| Clint, un chimpancé de 24 años, murió en 2004 de insuficiencia 
                    cardiaca. Su nombre y su diagnóstico pasarían inadvertidos 
                    de no ser porque su sangre es la que se utilizó para 
                    el análisis y secuenciación por primera vez del genoma del 
                    chimpancé. A finales de aquel año la revista 'Nature' 
                    publicaba el primer borrador con el ADN de este tipo de primates 
                    que comparten con el humano el 96% del material genético. 
                    Para hacernos una idea más clara: el número de diferencias 
                    genéticas entre los humanos y los chimpancés es aproximadamente 
                    60 veces menor que entre los humanos y los ratones y unas 
                    10 veces menos que entre los ratones y las ratas. Al mismo 
                    tiempo, la cantidad de disparidades genéticas entre un hombre 
                    y un chimpancé es unas 10 veces más que entre dos personas 
                    cualquiera. De hecho, ambos genomas son casi un 99% idénticos 
                    si no se tienen en cuenta en el análisis ciertos aspectos 
                    del ADN que se han reorganizado de forma distinta en las dos 
                    especies. Pero si se consideran las sustituciones de nucleótidos 
                    o bases, que difieren en el 1,23%, y otras variaciones como 
                    las repeticiones que ocurren en casi el 3%, las similitudes 
                    entre las secuencias de ADN de ambas especies sólo llegan 
                    al 96%. Casi un monográfico dedica 'Nature', a este primate. 
                    Además de los datos de la secuenciación del genoma de este 
                    animal, la revista publicó cuatro artículos sobre el 
                    'Pan troglodytes' o chimpancé común: la cultura, el comportamiento, 
                    la psicología y la evolución neurológica. En el primer borrador 
                    del genoma del chimpancé participaron 67 investigadores procedentes 
                    en su mayoría del Instituto de Tecnología de Massachusetts, 
                    de la Universidad de Harvard y de la de Washington. Otros 
                    centros que también han participado en el trabajo proceden 
                    de otros países como Israel, Italia, Alemania y España. "La secuenciación del genoma del chimpancé es un logro histórico 
                    que está destinado a encabezar un gran número de descubrimientos 
                    con implicaciones para la salud humana", declaró el 
                    doctor Francis S. Collins, director del Instituto para la 
                    Investigación del Genoma de EEUU. Esta secuenciación representa 
                    la primera de un genoma de primate no humano y la cuarta de 
                    un mamífero (antes fue la del hombre, ratón y rata). El primer 
                    borrador de la secuenciación del genoma humano se publicó 
                    en febrero de 2001, aunque el texto con todo el genoma vio 
                    la luz en octubre de 2004. 
 Los datos nos dicen que el ADN de este animal difiere de 
                    nuestra información genética sólo en un pequeño porcentaje: 
                    un 4%. Sin embargo, esa cifra significaba que lo que nos aleja 
                    de estos primates son 35 millones de bases diferentes (las 
                    letras que conforman la estructura de ADN) y muchas variaciones 
                    cromosómicas. "Todavía no tenemos en nuestras manos la respuesta 
                    a la mayoría de las cuestiones fundamentales como '¿Qué nos 
                    hace humanos?'. Pero esta comparación genómica nos acercaba 
                    increíblemente a la búsqueda de las claves biológicas sobre 
                    las diferencias entres especies", explicaba el doctor Robert 
                    Waterston, catedrático del departamento de ciencias genómicas 
                    de la Universidad de Washington en Seattle, EEUU. Existe una 
                    opinión común en todos los científicos de que estos datos 
                    son el primer paso para un gran número de futuras investigaciones 
                    que nos permitirán conocer más profundamente lo que nos aparta 
                    de esta especie, qué particularidades hemos desarrollado y 
                    qué parte de nuestro genoma influye más en ciertas patologías 
                    propias del ser humano. La mayor divergencia encontrada hasta 
                    el momento entre el cromosoma del chimpancé y el humano es 
                    para el cromosoma Y y la menor para el cromosoma X. Los nuevos 
                    datos indicaron que el cromosoma Y de este primate se está 
                    quedando atrás, mientras que el humano ha mantenido su 'status 
                    quo' a lo largo de seis millones de años. Las mutaciones acumuladas 
                    en el cromosoma Y del chimpancé le están haciendo menos útil. 
