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Robert Capa

Endre Erno Friedmann (en húngaro: Friedmann Endre Erno; Budapest, Hungría; 22 de octubre de 1913 - Thai Binh, Vietnam; 25 de mayo de 1954) y Gerda Taro, pseudónimo de Gerta Pohorylle (Stuttgart, Alemania; 1 de agosto de 1910 – El Escorial, España; 26 de julio de 1937), fueron una pareja de corresponsales gráficos de guerra y fotoperiodistas durante el siglo XX que trabajaban bajo el nombre común de Robert Capa. Al compartir seudónimo es difícil saber de quién es cada foto. Cubrieron diferentes conflictos: la Guerra Civil Española, la Segunda guerra sino-japonesa, la Segunda Guerra Mundial (el Blitz de Londres en la batalla de Inglaterra, la guerra del norte de África, la invasión de Italia, la batalla de Normandía en la playa de Omaha y la liberación de París), la guerra árabe-israelí de 1948 y la primera Guerra de Indochina. En 1947, en París, Endre Erno Friedmann fundó, junto con David "Chim" Seymour, Henri Cartier-Bresson, George Rodger y William Vandivert, la organización Magnum Photos, la primera agencia de cooperación para fotógrafos independientes de todo el mundo.

Endre Erno Friedmann nació en la ciudad de Budapest en el seno de una familia judía que gozaba de una buena posición económica. Su madre era diseñadora de moda y su padre un pensador intelectual con influencias aristocráticas. En Hungría era costumbre en aquella época pertenecer a un círculo de índole artístico o político y Endré entró en uno de ellos, en el que recibió el sobrenombre de "Bandi".

Endre estuvo condenado en su adolescencia a vivir vagando por la ciudad por la instauración del taller de sus padres en la casa, después de que estos perdieran el local a raíz de la depresión económica de 1929. En estas andanzas conocería a una de las mujeres que más influyó en su vida, y se puede decir que, si no hubiera sido por ella no habría llegado a ser un gran fotógrafo. El nombre de esa mujer era Eva Besnyo, quien desde muy joven tuvo un gran interés por la fotografía. Eva era una de esas personas a las que le parecía más productivo tomar fotografías que hacer sus deberes escolares. En su juventud ya tomaba fotografías con su cámara Kodak Brownie. Ella y su especial gusto por este arte motivaron el primer contacto de Endré con la fotografía. Era muy solicitado por sus amigos, ya que se caracterizaba por ser un joven generoso y leal.

Ya hacia los diecisiete años y esperando terminar su vida escolar, Endré conoce a una de esas personas que moldearían su vida, uno de esos buenos amigos que emprendían sus senderos, con excelentes consejos, apoyo económico oportuno, conexiones apropiadas, sugerencias artísticas y concepciones acerca de la vida. Este ilustre personaje se llamaba Lajos Kassák, quien, con tendencias socialistas, se decidió a ayudar a cualquier artista con corrientes constructivistas. Dio a conocer la fotografía como un objeto social mostrando las injusticias del sistema capitalista y presentando trabajos en sus seminarios como los de Jacob Riis y Lewis Hine. En 1929 la situación política iba de mal en peor con la imposición de un gobierno fascista en Hungría, lo que obligó al joven Endré a salir del país junto a la gran masa de jóvenes que se sentían presionados por la falta de un gobierno democrático y garantías económicas. En su caso, sale del país apenas un año después de instaurado el régimen fascista. En 1930, cuando es capturado y herido por la policía mientras participaba en una protesta contra el régimen, parte hacia Berlín al día siguiente. Al respecto escribió:

En la plaza del cuartel, el jefe de la policía silbaba la quinta sinfonía de Beethoven mientras golpeaba a muchachos con el cabello muy largo. Yo tenía 17 años y el cabello muy pero muy largo. La mañana siguiente el comisionado llamó a mi madre y le dijo que si abandonaba Hungría en 24 horas, ciertas preguntas no serían formuladas.

La Hungría de entreguerras se acercó peligrosamente a la Alemania nazi. Cuando quiso virar, era tarde. El cerco soviético a Budapest, la capital del país, sería uno de los más duros de la II Guerra Mundial. Soldados soviéticos en Budapest tras tomar la ciudad en 1945.

