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                   Uno de los secretos mejor guardados de la Comunidad 
                    de Madrid es el impresionante patrimonio natural que alberga. 
                    Repleto de maravillosas cascadas, pueblos pintorescos de arquitectura 
                    negra y unos valles impresionantes, brinda experiencias rurales 
                    únicas dentro de la capital. A esto se le suma una gran red 
                    de senderos que permiten disfrutar y conocer todos los secretos 
                    y rincones que guarda este paraje. 
                  En este sentido, muchos destacan por su sencillez, 
                    lo que les convierte en planes ideales para hacer en familia. 
                    Por ello, hemos seleccionado cinco rutas de senderismo que 
                    son imprescindibles en la provincia y que son perfectas para 
                    hacer con los más pequeños. 
                  La senda de las formas en La Pedriza, incrustado 
                    en el corazón del Parque Nacional de Guadarrama, La Pedriza 
                    es uno de los parajes más impresionantes de la sierra de Madrid. 
                    Cuenta con múltiples rutas y senderos, pero sí hay alguno 
                    que destaca sobre los demás es la conocida como la senda de 
                    las formas. Se trata de un recorrido que discurre a través 
                    de un paraje geomorfológico singular donde poder observar 
                    rocas en curiosas formas y posiciones. Tiene una longitud 
                    de poco más de ocho kilómetros, aunque existe un camino alternativo 
                    de 1,5 que es ideal para hacer en familia. 
                    
                  La cascada del Hervidero es en realidad dos 
                    saltos de agua formados por el cauce del río Guadalíx. Este 
                    conjunto natural se sitúa en un espacio de lo más pintoresco, 
                    pues sus aguas conforman un paisaje único que se encuentra 
                    dominado por un extenso lago. La mejor forma de llegar hasta 
                    la cascada del Hervidero, y de paso disfrutar del bello entorno, 
                    es a través de la ruta conocida como el Camino del Brincadero. 
                    Este parte desde el municipio de San Agustín de Guadalix, 
                    concretamente en el área recreativa de la Laguna de los Patos 
                    y tiene alrededor de 5,5 kilómetros de longitud en sentido 
                    ida y vuelta. Además, su duración no llega a las dos horas 
                    y es perfecta para toda la familia, ya que en todo momento 
                    es sobre terreno llano. 
                    
                  Con una superficie de alrededor de 500 hectáreas, 
                    el Bosque de la Herrería es uno de los parajes más importantes 
                    dentro de Madrid. Se localiza próximo a San Lorenzo de El 
                    Escorial y cuenta con una de las vistas más conocidas de la 
                    comunidad: las que brinda la Silla de Felipe II. Entre fresnos, 
                    arces, cerezos y castaños, los visitantes pueden disfrutar 
                    de un día agradable recorriendo este bello paisaje, el cual 
                    cuenta con una fauna envidiable. 
                    
                  El Bosque de La Herrería es un espacio natural 
                    de gran valor histórico y paisajístico dentro de la Comunidad 
                    de Madrid. Su superficie total es de 497 hectáreas. El Bosque 
                    de La Herrería fue declarado Paisaje Pintoresco en 1.961, 
                    y actualmente está comprendido en la Red Natura 2000 como 
                    Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección 
                    para las Aves. 
                    
                  La Hiruela, uno de los mejores pueblos para 
                    hacer senderismo en Madrid, se enclava concretamente en el 
                    límite noreste de la Sierra Norte de Madrid, dentro de la 
                    Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón, lo que la 
                    convierte en una eminencia del senderismo dentro de la comunidad. 
                    Además, se caracteriza por mantener las casas casi intactas 
                    desde su construcción, brindándole una arquitectura propia. 
                    Así, la localidad es punto de partida de varias rutas de senderismo, 
                    las cuales discurren por un paraje increíble. En primer lugar, 
                    se encuentra la conocida como De Molino a Molino, un sendero 
                    que parte desde la iglesia de San Miguel. Tiene una distancia 
                    de 3,8 kilómetros y es perfecto para hacer en familia. Por 
                    otro lado, la ruta de Las Eras y Pila de Riego permite conocer 
                    los caminos por los que se transportaba el cereal y contemplar 
                    la flora autóctona de La Hiruela. Además, brinda espectaculares 
                    vistas desde sus miradores. 
                    
                  La ruta del Camino del Agua es ideal para pasar 
                    un día en mitad de la sierra de Guadarrama. Permite recorrer 
                    este entorno acompañado de toda la familia o de los amigos, 
                    disfrutando de un paisaje lleno de belleza. El camino es de 
                    poco más de cuatro kilómetros y brinda impresionantes vistas 
                    del Valle de la Fuenfría y de los pueblos serranos asentados 
                    en él. 
                    
                  Conocido antes como el "Camino de las Canteras" 
                    pasó a llamarse la "Senda del Agua" por ser el recorrido que 
                    hace la entubación desde el pantano de las Berceas hasta los 
                    depósitos de agua de Cercedilla, canalización que puede observarse 
                    a lo largo del recorrido, debido a la erosión. En esta ruta 
                    podemos observar varias panorámicas del Valle y los pueblos 
                    serranos colindantes. 
                    
                  
                  Una ruta ideal para adolescentes. 
                  La ruta de Peña Izaga tiene un formato circular 
                    por lo que empezarás y acabarás en el mismo punto. Ardanaz, 
                    un pueblo en la cuenca de Pamplona de 70 habitantes que también 
                    merece la pena visitar. Este enclave sirve como punto de reunión, 
                    para aparcar el coche y también para comer después de la caminata. 
                    Desde Ardanaz el trayecto consiste en un paseo por el faldón 
                    de la montaña donde puedes pararte a ver la ermita de San 
                    Miguel o el bosque de bojes. La ruta tiene tramos exigentes 
                    ya que hay que salvar un desnivel de 800 metros. Tiene una 
                    distancia de 12 kilómetros y puede completarse en tres horas 
                    y media. Durante el camino irás encontrando pequeños balcones 
                    que puedes usar como miradores. Las vistas son uno de los 
                    grandes atractivos y si el día está claro llegarás a ver los 
                    Pirineos. Durante todo el trayecto irás por sendas y el camino 
                    está correctamente señalizado así que no corres el riesgo 
                    de perderte. 
                    
                  La ruta no es larga ni requiere un buen nivel 
                    técnico, pero las subidas pueden ser demasiado exigentes si 
                    no estás en buena forma. Además, en un par de momentos el 
                    camino se estrecha por lo que no es una opción ideal si tienes 
                    vértigo. La segunda parte del recorrido (ya en bajada) es 
                    bastante pedregoso por lo que, si esto te supone una molestia, 
                    una alternativa es regresar por el mismo camino una vez alcances 
                    la ermita. 
                    
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                  Las cascadas de la Tobería, se encuentran ubicadas 
                    en la Llanada Alavesa, en la localidad de Andoin. A unos 40 
                    kilómetros de Vitoria Gasteiz. Estos saltos de agua, son uno 
                    de los grandes atractivos de la Sierra de Entzia. Unas cascadas, 
                    que nos animan a realizar una breve pero intensa ruta entre 
                    bosques de hayas y robles. Un espacio de gran belleza, que 
                    os recomendamos realizar en cualquier escapada a la provincia 
                    de Araba. El secreto de estos saltos de agua reside en el 
                    manantial que brota del subsuelo dando vida al cauce de agua 
                    que desciende entre las Tobas (rocas porosas formadas por 
                    el carbonato cálcico). 
                    
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                  La senda de los «Mil Colores» que une tres pueblos 
                    en el corazón de la Sierra de Francia comprende 10 kilometros 
                    y baja dificultad. Una ruta de ensueño que genera paisajes 
                    multicolores con construcciones históricas donde la naturaleza 
                    hace su magia. Dentro del Parque Natural de Las Batuecas en 
                    la provincia de Salamanca, que en cada estación del año brilla 
                    con luz propia y refleja a través de sus paisajes y recorridos 
                    imágenes, patrones y colores, miles de colores que proporcionan 
                    una experiencia única. Es una senda fabulosa para hacer solo, 
                    en familia, en pareja, con amigos, andando o incluso en bicicleta 
                    y especialmente recomendable con buen tiempo y un día despejado. 
                   
                    
                  La Senda de los Mil Colores transcurre por un 
                    sendero tradicional, con pista forestal y agrícola. Tiene 
                    aproximadamente 10 kilómetros y puede realizarse en unas cuatro 
                    horas. Es de dificultad baja, para todas las edades, incluso 
                    para realizar con niños. Todo el itinerario se encuentra señalizado 
                    con marcas en amarillo y blanco (sendero de pequeño recorrido, 
                    PRCSA-20) ya que la dirección del Parque Natural pretende 
                    favorecer el conocimiento del entorno paisajístico y cultural 
                    de esta zona.  
                  Durante la ruta atravesarás caminos serpenteantes, 
                    bosques de encina y robledales y restos de antiguos molinos 
                    y construcciones del pasado. Es una actividad única, en un 
                    enclave incomparable y apta para los amantes de la naturaleza 
                    y también de la historia. En el recorrido, podrás encontrarte 
                    desde un espectacular puente medieval, el Puente de la Dehesa, 
                    que atraviesa el Arroyo del Coso, hasta maravillas naturales 
                    como un frondoso bosque donde encontrarás castaños, madroños, 
                    avellanos, acebos, robles... un sinfín de árboles típicos 
                    de esta privilegiada zona natural. Una mezcla de sensaciones, 
                    estampas e imágenes que precisan de la calma necesaria para 
                    disfrutar y apreciar la belleza de estos parajes.  
                    
                  Al ser una ruta circular, se puede empezar a 
                    explorar por cualquiera de los dos pueblos. Si empiezas por 
                    Cepeda, un pueblo que brilla por sus tradicionales construcciones 
                    serranas levantadas sobre un castro prerromano, encontrarás 
                    su inicio ubicado en la fuente romántica que está en plena 
                    circunvalación, en la carretera C-512 en dirección a Sotoserrano. 
                    Cepeda se encuentra en la ladera de un monte de la Sierra 
                    de Francia y cuenta con cerca de 550 habitantes. Durante el 
                    primer paseo por Cepeda nos llamará la atención las siempre 
                    vistosas casas de la comarca con sus líneas de madera perfectamente 
                    dispuestas a lo largo de las fachadas. También es singular 
                    la Avenida de los Reyes Católicos que desemboca en la Ermita 
                    del Humilladero y el Antiguo Colegio.  
                  Por otra parte, si prefieres, puedes comenzar 
                    la ruta por Madroñal. El nombre de este municipio proviene 
                    del madroño, sin embargo, es el cerezo el que se ha convertido 
                    en seña de identidad de Madroñal. Al sur de Madroñal encontramos 
                    fincas agrícolas con árboles frutales, prados y tierras de 
                    labranza. Es una zona especialmente colorida cuando llega 
                    la primavera. Un poco más abajo, situaremos el bosque multicolor 
                    que nos lleva a Cepeda de la Sierra. La arboleda está salpicada 
                    de robles, castaños, madroños, acebos y alcornoques, siendo 
                    otoño su plenitud paisajística. Esta ruta, aparte de atraer 
                    personas fanáticas de la naturaleza, da a conocer la belleza 
                    de estos dos pueblos de Sierra de Francia y también su cultura, 
                    patrimonio, tradiciones y gastronomía ampliando su estancia 
                    más allá del fin de semana.  
                  El fuego está completamente prohibido y tampoco 
                    podrás verter ni líquidos ni sólidos que puedan contaminar 
                    el lugar. Tampoco puedes lavar ni en ríos ni en fuentes. Tienes 
                    que tratar de mantener el parque completamente limpio, así 
                    como “La Senda de los Mil Colores”. Debes respetar al máximo, 
                    la fauna y la flora durante el camino, la geología y las construcciones 
                    que encuentres. Además, debes tener en cuenta que el ruido 
                    también es una forma de contaminar. Mantén un comportamiento 
                    tranquilo y céntrate en disfrutar de todo lo que nos ofrece 
                    la naturaleza y los paisajes que se generan.  
                    
