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10 - Julio - 2020
>>>> Paisajismo > Anillos verdes

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Tras el derribo de las murallas en la mayoría de ciudades de Europa durante los siglos XVIII y XIX, los espacios libres que dejaron fueron destinados a la creación de paseos y zonas de recreo con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los habitantes. Aunque no podamos considerar estos espacios como Anillos Verdes, sí que podemos apreciar algunas coincidencias, dado que estas zonas se establecieron como instrumentos de planificación para separar la ciudad construida del área rural colindante, al tiempo que proporcionaban un área recreativa a la ciudadanía. Diversos autores aseguran que el origen de los Anillos Verdes se encuentra en las propuestas realizadas por Ebenezer Howard a finales del siglo XIX. Próximo a los ideales del utopismo reformista, consideraba que las ciudades de la época estaban sobredimensionadas y sus condiciones de vida eran pésimas. Para superar estos problemas, Howard proponía, en su plan de ciudad jardín, que la descongestión de las grandes ciudades se hiciese mediante ciudades jardín, células urbano-rurales rodeadas de cinturones verdes que permitirían combinar los beneficios tanto de las áreas rurales como urbanas y evitar los aspectos negativos de ambas. Estos cinturones preservaban una zona no desarrollada en torno a los centros urbanos al tiempo que servían para controlar el crecimiento de la ciudad, imponiendo unos límites físicos a la misma.

Las ciudades jardín se encontraban rodeadas de una zona agrícola y para uso recreativo denominada cinturón verde. Este concepto que Howard incorporaba en su libro “Garden Cities of Tomorrow” (1902) era el de un instrumento para contener el crecimiento urbano utilizando las áreas rurales circundantes.

A nivel local, se materializaron algunas iniciativas siguiendo el modelo propuesto por Howard como, por ejemplo, las ciudades de Welwyn y Letchworth en el Reino Unido o Radburn en los Estados Unidos. Pero el esfuerzo más notable en esta dirección fue la introducción de estas ideas en el ámbito de la planificación regional. La primera propuesta gubernamental fue lanzada por la Comisión de Planificación Regional para el Gran Londres en el año 1935, con el objetivo de proporcionar una reserva de espacios públicos y áreas recreativas. Esta propuesta fue implementada por primera vez en la práctica en Londres con la aplicación de la Ley de Cinturones Verdes aprobada en 1938 (The Green Belt Act), y, posteriormente, con el Plan del Gran Londres de 1943, conocido como el Plan Abercrombie, y la Ley de Planificación Regional y Urbana de 1947 (The 1947 Town and Country Planning Act). Rápidamente se extendió a otras ciudades del Reino Unido y el Plan de Abercrombie sirvió de modelo para ciudades como Estocolmo, Helsinki, Seúl y Ottawa (Gordon y Scott, 2008). Con posterioridad, se propagó al resto del mundo con una importante aplicación en las Colonias Británicas (Sorensen, 2001; Yang y Jinxing, 2007; Jun, 2012).

A partir de esa fecha, han sido numerosos los ejemplos de Anillos Verdes o infraestructuras verdes periurbanas puestas en marcha en todo el mundo (el Cinturón Verde de Moscú, el Plan de los Dedos de Copenhague, el Cinturón Verde de Ottawa, el Green Heart de los Países Bajos, etc.), unos con más éxito que otros, pero todos ellos bajo los mismos principios generadores: mitigación de las presiones del crecimiento urbano y las infraestructuras asociadas a éste, dotación de áreas verdes y de esparcimiento próximas a la ciudad, búsqueda de la implicación ciudadana, recuperación de áreas degradadas o frágiles y conservacion de la biodiversidad de la zona.

Ante el cambio climático y las crecientes presiones ambientales, económicas y sociales, el desarrollo sostenible se ha convertido en un tema estratégico para las ciudades de Europa y de todo el mundo. Ya no es una adición "agradable de tener" al desarrollo como de costumbre, la sostenibilidad ahora es fundamental para la respuesta al cambio climático y para permitir el crecimiento, la seguridad y el bienestar social.

Conozcamos algunos en España.

Anillo verde de Vitoria-Gasteiz:

El anillo verde de Vitoria-Gasteiz es el resultado de un ambicioso proyecto que se inició a comienzos de los 90 del siglo pasado con el objetivo principal de restaurar y recuperar la periferia, tanto desde el punto de vista ambiental como social, para crear una gran área verde de uso recreativo en torno a la ciudad. Después de más de 18 años trabajando en el proyecto, durante los cuales se han llevado a cabo importantes actuaciones de restauración ecológica y paisajística de zonas degradadas y de acondicionamiento para el uso público, el Anillo Verde cuenta actualmente con 5 parques ya consolidados ( Armentia, Olarizu, Salburua, Zabalgana y Zadorra ) y un sistema de conexiones que enlaza unos espacios con otros a través de corredores ecológicos. Forma un continuo que puede recorrerse cómodamente a pie o en bicicleta. Vitoria es una de las ciudades europeas con mayor superficie de espacios verdes y ajardinados por persona, incluyendo el Anillo Verde. La capital vasca, dispone de más de diez millones de metros cuadrados de parques y zonas verdes para pasear, andar en bicicleta, observar aves y ciervos o dar paseos a caballo.