A los 18 años abandona Hungría, entonces ya bajo un gobierno fascista. Tras su paso por Alemania, viaja a París, donde conoce al fotógrafo David Seymour, quien le consigue un trabajo como reportero gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular. En uno de sus trabajos con la revista logró mezclarse con unos obreros que verían un discurso de León Trotsky en Copenhague. Él fue el único fotógrafo de la revista que había conseguido retratar al exiliado ruso, y las fotos se hicieron famosas por retratar el intenso carisma de Trotsky. Entre 1932 y 1936, tratando de escapar del nazismo, Endre Friedmann, establecido en Francia, conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro (nacida Gerta Pohorylle), que acabaría siendo su compañera sentimental y profesional. Para tratar de aumentar la cotización de los trabajos de la pareja a menudo rechazados, se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo estadounidense, Robert Capa, utilizando ambos indistintamente dicho seudónimo. Este hecho constituye la base de la polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus fotografías más relevantes.

Al estallar la Guerra Civil Española en julio de 1936, la pareja se traslada a España para cubrir los principales acontecimientos de la contienda española. Implicados en la lucha antifascista y con la causa de la República, estuvieron presentes, desde ese lado, en los principales frentes de combate, desde los inicios en el frente de Madrid hasta la retirada final en Cataluña. Siempre en primera línea, es mundialmente famosa su fotografía Muerte de un miliciano, tomada en Espejo, en el frente de Córdoba, el 5 de septiembre de 1936.

Muerte de un miliciano es una de las fotografías más conocidas de la Guerra Civil española, atribuida a Robert Capa y tomada el 5 de septiembre de 1936, en el término municipal de Espejo. Esta fotografía está considerada como una imagen icónica del siglo XX. Una copia de ‘Muerte de un miliciano’, de Robert Capa, se vendió en 2018 por 144.000 euros. La imagen se ha subastó en la galería fotográfica Westlicht, en Viena. Su precio de salida era de 60.000 euros.

Reproducida en la mayoría de los libros sobre la Guerra Civil, su autenticidad ha sido puesta en cuestión por diversos expertos. A pesar de que un historiador local de Alcoy puso nombre al miliciano, Federico Borrell García, miliciano anarquista, el documental La sombra del iceberg (2007) niega tal atribución con testigos, médicos forenses y documentos del archivo local de Alcoy. Asimismo, muestra lo inconsistente de dicha tesis y aporta nuevas fotos de la secuencia del miliciano que avalan la tesis de la puesta en escena, así como la posibilidad de que la instantánea no la tomara Endre, sino Gerda Taro. En enero de 2008 se encontró, según la CNN, una valija perdida por Capa donde están innumerables negativos de tomas que efectuaron en la Guerra Civil Española; un tesoro de incalculable valor histórico. Quedaba de manifiesto que dicho grupo de fotografías fueron tomadas a 10 kilómetros del frente, en la localidad de Espejo, donde tenían en esas fechas las tropas republicanas su cuartel general.

Gerda Taro perdió la vida en un accidente durante el repliegue del ejército republicano. Gerda se subió al estribo del coche del general Walter (miembro de las Brigadas Internacionales). En un momento dado, unos aviones enemigos volando a baja altura hicieron que cundiera el pánico en el convoy y Gerda cayó al suelo, tras una pequeña elevación del terreno. En ese momento un tanque republicano entró marcha atrás al camino saltando la elevación tras la que se encontraba Taro y cayó sobre ella. La oruga del tanque la destripó, por lo que fue trasladada urgentemente al hospital inglés de El Goloso de El Escorial. Allí murió pocas horas después, en la madrugada del 26 de julio de 1937, seis días antes de cumplir 27 años. Su cuerpo fue trasladado a París, donde recibió todos los honores como una heroína republicana. Sus restos se encuentran enterrados en la división 97 del Cementerio de Père-Lachaise, en París.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Endre estuvo presente en los principales escenarios bélicos. Del desembarco aliado en Normandía, el 6 de junio de 1944, el famoso día D, son clásicas sus fotografías tomadas, junto a los soldados que desembarcaban en la propia playa denominada Omaha en la terminología de la operación. Sobre el desembarco dijo:

... a las 4:00 am nos reunimos en cubierta. Dos mil hombres de pie en completo silencio. Cualquier cosa en la que pensaran debía ser alguna forma de plegaria (...), nos bajamos del bote y comenzamos a andar. Entonces vi a los hombres caer y debí empujar sus cadáveres para seguir. Las balas hacían huecos en el agua a mi alrededor y debí ocultarme tras el primer obstáculo de acero que vi. Mis encuadres estaban por completo llenos de humo de mortero, tanques quemados y botes que se hundían. Cada pedazo de mortero chocaba con el cuerpo de algún hombre. Tome foto tras foto enloquecidamente...