                  Al sur de Madroñal encontramos fincas agrícolas 
                    con arboles frutales, prados y tierras de labranza. Esta zona 
                    está especialmente colorida cuando llega la primavera. Un 
                    poco más abajo, situaremos el bosque multicolor que nos lleva 
                    a Cepeda de la Sierra. La arboleda está salpicada de robles, 
                    castaños, madroños, acebos y alcornoques, siendo otoño su 
                    plenitud paisajística. 
                  Los bosques de castaños, robles y madroños de 
                    la Sierra de la Francia son protagonistas estos días de otoño 
                    donde muchos senderistas recorren sus caminos en busca de 
                    desconexión. Una de esas rutas que se adentra en el parque 
                    natural de Las Batuecas es la que une tres de los pueblos 
                    serranos más típicos, Cepeda, Herguijuela de la Sierra y Madroñal, 
                    a través de un paisaje de auténtico cuento. De hecho, algunos 
                    conocen esta senda como la de los «Mil Colores» por la variedad 
                    paisajística que ofrece a quienes se animan a descubrirla. 
                    A lo largo de 10 kilómetros, muchos de ellos sobre una alfombra 
                    de hojas, la ruta puede iniciarse en cualquiera de las tres 
                    localidades al ser circular. Si se elige Cepeda, las primeras 
                    indicaciones se encuentran cercanas a su fuente románica, 
                    uno de los emblemas del pueblo junto al viejo olmo que preside 
                    su plaza mayor. El camino recorre un espectacular paraje con 
                    sorpresas, como el puente de la Dehesa, una recuerdo medieval 
                    que atraviesa el pequeño arroyo de San Pedro del Coso. El 
                    enclave destaca además por tener una de las alisedas más bonitas 
                    de la Sierra de Francia. Siguiendo las indicaciones amarillas 
                    y blancas, el sendero continúa en dirección a Herguijuela 
                    de la Sierra, uno de los pueblos que mejor ha sabido proteger 
                    la tradición, como prueban sus típicas construcciones prácticamente 
                    intactas. Tras atravesar la localidad, la ruta sigue rumbo 
                    a Madroñal, donde los cerezos toman el protagonismo, junto 
                    a los huertos de los vecinos y las tierras de cultivo. 
                    
                  En medio de esta exuberante vegetación se encuentra 
                    un buen numero de pueblos que conservan una belleza arquitectura 
                    rural, construidos, en su mayor parte, con piedra de granito, 
                    adobe, madera de castaño y roble. 
                  El regreso a Cepeda desde aquí vuelve a estar 
                    salpicado de robles, madroños y castaños en un paisaje típico 
                    de esta zona del parque natural de Las Batuecas. La ruta de 
                    los «Mil Colores», que es dificultad baja, puede recorrerse 
                    en unas cuatro horas, incluso con niños. Todo el recorrido 
                    ha sido señalizado con las correspondientes bandas amarillas 
                    y blancas para que sea difícil perderse. 
                  La Sierra de Francia está situada en el sur 
                    de la provincia de Salamanca y ocupa una superficie de 628,43 
                    km². Es una de las subdivisiones del Sistema Central. Su paisaje 
                    se caracteriza por la gran extensión de montes poblados de 
                    grandes masas boscosas y valles por los que circulan numerosos 
                    ríos y arroyos. El punto más alto de todo el conjunto montañoso 
                    es el pico de La Hastiala (1735 m s. n. m.), situado entre 
                    los términos municipales de Monsagro y El Maíllo, pero el 
                    más famoso es el de la Peña de Francia (1727 m s. n. m.), 
                    que se encuentra entre los términos de El Cabaco y Monsagro. 
                    En su cima hay un santuario mariano, y un mirador. También 
                    son reseñables las cumbres de la Mesa del Francés (1638 m 
                    s. n. m.) y el Pico Robledo (1614 m s. n. m.). 
                    
                  Comprende 32 municipios: Aldeanueva de la Sierra, 
                    Cepeda, Cereceda de la Sierra, Cilleros de la Bastida, El 
                    Cabaco, El Maíllo, El Tornadizo, Escurial de la Sierra, Garcibuey, 
                    Herguijuela de la Sierra, La Alberca, La Bastida, La Rinconada 
                    de la Sierra, Las Casas del Conde, Linares de Riofrío, Madroñal, 
                    Miranda del Castañar, Mogarraz, Molinillo, Monforte de la 
                    Sierra, Nava de Francia, Navarredonda de la Rinconada, Pinedas, 
                    San Esteban de la Sierra, San Martín del Castañar, San Miguel 
                    de Valero, San Miguel del Robledo, Santibáñez de la Sierra, 
                    Sequeros, Sotoserrano, Valero y Villanueva del Conde. Todos 
                    los municipios forman parte de la reserva de la biosfera de 
                    las Sierras de Béjar y Francia. Algunos de ellos también se 
                    integran (total o parcialmente) en el parque natural de Las 
                    Batuecas-Sierra de Francia y el Espacio Natural Protegido 
                    de la Sierra de las Quilamas. Limita con el Campo de Salamanca 
                    al norte, con la Sierra de Béjar al este, con Extremadura 
                    al sur y con Los Agadones al oeste. 
                    
                  Santillana del Mar es uno de los pueblos más 
                    bonitos del litoral Cantábrico. Aunque eso sí, no está en 
                    el mar. Se encuentra a 30 kilómetros de Santander y su casco 
                    histórico es una auténtica preciosidad. Y no solo eso, no 
                    muy lejos tiene las cuevas de Altamira, de gran valor cultural. 
                   
                    
                  Hay que visitar las cuevas además de su colegiata, 
                    del siglo XII. Y sí, además de visitar este precioso pueblo, 
                    también podemos hacer senderismo por sus alrededores. Podemos 
                    hacer una ruta hasta las Cuevas de Altamira, son unos 9 kilómetros. 
                    ¿Otra opción? Por el Mar de Santillana, entre 10 y 14 kilómetros, 
                    según si visitamos la Ermita de Santa Justa. Pasamos por Arroyo 
                    hasta llegar a la playa de Ensenada de Calderón. Podemos seguir 
                    hasta la Playa de Santa Justa y pasamos por Ubiarco para volver. 
                    
                  Besalú es pueblo medieval en la provincia de 
                    Girona, en La Garrotxa, es de los más bonitos de España. Su 
                    centro fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1966, 
                    por lo que Besalú bien merece una visita. Cruzar su puente 
                    medieval es absolutamente impresionante. Besalú es como un 
                    plató de cine, por eso se han rodado multitud de películas 
                    ambientadas en la Edad Media. Para hacer senderismo en Besalú 
                    debemos realizar la Ruta Románica, una ruta circular de 13 
                    kilómetros que se realiza a los pies de la Sierra del Mont. 
                   
                    
                  Empieza en Besalú y continúa por los bosques 
                    de Palera, hasta el Santo Sepulcro de Palera. Seguimos por 
                    la falda del Puig de Cantallops hasta el pueblo de Beuda, 
                    ahí es donde encontramos la preciosa iglesia de Sant Feliu. 
                    Y aquí ya es cuando volvemos. 
                    
                  Albarracín es un precioso pueblo en la sierra 
                    del mismo nombre y en la provincia de Teruel, merece una visita. 
                    Por su murallas medievales, su casco antiguo, su preciosa 
                    catedral, sus balcones y detalles de forja. Albarracín merece 
                    mucho la pena. Por eso esa zona se conoce como la Toscana 
                    Española. «El precioso legado arquitectónico y urbanístico 
                    de Albarracín transpira encanto y sosiego» dicen desde Turismo 
                    de Aragón. 
                    
                  Eso sí, además de su casco histórico, también 
                    merecen la pena sus rutas de senderismo. En la ruta de Molino 
                    de Barranco Hondo, el río Guadalaviar ha ido abriéndose paso 
                    por la Sierra de Albarracín, y ahora se puede disfrutar de 
                    una ruta de senderismo por su barranco. Son 9,4 kilómetros, 
                    y se empieza a una media hora en coche de Albarracín. ¿Otra 
                    ruta desde el pueblo? La Ruta Circular de las Pinturas rupestres 
                    de los Pinares de Rodeno. 
                    
                  La Selva de Irati es un enorme hayedo, el segundo 
                    más grande de Europa, y el sitio perfecto para hacer desde 
                    deportes de aventura hasta relajantes paseos a la sombra de 
                    los árboles. Es posible hacer tanto senderismo, como rutas 
                    en bicicleta. Al ser un territorio tan extenso, es posible 
                    realizar varias rutas y conocer diferentes senderos, los más 
                    sencillos para hacer con niños. Situado en el punto donde 
                    los ríos Urbeltza -agua negra- y Urtxuria -agua blanca- unen 
                    fuerzas para crear el río Irati, el Área de la Virgen de las 
                    Nieves es el punto de partida de algunas de las mejores excursiones 
                    por el mayor hayedo-abetal del Pirineo. Rutas sencillas que 
                    se adaptan a todas las edades y permiten recorrer en familia 
                    el corazón de la Selva de Irati. 
                    
                  Iratiko Kabiak, «Nidos del Irati», es un alojamiento 
                    rural único y singular situado en Orbaizeta (Navarra), compuesto 
                    por 6 cabañas de madera suspendidas en los árboles de un bosque 
                    mágico de robles y conectadas a través de un sendero circular 
                    de madera de 400m. 
                    