Humedales de Salburua.

Desde el punto de vista del uso público, el Anillo Verde ofrece excelentes posibilidades para el ocio, el paseo y la realización de actividades al aire libre. Todos los parques disponen de áreas de estancia, elementos informativos y una extensa red de senderos. Desde cualquier punto de la ciudad se accede fácilmente al Anillo Verde, que puede recorrerse íntegramente a través de un itinerario circular de más de 30 km, la Vuelta al Anillo Verde.

El Anillo Verde es además un lugar ideal para la realización de actividades de educación ambiental, gracias a su riqueza naturalística, y a los diversos equipamientos instalados en los parques: huertas ecológicas u observatorios de aves, como el Centro de Interpretación Ataria y la Casa de la Dehesa de Olarizu.

El Premio Capital Verde Europea es un galardón instituido y gestionado por la Comisión Europea para reconocer a las ciudades que mejor se ocupan del medio ambiente y del entorno vital de sus habitantes. La ciudad que cada año ostenta la capitalidad ejerce de modelo de actuación verde y comparte sus prácticas con otras ciudades.

El premio está abierto, además de a los 28 países miembros de la Unión Europea, a los países candidatos oficiales (Turquía, Montenegro, Macedonia, Serbia, Albania e Islandia), así como a los países del Espacio Económico Europeo, Suiza, Noruega y Liechtenstein. Las ciudades tienen que tener un mínimo de 100.000 habitantes para poder presentarse.

Vitoria obtuvo el premio en 2012.

Anillo verde metropolitano de Valencia:

El Anillo Verde Metropolitano de València sigue avanzando en su ejecución, y el gobierno local confía en tener en marcha las obras de prácticamente todos los tramos antes de finalizar el año. Este corredor circular de 57 kilómetros cuenta ya con el tramo norte finalizado, que conecta Moncada con Port Saplaya, desde finales del año pasado. Ahora se está intensificando en los trabajos de los sectores sur y oeste, que conectan Pinedo y Alaquàs, y este municipio con Moncada, para ponerlas en marcha durante el segundo semestre del 2020 y con un plazo máximo de dos años. En el tramo oeste, el recorrido entre Quart y Massarrojos tardará un poco más, con la licitación de las obras a finales de año y el inicio de las mismas durante el primer trimestre del 2021.

Tramo del Anillo Verde Metropolitano de València ya finalizado.

El tramo litoral es el único al que le queda todavía camino. De momento está en fase de estudio, a la espera de conocer cuáles son las mejores alternativas para el proyecto, y así poder iniciar el proceso de redacción, como explicaron en su momento desde la Secretaria Autonómica de Obras Públicas y Movilidad.

El anillo verde metropolitano de Valencia es una de las actuaciones prioritarias a desarrollar en el programa FEDER 2014-2020 de la Unión Europea. El capítulo correspondiente a las nuevas actuaciones en materia de sendas ciclables y carriles bici a desarrollar por la Generalitat Valenciana en todo el ámbito territorial de la Comunidad, dotado con 34,8 millones de euros, de los cuales la Unión Europea financia el 50%.

Anillo verde metropolitano de Madrid:

En 1995 la alcaldía inauguró un primer tramo, que une Canillejas con Vallecas, que más tarde se aprovecharía como parte del actual trazado del Anillo Verde Ciclista (AVC). En 2007, tras cuatro años de obras y una inversión de 50 millones de euros, se dio por terminado su trazado. Se plantaron además 15 000 árboles y 500 000 arbustos a lo largo de su recorrido. No obstante, el tramo que pasa por el estadio de La Peineta —actual Estadio Metropolitano—, tras perder Madrid la candidatura a los Juegos Olímpicos, no llegó a cerrarse. En su construcción se utilizaron los restos de escombros generados a raíz del incendio de la Torre Windsor. Entre un 70 y un 80 por ciento de las 40 mil toneladas de escombros fueron destinadas a la construcción de carreteras y parte del AVC previo paso por la planta de reciclaje y tratamiento.

Puente sobre la A-6.