                    Sin embargo, no se sabe por qué se han creado estas diferencias 
                    entre ambas especies. Según los investigadores que han analizado 
                    este cromosoma, afirmaron que los nuevos estudios sugieren 
                    que en el humano el cromosoma es capaz de limpiar por sí mismo 
                    los errores genéticos por un proceso que denominan 'selección 
                    purificadora'. "Estos resultados sugieren que la 'selección 
                    purificadora' del cromosoma Y ha sido más eficaz durante la 
                    reciente evolución humana de lo que previamente se suponía", 
                    concluyeron los autores. 
 Los cromosomas son estructuras que se encuentran en el centro 
                    (núcleo) de las células que transportan fragmentos largos 
                    de ADN. El ADN es el material que contiene los genes y es 
                    el pilar fundamental del cuerpo humano. Los cromosomas también 
                    contienen proteínas que ayudan al ADN a existir en la forma 
                    apropiada. Los investigadores detectaron que unos cuantos genes han 
                    cambiado inusualmente más rápido tanto en humanos y chimpancés 
                    que en otros mamíferos. Entre estos genes se encuentran los 
                    involucrados en la percepción de los sonidos, la transmisión 
                    de las señales nerviosas, la producción de esperma y el transporte 
                    celular de los iones o moléculas con carga eléctrica. En cambio, 
                    se localizaron otros genes que parecen haber evolucionado 
                    más rápido en humanos que en chimpancés. Entre éstos se encuentran 
                    aquellos que codifican los factores de transcripción, que 
                    son moléculas que regulan la actividad de otros genes y que 
                    juegan un papel clave en el desarrollo embrionario. La aportación 
                    del grupo español, dirigido por Carlos López Otín, catedrático 
                    de Bioquímica de la Universidad de Oviedo, esuvo dirigida 
                    en torno al análisis de 1.000 genes seleccionados por su relevancia 
                    en enfermedades humanas y, fundamentalmente, en el cáncer. 
                    Se han detectado más de 50 genes presentes en el hombre que 
                    han desaparecido total o parcialmente del genoma del chimpancé. 
                    Entre éstos se encuentran tres genes que están involucrados 
                    con la inflamación y que posiblemente puedan explicar algunas 
                    de las diferencias entre las dos especies respecto a la respuesta 
                    defensiva e inflamatoria de ambos organismos. Por otro lado, 
                    los primates cuentan con un gen, que ha desaparecido en los 
                    hombres, y que produce una proteína que ayuda a protegerles 
                    del Alzheimer. "Esto representa justo la punta del iceberg 
                    de lo que queda por explorar del origen genómico de nuestras 
                    diferencias biológicas", declaró LaDeana W. Hillier, 
                    del Centro de Secuenciación del Genoma de la Universidad de 
                    Washington. "Dado el poco tiempo desde que se separaron los 
                    humanos y los chimpancés, es probable que algunas mutaciones 
                    de gran efecto sean responsables de parte de las actuales 
                    diferencias -fenotípicas- que separan a los humanos de los 
                    chimpancés y de otros simios mayores", afirmaron Wen-Hsiung 
                    Li y Matthew A. Saunders, del departamento de ecología y evolución 
                    de la Universidad de Chicago, Illinois (EEUU). 