                  Para el Paseo de los Sentidos, iniciamos el 
                    recorrido en la antigua casa de los guardas, hoy reconvertida 
                    en centro de acogida y situado a un paso del aparcamiento 
                    principal. El centro, abierto únicamente en temporada alta, 
                    cuenta con salas de exposiciones, servicio de hostelería y 
                    juegos infantiles. Muy cerca encontraremos las ruinas de las 
                    antiguas Casas de Irati, también llamadas Casas del Rey por 
                    ser la residencia de los leñadores que durante el s. XVIII, 
                    por encargo de Carlos III, talaban el bosque para la construcción 
                    de navíos de guerra. 
                  No tendremos que andar mucho para alcanzar el 
                    siguiente hito de la ruta: la Ermita de Nª Señora de las Nieves, 
                    un pequeño edificio situado sobre una loma desde la que se 
                    domina la confluencia de los ríos Urbeltza y Urtxuria. Desde 
                    la ermita y siguiendo las marcas del Sendero Local nos adentraremos 
                    en el bosque por un agradable y sombreado camino que llanea 
                    a media ladera. Con la ayuda de varios paneles iremos descubriendo 
                    la variada vegetación que nos rodea: abetos blancos, hayas, 
                    arces o acebos que durante el otoño forman un sorprendente 
                    calidoscopio de colores. Finalmente alcanzaremos una bifurcación 
                    señalizada donde tomaremos el camino descendente que rápidamente 
                    nos acerca hasta la orilla del Urtxuria. Para continuar deberemos 
                    vadear el río para, siguiendo las indicaciones llegar de nuevo 
                    al punto de partida. 
                    
                  Desde Ochagavia tenemos una opción de 
                    10 kilómetros y una duración de 3 horas, aproximadamente. 
                    Hay que partir de Ochagavia y seguir las indicaciones que 
                    nos señalan la dirección de la Selva de Irati. Son unos 15 
                    kilómetros en coche hasta llegar a un parking desde donde 
                    seguiremos a pie. 
                    
                  Una vez aparcado el coche, comenzamos la aventura 
                    adentrándonos en el bosque. Hay que tomar el camino que está 
                    indicado como 'Sendero 63', que nos llevará hasta un gran 
                    pantano. Ahora hay que descender hasta llegar a una casa, 
                    la cual está indicada con el cartel 'Casas de Irati'. El interior 
                    de la Selva de Irati está repleta de animales salvajes y la 
                    flora es variada, desde hayas, abetos, sauces, hasta robles. 
                    Hay que seguir el sendero hasta llegar a un puente colgante, 
                    por el que podemos atravesar el río Irati. "Antes de llegar 
                    al puente se encuentra el antiguo balneario donde el escritor 
                    estadounidense Ernest Hemingway pasaba grandes ratos pescando 
                    e inspirándose en sus novelas", según afirman en la página 
                    oficial de la Selva de Irati. 
                  Si escogemos la senda del Urbeltza arrancamos 
                    la excursión tomando la pista forestal que avanza paralela 
                    al margen orográfico izquierdo del Urbeltza para, recorridos 
                    750 m, tomar una senda señalizada que hacia la izquierda desciende 
                    a la orilla del río. Rodeados de preciosos ejemplares de hayas 
                    y abetos blancos recubiertos de musgo nos adentraremos en 
                    la zona de Auztegia, un rincón de alto valor medioambiental 
                    que como sacado de un auténtico cuento de hadas hará volar 
                    la imaginación de los más pequeños. Al llegar a una regata 
                    encontraremos unas antiguas vías férreas, uno de los ingeniosos 
                    sistemas empleados para la exploración forestal de los bosques 
                    de Irati. A partir de este punto comenzaremos un breve pero 
                    fuerte repecho hasta alcanzar de nuevo la pista forestal que 
                    habíamos abandonado previamente y que tomaremos de nuevo para 
                    regresar al punto de partida. 
                    
                  Para la Cascada del Cubo, desde el final del 
                    aparcamiento del área de la Virgen de las Nieves tomaremos 
                    la cómoda y amplia pista forestal que sin apenas desnivel 
                    avanza junto al Urbeltza. Con las aguas del río en todo momento 
                    a nuestra derecha avanzaremos entre hayas y abetos hasta finalmente 
                    alcanzar la Cascada del Cubo, a la que accederemos por una 
                    breve senda señalizada. La cascada del Cubo, también llamada 
                    Itsuosin -”pozo ciego” en euskera- por las dos grandes pozas 
                    que encontraremos a sus pies, se precipita por el lecho rocoso 
                    del Urbeltza entre un paisaje de postal. En las cristalinas 
                    aguas del río podremos encontrar truchas, ranas endémicas 
                    y si tenemos suerte el tritón pirenaico o el desmán de los 
                    pirineos, especies en peligro de extinción que tan solo habitan 
                    allí donde la calidad de las aguas es excelente. Junto a la 
                    cascada encontraremos un buen lugar donde descansar y disfrutar 
                    en familia del excepcional entorno antes de emprender el camino 
                    de vuelta. 
                    
                  Pásate por Paisajismo >> Irati. 
                  Los mejores meses recomendados para visitar 
                    la Selva de Irati son los meses de verano, ya que las temperaturas 
                    rondan los 18 grados, mientras que en invierno las son más 
                    bajas, y a medida que vayas ascendiendo más bajarán. Sin embargo, 
                    la época perfecta es en otoño porque el bosque estará repleto 
                    de tonos rojos y naranjas. 
                  Garajonay es un paraíso para los amantes del 
                    ecoturismo. Suaves temperaturas y alta humedad son las responsables 
                    de un microclima casi mágico. Caracterizado por la diversidad 
                    de su flora, además de laurisilva hallarás grandes extensiones 
                    de fayales y brezo. En ellas habita la numerosa fauna que 
                    puebla el parque, en especial los invertebrados. Más de 1.000 
                    especies, que gracias a su aislamiento, incluyen un gran número 
                    de animales que sólo se encuentran en La Gomera. Pero no sólo 
                    descubrirás grandes bosques. También impresionantes formaciones 
                    rocosas. Debido a la erosión en sus rocas volcánicas, algunas 
                    formas se dibujan en el paisaje de La Gomera, como los roques. 
                    Sin embargo, el punto más destacado de la isla lo conforma 
                    el Alto de Garajonay, con 1.457 metros de altura, y desde 
                    el que se domina toda la vista de la isla. 
                    
                  Los numerosos bosques del parque son fácilmente 
                    recorribles. Hay 18 rutas de dificultad variable, aunque la 
                    mayoría son cortas y accesibles. Además, puedes descargarte 
                    la audioguía que ofrece el parque si decides visitarla en 
                    solitario. Con ella tendrás información sobre la historia 
                    y el ecosistema que te rodea. Si prefieres una ruta guiada, 
                    todos los viernes del año dispones de ellas gratuitamente. 
                    Durante los meses de verano también existe esta posibilidad 
                    los miércoles. 
                    
                  
                  Verdor, agua, molinos y pasarelas. A orillas 
                    del río Labruja en el norte de Portugal se puede recorrer 
                    una senda de pasarelas: el Passadiço de Moinhos da Ribeira 
                    São João. 
                  Nos vamos a Portugal. 
                  No requiere de especial preparación física, 
                    de modo que es ideal para refrescarse con los niños con las 
                    cálidas temperaturas de verano en las cascadas y piscinas 
                    naturales que alberga el trayecto. A diez minutos se encuentra, 
                    además, el Poço do Pé do Negro, una alberca de aguas turquesas. 
                    Labruja es una freguesía perteneciente al concelho portugués 
                    de Ponte Lima, conocida por los peregrinos por ser parte del 
                    camino portugués hacia Santiago de Compostela. El recorrido 
                    se inicia al pie de la Iglesia de São Cristovão de esta localidad 
                    portuguesa. Se considera que su origen se encuentra en un 
                    monasterio benedictino del siglo XI. Al ascender una escalera 
                    hay varias cruces del siglo XVII en su atrio. 
                  Cerca del templo se encuentra también un peto 
                    de ánimas, un pequeño santuario que se trata de una manifestación 
                    material del culto a los muertos y de la devoción a las ánimas, 
                    propio también en la geografía gallega y que se hereda de 
                    generación en generación. Su significado proviene de la creencia 
                    popular gallega acerca de la continuidad de las ánimas después 
                    de la muerte. De todas las construcciones populares, los petos 
                    de ánimas son las que más importancia dan al Purgatorio ya 
                    que la finalidad de estos elementos es que los vivos puedan 
                    ofrecer una limosna para la salvación de las almas en pena 
                    que, al encontrarse en el Purgatorio, no tienen descanso eterno. 
                    
                  Passadiço de Moinhos da Ribeira São João.  
                  La ruta completa son unos dos kilómetros río 
                    abajo con pasarelas y dos puentes colgantes, y se puede circular 
                    a ambos lados del río prácticamente durante todo el trayecto. 
                    Los puentes y senderos de madera, muy utilizados en los senderos 
                    portugueses, además de servir de guía a los turistas, permiten 
                    acceder a puntos más complicados y contemplar unas hermosas 
                    vistas de la naturaleza. 
                  Construidas por todo el país, las pasarelas 
                    constituyen una nueva forma de recorrer numerosos barrancos 
                    y desfiladeros, antes muy difíciles de transitar, contribuyendo 
                    con su construcción a facilitar su conocimiento. La zona más 
                    baja se sitúa en los molinos de Várzea. Durante el camino, 
                    se pueden ver diez molinos diferentes, los cuales están completamente 
                    restaurados, aunque algunos de los terrenos todavía tienen 
                    pendientes finalizar las zonas verdes. Una vez cruzado el 
                    puente colgante sobre el río hay un descenso hasta llegar 
                    a un salto de agua entre rocas labradas por la fuerza del 
                    agua, con un mirador metálico. La duración del trayecto ronda 
                    los 30 minutos debido a su corta extensión. También hay que 
                    tener en cuenta que el desnivel de la senda es pequeñísimo, 
                    tan solo hay ocho metros de inclinación a lo largo del trayecto, 
                    sumado a los caminitos de madera que indican perfectamente 
                    por donde seguir. Finalmente, cerca de las pasarelas, podemos 
                    encontrar un ecomuseo, en el cual otorgan todo tipo de información 
                    acerca de los principales puntos de interés del lugar, así 
                    como un servicio de alquiler de bicicletas. 
                    