En 2015, algunos de sus usuarios denunciaron errores en la señalización, fallos estructurales en partes del recorrido, pavimento en mal estado o carencias en el mantenimiento de la vegetación de los aledaños. Además, en algunos tramos hay que compartir el carril con el peatón y hay zonas muy estrechas rodeadas por barandillas que pueden poner en peligro la integridad del ciclista. En 2016, se anunció un plan de renovación y recuperación de las zonas deterioradas o afectadas por el vandalismo de 2,5 millones de euros. Uno de sus objetivos es el de resolver los puntos que son más conflictivos a juicio de los usuarios de la vía. El Anillo Verde debido a su planteamiento discurre por la periferia por lo que muchos usuarios criticaban la inutilidad del mismo como vía para usar la bicicleta como medio de transporte real por Madrid. El 3 de mayo de 2016, el Ayuntamiento de Madrid anunció la inversión en nuevos tramos ciclistas, muchos de los cuales tienen como objetivo conectar el Anillo con zonas céntricas de la capital.

A lo largo de la ruta se disponen de una serie de áreas de descanso con bancos, plano informativo del anillo y en ocasiones varios aparatos de gimnasia. La gran mayoría de áreas disponen de fuentes de agua potable. Existen puntos kilométricos en forma de poste tanto en las citadas áreas como cada kilómetro. El punto kilométrico 0 está en el barrio de Las Tablas y contiene una gran área de descanso. Existen un total de veinte estaciones de Metro, tres de Metro Ligero y seis de Cercanías situadas a menos de 200 m de distancia del recorrido del Anillo Verde. La cota máxima de la ruta se sitúa a 728 msnm en la zona de Las Tablas, mientras que la cota mínima de 570 msnm se encuentra en el túnel bajo la autovía del Sur o A-4 y el túnel de ferrocarril pasado el taller de Santa Catalina. Su desnivel de ascenso y descenso acumulado es de 310 metros. A lo largo de su recorrido, se cruzan un total de veinte pasarelas, puentes y túneles. El tiempo promedio para recorrerlo en bici son 4 horas y media (a 15 km/h) mientras que andando se emplearían un total de 11 horas (a 6 km/h).

Para 2032 la ciudad de Madrid estará rodeada por un gran anillo verde. Unos 450.000 árboles trazarán los 75 kilómetros del futuro Bosque Metropolitano que proyecta el gobierno municipal en su plan medioambiental Madrid 360. El nuevo bosque también contará con puentes verdes por encima de la R-3 o la A-3 y zonas de ocio saludable, según informó el área de Desarrollo Urbano. En octubre de 2020 comenzarán a plantar esos primeros árboles en los distritos de Vicálvaro y de Vallecas. Para ello el Consistorio invertirá un total de 75 millones de euros en esta primera fase del proyecto, de los que "ya hay 16 millones de euros presupuestados". Cuando este bosque esté maduro consumirá 171 mil toneladas de CO2.

Ronda Verda de Barcelona:

La Ronda Verda es un circuito señalizado de caminos y carriles bici que atraviesa los grandes sistemas naturales de la comarca del Barcelonés, según sus responsables, el Consell Comarcal. Cuenta con una longitud de unos 72 km que combina tramos urbanos y áreas naturales y permite disfrutar del entorno de Barcelona y de los municipios más cercanos, como el Parque de Collserola o la montaña de Montjuïc.

El itinerario se divide en 6 tramos:

-Parque de Collserola : El Parque de Collserola se extiende a lo largo de 8.000 hectáreas. Predominan los espacios forestales con gran variedad de formaciones vegetales de valiosa diversidad biológica. Y el Tibidabo.

-Parque Fluvial del Besòs: Este tramo de la Ronda Verda conecta el Parque de Collserola y el Frente Marítimo. Tiene una extensión aproximada de cinco kilómetros.

-Parque de la Cordillera de Marina: Este espacio natural forma parte de la Cordillera Litoral y cuenta con una superficie total de 2.086 hectáreas. El visitante tiene la oportunidad de disfrutar de poblados ibéricos, ermitas, monasterios y numerosas fuentes y áreas de esparcimiento.

-Frente Marítimo: La Ronda Verde recorre los frentes marítimos de Barcelona, Sant Adrià de Besòs y Badalona.

-Tramo Montjuïc El itinerario en este tramo quiniela numerosos museos, equipamientos deportivos, parques y jardines. El recorrido cuenta con unas vistas espléndidas de la ciudad de Barcelona y sus alrededores.

-Tramo Llobregat: Este recorrido se acerca en la cuenca del Llobregat, permitiendo conexiones con la galera del río, la zona del delta y el Parque de Collserola.

Gran Recorrido de Bilbao:

La reconversión industrial y urbana de Bilbao de las últimas décadas ha supuesto el aumento de las zonas verdes para sus habitantes, tanto en el centro de la ciudad como a su alrededor, con el Gran Recorrido de Bilbao (GR). Este Anillo Verde circunvala el núcleo urbano y atraviesa cinco parques forestales con un recorrido de 43 km, que sumados a otros caminos, se acerca a los 100, según el Ayuntamiento de la capital vizcaína. A este GR se tiene acceso desde el centro de Bilbao por diez itinerarios auxiliares que conducen al eje central.