 El borrador del genoma del chimpancé es una pieza más en 
                    la lista de los genomas de vertebrados secuenciados. Junto 
                    con el genoma humano, será el más útil para comprender la 
                    biología y evolución humana. Pero los datos todavía dejan 
                    muchas preguntas sin contestar. El doctor Evan Eichle, profesor 
                    asociado de ciencias genómicas en la Universidad de Washington 
                    y principal autor de uno de los estudios que publica 'Nature', 
                    ha sido el responsable del primer análisis que compara el 
                    genoma del chimpancé y el humano. Los datos muestran que una 
                    parte importante de las divergencias entre ambos genomas se 
                    encuentra en una región del ADN que antes se pensaba que no 
                    tenía función, y que ahora se sabe que está involucrada en 
                    la regulación o duplicación. Cinco millones de estos trozos 
                    de ADN, o un 1,23%, difieren debido a la inserción o destrucción 
                    de algún nucleótido o letra del ADN. Alrededor del 33% de 
                    los segmentos duplicados del hombre son específicos para el 
                    humano. Estos segmentos pueden moverse a regiones diferentes 
                    del genoma. En el hombre, hay alrededor de 7.000 elementos 
                    'transportables' frente a los 2.300 encontrados en el chimpancé, 
                    lo que indica que estos elementos han sido menos activos en 
                    estos primates. Además, muchos de los genes situados dentro 
                    de los segmentos duplicados del genoma, (específicos para 
                    cualquiera de las dos especies, chimpancés o humanos) se expresan 
                    de forma diferente en cada una. O lo que es lo mismo, en cada 
                    especie se utiliza de distinta forma la información genética 
                    para las estructuras y funcionamiento de las células. Las 
                    investigaciones que se avecinaron irían enfocadas a 
                    la confirmación de algunas de las hipótesis que actualmente 
                    se plantean los científicos. Como la de 'menos es más', es 
                    decir, la pérdida de algunas características específicas a 
                    los primates se corresponden con rasgos humanos como la pérdida 
                    de vello corporal. Otra teoría es la que baraja la posibilidad 
                    de que la evolución del chimpancé al hombre se debe a aquellas 
                    regiones del ADN en las que se produce la duplicación. Sin 
                    embargo, ésta es la más difícil de comprobar. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
 -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
 Louis Seymour Bazett Leakey (7 de agosto de 
                    1903 – 1 de octubre de 1972), fue un arqueólogo, antropólogo, 
                    paleoantropólogo y escritor británico. "Ahora debemos 
                    redefinir herramienta, redefinir el concepto de cultura y 
                    de hombre o, si no, aceptar a los chimpancés como seres 
                    humanos". En los años 60, habló así 
                    sobre las investigaciones de Jane Goodall en Tanzania que 
                    demostraban que los chimpancés utilizan herramientas 
                    conscientemente.  Pásate por Ser humano >> Activistas 
                    >> Jane Goodall. 
 Para Mireya Mayor, incluso cuando era una niña 
                    pequeña cuya casa estaba llena de gatos, perros, conejos, 
                    pájaros, una gallina y una tortuga mordedora, nada era lo 
                    suficientemente salvaje. Ya mayor, cambió sus pompones como 
                    animadora de la Liga Nacional de Fútbol por los pantanos de 
                    la jungla sudamericana. Fue la primera reportera de televisión 
                    sobre vida silvestre para National Geographic y viajó por 
                    el mundo, pero las cosas aún no eran lo suficientemente salvajes. 
                    Sólo cuando Mireya fue a Madagascar las cosas finalmente se 
                    pusieron lo suficientemente locas. Esta biografía de la mujer 
                    que convenció al primer ministro de Madagascar de convertir 
                    la selva tropical del lémur ratón en un parque nacional protegido 
                    es una historia inspiradora y salvaje. Mayor es antropóloga, primatóloga y corresponsal 
                    de vida silvestre estadounidense para National Geographic. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
 -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Los seres humanos tendemos a ser algo egocéntricos y a pensar 
                    que somos únicos y especiales, pero la triste realidad es 
                    que tan solo un 0,1% de pequeñas variaciones en la secuencia 
                    del ADN marcan las diferencias entre unos y otros. De hecho, 
                    en una charla de TED, el físico y empresario Riccardo Sabatini 
                    explicó que un libro que incluya todo el código genético de 
                    una persona tiene unas 262.000 páginas. Muchas, ¿no? Pero 
                    lo realmente sorprendente es que de todas ellas solo 500 páginas 
                    contienen el código que nos hace únicos. Además, los seres 
                    humanos compartimos porcentajes muy semejantes con otras especies 
                    del reino animal. Sí, todas las personas del mundo son un 99,9% iguales a ti. 