De las 134 fotos que tomó del desembarco, solo once sobrevivieron al revelado, las cuales se conocen como "Las magníficas once". Él fue el único fotógrafo en la primera ola del desembarco, la que recibiría todo el fuego enemigo y tendría más bajas. Plasmó asimismo en imágenes la liberación de París. Huston Hu Riley fue el soldado retratado en ese momento. Con motivo de su trabajo durante este conflicto, fue galardonado por el general Eisenhower con la Medalla de la Libertad.

Tras pasarse décadas en el anonimato, un jubilado norteamericano fue homenajeado en 2007 en Nueva York como "La cara en medio del oleaje" que aparece en la mítica imagen en la que Robert Capa inmortalizó a un soldado nadando hacia tierra firme durante el desembarco del Día D. Huston Hu Riley, de 86 años en el momento de su creciente notoriedad, fue identificado como el protagonista de la imagen que, con un valor a prueba de bomba, tomó el famoso fotógrafo de guerra mientras nadaba hacia la orilla de la playa de Omaha el 6 de junio de 1944, formando parte de la primera oleada de la invasión de Normandía. La desdibujada imagen en blanco y negro inspiró las primeras escenas de 'Salvar al soldado Ryan', la película de Steven Spielberg sobre la II Guerra Mundial. Riley, que todavía tiene una bala alojada en el pecho debido a las heridas que recibió durante el desembarco, ha declarado que Capa le ayudó a llegar a tierra firme. "Me sorprendió verle allí. Ví que llevaba la chapa de 'prensa' y pensé '¿Qué coño está haciendo aquí este tío?'. Me ayudó a salir del agua y acto seguido se fue para la playa a sacar más fotos", declaró.

Riley muestra la fotografía que Robert Capa le hizo el 6 de junio de 1944.

Capa, nacido en Hungría, el fotógrafo de guerra más famoso del siglo XX y uno de los fundadores de la agencia Magnum, desembarcó en la sección denominada Easy Red de la playa de Omaha, junto con la Compañía E, alrededor de las seis y media de la madrugada. "Desde el aire, Easy Red debía de parecer como una lata abierta de sardinas -escribió Capa tiempo después-. Enfocando desde el punto de vista de las sardinas, el primer plano de mis fotos estaba repleto de botas mojadas y caras pálidas. Por encima de las botas y las caras, las fotos estaban llenas del humo de la metralla; el fondo lo formaban tanques ardiendo y lanchas hundiéndose". Poco después, Hu Riley, un soldado raso de la Compañía F del Segundo Batallón del Regimiento 16 de la Primera División de Infantería, saltaba de su lancha de desembarco, a menos de 50 metros de tierra firme. Capa realizó un centenar de instantáneas en las dos primeras horas de la Operation Overlord antes de regresar a Gran Bretaña a bordo del mismo buque. Desgraciadamente sólo se pudieron salvar ocho fotos, y borrosas.

La madre de Riley lo identificó cuando la revista 'Life' publicó las fotografías que se salvaron de la serie de Capa en su número del 19 de junio de 1944, con un pie de foto en el que se decía que estaban "ligeramente fuera de foco", una expresión que Capa emplearía como título de su relato autobiográfico de la guerra. "Mi madre sabía que era yo. Yo sabía que era yo, estaba allí, pero nunca dijimos nada de aquello", ha manifestado ahora Riley. En el 40º aniversario del Día D, 'Life' publicó una entrevista con un ex soldado, de nombre Edward Regan, que afirmaba ser el hombre que aparecía en la fotografía. Sin embargo, investigaciones posteriores llevadas a cabo por Lowell Getz, ex profesor de la Universidad de Illinois, demostraron que no era cierto. Riley, ahora jubilado, fue invitado de honor en el acto inaugural de la exposición de la obra de Capa en el International Centre of Photography de Nueva York la semana pasada. Al contemplar una ampliación de aquella fotografía colgada en una pared del museo, Riley manifestó: "Me trae recuerdos de un montón de chicos que conocí y de todo aquel estruendo y toda aquella cochambre por los que tuve que pasar. Mi mujer y yo volvimos [a los lugares del desembarco] en el 60º aniversario. Eché un vistazo al registro de tumbas. Una cantidad impresionante de chicos se quedaron allí para siempre". Capa murió en 1954 tras pisar una mina cuando cubría la primera guerra de Indochina para 'Life'.