                  Cascadas de Poço do Pé do Negro. 
                  A tan solo seis minutos del comienzo sendero 
                    se encuentra el Santuario do Senhor do Socorro en la parroquia 
                    de Labruja, bien conocido por los peregrinos que se dirigen 
                    hacia Santiado de Compostela por el camino portugués. La construcción 
                    del Santuario fue patrocinada por un brasileño en 1773 y se 
                    cree que fue debido a una promesa. Tiene una sola nave, una 
                    capilla mayor y una fachada rococó con dos torres. El recinto 
                    está ornamentado con varias estatuas religiosas y, en la escalinata, 
                    con estatuas de ángeles tocando la trompeta. En el interior 
                    refulgen la talla rococó y las pinturas de exvotos. El santuario 
                    destaca por el fuerte efecto escénico que le da la escalinata 
                    anterior, integrándose en los llamados templos de romería 
                    propios del período barroco portugués, al igual que el Bom 
                    Jesus de Braga y el Santuario de Nossa Senhora dos Remédios, 
                    en Lamego. 
                  Para visitar el segundo lugar destacado de esta 
                    freguesía de Ponte de Lima, hay que volver a la rúa do Santuario 
                    do Senhor do Socorro y caminar menos de diez minutos hacia 
                    el sur, donde se encuentra el Poço do Pé do Negro, una zona 
                    de aguas cristalinas delimitadas con un gran bosque verde. 
                    En él se encuentran tres pozas, siendo la superior la de más 
                    belleza. 
                  La espectacular zona de baño, con las aguas 
                    del río Mestre que limita la freguesía de Labruja con la de 
                    Bárrio y Cepões, no cuenta con ningún horario al no ser un 
                    espacio vigilado, por lo que se recomienda tener cierta precaución 
                    en la pequeña cascada. Debido a sus zonas rocosas y su cierta 
                    profundidad es perfecta para sumergirse y evadirse en un entorno 
                    lejos de las grandes poblaciones. Esta zona se convierte en 
                    un punto clave en el Trail Pé do Negro, que se realiza cada 
                    año en la villa en el mes de octubre. Dentro de esta competición 
                    que recorre buen parte de la localidad de Ponte de Lime, el 
                    Poço do Pé do Negro pone a prueba el equilibro de los participantes 
                    con una cuerda para que puedan pasar por la pequeña cascada. 
                  Tan solo se tarda media hora desde España para 
                    acceder a esta maravillosa ruta. Desde Tuy, en la provincia 
                    gallega de Pontevedra, hay que coger la carretera A3 cruzando 
                    la frontera con Portugal a través del río Miño. A la altura 
                    del pueblo de Sapardos, hay que tomar un desvío por la N303 
                    hasta que, en la rotonda al sur de Gondomil, se pasa a la 
                    EN201 en dirección Rubiães. Finalmente, siguiendo la M522, 
                    se llega a este destino.  
                    
                  Galicia y el norte de Portugal tienen una conexión 
                    muy especial por su estupenda cercanía. Esta misma proximidad 
                    es la que ayuda a que vecinos de ambos lados de la frontera 
                    puedan visitar y disfrutar de la gastronomía, paisajes y cultura 
                    del otro. Pero, si te decimos que puedes cruzar de Galicia 
                    a Portugal por un pasadizo ... Pues, en efecto, se trata de 
                    los Passadiços de Cevide y te contamos todo lo que debes saber 
                    sobre esto.  
                  Cevide es una pequeña aldea perteneciente al 
                    municipio de Melgaço (Portugal), situada a tan solo una hora 
                    en coche de Vigo y Ourense. La peculiaridad de este lugar 
                    frente al resto de municipios lusos es que se trata del Marco 
                    nº1 de Portugal, es decir, el punto geográfico más al norte 
                    del país y, por lo tanto, de la frontera con Galicia. Ese 
                    Marco nº1 de Portugal representa el punto más septentrional 
                    del país luso. Se trata de una piedra rectangular a orillas 
                    del río Troncoso que cuenta con un carácter muy simbólico 
                    e histórico para la historia y la geografía de Portugal. Con 
                    el objetivo de facilitar el acceso hasta esta zona tan espectacular 
                    se construyeron hace años los Passadiços de Cevide, unas pasarelas 
                    de madera que parten de la propia aldea y descienden hasta 
                    el río en medio de árboles y en un entorno de plena naturaleza. 
                    Sin duda, una gran belleza paisajística. 
                    
                  La aldea fronteriza de Cevide fue en el pasado 
                    un importante punto para los contrabandistas de mercancías, 
                    ya que accedían a España a través del Miño. El contrabando 
                    de bienes y personas era la base de su economía. Actualmente, 
                    Cevide es una zona tranquila en el que la única protagonista 
                    es la naturaleza, aunque todavía se conserva parte de su historia 
                    a través del trilho de contrabando, un sendero que recorre 
                    las rutas utilizadas por los contrabandistas y ciudadanos. 
                    Los Passadiços de Cevide conducen hasta el Marco y hasta un 
                    puente de madera sobre el río Troncoso, que permite cruzar 
                    de un país a otro con tan solo un paso y en pocos segundos. 
                    
                  En esta preciosa ruta de pasarelas de madera 
                    recorrerás parte del río Troncoso-Barxas, que cuenta con un 
                    total de 13,6 kilómetros. El sendero no suele estar muy concurrido, 
                    lo que, sumado a su sencillez, hace que sea una escapada ideal 
                    para hacer con niños. Además, en él se pueden contemplar restos 
                    de antiguos molinos, mientras se pasea entre la vegetación 
                    singular del país luso y se disfruta de un entorno de naturaleza, 
                    lejos del estrés y de la contaminación propia de las ciudades. 
                    La aldea de Cevide es muy pequeña. Con pocos habitantes y 
                    edificaciones, trata de ser un referente turístico que atraiga 
                    a multitud de visitantes. Por ello, también cuenta con una 
                    ecopista por el río Miño. Un espectacular paseo de algo más 
                    de 20 kilómetros paralelo a la línea fronteriza que comienza 
                    en Monçao, localidad ubicada a solo 2,5 kilómetros de Salvatierra 
                    de Miño, y finaliza en Valença, otra villa cercana a la frontera 
                    con Galicia. Es ideal para hacerla tanto a pie como en bicicleta. 
                   
                    
                   La ecopista del Miño. 
                  No pierdas la oportunidad de coger el coche 
                    y trasladarte media hora de Cevide hasta la aldea de Castro 
                    Laboreiro. Es una visita obligatoria si estás en Melgaço, 
                    porque es uno de las zonas más emblemáticas del Parque Nacional 
                    Peneda Gerês, por las ruinas de su castillo y sus preciosas 
                    vistas. Además de esto, en Cevide hay una ermita del siglo 
                    XVIII dedicada a San Antonio y reconstruida en el año 1937, 
                    como se puede leer en la fachada. En el interior de la capilla 
                    hay un altar de madera con adornos dorados. Si traspasamos 
                    los pasadizos y cruzamos a Galicia, se puede visitar la playa 
                    fluvial de Padrenda (Ourense), que cuenta con un mirador que 
                    permite ver el río Miño desde las alturas y con el que te 
                    fascinarás por su belleza.  
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                  -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
                  En el corazón del Pirineo catalán, el Vall d’Arán 
                    se alza como uno de los parajes naturales más impresionantes 
                    de España. Gracias a sus impresionantes picos, pequeños pueblos 
                    de montaña y paisajes que quitan el aliento, es un destino 
                    ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes de 
                    aventura. Recorrerlo a través de sus rutas y senderos es una 
                    maravilla, permitiendo, además, descubrir todos sus rincones 
                    y secretos. De todos los caminos que surcan este enclave, 
                    el que conduce a Saut deth Pish es uno de los más especiales. 
                    Saut deth Pish, es una de las cascadas más bonitas de Lleida. 
                    Este salto de agua se localiza apenas a 15 kilómetros de la 
                    bella localidad de Vielha, muy cerca de Pont d’Arros, y se 
                    trata en realidad de dos cascadas, una principal de entre 
                    15 y 20 metros, y otra más pequeña de alrededor de 5 metros. 
                    Este conjunto natural da lugar a un espectáculo visual y sonoro 
                    que atrae tanto a turistas como a amantes de la naturaleza 
                    y el senderismo. 
                    
                  La ruta de senderismo que conduce al salto de 
                    agua es muy sencillo, lo que hace que sea una actividad ideal 
                    para hacer con toda la familia. Así, el recorrido tiene una 
                    distancia de apenas dos kilómetros de longitud y una duración 
                    de casi una hora, aunque depende del ritmo al que se vaya. 
                    Su punto de partida se localiza en el aparcamiento habilitado 
                    en Plan des Artiguetes, donde se puede dejar estacionado el 
                    vehículo. Desde aquí, el viajero puede disfrutar de un bello 
                    paisaje con vistas panorámicas de las montañas y los prados 
                    del valle. 
                  En pocos minutos el viajero llega hasta las 
                    deseadas cascadas, donde se puede disfrutar de un paisaje 
                    maravilloso. Los alrededores de Saut deth Pish no solo ofrecen 
                    la impresionante caída de agua, sino también una diversidad 
                    de paisajes que incluyen lagos, bosques y praderas alpinas. 
                    
                  Cascada de Saut deth Pish, en Lleida. 
                  En el mismo recorrido hacia la cascada, los 
                    visitantes pasan por el Estanh de Varradós y las praderas 
                    de pastoreo, donde no es raro ver ganado bovino y equino. 
                    Este entorno natural brinda oportunidades para la observación 
                    de fauna y flora típicas de alta montaña, así como para la 
                    realización de actividades recreativas como el pícnic y la 
                    fotografía. La mejor época del año para visitar Saut deth 
                    Pish es durante la primavera y el verano, cuando el deshielo 
                    incrementa el caudal de la cascada y los senderos son más 
                    accesibles. No obstante, en otoño, los vibrantes colores de 
                    la vegetación circundante ofrecen una experiencia diferente 
                    pero igualmente encantadora. Durante el invierno, el área 
                    puede ser más difícil de acceder debido a la nieve, aunque 
                    la cascada congelada presenta una estampa invernal singular. 
                   
                    
                   
                  
                  La ruta del Forau de Aigualluts o Forao d’Aigualluts 
                    es una de las rutas más accesibles de los Pirineos y uno de 
                    los parajes más bonitos. Está situada en pleno Valle de Benasque, 
                    dentro del Parque Natural Posets-Maladeta. La ruta comienza 
                    en La Besurta y para llegar a ella, en temporada alta de verano, 
                    hay que dejar el coche en el Parking público de Llanos del 
                    Hospital, donde existe un Parking público donde podemos dejar 
                    el coche. El parking está bien acondicionado y es relativamente 
                    grande, aunque a partir de las 10:00h o 10:30h se empieza 
                    a llenar durante los meses de verano.  
                    
                  En el mismo parking, se puede coger un autobús 
                    que te lleva a La Besurta y te ahorra un buen trayecto. El 
                    precio de ida y vuelta es de 5 euros y pasan cada media hora 
                    aproximadamente ininterrumpidamente desde las 8:00h hasta 
                    el último autobús de vuelta a las 21:00h. El autobús nos deja 
                    en La Besurta, donde hay un pequeño bar con un merendero. 
                    El recorrido desde La Besurta a Forau de Aiguallut es aproximadamente 
                    de 2 kms y con un desnivel de 142m, siendo un recorrido de 
                    dificultad baja y que se puede ir con niños (no apto para 
                    carritos de bebé). El tiempo de ida es de unos 45 minutos. 
                    
                  Desde La Besurta, continuamos por un sendero 
                    claramente señalizado. Al principio, el camino es común para 
                    ir al refugio de La Renclusa. Ya por el camino nos encontramos 
                    alguna cascada tras hacer una pequeña subida. Es en este punto, 
                    donde nos desviamos por el camino de la izquierda, que nos 
                    conducirá directamente al mirador sobre el Forau de Aiguallut, 
                    donde podremos disfrutar del paisaje espectacular de esta 
                    cavidad subterránea cuyo techo se ha derrumbado. Por el Forau 
                    discurren las aguas del glaciar del Aneto, las cuales tras 
                    recorrer aproximadamente 4 km subterráneamente, reaparecen 
                    en el vecino Valle de Arán. Si continuamos remontando el río 
                    unos 10 minutos más, veremos la cascada de Aiguallut. 
                    