Las propiedades forestales de Bilbao suman una superficie total de 1.025 hectáreas. Con el fin de potenciar la vertiente de esparcimiento de estas zonas, en los últimos años, el Ayuntamiento de Bilbao ha creado nuevas áreas de recreo y estancia, pasando de contar con 27 hectáreas en 2006 a las 134 hectáreas que se mantienen actualmente, distribuidas en 18 espacios. La dotación de que dispone cada una de estas zonas de recreo, que se encuentran distribuidas en los cinco montes que rodean Bilbao, incluye desde zonas de juego infantiles, hasta mesas, papeleras, barbacoas, bancos y carteles informativos y panorámicos.

Anillo Verde de Bilbao a su paso por el Pagasarri.

El objetivo es que los bilbaínos y bilbaínas tengan la posibilidad de acceder de manera rápida a zonas verdes de esparcimiento, donde dispongan de todos los servicios necesarios para el disfrute y el acercamiento al medio natural. Por otra parte, el Ayuntamiento ha plantado en los últimos años 18.500 árboles, en su mayoría autóctonos, como son los abedules, robles del país, hayas y fresnos, y también algunos extranjeros como tilos o roble americano.

Anella Verda de Vic:

La localidad barcelonesa de Vic posee un Anillo Verde de 32 km de trazado articulado por un grupo de enclaves de alto valor ecológico, paisajístico, histórico y cultural, según su Ayuntamiento. El recorrido se vertebra, debidamente señalizado, en dos ejes Norte-Sur y Este-Oeste que permiten acortar el trayecto o hacer pequeños recorridos. Con una gran parte del circuito que pasa por el cauce de los ríos de la ciudad el Gurri y el Mèder, la mayoría de ellos recuperados recientemente. Las diferencias paisajísticas que se observan a lo largo de este recorrido, permite que todos puedan disfrutar según sus preferencias.

Da a conocer los valores culturales e históricos de Vic. Nos lleva por caminos, cultivos y diferentes paisajes donde la mano del hombre ha intervenido a lo largo de los siglos, y que han ido configurando el territorio. Nos traza un paisaje cultural que permite descubrir los recursos existentes y la organización social a través de la historia, al tiempo explica cómo ha evolucionado la ciudad y como se ha ido configurando el espacio urbano.

A pocos metros del casco urbano e histórico de la ciudad, los ciudadanos y visitantes pueden practicar deporte, pasear, contemplar la ciudad desde una perspectiva adecuada para captar su crecimiento, o simplemente a descargar el estrés que supone la dinámica del día a día. Permite practicar deporte sin la necesidad de desplazarse a buscar la naturaleza en estado puro.

Permite descubrir el rico patrimonio arquitectónico rural de Vic. Masías como el Pujolar, el Franch, Can Fontarnau o San Juan del Galí, nos aproximan a cómo se ha vivido en la parte central de la llanura de Vic. Al mismo tiempo, nos permite disfrutar de la belleza de estas construcciones que han perdurado durante siglos. Igualmente ocurre con otros tipos de construcciones como por ejemplo la antigua iglesia de San Martín de Sentfores. La iglesia de origen románico y su entorno inmediato ofrece una panorámica de todo el término municipal, actuando de mirador de todos los elementos que engloba el Anillo.

El Anillo Verde recupera un patrimonio perdido en los últimos años como son las fuentes, un espacio donde tradicionalmente se disfrutaba de la naturaleza y de la tranquilidad a la vez que se destaca su interés sociocultural. También acoge especies vegetales que configuran comunidades fontinales de aguas duras, a la vez que se convierten en lugares importantes para la reproducción de la fauna invertebrada y también para algunos anfibios, como la salamandra, así como para el abrevado de pájaros y de mamíferos.

Anillo Verde de Zaragoza:

El Anillo Verde de la capital aragonesa permite recorrer 30 km de espacio natural sin tráfico rodado a pie, en bicicleta e incluso a caballo, según el Consistorio maño. Discurre por los tramos recuperados del Ebro y del Canal, unidos a través del Corredor Oliver-Valdefierro al Oeste y del cierre al Este por La Cartuja Baja, y los vincula a otros espacios naturales y otras Vías Verdes del Valle del Ebro.

Se divide en dos subanillos que conforman un ocho separado por el río Ebro: el Anillo Verde Norte, que tiene gran parte del trayecto junto a los ríos Ebro y Gállego, y el Anillo Verde Sur, cuyo recorrido discurre en buena parte por el corredor que está a lo largo del Canal Imperial de Aragón y también junto al Ebro.

