escritor respectivamente. Son muestras de la capacidad de observación y el contacto con el mundo de alrededor como motor de la creación artística. Al igual que aquellos personajes, Hrabal encontró su musa en un paseo aparentemente insignificante. Y supo convertir aquello que grababan sus sentidos en elementos de sus novelas, como lo es, por ejemplo, la ciudad de Praga en Una soledad demasiado ruidosa. Durante estos años escribió, pero fue en los años 60 cuando su carrera se consolidó. Su obra literaria sufrió las idas y venidas de los regímenes políticos; primero, fue censurada por el régimen soviético, aunque estaban al alcance de sus lectores copias clandestinas mecanografiadas. En los años 70, con cierta apertura política, y ya viviendo en el campo junto a su mujer y sus gatos (se negó al exilio tras el fracaso de La Primavera de Praga y la invasión de tropas soviéticas), comenzó a publicar todo lo que había sido censurado anteriormente.

Hrabal fue un destacado novelista checo, entre cuyas obras cabe destacar Trenes rigurosamente vigilados, Yo, que he servido al rey de Inglaterra, Una soledad demasiado ruidosa y la autobiográfica Bodas en casa. Sus novelas han sido traducidas a 27 lenguas.

Bohumil Hrabal escribió Una soledad demasiado ruidosa en 1976. Esta novela, de una prosa poética conmovedora, estuvo rumiándose en el interior del escritor cerca de 20 años. En 1954 Hrabal trabajó como operario clasificando y empaquetando los libros fuera de circulación y las obras de autores prohibidas por la censura. A partir de esa experiencia, escribe esta historia donde Hanta, el protagonista, un hombre solitario, llena su soledad con pensamientos y reflexiones procedentes de los libros que recibe para prensar (entre ellos, Hegel o Lao Tse); lee, no con el objetivo de pasar el rato, sino «para que la lectura me produzca escalofríos». Los libros le hacen feliz porque se siente un «Don Quijote del infinito y de la eternidad». Además, y quizás él no lo sepa, genera un debate sobre el libro como objeto de arte al experimentar con él para crear balas de libros de gran belleza artística. Es un personaje por el que, desde el principio, se siente aprecio y simpatía. El autor nos presenta a alguien sencillo, que vive rodeado de libros hermosos, de jarras de cerveza, que da su particular visión del mundo – imperfecto- en el que vive y no se avergüenza, que exprime su soledad para escuchar lo que los libros tienen que contarle y que es fiel a sí mismo cuando la maquinaria del capitalismo destruye su vida.

Las reformas de la Primavera de Praga fueron un fuerte intento para otorgar derechos adicionales a los ciudadanos de Checoslovaquia en un acto de descentralización parcial de la economía y de democratización.

Sin duda, sin menospreciar Trenes rigurosamente vigilados o La pequeña ciudad donde se detuvo el tiempo, es la novela que más ha removido mi interior, tan llena de surrealismo pero, al mismo tiempo, irónica y con sentido del humor. El capitalismo nos sumerge en el frenesí de consumismo y aislamiento en el mundo virtual; la necesidad de consumo apremia, el valor no importa y la cultura no escapa al pozo sin fondo al que nos dirigimos. Lecturas, las justas, de mala calidad y, por supuesto, que se puedan engullir, porque no disponemos (o no queremos tenerlo) de tiempo para detenernos y saborearlas, al contrario de lo que hace Hanta: «…cuando leo, de hecho no leo, sino que tomo una frase bella en el pico y la chupo como un caramelo, la sorbo como una copita de licor, la saboreo hasta que, como el alcohol, se disuelve en mí, la saboreo durante tanto tiempo que acaba no sólo penetrando mi cerebro y mi corazón, sino que circula por mis venas hasta las raíces mismas de los vasos sanguíneos».

Así, la lectura de Una soledad demasiado ruidosa es una oda al amor por los libros y nos hipnotiza y nos insta a querer estar a solas y aprender de los buenos libros. Una relación auténtica, real, sincera y profunda como muestra, la propia reacción que producen en Hanta.

Pásate por Intro >> Resumen temático.

21-Diciembre-2023

Que levante la mano quien no haya leído La Regenta, 1984 o no conozca a Émile Zola, Ian Fleming o a Albert Camus. Aunque todos ellos y sus obras sufrieron el yugo de la censura franquista, son autores que regresaron al imaginario español tras la muerte del dictador. Pero hubo otros que no corrieron esa suerte.