                  Y tras la cascada de Aigualluts, nos encontramos 
                    con una amplia explanada por donde discurren las aguas del 
                    glaciar del Aneto. 
                    
                  Si nos dirigimos al fondo de la explanada, podremos 
                    apreciar el deshielo del glaciar con algunos puentes de madera 
                    que permiten cruzar a un lado y a otro y dar una vuelta por 
                    el lugar. Volvemos la vista atrás y podemos ver la explanada 
                    con el discurrir sinuoso de las aguas, desde otro punto de 
                    vista muy bonito, donde se intuye al fondo la caída de agua 
                    de Aigualluts. En este punto, podemos optar por reponer fuerzas 
                    en la explanada y tomar el camino de vuelta, o si vamos bien 
                    de tiempo optar por la subida al ibón Coll de Toro (algo más 
                    de 2 kms con un desnivel de unos 200m). 
                    
                  España goza de ser un país con mucha riqueza 
                    paisajística. De las altas montañas de los Pirineos hasta 
                    las cordilleras de origen volcánico de las Islas Canarias. 
                    Este archipiélago además de paisajes insólitos cuenta con 
                    la laurisilva, un tipo de bosque muy singular pues solo se 
                    encuentra en contadas partes del mundo. Una de las zonas de 
                    laurisilva de Tenerife se encuentra en la parte más alta del 
                    Parque Rural de Anaga, a 20 kilómetros de Santa Cruz de Tenerife. 
                    Se trata de una abrupta cordillera con valles y barrancos 
                    que se extienden hacia el mar y está declarado Reserva de 
                    la Biosfera. 
                  El Parque Rural de Anaga cuenta con muchos senderos 
                    pero hay un en concreto que es corto y muy accesible. El Sendero 
                    de los Sentidos es un conjunto de tres itinerarios perfectos 
                    para pasear en familia. Se denomina el Sendero de los Sentidos 
                    porque a lo largo del recorrido hay paneles que invita al 
                    visitante a percibir con algunos de nuestros cinco sentidos 
                    elementos de la naturaleza. Para más información, se puede 
                    consultar la web oficial de turismo de las Islas Canarias. 
                  Las tres rutas parten del Mirador Cruz del Carmen, 
                    donde se encuentra el centro de visitantes. El primer sendero 
                    (El Sendero de los Sentidos 1) está adaptado para carritos 
                    infantiles y personas con movilidad reducida al tener una 
                    pasarela y una pequeña terraza. La segunda ruta (Sendero de 
                    los Sentidos 2) tiene un longitud de 500 metros. Cuenta con 
                    algunos escalones, un puente y una pasarela en altura. La 
                    tercera y última senda (Senda de los Sentidos 3) es algo más 
                    exigente. Recoge las dos anteriores y se extiende hasta el 
                    Mirador del LLano de los Loros, que permite contemplar una 
                    bella vista a Santa Cruz de Tenerife y el Barranco y Presa 
                    de Tahodio. 
                    
                  Mirador del LLano de los Loros en el Parque 
                    Rural de Anaga. 
                  El Parque Rural de Anaga está muy cerca de núcleos 
                    urbanos por lo que se puede llegar perfectamente en coche 
                    por las carreteras TF-11, TF-12 y la TF-134. 
                    
                  
                  La provincia de Jaén no se encuentra entre los 
                    destinos más visitados de España, pero enamora inmediatamente 
                    a todos los turistas que pisan estas tierras de olivares y 
                    esencia andaluza. Para empezar, se trata de la provincia con 
                    más castillos de nuestro país, con ejemplos tan espectaculares 
                    como las fortalezas de Burgalimar, La Iruela y Santa Catalina. 
                    A su historia y arquitectura se suman los paisajes naturales 
                    que acoge este territorio, como el Parque Natural de las Sierras 
                    de Cazorla, Segura y Las Villas. Por supuesto, rutas de senderismo 
                    forman parte de las opciones de turismo activo de la provincia, 
                    con recorridos tan interesantes como el del río Cuadros. 
                  El río Cuadros, un afluente del Guadalquivir, 
                    recorre los municipios de Bedmar y Garcíez, al este de Jaén. 
                    Este cauce de agua serpentea dentro del Parque Natural de 
                    Sierra Mágina, dejando a su paso preciosas postales. Podemos 
                    recorrer su belleza paisajística con una ruta de senderismo 
                    que nos lleva a una cueva natural y al mayor adelfar de España 
                    y el segundo de Europa. 
                    
                  El itinerario es muy sencillo, pues apenas se 
                    recorren 600 metros (20 minutos), de modo que es perfecto 
                    para hacer en familia. El punto de partida es el Área Recreativa 
                    del río Cuadros, situada a solo 10 minutos en coche de Bedmar. 
                    Desde allí empezaremos a caminar siguiendo el cartel que nos 
                    indica el inicio del sendero y pronto atravesaremos un primer 
                    puente sobre el río. Seguiremos remontando el cauce por la 
                    margen izquierda del río, mientras disfrutamos de la espléndida 
                    y frondosa flora. Aquí las adelfas adoptan una curiosa forma, 
                    una especie de túnel vegetal que ha sido bautizado con el 
                    nombre de Senda de los Adelfares. Además, durante la primavera 
                    y el verano esta especie florece y tiñe de rosa este valle. 
                    A las adelfas se suman los pinos, los sauces llorones y las 
                    higueras, entre otros. Por otro lado, si hablamos de la fauna 
                    acuática del lugar, destacan los cachos. 
                    
                  A continuación, llegaremos a un segundo puente 
                    y más adelante nos toparemos con una cueva natural: nada más 
                    y nada menos que el propio nacimiento del río Cuadros. La 
                    combinación de las aguas brotando, la piedra cubierta de misgo 
                    y la vegetación que lo rodea todo crea una postal simplemente 
                    mágica. 
                    
                  Sin duda alguna, la Ruta del Alba es una de 
                    las rutas más conocidas de Asturias, y razones no faltan para 
                    ello. Declarada Monumento Natural, esta pista, fundamentalmente 
                    ganadera, aunque también lo fue minera, se encuentra en el 
                    fondo de un valle y discurre en todo momento junto al río 
                    Alba o Llaímo. El paisaje, la vegetación y la fauna abruman, 
                    pero sobre todos ellos el elemento fundamental es el agua. 
                    Agua en rápidos del río, remansos, pozas, arroyos que se cruzan, 
                    fuentes y abrevaderos, o en hilillos que salen de la roca 
                    creando travertinos. Y quizás el agua nos dé uno de los elementos 
                    del paisaje más bonitos y llamativos de la ruta, las cascadas, 
                    sobre todo dos que embellecen aún más esta ya de por sí espectacular 
                    senda. Sus límpidas aguas acogen al mirlo acuático y el martín 
                    pescador, y en las laderas de las montañas, que llegan al 
                    río, podemos observar con paciencia, detenimiento y prismáticos 
                    los ciervos que viven en ellas. 
                    
                  La ruta del Alba o Foces del Llaímo, es una 
                    preciosa y conocida ruta, de poca dificultad, del Parque Natural 
                    de Redes. Transcurre junto al río Alba, que forma numerosas 
                    cascadas, pozas y saltos de agua, en su recorrido. Pese a 
                    estar el firme hormigonado en sus primeros kilómetros, la 
                    ruta merece la pena de principio a fin, aunque las partes 
                    más bellas y los saltos mas espectaculares, se encuentran 
                    en la parte final de la ruta. La ruta está catalogada como 
                    monumento natural, es lineal y tiene una longitud total de 
                    unos 14 km y dificultad baja. Es frecuentada por todo tipo 
                    de senderistas, familias con niños incluidas. Comenzamos a 
                    caminar dentro del pueblo en dirección sur hasta el lavadero 
                    del pueblo, un poco más adelante nos encontramos con el cartel 
                    de inicio de la ruta. Caminamos por una pista ancha y hormigonada, 
                    por donde solamente pueden circular vehículos autorizados. 
                    A los pocos minutos de empezar a caminar alcanzamos la piscifactoría, 
                    hoy en deshuso, rodeados de avellanos, espinos blancos, castaños 
                    y algún roble. Avanzaremos entre zonas de pasto, sin alejarnos 
                    nunca demasiado del río, hasta llegar a la zona del Campurru, 
                    donde encontraremos los cargaderos de la mina de Los Pandanes 
                    o mina Carmen (mina de mineral de hierro en las laderas del 
                    monte Llaímo) y una fuente con su abrevadero.  
                    
                  Un poco más adelante pasamos junto al puente 
                    Retortoriu que cruzaríamos si quisieramos realizar la ruta 
                    de La Collada Isorno, pero nosotros continuaremos ruta en 
                    dirección a las brañas de La Vega, donde el camino se va transformando 
                    en un sendero que penetra en las Foces de Llaímo. Aunque hasta 
                    ahora la ruta contaba con lugares hermosos y pozas muy bonitas, 
                    es a partir de este lugar donde disfrutaremos de los lugares 
                    más espectaculares: cascadas, raviones, rápidos, pozas, toboganes... 
                    Atravesaremos un par de puentes sujetos literalmente en la 
                    peña: La Pontona y La Resquiebra, hasta llegar al final de 
                    la ruta en la Cruz de los Ríos, donde hay un pequeño refugio 
                    con algunas mesas de madera. 
                    
                  Sin salir de Asturias tenemos una senda verde 
                    muy agradable con dos tramos y dos opciones de caminata. El 
                    primero, llega hasta la collada La Trapa, un balcón estupendo 
                    sobre los valles de Valderosa y Caleao, con vistas a cumbres 
                    como el Cuyargayos, la Peña Riegos, la Canalina o la peña 
                    El Cuervo…y, desde ahí, regresa por el mismo itinerario. El 
                    segundo, continua ruta desde la Trapa, adentrándose un poco 
                    más profundamente por territorios de monte casinos, bosques 
                    y núcleos rurales silenciosos. 
                  Se trata del PR.AS 244, precioso recorrido que 
                    tiene origen y regreso en Coballes, una población colgada 
                    de las laderas que cercan el embalse de Tanes: desde ahí, 
                    el sendero se alarga en lo que –técnicamente- es una ruta 
                    sencilla que discurre casi todo el tiempo por pistas de tierra 
                    y hormigón. Eso sí, los desniveles a salvar (aunque alejados 
                    de vertientes montañosas) son bastante entornados y exigen 
                    un esfuerzo que convierte la ruta en un paseo senderista de 
                    dificultad moderada. Los pueblos vetustos, los arroyos, los 
                    bosques de hayas, las majadas con buenas vistas y ese silencio 
                    tupido y pacifico que siempre viste a las rutas tranquilas 
                    dominan la caminata, que llega a alzarse a los 1100 metros 
                    del altu la Trapa para luego zigzaguear por recodos naturales, 
                    trazando un interesante círculo que regresa sin pérdida hasta 
                    el embalse de Tanes y hasta Coballes. 
                    