El Anillo Verde Norte de Zaragoza se concibe no como algo cerrado en sí mismo, sino como una red capaz de articular los distintos espacios verdes de la ciudad, y con la vocación de desarrollar sub-anillos y ramificaciones. En esta estrategia se inserta la voluntad municipal de diseñar un anillo en el norte de la ciudad que se inserte en la estructura del anillo verde principal y que sea capaz de articular los grandes sistemas verdes fluviales y diversos espacios verdes de ese entorno, integrando además los espacios periurbanos con los urbanos.

Los dos grandes ejes articuladores de este Anillo Verde Norte son, por lo tanto, los dos ríos: el Ebro y el Gállego, con características muy diferentes, porque mientras el primero tiene un carácter urbano y un uso ciudadano intensivo, el segundo tiene un carácter más natural dada su posición periférica, aunque también ha sido objeto de un sistemático proceso de regeneración paisajística desde hace años por parte de los servicios municipales de Medio Ambiente y ha recibido algunas inversiones del Plan de Acompañamiento Expo.

El Gállego (en aragonés río Galligo) es un río de la península ibérica que discurre por la comunidad autónoma española de Aragón. Se trata de uno de los principales afluentes del Ebro. Drena una cuenca de 4008,8 km² y tiene una longitud de 193,2 km. El curioso nombre de este río deriva del nombre en latín de su lugar de procedencia, la Galia: el Gallicus, el Gállego.

Navata en el río Gállego.

Sin embargo el Gállego sigue siendo el gran desconocido por parte gran parte de los ciudadanos, y si bien todavía puede seguir mejorándose la calidad de su ecosistema, es un atractivo del entorno de Zaragoza que hay que poner en valor. Por otra parte la margen izquierda del Ebro posee valores urbanísticos y geográficos que han sido todavía poco explotados: su topografía llana, la mayor dimensión del viario y la proximidad a los ríos, a espacios naturales periurbanos y a las áreas agrícolas. Estas características han permitido un mayor desarrollo de la red de bicicleta. Por el contrario, quizás debido a su pasado industrial, acumula varias grandes infraestructuras viarias y ferroviarias que han fragmentado el territorio, limitando las posibilidades de comunicación peatonal y ciclista entre distintas áreas.

Tiene en algunos tramos un carácter urbano aprovechando andadores y carriles-bici existentes y en otros, periurbano, ya que recorre caminos agrícolas entre huertas y sendas junto a espacios naturales. Este trazado podrá ser mejorado en el futuro si se llevan a cabo vegetalizaciones, si se mejoran las comunicaciones entre las márgenes del Gállego, o si se resuelven ciertas discontinuidades que requieren el traslado de actividades o la construcción de algunos viales previstos. Se vislumbran además posibilidades de desarrollar otros circuitos menores integrados en el Anillo.

El anillo verde sur fue planteado dentro de las actuaciones de regeneración de las riberas y el Canal Imperial realizadas con motivo de la Expo 2008 y con la recuperación del antiguo trazado sur del ferrocarril. Sigue la margen derecha del Ebro, dando continuidad desde la zona verde al norte de la Almozara a través del Paseo de Echegaray y Caballero hasta la zona de parques de la desembocadura del río Huerva y el Parque Bruil. Un poco después comienzan los caminos de salida de la ciudad en la zona de huertas del este de la ciudad. Desde ahí, hay continuidad mediante un camino natural usado por senderistas y ciclistas hasta alcanzar el Galacho de la Alfranca por los caminos de la ribera. Es posible cruzar sobre el río Ebro para alcanzar Movera y Pastriz mediante la Pasarela del Bicentenario.

Al oeste, el antiguo trazado del ferrocarril ha sido abierto al tráfico peatonal como parte del anillo y articula mediante el Corredor Verde Oliver-Valdefierro los barrios orientales de Miralbueno, Oliver y Valdefierro. En este último barrio conecta con el Canal Imperial de Aragón a la altura del Centro Deportivo Municipal de Valdefierro. En las cercanías se encuentra el camping municipal de Zaragoza. El canal cierra el anillo por el sur, pasando por marcas históricas como el Ojo del canal o el parque de los incrédulos y sus esclusas.

En el tramo central de este recorrido, el canal conecta con el Parque Grande y los Pinares de Venecia, el pulmón verde de la ciudad desde las reformas higiénicas de principios del siglo XX. En esa zona verde existen diferentes puntos de interés, como el Cementerio de Zaragoza o el Parque de atracciones de Zaragoza. Es posible continuar por la ruta del canal hacia el este, con dirección a los pinares de Valdegurriana (sitio histórico de actividades al aire libre y lugar de otro conjunto de esclusas) y el barrio rural de La Cartuja Baja. También se puede cerrar la ruta por el oeste usando la Z-30 desde la zona de los pinares. Mientras el canal cruza los barrancos mediante dos acueductos, la vía pasa por debajo en su transcurso hasta los parques de Miraflores, Torreramona y la antigua granja agrícola. Desde ahí, la Z-30 termina enlazando con el Ebro y cierra el recorrido.