                    Solo el minúsculo porcentaje restante define cosas como tu 
                    color de ojos o tu predisposición a ciertas enfermedades. 
                    “Los seres humanos diferimos extraordinariamente poco entre 
                    nosotros y en parte se debe a ese 0,1% de pequeñas variaciones 
                    en la secuencia de ADN. Estas diferencias en general o son 
                    irrelevantes, neutras, o son muy sutiles. Además, son difíciles 
                    de detectar y tienen efectos muy variables”, afirma José L. 
                    Bella, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, biólogo 
                    y experto en genética. 
 Las interacciones entre los propios genes son especialmente 
                    relevantes para definir quienes somos. “Todo ello porque en realidad somos el resultado de múltiples 
                    interacciones en distintos niveles, y dos de ellos especialmente 
                    relevantes: las interacciones entre los propios genes y las 
                    de estos con el ambiente en sentido amplio (desde intracelular, 
                    a las interacciones con otros seres y con el medio)”, continúa 
                    el experto. Rafael Zardoya, profesor de investigación del 
                    Museo Nacional de Ciencias Naturales en España, explica 
                    que “el genoma contiene la información necesaria para producir 
                    una serie de moléculas activas, las proteínas, que hacen funcionar 
                    nuestro metabolismo y forman nuestra morfología (fenotipo)”. 
                    Y, apesar de que “parte de nuestras diferencias están asociadas 
                    a la producción de diferentes proteínas, la mayoría de las 
                    disimilitudes entre especies cercanas o miembros de una misma 
                    especie vienen determinadas por cuándo y dónde se produce 
                    la expresión de los mismos genes”. 
 Los seres humanos y los plátanos comparten 
                    el 60 % del código génetico. Si aún te ha asombrado la mínima distancia que nos separa 
                    a unas personas de otras, es probable que lo estés más todavía 
                    después de saber que un estudio del National Human Genome 
                    Research Institute descubrió que los chimpancés tienen un 
                    96% de similitud genética con los seres humanos. “Lo que nos 
                    diferencia de otros simios, en pequeña medida, son esas variaciones 
                    en los genes. También su distribución diferente en el genoma 
                    y sobre todo, la manera en que utilizamos todo el conjunto”, 
                    señala Bella. Y entonces si es tan mínima la distancia, ¿qué 
                    es lo que nos hace humanos? “Para buscar las diferencias entre 
                    chimpancés y humanos tenemos que observar qué genes han estado 
                    sujetos a la selección natural y qué mutaciones se han fijado 
                    o cuáles no en la parte del linaje humano. Por ejemplo genes 
                    implicados en el desarrollo del cerebro, la funcionalidad 
                    de la mano o el bipedalismo”, apunta Zardoya. Los primates no son los únicos tan similares a nivel genético. 
                    En 2007 investigadores del Genome Research, descubrieron que 
                    algunos gatos son más cercanos a nosotros de lo que podríamos 
                    pensar: el gato doméstico de Abisinia tiene un 90% de similitud 
                    con nuestro ADN. No solo los gatos. Hay un pequeño animal 
                    por el que muchas personas sienten fobia que tiene un 85% 
                    de similitudes genéticas con los seres humanos. Hablamos del 
                    ratón, que además, según National Human Genome Research Institute, 
                    compartió un ancestro común hace 80 millones de años. Y así, 
                    la lista de animales continúa. Aunque lo que puede dejar boquiabierto 
                    a más de uno, es la similitud genética que tenemos con un 
                    plátano: nada menos que un 60% del mismo ADN que los seres 
                    humanos. “Una de las cosas fascinantes de los seres vivos 
                    es que todos compartimos la química del agua y la de los ácidos 
                    nucleicos (y las proteínas). Esto por un lado, es un respaldo 
                    muy sólido a que la vida como la conocemos ahora proviene 
                    de un tronco común, de un mismo origen (lo que no quiere decir 
                    que haya aparecido una sola vez, o únicamente de esta manera) 
                    y por otro, sustenta la teoría moderna de la evolución y el 
                    parentesco más o menos cercano entre todos los seres vivos 
                    actuales (y extinguidos)”, afirma José L. Bella. “El hecho 
                    de que compartamos genes con algunos parientes lejanos como 
                    mamíferos, animales, o incluso plantas y bacterias, explica 
                    por qué las funciones esenciales del metabolismo y del funcionamiento 
                    de la vida son las mismas. Las hemos heredado de nuestros 
                    ancestros, parte de ellos comunes, en un árbol de la vida 
                    que se viene ramificando desde el comienzo de los tiempos”, 
                    concluye el experto. 