                  Embalse de Tanes, punto de inicio y regreso 
                    de esta ruta por Casu. 
                   
                  En total, unos 15 kilómetros de recorrido que 
                    salvan alrededor de 800 metros de desnivel y pueden andarse, 
                    sin prisas, en poco más de media jornada. Y aunque las empinadas 
                    cuestas a salvar a veces se pongan duras, el paisaje circundante 
                    y el solitario sendero que se sigue por bosques y aldeas compensa 
                    el esfuerzo con creces, regalando una bella ruta de bello 
                    paisaje por territorios de Caso. 
                  La Cascada de Nonaya, la Olla de San Vicente, 
                    la Senda de la Peridiella, la Senda Costera en el Concejo 
                    de Llanes, el Refugio del Meicin, el Pico 3 concejos, la Cascada 
                    de Xurbeo, la Senda Costera en el Concejo de Colunga, el Pico 
                    La Mostayal y las Cascadas de Guanga son destinos ideales, 
                    rutas que no superan los 5 kilometros. 
                    
                  
                  Si te gusta el senderismo y disfrutar de la 
                    naturaleza, tenemos para ti una ruta cerca de Burgos que no 
                    te puedes perder. Se trata de un recorrido de 11 kilómetros 
                    que atraviesa el valle de Sotoscueva, un lugar lleno de encanto 
                    y belleza. Hablamos de la Senda del Ventanón, a unos 95 kilómetros 
                    de la capital burgalesa, una ruta que nos permite descubrir 
                    uno de los rincones más sorprendentes del Monumento Natural 
                    de Ojo Guareña, un espacio protegido que alberga un rico patrimonio 
                    natural y cultural. La ruta tiene una longitud de unos 11 
                    kilómetros y un desnivel de unos 280 metros, y se puede hacer 
                    en unas 3 o 4 horas. El grado de dificultad es medio, aunque 
                    hay que tener cuidado con algunos tramos de roca suelta y 
                    pendiente pronunciada. Como siempre te decimos, en las zonas 
                    más escarpadas te recomendamos tener precaución, especialmente 
                    en otoño o invierno donde puede aparecer el temido hielo. 
                    El punto de partida de la ruta es el aparcamiento del Alto 
                    de la Concha, donde se encuentra la ermita y la cueva de San 
                    Bernabé, uno de los símbolos de Ojo Guareña. Se trata de un 
                    complejo kárstico formado por más de 100 kilómetros de galerías 
                    subterráneas, que albergan restos prehistóricos, pinturas 
                    rupestres y santuarios del medievo. La cueva se puede visitar 
                    con un guía, previa reserva, y la ermita está abierta al público 
                    los fines de semana y festivos. 
                    
                  Ermita de San Bernabé. 
                  Desde el aparcamiento, tienes que tomar el sendero 
                    que sale a la izquierda y que está bien señalizado con las 
                    típicas marcas blancas y amarillas de este tipo de rutas. 
                    El camino discurre por una ladera cubierta de encinas, con 
                    vistas al valle de Sotoscueva y al río Guareña. A lo largo 
                    del camino, podrás ver algunas simas, pero hay que tener precaución 
                    al pasar por ellas y no acercarse demasiado al borde para 
                    evitar un posible percance. Tras unos 4 kilómetros, llegamos 
                    al Ventanón, el objetivo de esta maravillosa ruta burgalesa. 
                    Se trata de un impresionante arco natural de piedra, de 30 
                    metros de ancho y 20 de alto, que se formó por la erosión 
                    del agua sobre la roca caliza. Desde aquí podrás disfrutar 
                    de una espectacular vista del paisaje, con los montes del 
                    Somo y la Merindad de Valdeporres al fondo. Por supuesto, 
                    es un lugar ideal para hacer una parada y comer algo mientras 
                    disfrutas de una naturaleza espectacular. 
                    
                  Río Nela a su paso por Puentedey. 
                  Los ríos Nela y Engaña vertebran la compleja 
                    orografía de los Montes del Somo. En el límite con la vecina 
                    Cantabria, cerca del Portillo de la Magdalena, en Matanela, 
                    las aguas del río Nela comienzan su largo y sinuosos recorrido. 
                    Es un lugar salpicado por bosques, verdes pastizales y numerosas 
                    cabañas pasiegas. El río Engaña nace bajo el antiguo poblado 
                    pasiego de la Marruya. Las riberas del río Nela están incluidas 
                    dentro de la Red Natura 2000 con la declaración de Lugar de 
                    Importancia Comunitaria (LIC). 
                  Después de contemplar los alrededores desde 
                    el Ventanón, tienes que seguir el sendero que desciende por 
                    una pista hasta la localidad de Villamartín de Sotoscueva, 
                    donde podrás ver la iglesia gótica con restos románicos de 
                    San Esteban Protomártir. Desde este pueblo, toma el camino 
                    que sale a la derecha que te llevará de vuelta al aparcamiento, 
                    pasando por el sumidero del Guareña, donde el río se introduce 
                    en la cueva. Esta ruta es una de las más populares en la provincia 
                    de Burgos entre los amantes del senderismo, que buscamos escapar 
                    del estrés de la ciudad y conectar con la naturaleza. Es una 
                    opción ideal para disfrutar de un día al aire libre para admirar 
                    los paisajes que ofrece esta maravillosa zona burgalesa. ¿A 
                    qué estás esperando? 
                    
                  
                  En Cataluña se encuentra un pueblo fascinante 
                    que combina diferentes ecosistemas. San Pedro Pescador es 
                    un municipio de unos 2.000 habitantes ubicado en la comarca 
                    del Alto Ampurdán en la provincia de Gerona. Esta localidad 
                    del centro de la bahía de Roses te permite disfrutar la naturaleza 
                    y de diferentes actividades al aire libre. 
                  San Pedro Pescador te ofrece diferentes opciones 
                    para visitar. La playa del pueblo es la más larga de toda 
                    la bahía de Roses con más de 6 kilómetros de arena y dunas. 
                    En ella, hay varias zonas reservadas para la práctica de windsurf 
                    y kitesurf. En este lugar se celebra cada año una de las pruebas 
                    del campeonato mundial de windsurf. Hay varios campings cerca 
                    con acceso directo a ella. Si prefieres el río puedes visitar 
                    el Fluviá. En él puedes hacer kayak, paddle surf, tomar un 
                    picnic, dar un paseo por la orilla o descansar. En el río 
                    puedes contemplar un gran número de aves como el ánade real, 
                    la garza real, el martinete común, etc. En la vegetación destacan 
                    los juncos, salicornias y tamarindos. Si deseas hacer una 
                    ruta a pie o a bici puedes partir desde la oficina de turismo 
                    de San Pedro Pescador hasta este sitio. La distancia es de 
                    3,2 kilómetros. 
                    
                  En este pueblo catalán puedes ver la Plaza Mayor, 
                    la capilla de San Sebastián, la iglesia parroquial de San 
                    Pedro y la Casa Caramany. Éste edificio residencial fue construido 
                    en diferentes fases entre los siglos XVI y XIX sobre los restos 
                    del antiguo castillo medieval del pueblo. Algunos de los elementos 
                    que más destacan son su torre y el escudo familiar de los 
                    Caramany. Además, hay que destacar que ha sido declarado Bien 
                    Cultural de Interés Nacional. Esta localidad ofrece uno de 
                    los paisajes más impresionantes de la Costa Brava junto con 
                    los campos de cultivo y los campos frutales. 
                  Este pueblo de Cataluña forma parte del Parque 
                    Natural de los Humedales del Ampurdán. Es una de las principales 
                    zonas húmedas de la comunidad catalana con mayor variedad 
                    de especies animales. Hay que señalar que se trata del refugio 
                    de más de 300 especies de pájaros. Se pueden realizar rutas 
                    de senderismo dentro de él. Éstas están completamente señalizadas 
                    y no presentan grandes dificultades. Por último puedes contemplar 
                    mirador, torres de observación y ser partícipe de las visitas 
                    y talleres que organiza este parque natural. Cataluña cuenta 
                    con numerosos pueblos con encanto. San Pedro Pescador es uno 
                    de ellos gracias a los diferentes ecosistemas que forman parte 
                    de él. 
                    
                  La Senda Mitología Leonesa es una ruta homologada 
                    incluida dentro de la red de senderos locales de León con 
                    la matrícula SL – LE 7 dentro del destino turístico Montaña 
                    de Riaño, al noreste de la provincia de León que comienza 
                    en la localidad de Carande. Es una senda sencilla y circular 
                    que atraviesa valles, colladas y bosques cantábricos con un 
                    fondo temático y didáctico relacionado con la etnografía leonesa. 
                    
                   Durante un recorrido de aproximadamente 5 km 
                    podrás encontrar a los seres mitológicos que se han transmitido 
                    oralmente de generación en generación y que fueron durante 
                    años la explicación a los fenómenos naturales que la ciencia 
                    de aquellos tiempos no podía explicar. Así, el Reñuberu era 
                    el personaje fantástico que anunciaba su presencia con truenos 
                    y relámpagos o el Trasgu, duende que habitaba en las casas 
                    y hacía todo tipo de travesuras para reirse de los humanos. 
                    Una senda sencilla y fácil de andar que auna el placer de 
                    estar en contacto con la naturaleza, de descubrir miradores, 
                    de oir el sonido de la berrea, con el placer de aprender la 
                    tradición, los mitos y las leyendas de los pueblos ancestrales 
                    que vivieron en este territorio Una verdadera senda dentro 
                    un espacio protegido como el Parque Regional Montaña de Riaño 
                    y Mampodre. 
                    
                  El Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre 
                    esconde senderos con historia, llenos de leyendas, y sobre 
                    todo, de una vibrante naturaleza, que se convertirán en el 
                    plan perfecto para este verano 2024. Rutas de dificultad baja 
                    para hacer en familia y así descubrir esta zona de la Montaña 
                    Oriental Leonesa. 
                  Ruta a la Cueva de la Vieja del Monte. 
                  Para una visita en familia a Riaño es indispensable 
                    una visita a la Cueva de la Vieja del Monte, la 'reina' de 
                    la mitología leonesa. El mágico recorrido que nos lleva hasta 
                    ella hará las delicias de los más pequeños, que podrán disfrutar 
                    del paseo de 2,5 kilómetros hasta ella sin problema. El punto 
                    de salida se encuentra al comienzo del Viaducto de Riaño y 
                    tras el recorrido por una sencilla senda, con poco desnivel, 
                    podremos alcanzar el hogar de la Vieya'l Monte, donde tiene 
                    un horno en el que amasa el pan que luego entregará a los 
                    padres para que se lo den a sus hijos al llegar a casa. 
                  Senda de la Mitología Leonesa en Carande. 
                  Otra ruta de especial interés para familias 
                    es la Senda de la Mitología Leonesa, un recorrido sencillo 
                    y circular de 5 kilómetros con tan solo 233 metros de desnivel, 
                    que desde que sale de Carande no solo atraviesa valles, colladas 
                    y bosques, sino que también nos permite explorar a los seres 
                    mitológicos que los habitan, junto a sus mitos y leyendas. 
                    El Reñuberu, la Mora, el Trasgu, el Cuélebre, las Ánimas, 
                    y por supuesto, la Vieja del Monte, harán las delicias de 
                    los más pequeños. Además, también esconde bellos miradores, 
                    con el placer de aprender la tradición, los mitos y las leyendas 
                    de los pueblos ancestrales que vivieron en este territorio. 
                    