Anillo Verde de la Bahía de Santander:

El Proyecto "LIFE+ Naturaleza y Biodiversidad Anillo Verde de la Bahía de Santander: conectando la naturaleza y la ciudad" trabajó hasta 2019 para restaurar 100 hectáreas de hábitat degradado de la capital cántabra, según uno de sus impulsores, la Fundación Naturaleza y Hombre (FNYH). Con una inversión de tres millones de euros de fondos europeos, el Gobierno de Cantabria y dicha Fundación, se creó un centro de educación ambiental sobre este espacio. Su zona de actuación comprende una gran variedad de ecosistemas y está considerada un Área Importante para la conservación de las Aves (IBA).

El área de trabajo de esta iniciativa se ciñe a 20 espacios naturales que rodean la Bahía de Santander, pertenecientes a 13 municipios del área metropolitana de la bahía, actualmente en propiedad de ayuntamientos, demarcación de costas, juntas vecinales y particulares. Los espacios recogen toda la amplia variedad de hábitats naturales que es posible encontrar en la zona litoral cantábrica, con una superficie de 1.708,6 hectáreas.

El proyecto se lleva a cabo gracias al programa LIFE de la Unión Europea, a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria y al apoyo de Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. El Proyecto LIFE+ Naturaleza, comenzó en octubre de 2015 y a lo largo de cuatro años (hasta el 30 de septiembre de 2019), Fundación Naturaleza y Hombre (FNyH), como beneficiario coordinador, trabajó junto a su socio beneficiario MARE, para detener la pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos de la Bahía de Santander y restaurarlos en la medida de lo posible. Este proyecto contó con un presupuesto total de 2.568.132 €, gracias a la cofinanciación de la Comisión Europea (1.540.887 €, 60%), así como a las aportaciones de los socios patrocinadores: la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social (400.000 €, 15,58%), de MARE (267.016 €, 10.40%), y de FNyH (360.229 €, 14,03%).

Pozón de la Yesera, cerca de Santander.

El Anillo Verde de la Bahía de Santander tiene una clara vocación de permanencia y sostenibilidad. Para ello, se fomenta la búsqueda continua de acuerdos de custodia, ya sea con entidades públicas o privadas. Además, se pusieron en marcha nuevas herramientas de gestión sostenible con instituciones y partes implicadas. Por otro lado, la puesta en marcha de este proyecto tiene como objetivo analizar la conectividad ecológica y la movilidad sostenible de los espacios incluidos en el Anillo Verde. Asimismo, se trabajará en la restauración de los ecosistemas más característicos de la Bahía de Santander: humedales litorales e interiores, bosques esclerófilos, islas de la Bahía de Santander.

Finalmente, se pretende sensibilizar a la población sobre la importancia del Anillo Verde de la Bahía de Santander como infraestructura verde, a través de acciones de educación ambiental y divulgativa entre las que se pondrá en valor el Anillo Verde como destino turístico de la Bahía de Santander.

Anillo verde de Granada:

El proyecto del anillo verde de Granada dió en Junio de este año su primer paso. El Ayuntamiento de la capital y la Federación de Hostelería han firmado un convenio para la cesión de una parcela municipal de casi 70.000 metros cuadrados en la Lancha en la que se plantarán por parte de la Federación 7.000 árboles dentro de su proyecto de Huella Verde, puesto en marcha por los hosteleros en 2018. "Quiero felicitar a la Federación por esa iniciativa de Huella Verde que comenzó hace ya meses y en la que decidieron que su responsabilidad social corporativa estuviera ligada al medio ambiente y a la lucha contra la contaminación, y hacerlo desde el desarrollo sostenible para conservar el planeta", dijo el alcalde, Luis Salvador, que ha asegurado que este es el "primer paso de otros muchos para desarrollar un gran anillo verde en un proyecto que sea referencia en España".

El Ayuntamiento aporta la parcela y lo hace por 30 años para que sea un proyecto viable y tenga un impacto en el tiempo. Y en Urbanismo están buscando más parcelas adecuadas a este fin para continuar con el proyecto de anillo verde. Esta es una parcela municipal para reforestación apta para sumidero de CO2 y que seguirá siendo de titularidad municipal. Técnicamente es un tierra de secano y está declarado como suelo no urbanizable. Su ubicación es en la Lancha de Cenes, junto a la ermita, y tiene una superficie de 69.300 metros. Está calificada como forestal. Se va a plantar enebro, espino blanco, pino carrasco, encina y olivo silvestre, además de mezclarlo con plantas bajas como retama, lavanda, romero, tomillo y plantas aromáticas.