 Lo que nos diferencia de otros simios, en pequeña 
                    medida, son pequeñas variaciones, en los genes como 
                    aquellos implicados en el desarrollo del cerebro. Gracias a estas aproximaciones genéticas podemos estar más 
                    cerca de descubrir e investigar algunas enfermedades que afectan 
                    a las personas. Estamos acostumbrados a asociar ratones o 
                    monos como típicos objetos de estudio, pero quién nos iba 
                    a decir que un insecto, tan dispar a nosotros, como la mosca 
                    del vinagre presenta un 61% de los genes causantes de enfermedades 
                    en humanos. De ahí que la NASA la utilizase en investigaciones 
                    sobre cómo afectan los viajes en el espacio a nuestros genes. 
                    “La conocida mosca “de la fruta” o “del vinagre” (Drosophila), 
                    es desde hace unos años un magnífico modelo para buscar posibles 
                    soluciones al cáncer, entre otras enfermedades que nos afligen”, 
                    señala Bella. Así que no parece tan malo tener todas esas 
                    otras similitudes con el resto de personas y seres vivos. 
                    Al fin y al cabo, siempre nos queda ese 0,1% que nos hace 
                    completamente únicos. 
                     
                      | ------------------------------------------------------------------------------------------------------ 
 ------------------------------------------------------------------------------------------------------ 
 La mosca de la fruta o del Mediterráneo, 
                          es un insecto holometábolo (se refiere al proceso en 
                          el cual un insecto pasa en su desarrollo por una metamorfosis 
                          completa de cuatro estados: huevo, larva, pupa y adulto) 
                          originario de África. Por sus similitudes genéticas, 
                          la NASA las utiliza para investigar cómo afectan 
                          los viajes al espacio en nuestros genes. La humilde 
                          mosca de la fruta fue clave en 5 investigaciones que 
                          ganaron el premio Nobel de Medicina. 
 ------------------------------------------------------------------------------------------------------ 
 ------------------------------------------------------------------------------------------------------ El primer centro de estudios de primates 
                          del mundo estuvo en Tenerife. Lo fundó en 1913 el psicólogo 
                          Wolfgang Köhler, uno de los padres de la escuela psicológica 
                          de la Gestalt, que eligió el municipio de Puerto de 
                          la Cruz como sede de esta institución. La llamada 'Casa 
                          Amarilla', que acogía el centro, se encuentra ahora 
                          en ruinas. Los psicólogos de la Universidad de La Laguna 
                          llevan años denunciando la situación de abandono del 
                          inmueble y han propuesto al Ayuntamiento del Puerto 
                          de la Cruz la creación de un museo de la Psicología 
                          y la Primatología, que organizaría también cursos, talleres 
                          y congresos sobre estos animales. "Llevamos 17 años intentándolo, hasta 
                          ahora con pocos resultados", afirmaba en su momento 
                          Carlos Álvarez, profesor y delegado de la facultad de 
                          Psicología de la ULL para la recuperación de la 'Casa 
                          Amarilla'. "En 2004, el entonces alcalde de Puerto de 
                          la Cruz, Marcos Brito, se comprometió a salvar el edificio. 
                          Asimismo, obtuvimos del Cabildo de Tenerife el compromiso 
                          de que, una vez expropiado, se encargarían de restaurarlo. 