                   
                  Carande se sitúa en un brazo del embalse de 
                    Riaño.  
                  PR-LE 35: Corral de los Lobos en Prioro. 
                  Con mayor extensión pero también de dificultad 
                    baja, destaca la ruta del Corral de los Lobos en Prioro, que 
                    nos llevará a descubrir un pasado trashumante y ganadero. 
                    Es una travesía circular de 7,3 kilómetros y 285 de desnivel 
                    que arranca en dicha localidad y, tras cruzar el río Cea nos 
                    lleva por un monte de grandes robles albares donde tradicionalmente 
                    los pastores llevaban sus rediles siguiendo las marcas del 
                    GR-1. Después, bajando al collado del Corral de Los Lobos 
                    podremos observar un chorco, la trampa que antaño utilizaban 
                    las gentes de la zona para cazar al lobo, el mayor depredador 
                    para su ganado, mediante batidas colectiva.  
                  PR-LE 24: Puerto de San Glorio. 
                  Otro itinerario de relativa sencillez es el 
                    que discurre por el Puerto de San Glorio desde Llánaves de 
                    la Reina. Son 8,2 kilómetros con 270 metros de desnivel, que 
                    arranca en una pista de tierra, junto a un pinar de repoblación, 
                    para llegar al Valle de Culebrejas. Después la ruta se desvía 
                    a la derecha por una vieja senda que asciende por el interior 
                    del pinar y que, posteriormente, nos permitirá gozar de una 
                    hermosa panorámica sobre el Valle Estébano y el imponente 
                    Coriscao (2.234 metros). Más adelante finaliza la subida y 
                    se desciende hasta el alto del Puerto, para iniciar el regreso 
                    a Llánaves por un hermoso paisaje en el que destaca la quebrada 
                    del Portillo del Boquerón. 
                    
                  PR-LE 17: Lago de Isoba. 
                  Uno de los recorridos que sin duda merecen la 
                    pena es el que asciende a 1.120 metros de altitud hasta el 
                    entorno de Vega Fonda para vislumbrar el Lago de Isoba, de 
                    origen glaciar. El trayecto de ida, de algo más de 6 kilómetros, 
                    cuenta con un desnivel de 360 metros y se completa con facilidad. 
                    Tras partir desde la gasolinera de Puebla de Lillo nos dirigiremos 
                    por una pista hacia el espléndido robledal que cubre el Monte 
                    Polvoredo. Más adelante podremos contemplar unas impresionantes 
                    vistas desde el Alto de la Vega del río Silván, y a continuación 
                    atravesaremos las antiguas minas de talco por La Foz, siguiendo 
                    el camino que desemboca en la falda de la cara oeste de Peña 
                    Niales. Al llegar encontraremos el pequeño lago, de unos cuatrocientos 
                    metros de perímetro y hasta cinco metros de profundidad, acompañado 
                    de un chozo restaurado.  
                  PR-LE 18: Collado de Lois. 
                  Desde Reyero parte otro bello itinerario, en 
                    este caso circular, que nos llevará a contemplar desde la 
                    Collada de Lois este encantador pueblo y su sorprendente Catedral 
                    de la Montaña dominando el entorno del valle del río Dueñas. 
                    La ruta alcanza los 8,7 kilómetros con 445 metros de desnivel 
                    y arranca detrás de la iglesia para llegar al arroyo Valderriero, 
                    donde nos desviaremos por el camino de la izquierda para ascender 
                    por el puerto de Valdehigüende. La subida culminará en el 
                    collado Reyero y desde ahí nos dirigiremos a la derecha a 
                    la collada de Lois Tras maravillarnos con la panorámica, comenzaremos 
                    el descenso hasta las chozas ganaderas de Recubiles, para 
                    llegar de nuevo al punto de inicio. 
                    
                  Rio Dueñas hacia Lois. 
                  Ruta de los Osines. 
                  Y entre los recorridos preferidos por las familias 
                    se ha ganado uno de los primeros puestos la Ruta de los Osines 
                    de Riaño, un itinerario de apenas 3 kilómetros, sin gran desnivel, 
                    en el que los más pequeños se lo pasarán en grande al atravesar 
                    el Hayedo de las Viescas y las antiguas minas de arsénico 
                    en busca de los osines Cierzo y Cueto. Para encontrarlos, 
                    los pequeños caminantes tendrán que arrancar la senda desde 
                    la carretera N-625, al otro extremo del viaducto de Riaño. 
                    Durante más o menos 1,5 kilómetros caminarán por la Ruta a 
                    la Cueva de la Vieja del Monte hasta alcanzar una bifurcación. 
                    En este punto, el sendero continúa hacia la derecha para aprender 
                    sobre el pasado industrial de Riaño, y al final el camino 
                    se abre a un espectacular mirador natural, con vistas al embalse, 
                    al estrecho de Bachende y al Pico Yordas, donde unas carabiellas 
                    (lechuzas) y los osines les esperan. 
                  PR-LE 23: Arroyo de Orpiñas. 
                  Y dentro de las rutas más fáciles no podemos 
                    olvidar la que nos lleva a descubrir el Valle de Orpiñas y 
                    la Hoz de Llánaves de la Reina. Sale de esta localidad de 
                    la Montaña Oriental Leonesa y al principio discurre por una 
                    empinada pista de tierra que, más adelante, describe varias 
                    curvas hasta alcanzar el límite de una repoblación de abetos 
                    que vadearemos por la derecha en una subida más cómoda. Llegaremos 
                    así a la pradera de los Pandos para contemplar una panorámica 
                    incomparable sobre la Hoz de Llánaves, y desde ahí el camino 
                    alcanzará la divisoria del Valle, donde brota el arroyo de 
                    Orpiñas y se inicia el descenso hasta la pasarela de madera 
                    que nos acerca al mirador de la Hoz. En total la ida nos llevará 
                    casi 4 kilómetros con 220 metros de desnivel. 
                    
                  PR-LE 46: Camino de Wamba. 
                  El rey visigodo Wamba da nombre a esta ruta 
                    histórica de casi 4 kilómetros y apenas 300 metros de desnivel 
                    (Solo ida) que comunica la meseta con la parte central de 
                    Asturias. El punto de partida se encuentra cerca del Puente 
                    de Wamba, en el entorno del Puerto de San Isidro, para salvar 
                    el arroyo Los Fornos. Una pista de tierra da paso a una subida 
                    entre piornos y una serie de construcciones típicas de la 
                    montaña, los invernales. La pendiente termina al salir a una 
                    majada y seguiremos por un tramo llano junto al cauce del 
                    arroyo Los Fornos, que cruzaremos más adelante para avistar 
                    una campera surcada por meandros. De nuevo volveremos a ascender 
                    por un cómodo zig-zag final que nos lleva al estrecho paso 
                    del Acebal, donde encontraremos una maravillosa panorámica 
                    del Parque Natural de Redes. 
                  PR-LE 36: Camino Real. 
                  Otro recorrido con historia es el tramo del 
                    antiguo Camino Real de Carlos III, una de las calzadas más 
                    importantes de la conquista romana, que recorría el curso 
                    del río Esla. El itinerario va desde Las Ventas de Valdoré 
                    hasta la localidad de Las Salas, atravesando Villayandre y 
                    Crémenes para completar 10 kilómetros con unos 200 metros 
                    de desnivel. Tras comenzar en las Ventas de Valdoré iremos 
                    ganando altura por el interior de un robledal hasta alcanzar 
                    el Ventaniello, un tajo abierto en la peña que da paso a la 
                    vega de Villayandre y Crémenes. A continuación, el camino 
                    desciende hacia el primero de dichos pueblos y continúa entre 
                    chopos y praderas hasta las inmediaciones de Crémenes. A partir 
                    de ahí seguiremos la carretera de Argovejo hacia el área recreativa 
                    de la Virgen de Pered y, poco a poco, el valle se va estrechando 
                    para terminar en un área de recreo frente al caserío de Las 
                    Salas. 
                    
                  PR-LE 48: Monte La Boyería. 
                  Por último, pero no por ello menos importante, 
                    destacamos esta ruta circular de 8 kilómetros con suaves subidas 
                    y bajadas que discurre por el privilegiado entorno del Macizo 
                    del Mampodre. La salida se sitúa a las afueras de Maraña, 
                    concretamente en El Barrero, donde tomaremos una pista que 
                    sube desde la carretera hacia los prados de siega de El Belledo. 
                    Poco después encontraremos una bifurcación y viraremos a la 
                    derecha para vadear al arroyo antes de seguir subiendo hacia 
                    el Monte La Boyería. A continuación, la senda se adentra en 
                    un hermoso y tranquilo bosque en el que predomina el roble 
                    albar. Después, tras una corta bajada, la pista cambia radicalmente 
                    de sentido y coge altura entre hayas hasta que, de nuevo, 
                    la pendiente se suaviza y emprendemos el regreso y el descenso 
                    para llegar de nuevo a la pista por la que comenzamos a caminar. 
                    El paseo, sin duda, merece la pena por las inigualables vistas 
                    sobre el Macizo del Mampodre que nos ofrece.  
                    
                  La provincia de Cáceres es un tesoro escondido 
                    de España, especialmente en verano, cuando sus paisajes naturales 
                    se convierten en el destino ideal para los amantes del senderismo 
                    y las piscinas naturales. Un rincón que destaca por su encanto 
                    y accesibilidad es la ruta de la Chorrera de Hervás, que culmina 
                    en las impresionantes Charcas Verdes. Esta aventura es perfecta 
                    para familias y grupos de amigos, gracias a su baja dificultad 
                    y su riqueza en belleza natural. La ruta de esta chorrera 
                    es conocida por su entorno pintoresco y accesible. Con una 
                    longitud de aproximadamente siete kilómetros en sentido lineal 
                    y una duración de alrededor de dos horas y media, este sendero 
                    es ideal para disfrutar de una caminata relajante mientras 
                    se descubren maravillas naturales. El punto de partida se 
                    encuentra tras pasar el puente del Arroyo del Posturillo en 
                    Hervás, donde se puede aparcar el coche fácilmente. 
                  El recorrido comienza al cruzar el puente y 
                    seguir una pista de tierra que se desvía a la derecha. Esta 
                    pista, que inicialmente puede parecer poco interesante, pronto 
                    revela su verdadero encanto mientras te adentras entre las 
                    casas de Marinejo, antiguas viviendas de los operarios de 
                    la central eléctrica cercana. En este tramo, un puente de 
                    piedra, que conecta con la conocida Pista Heidi, se convierte 
                    en un punto de referencia. 
                  A medida que avanzas, el sendero se transforma 
                    en una senda estrecha que se adentra en un frondoso robledal. 
                    Aquí, el aire fresco y el sonido de la naturaleza te envuelven, 
                    creando una atmósfera de tranquilidad y exploración. Una bifurcación 
                    en el camino te ofrece dos opciones: continuar de frente hacia 
                    las Charcas Verdes o girar a la izquierda para ascender hacia 
                    la Chorrera de Hervás. 
                    