Pásate por fotografía >> Junio 2020.

Cuando finalmente se cumplió su viejo sueño de ser un "fotógrafo de guerra en paro" (no por haber renunciado al oficio, sino debido a la ausencia de nuevos conflictos), llevó durante varios años una placentera vida cosmopolita en París. En 1947 creó, junto con los fotógrafos Henri Cartier-Bresson, Rodger, Vandiver y David Seymour, la agencia Magnum Photos, donde Capa realizó un gran trabajo fotográfico, no solo en escenarios de guerra sino también en el mundo artístico, en el que tenía grandes amistades, entre las que se incluían el realizador John Huston, el actor Gene Kelly, Pablo Picasso, Ernest Hemingway y John Steinbeck. También en el año 1947 viajó a la Unión Soviética con John Steinbeck para ilustrar Russian Journal. Al año siguiente visitó Hungría, Polonia y Checoslovaquia con el periodista Theodore H. White, y en 1949 realizó las fotografías de Report on Israel, cuyo texto estaba firmado por Irwin Shaw. En 1954, la editorial Mainichi Press le invitó a viajar a Japón para participar en el lanzamiento de una nueva revista ilustrada, pero finalmente se suspendió el viaje a finales de abril. Howard Sochurek, el fotógrafo de Life, que cubría desde hacía varios meses la guerra de Indochina, tuvo que regresar a Estados Unidos y el editor de la revista convenció a Robert Capa para que le reemplazara en el frente. En la madrugada del 25 de mayo, mientras acompañaba a una expedición del ejército francés junto con dos corresponsales más por una espesa y peligrosa zona boscosa bajo fuego en jeep, Capa decidió bajarse y adelantarse a pie para fotografiar el avance. Entonces el pelotón escuchó una explosión, había pisado inadvertidamente una mina que le voló la pierna y le produjo una grave herida en el pecho. Fue llevado en ambulancia pero murió camino al hospital, siendo el primer corresponsal estadounidense muerto en esta guerra y terminando así una azarosa vida profesional, guiada por una frase que popularizó:

Si tus fotos no son lo suficientemente buenas, es que no te has acercado lo suficiente.

Robert Capa dejó un legado de 70 000 negativos, un testimonio visual reunido a lo largo de veintidós años de carrera (1932-1954).

Un día gris, nublado y ventoso, en el Canal de la Mancha. Unos pocos kilómetros separan a las tropas aliadas del famoso Muro del Atlántico, el sistema defensivo montado en la línea de costa por los nazis ante un eventual ataque de los aliados. El mar picado salpica a los cientos de miles de soldados embarcados en lanchas camino a Francia. Militares, armas en mano, dispuestos a dar su vida en la lucha contra el nazismo. Cientos de miles de soldados y un fotógrafo que, cámara en mano, mostraría al mundo una masacre que, a la postre, fue decisiva para la liberación de Europa y la victoria final en la Segunda Guerra Mundial.

Las 11 magníficas de Robert Capa, las únicas imágenes del desembarco.

Gerda Taro se llamaba en realidad Gerta Pohorylle y era hija de una familia judía polaca. A pesar de sus orígenes burgueses, desde su juventud formó parte de movimientos socialistas y obreros. Por esto, con la llegada de los nazis al poder y tras haber sufrido una detención en 1933, decidió huir con su amiga Ruth Cerf a París. Un año después, en París, conoció a Endre Erno Friedmann, un judío húngaro que se ganaba la vida como fotoperiodista y que tomó como modelo a Cerf. Pohorylle acompañó a su amiga a la sesión fotográfica y allí conoció a Friedmann. La pareja terminó enamorándose. Ella aprendió fotografía y él refinó sus maneras. Gerta y Endre empezaron una relación y él compartió con Gerta sus conocimientos de fotografía. Dado que la vida como fotógrafos no cubría sus necesidades económicas y no conseguían un trabajo estable, Gerda y Endre inventaron un personaje llamado Robert Capa, que supuestamente era un reputado fotógrafo llegado de los Estados Unidos para trabajar en Europa. Este personaje ficticio era tan famoso que vendía sus fotos a través de sus representantes: Friedmann y Pohorylle, al triple del precio que un fotógrafo francés. Este truco funcionó perfectamente y al poco tiempo recibieron una gran cantidad de encargos que les produjo ingresos económicos. En el taller que tenían en París trabajaban también Ruth Cerf y Imre Weisz (Csiki).