                          Algunas asociaciones alemanas han mostrado también su 
                          interés en colaborar económicamente", explica. El pasado 
                          mes de junio, la 'Asociación Wolfgang Köhler' solicitó 
                          formalmente al Ayuntamiento la expropiación del inmueble 
                          a los Yeoward, la familia inglesa que la adquirió en 
                          1918, cuando se cerró la estación. Además del inmueble 
                          compraron toda la extensión platanera, pues la familia 
                          se dedicaba a la exportación de esta fruta. 
 En 1994 los propietarios derribaron parcialmente 
                          el inmueble. Sin embargo, tras una larga batalla legal 
                          entre los dueños y el Ayuntamiento, el edificio fue 
                          declarado bien de interés con categoría de sitio histórico. 
                          "No han cumplido con su obligación de ceder la parcela 
                          al Ayuntamiento y no han mostrado ningún interés en 
                          conservar el terreno y restaurar el inmueble para el 
                          cometido asignado, por lo que no hay razón para posponer 
                          su expropiación", aseguró aquel año Melchor 
                          Hernández, presidente de la asociación. Hernández consideraba que los experimentos 
                          que se realizaron en Tenerife son "un hito histórico" 
                          y subrayó la importancia de que se cree un centro 
                          para conmemorarlo. La Gestalt fue una de las escuelas 
                          más influyentes en la historia de la Psicología. Wolfgang 
                          Köhler, nacido en Estonia aunque formado en Alemania, 
                          aportó el concepto de aprendizaje 'por Insight'. Mediante 
                          un experimento con chimpancés en el centro de Tenerife, 
                          Köhler descubrió que estos animales tenían mecanismos 
                          de razonamiento próximos a los seres humanos. El investigador 
                          colgó un plátano del techo y facilitó a los chimpancés 
                          varios elementos para llegar a él, como cajas o varas. 
                          El aprendizaje 'por Insight' se produce cuando, al intentar 
                          solucionar un problema, la solución intuitiva llega 
                          en el momento más inesperado. Así ocurrió con el chimpancé 
                          del experimento: en un momento determinado, se quedó 
                          quieto, apiló las cajas y se hizo con el plátano. Los 
                          animales también utilizaron las varas puestas a su alcance 
                          para hacerse con la fruta. En otro experimento, llegaron 
                          a quitar una piedra y abrir una puerta para coger el 
                          plátano que se hallaba detrás. La solución del problema 
                          no llegaba, por tanto, tras sumar todos los intentos, 
                          sino que la reestructuración de los elementos provocaba 
                          su resolución. 
 La figura de Wolfgang Köhler ha estado 
                          rodeada de misterio e incógnitas. Meses antes de que 
                          comenzara la I Guerra Mundial, los ingleses le acusaron 
                          de ser un espía y de controlar el paso de los submarinos 
                          ingleses desde Tenerife. Ronald Ley recoge en su libro 
                          'A wisper of espionage' algunas de las especulaciones 
                          sobre Wolfgang Köhler. En 1918 se cerró el centro del 
                          Puerto de la Cruz y los chimpancés fueron trasladados 
                          a la Orotava, otra localidad de Tenerife, hasta 1920. 
                          Ese año, Köhler regresó a Alemania y los animales fueron 
                          enviados al zoo de Berlín. El último chimpancé del grupo 
                          que participó en los experimentos falleció en 1921. 
                          Gracias a los estudios de Tenerife, consiguió la cátedra 
                          de psicología más importante en Alemania, en la Universidad 
                          de Berlín. Aunque no era judío, Köhler fue uno de los 
                          primeros que se atrevió a criticar públicamente a Adolf 
                          Hitler. Descontento con la situación en Alemania, el 
                          profesor emigró a Estados Unidos en los años 30, donde 
                          fue profesor y donde falleció en 1967. Pásate por Destacado ... >> Noviembre 2019. >> Mayo 2020. >> Agosto 2020. >> Noviembre 2020. >> Enero 2021. >> Agosto 2021. ------------------------------------------------------------------------------------------------------ 
 
 ------------------------------------------------------------------------------------------------------ |  
 -------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
 -------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
 
 
 -------------------------------------------------------------------------------------------------------- |