A Carmen de Burgos (Almería, 1867-1932), los órganos censores le incautaron directamente su nombre. Cualquier letra, artículo, libro o cuento que llevara su firma fue reducido a cenizas y no quedó ni rastro de su lucha en las librerías o en las bibliotecas públicas. A diferencia de los que encabezan el artículo, los años no sirvieron de redención en este caso y el olvido continúa pesando sobre nuestra primera periodista, reportera de guerra e incansable defensora de los derechos de la mujer, de la que se cumplió en 2017 los 150 años del nacimiento.

Por suerte, hay quienes siempre la tuvieron presente y aquel año se celebró el renacer de esta figura imprescindible en su 150 aniversario. “Este año, no se sabe por qué razón, parece que todos nos hemos puesto de acuerdo para rendir este gran homenaje a Carmen”, declara emocionada María Serrano. La presidenta de la Fundación Carmen de Burgos celebraba los actos que le dedicaron durante ese mes la Biblioteca Nacional y el Ateneo de Madrid, pero también lamentaba que "haya costado tanto tiempo recomponer los pedazos que rompió el franquismo. Hay centros con su nombre hasta en Brasil, y en España aún tiene que pagar el secuestro de su obra”, dijo entonces Serrano. No le sorprende que otras feministas como Emilia Pardo Bazán, Clara Campoamor o Victoria Kent se repusieran al Régimen porque “Carmen era pólvora para Franco”. “Se veía que podía hacer mucho daño. Fíjate como fue, que hasta después de muerta Franco la persiguió. Manejaba una gran cantidad de códigos para llegar a las mujeres sin ser tachada de radical, y eso calaba más que cualquier otra cosa”, explicaba en aquel año la presidenta. Para entender esta caza de brujas, repasaremos las ideas transgresoras de Carmen de Burgos en vida. Y, aunque fueron muchas y muy celebradas, pocos le atribuyen ese mérito hoy en día.

Carmen de Burgos tuvo que esconder su perfil reformista detrás de multitud de seudónimos como Perico el de los palotes, Gabriel Luna o Marianela, pero el más famoso de todos fue Colombine. El mote se lo puso Augusto Suárez de Figueroa, que fundó el Diario Universal tras abandonar la dirección del Heraldo de Madrid. Allí fue donde Colombine dio sus primeros pasos como periodista con una columna semanal titulada Lecturas para la mujer, con lo que se convirtió en la primera redactora con un espacio propio en nuestro país.

Perico el de los palotes.

Sobre el papel, Carmen tenía que dar consejos a las señoritas casaderas y a las amas de casa sobre belleza y hogar. Y así lo hizo. Lo que tampoco le impedía meter poco a poco píldoras políticas, sufragistas y de empoderamiento para sus lectoras. Ella sabía de buena tinta que el matrimonio, muchas veces, estaba lejos de ser la panacea que predicaba el “ferviente catolicismo”, como Burgos lo refería. Se casó a los 16 años con un periodista alcohólico y mujeriego en Almería y, tres abortos y un millar de noches solitarias después, lo abandonó con su única hija entre los brazos para partir en dirección a Madrid.

En 1903, Columbine comenzó en el Universal, donde un año más tarde publicaría su polémico artículo El club del divorcio:

"Me aseguran que muy en breve se fundará en Madrid un ‘Club de matrimonios mal avenidos’, con objeto de exponer sus quejas y estudiar el problema en todos sus aspectos, redactando las bases de una ley de divorcio que se proponen presentar en las Cámaras".

Las reacciones del público, algunas a favor y casi todas airadamente en contra –de donde nació el sobrenombre de “la divorciadora”–, le inspiraron para escribir un libro al respecto.

El divorcio en España (1904) recogía los testimonios de importantes intelectuales del país como Azorín, Unamuno, Pardo Bazán, Blasco Ibañez o Francisco Giner de los Ríos, en los que incluso Emilia se mostró equidistante. “No tengo opinión alguna sobre el divorcio. (…) Necesitaría dedicarme a estudiar esa cuestión, y no dispongo de tiempo”, se excusó la gallega, como indica Mar Abad.

La encuesta final de lo que ella llamó “un libro colectivo ó social” arrojó un resultado de 1462 votos a favor y 320 en contra del divorcio. Pero Burgos no se sorprendió, sino que lo tomó como una muestra del flagrante retraso de su país respecto a Europa.