En 1936 dio comienzo la Guerra Civil Española por lo que se trasladaron a España para cubrir el conflicto. Fueron testigos de diferentes episodios de la guerra, y realizaron reportajes luego publicados en revistas como Regards o Vu. Al principio la marca «Capa» era utilizada indistintamente por ambos fotógrafos. Cuando se produjo cierto distanciamiento entre ellos, Endre Friedmann se quedó con el nombre de «Robert Capa». Poco antes de morir ella comenzaría a emplear la firma de «Photo Taro».

Del trabajo de Taro en solitario su reportaje más importante fue el de la primera fase de la batalla de Brunete. Fue testigo del triunfo republicano en esta primera fase de la batalla. El reportaje fue publicado en Regards el 22 de julio de 1937 y le reportó un gran prestigio.

Sin embargo poco después las tropas franquistas iniciaron un contraataque, y Taro decidió volver al frente de batalla en Brunete. Allí fue testigo de los bombardeos de la aviación del bando sublevado, y realizó muchas fotografías, poniendo en peligro su vida. Aquella batalla finalizó en derrota para el bando republicano.

Gerda Taro perdió la vida en un accidente durante el repliegue del ejército republicano. Gerda se subió al estribo del coche del general Walter (miembro de las Brigadas Internacionales). En un momento dado, unos aviones enemigos volando a baja altura hicieron que cundiera el pánico en el convoy y Gerda cayó al suelo, tras una pequeña elevación del terreno. En ese momento un tanque republicano entró marcha atrás al camino saltando la elevación tras la que se encontraba Taro y cayó sobre ella. El accidente la dejó gravemente herida y fue trasladada urgentemente al hospital inglés de El Goloso de El Escorial. Allí murió pocas horas después, en la madrugada del 26 de julio de 1937, seis días antes de cumplir 27 años. Al no llevar consigo su pasaporte no fue reconocida e iba a ser enterrada en una fosa común. Desde el hospital llamaron a Rafael Alberti y a María Teresa León, dirigentes de la Alianza de Intelectuales Antifascistas de Madrid, para que la reconociesen y que le dieran una sepultura digna. Su cuerpo fue trasladado a París, donde recibió todos los honores como una heroína republicana. Sus restos se encuentran enterrados en la división 97 del Cementerio del Père-Lachaise, en París.

Las Brigadas Internacionales fueron unidades militares compuestas por voluntarios extranjeros de más de cincuenta países que participaron en la Guerra civil española junto al Ejército Republicano, enfrentándose al bando sublevado contra el gobierno de la Segunda República.

Voluntarios polacos jurando lealtad a la República.

El 26 de septiembre de 2007, el International Center of Photography inauguró en los Estados Unidos su primera gran exposición de fotografías de Gerda Taro. En el verano de 2016, una exhibición al aire libre de fotografías de la Guerra Civil Española, tomadas por Taro, formó parte del f/stop photography festival en Leipzig. Cuando terminó el festival se decidió que la exhibición, pagada en parte por la financiación colaborativa del público, se volvería permanente. Poco después, el 4 de agosto, la muestra de la obra de Taro fue destruida con manchas de pintura negra. Con un proyecto de financiación colectiva para restaurar el trabajo en curso, el trabajo destruido permanece ahora en su lugar. Se sospecha que la destrucción estuvo motivada por sentimientos anti-refugiados o antisemitas. La novela Waiting for Robert Capa, de Susana Fortes (2011 - traducción al inglés de Adriana V. López), es un relato ficticio de la vida de Taro y Capa. La película documental, The Mexican Suitcase (2011), cuenta la historia de una maleta de 4500 negativos perdidos fotografiados por Taro, Capa y David Seymour durante la Guerra Civil Española. La maleta y los negativos se encuentran actualmente en el Centro Internacional de Fotografía en la ciudad de Nueva York. La obra teatral Shooting With Light, producida por la compañía de teatro Idle Motion, se basa en esta película. Al clasificar las obras de esta colección, se descubrió que muchas fotografías, una vez atribuidas a Capa, son en realidad de Taro, lo que permite una mejor comprensión de su contribución al fotoperiodismo. Al describir una diferencia en su estilo en comparación con la de Capa, la curadora Kristen Lubben dijo: [Sobre Taro]

“Sus fotografías son mucho más posadas, con ángulos de cámara marcados. Capa estaba mucho más enfocado en el movimiento”.