El proyecto de Huella Verde de la Federación nació en junio de 2018 con la plantación de 8 magnolios y 8 cipreses en el parque Tico Medina para "sensibilizar al empresario turístico con el medio ambiente". "Para la Federación es importante informar e implicar al sector con medidas de compensación y compromiso de responsabilidad. Es una posición con respecto a la gestión del destino, para transformar un mercado que está por venir", ha dicho García, que apuesta por crear un "destino turístico diferente, distinto, pero basado en el medio ambiente para que todos los estratos de la sociedad se sensibilicen", dijeron desde la entidad.

Diez ciudades que piensan en verde. Desde los bosques de Vancouver, en Canadá, hasta la suiza Zermatt, localidad sin tubos de escape. Urbes que apuestan por lo sostenible, turismo incluido.

Curitiba: el sueño de Lerner (Brasil):

El urbanista Jaime Lerner ha impulsado la transformación de su Curitibia natal, en el estado de Paraná, al sur de Brasil, en una ciudad más sostenible. Una red integrada de autobuses, 30 parques y bosques municipales, más de 50 metros cuadrados de zona verde por habitante, un jardín botánico de inspiración francesa.

Y el Museo Oscar Niemeyer, uno de los mayores de América Latina.

Jardín Botánico de Curitiba.

Vancouver o la ecodensidad (Canadá):

Meca verde de la Canadá, moderna, con fama de ofrecer una excelente calidad de vida e impulsora del concepto de ecodensidad: a menor dispersión, menor uso de recursos y de vehículos para desplazarse. Vancouver, definida por The New York Times como un "Manhattan con montañas", impulsa un turismo sostenible.

El puente colgante sobre el río Capilano mide 136 metros de largo y es una de las principales atracciones turísticas de Vancouver

San Francisco 1 - Bolsas de plástico 0 (Estados Unidos):

Considerada una de las urbes más verdes de Norteamérica, San Francisco tiene la tasa de reciclaje más alta de Estados Unidos, ha prohibido las bolsas de plástico y promueve el transporte público y la construcción de edificios más sostenibles. Un aliciente más para visitar una ciudad abierta y viva que, por cierto, celebró en 2012 el 75 aniversario de su famoso Golden Gate. Con fiesta, claro.

Palacio de Bellas Artes de San Francisco.

Los reparadores urbanos de Portland (Estados Unidos):

Los activistas voluntarios organizados en torno a City Repair transforman creativa y ecológicamente los lugares en los que viven. El movimiento nació en Portland, donde actualmente desarrolla unos 40 proyectos consistentes en plantar y cuidar jardines, pintar o acondicionar espacios públicos para la comunidad.

Vitoria la verde (España):

Vitoria, European Green Capital 2012, ha fomentado su transporte público y se ha rodeado de un anillo verde. Su oficina municipal de turismo propone green weekends con entrada al Artium (Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo) y visita guiada que incluye las obras de restauración de la Catedral de Santa María. Recomienda no irse sin probar los pintxos y conocer el entorno vinícola de la Rioja alavesa.

Linz y el sol (Austria):

La ciudad austriaca de Linz, al noroeste del país, atravesada por el Danubio y famosa por su Ars Electronica Center (con su Festival), ha planteado un desarrollo urbanístico basado en energías renovables: Solar City es un nuevo espacio para unos 3.000 habitantes, convertido en ejemplo internacional. Linz fue Capital Europea de la Cultura en 2009.

Experimento Hafen City en Hamburgo (Alemania):

Cuando Hamburgo, Capital Verde Europea 2011, abordó la recuperación de unos terrenos de su Puerto para urbanizar un nuevo barrio desde cero, decidió hacerlo bajo criterios eco. El resultado se llama HafenCity, a orillas del Elba. Promueve ecoetiquetas que certifican la sostenibilidad de sus edificios, diseñados por lo más granado de la arquitectura internacional.

Zermatt, pueblo sin humos (Suiza):

A esta localidad de menos 6.000 habitantes al pie del Matterhorn, en los Alpes suizos, se accede en tren, y no se permite el tráfico rodado. Solo se puede circular a pie, en bicicleta o en vehículo eléctrico. Senderos, ciclismo, pistas de esquí y alpinismo a elegir entre las 39 cimas de más de 4.000 metros de altura que la rodean.

Un prototipo en el corazón de Adelaide (Australia):

Christie Walk es un proyecto de 27 viviendas sostenibles en el corazón de Adelaide, Australia Meridional, famosa por su arquitectura colonial en piedra, sus parques y sus festivales. Los vecinos, de todas las edades y condiciones socio-económicas, se responsabilizan de los jardines y de la zona comunitaria: cocina, salón de uso general y lavandería. Se plantea como prototipo para replicar en otros entornos urbanos.

¿Y China?

China puede ser un improbable portador de estándares para la construcción sostenible de ciudades, pero los movimientos recientes muestran cómo el país está dirigiendo su auge de la construcción hacia un futuro más respetuoso con el medio ambiente.