"Sólo Italia, Portugal y España no tienen establecido el divorcio, aunque consienten el matrimonio civil. El hecho de que se empiece á discutir entre nosotros la conveniencia del divorcio como una idea nueva demuestra un lamentable retraso. De nuestro plebiscito resulta que la opinión de España es favorable al divorcio y es indudable que se establecerá entre nosotros como conquista de la civilización".

No contenta con el resultado, dos años más tarde se embarcó en la labor de hacer campaña por el sufragio femenino en una columna del Heraldo de Madrid, con la que terminó de sembrar antipatías. La idea le vino tras recibir una beca en 1905 del Ministerio de Instrucción Pública para viajar y estudiar los sistemas de educación de otros países. De todos esos destinos, llegó especialmente conmocionada de Francia, hogar de Émile Zola y del Lyceum Club de París, donde Carmen de Burgos conoció a las sufragistas británicas y se imbuyó de sus ideales.

Sin embargo, la columna El voto de la mujer tuvo que cerrar por presiones, así que Colombine hizo las maletas y, en 1909, se lanzó a un nuevo reto en el Heraldo. Sus crónicas de guerra son imprescindibles. Fue la primera corresponsal mujer en pisar un campo de batalla, en este caso el de la Guerra de Melilla. Burgos mandaba sus artículos desde la ciudad asediada, en los que poco a poco destilaba un creciente tono antibelicista.

"El mundo civilizado pone el fusil en la mano del hombre, le da orden de matar, y si el hombre arroja el arma y rehúsa ser homicida, se le trata como delincuente… Todo hombre debe, ante todo, y cueste lo que cueste, negarse a tal servidumbre".

“No anteponía la rebeldía de la mujer sobre el hombre, sino que pregonaba la igualdad de derechos humanos. Es por eso que hizo una importante campaña por la objeción de conciencia”, recuerda la presidenta de su Fundación. Estas ideas, ya más reposadas, las amplió en un artículo llamado ¡Guerra a la guerra! y más tarde en su libro Al balcón (1913).

“Sí. He hecho el periodismo vivo, activo, de batalla. He sido la primera mujer que se ha visto ante la mesa de la Redacción, que ha hecho reportajes, que ha organizado encuestas, que ha vivido y sentido. En fin, el periodismo de combate, ágil, nervioso y bohemio”, respondía en una entrevista al final de su vida.

Pero Columbine no se debió solo a las rotativas, sino que fue una figura imitada y admirada en los círculos literarios gracias a sus once novelas largas, el centenar de novelas cortas, sus cuentos y ensayos. Un gran ejemplo fue Puñal de claveles (1931), basado en el crimen de Níjar y que inspiró a Lorca en la magistral Bodas de sangre. La versión de la escritora es un canto a la emancipación de la mujer y a la búsqueda de la pasión, que Burgos encontró junto al escritor Ramón Gómez de la Serna, 21 años más joven que ella. También se atrevió con la homosexualidad en la novela corta Ellas y ellos o ellos y ellas; con el Artículo 438, que daba cobertura legal al marido para asesinar a su esposa si le era infiel, en un libro homónimo; y con el feminismo sin medias tintas en La mujer moderna y sus derechos (1931). Era sibilina. Sin hacer daño y sin que la censurasen, llegó a las ciudadanas españolas, pero sabía a lo que se enfrentaba. Se hizo amiga de estas lectoras y de algunos lectores para meterse en sus hogares con sus columnas.

29-Diciembre-2023

Ya son 673 obras retiradas de las bibliotecas de algunas de las escuelas de La Florida debido a una ley reciente que, según su promotor, el gobernador Ron DeSantis, le da más potestad a los padres sobre la educación de sus hijos. Estas son algunas de las preocupaciones y argumentos de los críticos y promotores de la norma.

La educación de los más jóvenes ha sido uno de los focos del gobernador de la Florida, Ron DeSantis, que comenzó a firmar una serie de reformas que han desatado una enorme polémica, no solo en Estados Unidos, sino en el mundo. Él las defiende como “derechos de los padres a decidir sobre la formación de sus hijos en las escuelas”. Entre ellas está la ley titulada “Derechos de los padres en la educación” y conocida por los críticos como “No digas gay” y la Ley HB 1467, que prohíbe algunos libros en las escuelas.