La canción "Taro" de la banda británica de indie rock alt-J trata sobre su papel como fotógrafa de guerra durante la Guerra Civil Española, así como su relación con Capa. La canción describe los detalles gráficos de la muerte de Capa e imagina las emociones complementarias de Taro. En 2018, la ciudad de Leipzig nombró un nuevo gymnasium (una escuela de educación secundaria) para 1200 estudiantes en honor a Taro, con una exhibición de sus fotografías en exposición permanente. En 2019, la ciudad de París rotuló una calle en su honor.

Fue destacada en el Doodle de Google el 1 de agosto de 2018.

Una vieja lata de película, sellada por el óxido, llegó en 2010 a la Asociación Española de Cine Científico. Era una donación de la familia de Guillermo Fernández Zúñiga, fundador de la asociación. Dentro había miles de negativos con escenas inéditas de la Guerra Civil española. Entre ellas, la imagen original de un icónico retrato de Gerda Taro, poco antes de morir, cuya autoría llegó a ser atribuida a Robert Capa. Es solo uno de los hallazgos en este impresionante acervo.

Nota de prensa, Octubre 2023:

Una excavación para desenterrar la memoria del Madrid arrasado por la Guerra Civil que retrató Robert Capa.

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Cornell Capa (nacido como Kornél Friedmann; Budapest; 10 de abril de 19181? - Nueva York; 23 de mayo de 2008) fue un fotógrafo estadounidense de procedencia húngara, miembro de la Agencia Magnum y hermano del también fotógrafo Robert Capa (Endre Friedmann).

Nacido en Budapest, Hungría, Capa se trasladó a París cuando tenía dieciocho años para trabajar con su hermano, Robert Capa. En 1937 se marchó a Nueva York, donde se incorporó al equipo de trabajo del laboratorio fotográfico de la Revista Life. Tras servir en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, se convirtió en fotógrafo de Life en 1946. Entre los muchos trabajos que sirvieron de portada a la revista destacan los retratos de personalidades como Jack Paar, el pintor Grandma Moses y Clark Gable. En 1953 visitó Venezuela para hacer un foto-reportaje de Caracas. En este viaje tuvo la oportunidad de fotografiar al artista Armando Reverón. Cuando en 1954 su hermano Robert murió a causa de una mina mientras cubría los inicios de la Guerra de Vietnam, Cornell se integró en la Agencia Magnum, de la cual su hermano había sido cofundador.

Desfile del día de la Independencia Nacional del 5 de julio de 1953, en el Paseo de Los Próceres de la ciudad de Caracas.

Desde Magnum destacaron sus trabajos en destinos tan dispares como la Unión Soviética, la selva amazónica o en la Guerra de los Seis Días, en esta última como fotógrafo de guerra. En 1956 viajó hasta la amazonia ecuatoriana, en donde reportó la muerte de unos misioneros estadounidenses a manos de una grupo de indígenas aucas. Sus fotografías fueron publicadas por la revista Life. Al inicio de 1967, Cornell montó una serie de trabajos junto a un libro titulado The Concerned Photographer (El fotógrafo inquieto), que tuvo muy buena acogida y fue su primera exposición pública. Del resto de su obra destaca la serie JFK for President que tomó para la revista Life en la campaña de John Fitzgerald Kennedy a la Presidencia de los Estados Unidos en 1960. Sobre la misma temática publicó, junto a otros autores de la Agencia Magnum como Henri Cartier-Bresson y Elliott Erwitt, un libro sobre los primeros 100 días del Presidente Kennedy. Fue director del Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Al mismo tiempo, dedicó una parte importante de su trabajo a difundir la obra de su hermano Robert Capa, en especial frente a las acusaciones sobre montajes o falsificaciones en imágenes como la del miliciano que cae abatido durante la Guerra Civil Española y sobre la que Cornell demostró, con datos, que se trataba de una imagen legítima, ofreciendo el nombre del soldado y la fecha de la muerte.

Capa falleció en Nueva York el 23 de mayo de 2008, a los 90 años de edad.

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