La serie fotográfica China de Edward Burtynsky en 2005 documentó un país en rápida transición. Los retratos de paisajes urbanos densos de los fotógrafos mostraron los efectos de la migración a gran escala del campo a la ciudad, mientras que las industrias pesadas en decadencia como la minería y la construcción naval marcaron la tierra y dejaron a los cascos oxidados en los astilleros. El trabajo de Burtynsky fue elegíaco y, particularmente cuando se trata de urbanidad, induce a la ansiedad. La carrera de China hacia la urbanización no es menos que sorprendente, pero ha traído consigo temores sobre la contaminación, la sostenibilidad y la calidad de vida. Poner la velocidad por encima de todo lo demás aseguraba que el producto final era a menudo ingenuo, feo y frágil. Pero las cosas están cambiando. Bajo los auspicios del secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, el país se ha embarcado en un programa de construcción de «ecociudad». Una ciudad ecológica se define por un marco de ideas y medidas que significa que utiliza menos recursos, reduce las emisiones de carbono, aprovecha la energía renovable y tiene una alta proporción de los llamados edificios «verdes». Hasta hace poco, China prestaba poca atención a gran parte de lo mencionado: la cantidad era la única métrica que importaba.

El mayor ejemplo de fracaso entre los grandes proyectos de ecociudades es Dongtan, que ya en 2009 debería haber ocupando 86 kilómetros cuadrados, pero naufragó después de que un escándalo de corrupción en el sector hizo que la ciudad cambiase sus reglas de construcción. Sin embargo, la oficina británica Arup sigue afirmando que el único problema es «un atraso en el proceso de decisiones». El ritmo frenético en el que la población de China abandona el campo para vivir en las zonas urbanas desafía los límites de la naturaleza como en pocas regiones de la Tierra. Según la oenegé Worldwatch Institute, 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están en territorio chino. En 2008, el número de habitantes de las urbes superó por primera vez el de la zona rural, y se espera que en las próximas dos décadas unos 300 millones de campesinos sigan el mismo camino.

«China está emergiendo a partir de los 40 años de construcción de una potencia económica, donde todos los esfuerzos se han concentrado en construir rápidamente», dice Austin Williams, autor de la Revolución urbana de China: Comprender las ciudades ecológicas chinas. “Ha llegado a una etapa en la que ahora busca construir bien. Entonces, en cierto sentido, si las ciudades chinas quieren ser vistas como actores globales y atraer compañías internacionales, entonces China debe proporcionar condiciones dignas». Pero construir bien no ha ralentizado las cosas. Williams dice que en 2012, China tenía 11 eco-ciudades. Apenas cuatro años después, el país anunció que tenía 284. Sobre esta evidencia, el compromiso de China parece genuino, pero hay fuerzas geopolíticas que considerar. Algunos comentaristas ven los movimientos de China en esta dirección como una iniciativa de poder suave para reposicionar al país como un líder ambiental en el escenario mundial. El turismo también ha participado en el crecimiento de las ecociudades. Ganar uno de los innumerables premios de sostenibilidad puede desbloquear fondos del gobierno central para alentar a más visitantes. «Las ciudades como Rizhao son lugares de prueba en toda la ciudad para tecnologías, diseños urbanos e iniciativas de políticas que están estableciendo las reglas básicas para la limpieza ambiental de China», dice Williams. «Estos sitios de prueba no solo mejoran los estándares ecológicos de las ciudades, sino que también garantizan que se beneficien económicamente de una oferta turística mejorada, por ejemplo, al agitar la mayor cantidad posible de certificados ecológicos en los sitios web de viajes».

La ciudad ecológica de Tianjin es el proyecto de más alto perfil en el programa de ciudad ecológica. El esquema comenzó en 2007 y es el primer campo de pruebas para los estándares ambientales relacionados con la calidad del aire y las emisiones de carbono. Sin embargo, la desaceleración del crecimiento económico ha provocado que gran parte de la ciudad aún esté desocupada. Hay esperanzas de que la Tianjin Juilliard School of Music, que abrió sus puertas en 2019, atraiga a más habitantes.

Ubicado en el suroeste del país, Chengdu es considerada como una de las ciudades más habitables de China. En 2012, la ciudad lanzó un ambicioso plan para crear un nuevo centro urbano con grandes zonas verdes, parques, plazas y calles peatonales, un simulacro de una ciudad jardín inglesa. Detrás del Plan Maestro del Nuevo Distrito se encuentran los creadores del Burj Khalifa .

Changsha ha generado titulares para su sinuoso y amigable puente Lucky Knot de Instagram. Sin embargo, el puente está empequeñecido por el desarrollo adyacente del Lago Meixi, que promete algo bastante grandioso, «un nuevo paradigma de vivir en equilibrio con la naturaleza», al menos según los arquitectos de KPF. El punto central del desarrollo es un lago artificial de 40 hectáreas sostenido por una red radial de canales, que sirven a una serie de vecindarios.

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