Una sola queja presentada por parte del padre de un alumno puede llevar a que un libro sea retirado de las bibliotecas escolares de Florida en virtud de las nuevas leyes del gobernador Ron DeSantis, pero hay activistas decididos a mantener la libertad de lectura con iniciativas como la distribución de libros "prohibidos". Es lo que se propuso hacer el pasado verano en un templo de Coral Gables (en el condado de Miami-Dade) un grupo de literatos y activistas. La iniciativa está encabezada por Michael Kaplan, uno de los fundadores de la Feria del Libro de Miami, el poeta Richard Blanco, al que Barack Obama encargó el poema recitado durante su segundo mandato presidencial, la autora haitiano-estadounidense Edwidge Danticat y representantes de la organización PEN America, entre otros.

Ron DeSantis y los posibles rivales que disputarán el regreso de Trump a la Casa Blanca.

En la Iglesia Congregacional existe un "santuario de libros prohibidos", una iniciativa desarrollada también en el Centro Cultural y Biblioteca de Investigación Afroamericana de Fort Lauderdale, para contrarrestar los efectos negativos en la libertad de lectura que han tenido algunas leyes promovidas por DeSantis.

Reelegido gobernador en 2022 y ahora aspirante a ser elegido por el Partido Republicano como candidato a la Casa Blanca en 2024, el ultraconservador DeSantis, que se declara un protector de los niños de Florida, ha dado a los padres de los alumnos más voz en las decisiones escolares que a los maestros y especialistas. "Es un verdadero desastre. Ha habido muchos libros que han sido puestos en tela de juicio, pero lo que es aún peor es que estas leyes de contenido son muy vagas y tienen un efecto escalofriante en los maestros, especialistas y otras personas que se ocupan de la enseñanza pública", dice Kaplan.

Cuando habla de un "efecto escalofriante", Michael Kaplan, propietario de la cadena de librerías Books & Books, quiere decir que están "intimidados" por unas leyes "extremadamente vagas y extremadamente abiertas a la interpretación". Según él, "sienten que pueden meterse en problemas con los padres y otras personas" y eso les lleva en muchos casos a la "autocensura".

El pasado verano tres libros estaban en el candelero. Entre ellos La colina que escalamos, de la poeta afroamericana Amanda Gorman, quien lo leyó durante la toma de posesión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en 2021, y que ha criticado duramente lo ocurrido en Florida con su libro. La colina que escalamos, que trata la injusticia racial, fue retirado de la biblioteca para alumnos de enseñanza elemental de la escuela Bob Graham Education Center de Miami Lakes, otra ciudad de Miami-Dade, y trasladado a la biblioteca de los alumnos de más edad por la queja de una madre que afirmaba que se trata de un poema que incita al odio. Las otras dos obras son El ABC de la Historia Negra, de Rio Cortez y Lauren Semmer, y Amor a Langston, de Tony Medina y R. Gregory Christie, que corrieron la misma suerte en la misma escuela.

Gracias a la generosidad de Gorman se repartirán más de 1.200 ejemplares de estas obras de manera gratuita.

Kaplan dice que los libros que más dudas despiertan entre los padres de Florida son los de temática afroamericana y LGTBQ+. "No queremos que nada de esto suceda, porque muchos de nosotros venimos de países donde estos libros están prohibidos en todas partes. Miami particularmente debería ser sensible a ese tipo de cosas", dice Kaplan. En Florida está en juego la libertad de lectura, que, como recuerda Kaplan, forma parte de los valores fundacionales del país. Además, la lucha tiene también como objetivo evitar que de la prohibición de libros en la escuela se pase a vetarlos también en librerías y bibliotecas públicas.

Pásate por Ser humano >> Segregación.

En la lista creciente de obras literarias prohibidas en escuelas de Florida, aparecen desde el poema recitado en la toma de posesión del presidente Joe Biden hasta una novela de éxito internacional como La casa de los espíritus, de la chilena Isabel Allende.

Una larga lista facilitada por Books & Books incluye El color púrpura de Alice Walker, De ratones y hombres de John Steinbeck, El cuento de la criada de Margaret Atwood, y biografías del artista plástico de origen haitiano Jean-Michel Basquiat y de la tenista estadounidense Billie Jean King. La Asociación de Bibliotecas de EEUU ha advertido de que en 2022 el país vivió una ola de censura de libros "sin precedentes" y Texas fue el estado con una mayor cantidad de quejas sobre libros "inadecuados" presentes en bibliotecas.

Feliz 2024.

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