                  Si decides explorar las Charcas Verdes primero, 
                    te encontrarás con tres pozas naturales formadas por las cristalinas 
                    aguas del río Ambroz. Estas piscinas, cada una con su propio 
                    carácter, son perfectas para un refrescante baño en un entorno 
                    natural. Las dos pozas inferiores son más redondeadas y están 
                    rodeadas de rocas de distintos tamaños, mientras que la superior 
                    destaca por su forma de bañera natural excavada en la roca, 
                    ofreciendo un espectáculo visual impresionante. 
                  La verdadera joya de esta ruta es la cascada 
                    de la Chorrera de Hervás. Con una altura de 15 metros, esta 
                    cascada es un espectáculo natural que no te puedes perder. 
                    La senda ascendente que lleva a la cascada ofrece vistas panorámicas 
                    del paisaje circundante, haciendo que el esfuerzo valga la 
                    pena. Justo debajo del cruce hacia la Chorrera se encuentra 
                    la central hidroeléctrica, conocida como la Fábrica de la 
                    Luz, un punto de interés histórico y cultural en la ruta. 
                  Hervás, el punto de partida de esta aventura, 
                    es fácilmente accesible desde varias ciudades. Desde Cáceres, 
                    el viaje dura aproximadamente una hora y diez minutos por 
                    la vía A-66. Si vienes desde Salamanca, el trayecto tiene 
                    una duración similar, también por la A-66. La buena conectividad 
                    de carreteras hace que Hervás sea un destino conveniente para 
                    una escapada de un día o un fin de semana. 
                    
                  La ruta de la Chorrera de Hervás y las Charcas 
                    Verdes es una experiencia que combina el placer del senderismo 
                    con la maravilla de descubrir piscinas naturales y cascadas 
                    escondidas. Ideal para disfrutar en familia o con amigos, 
                    este sendero de baja dificultad en la provincia de Cáceres 
                    es un testimonio de la belleza natural y la tranquilidad que 
                    España tiene para ofrecer. Ya sea para un refrescante baño 
                    en las pozas o para admirar la majestuosa cascada, esta aventura 
                    promete recuerdos inolvidables y una conexión profunda con 
                    la naturaleza. 
                    
                  Solamente llegar a la localidad de Riglos y 
                    contemplar como los mallos arropan y protegen el pueblo, es 
                    una maravilla que merece la pena detenerse y contemplar. Vamos 
                    con otra aventura que podrás disfrutar los 365 días del año 
                    en el Prepirineo español. Comenzamos nuestra ruta desde 
                    la Localidad de Riglos, por un sendero circular de baja dificultad, 
                    5,4 Km y una duración de alrededor de 2:30 horas.  
                    
                  Inicio de la ruta desde la localidad de Riglos. 
                  El ascenso es largo y prolongado pero con un 
                    desnivel muy progresivo.  
                    
                   Sendero de ascenso. 
                    
                   Llegando a la pradera de los Mallos de Riglos. 
                  El paisaje, la calma y las imponentes paredes 
                    verticales de roca que alcanzan los 300 metros de altura son 
                    una maravilla. Es imprescindible llevar prismáticos, practicamente 
                    en todas las rutas del Prepirineo puedes encotrar aves increibles 
                    como el Quebrantahuesos, el Águila Rela, el Milano, Buitre 
                    Leonado ... Pero aquí especialmente. Si eres un apasionado 
                    de estas aves no te puedes perder la visita al Centro de interprepación 
                    de Aves Arcaz con la impresionante vista de los Mallos de 
                    Riglos, donde hay una de las colonias de buitres leonadas 
                    más numerosas de Europa. 
                  Ya falta poquito para llegar a la pradera, un 
                    lugar perfecto para tumbarse a descansar, tomar un refrigerio 
                    y coger fuerzas para continuar con la ruta, en nada llegamos 
                    a la parte más alta, el Mirador de Bentuso, donde un letrero 
                    informativo nos muestra los nombres y puntos más importantes 
                    de la ruta y podemos tomar unas fotografías espectaculares. 
                   
                    
                   
                  El mirador, donde sacarse el bocata ... 
                    
                   Vista de los Mallos Pisón a la izquierda y 
                    Firé a la derecha. El rio Gállego al fondo. 
                    
                  Senda de bajada dejando los mallos a la izquierda. 
                   
                  Todo el recorrido es precioso pero hay tres 
                    puntos clave que no te puedes perder; El mirador del Colorado, 
                    el mirador de Ventuso o Espinable y el mirador del Circo. 
                    Cada mallo debe su nombre a alguna de us características. 
                    Mallo cuchillo, la visera, el puro, el Firé, el Colorado, 
                    el Tornillo ... Todos ellos paraiso de escaladores y aficionados 
                    declarado Monumento Natural por el consejo de Aragón en 2016. 
                    
                   
                  Zaragoza cuenta con muchas rutas de senderismo 
                    que dejan ver la diversidad orográfica de la región. Sierras, 
                    barrancos, valles y ríos son algunas formaciones de la naturaleza 
                    de las que puedes disfrutar haciendo deporte. Si quieres huir 
                    de las altas temperaturas este verano tienes que realizar 
                    el sendero del Galacho de Juslibol. 
                  El Galacho de Juslibol se ubica a dos kilómetros 
                    del barrio que le da nombre en Zaragoza. Este espacio se erige 
                    como un espacio natural de gran relevancia que ha sido reconocido 
                    como lugar de Interés Geológico y Humedal Singular de Aragón. 
                    Los galachos son antiguos meandros del río y testigos de la 
                    dinámica fluvial. Este galacho se formó como consecuencia 
                    de la gran crecida de 1961. Ahora, su núcleo central es un 
                    meandro abandonado del río Ebro. El inicio de la ruta se encuentra 
                    al salir del barrio rural de Juslibol donde encontrarás un 
                    camino de tierra en el que tienes que adentrarte. 
                  El Galacho de Juslibol presenta una ubicación 
                    estratégica entre el Ebro y el escarpe de yesos. Esta zona 
                    abarca unas 100 hectáreas que incluyen el antiguo meandro, 
                    el cortado y zonas de alrededor. Este lugar cuenta con fuentes, 
                    bancos y un Centro de Visitantes. Desde éste se organizan 
                    actividades divulgativas dirigidas a niños y adultos que te 
                    ayudarán a conocer a fondo el entorno medioambiental. El galacho 
                    ha experimentado alteraciones indebidas por actividades como 
                    la caza, pesca y pastoreo. Este entorno natural alberga diferentes 
                    especies vegetales como pastizales, sotos y zonas esteparias. 
                    La vegetación también está compuesta por plantas mediterráneas. 
                    En las zonas más expuestas al viento y al fuego se pueden 
                    observar estepas y espartos. Respecto a la fauna, el galacho 
                    es el hogar de tejones, zorros, garzas, cormoranes y aves 
                    rapaces.  
                    
                  Durante la crecida del río se convierte en una 
                    importante área de inundación que ejerce una función importante 
                    en la contención de las inundaciones en zonas bajas. Zaragoza 
                    se presenta como un destino ideal para hacer senderismo. La 
                    localidad aragonesa ofrece diversos paisajes y rutas para 
                    todos los niveles y edades. El sendero del Galacho de Juslibol 
                    es una buena alternativa para hacer frente al calor este verano 
                    y disfrutar en las orillas del Ebro de un entorno natural 
                    único. El galacho es un hábitat valioso en el que se mezcla 
                    la biodiversidad, geología y el agua.  
                    
                  -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
                    
                  -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
                  Senderos entre pasarelas de madera, gargantas 
                    fluviales y fortalezas centenarias convierten esta ruta granadina 
                    en una experiencia única. Hay recorridos que sorprenden por 
                    sus vistas, otros por su historia, pero pocos logran combinar 
                    ambos elementos con tanta armonía como este sendero, ubicado 
                    en el corazón de un pequeño municipio a apenas media hora 
                    de la capital. Una ruta circular bien señalizada, apta para 
                    casi todos los públicos y con accesos disponibles durante 
                    todo el año, se ha consolidado como una de las favoritas entre 
                    los amantes del senderismo. 
                    
                  Castillo de Moclín, una fortificación defensiva 
                    de gran valor histórico.  
                  Se trata de la Ruta del Gollizno, en Moclín 
                    (Granada), un itinerario de entre 8 y 10 kilómetros, según 
                    la variante elegida, que puede completarse en unas tres horas 
                    y media. El recorrido se inicia desde la calle Real y desciende 
                    por la vía Esperanza, bordeando el valle del río Velillos 
                    entre olivares y pinares. Los senderistas cruzan pasarelas 
                    de madera y un puente colgante que se adentra en los tajos 
                    de la Hoz, una garganta de vegetación frondosa donde el agua 
                    marca el paisaje. Desde sus cuatro miradores se contemplan 
                    tanto la naturaleza circundante como las murallas del castillo 
                    nazarí que corona el municipio, una de las fortalezas defensivas 
                    mejor conservadas de su época. 
                    
                  Pasarela colgante sobre el Río Velillos, en 
                    la Ruta del Gollizno de Moclín. 
                  Dedicamos a las pasarelas algunas lineas en 
                    esta sección. 
                  El sendero ofrece también un acercamiento al 
                    pasado remoto de la comarca. Cerca de la fuente de Corcuela 
                    se encuentran pinturas rupestres neolíticas, y no muy lejos, 
                    una de las alternativas permite enlazar con el histórico camino 
                    de Tózar. Es un tramo que remite a los relatos del bandolero 
                    Parrón recogidos por Pedro Antonio de Alarcón. A lo largo 
                    del trayecto aparecen varios puntos de descanso, como la zona 
                    recreativa de Olivares o pequeñas alamedas junto a antiguas 
                    presas, ideales para hacer una pausa y disfrutar del entorno. 
                    Además, los desniveles del terreno, aunque asumibles, añaden 
                    un componente físico moderado que hace más estimulante la 
                    travesía. La ruta concluye en el mismo núcleo urbano donde 
                    comienza, permitiendo al visitante rematar la jornada con 
                    una visita al Pósito del Pan o a la Iglesia de Nuestra Señora 
                    de la Encarnación. En esta última se conserva el Lienzo del 
                    Cristo del Paño, objeto de gran devoción local. Para quienes 
                    deseen alargar la experiencia, una comida tradicional en la 
                    plaza del Ayuntamiento pone el broche perfecto a una jornada 
                    que conjuga senderismo, patrimonio y naturaleza de forma magistral. 
                    
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                  La Ruta de la Cova Tallada, entre Denia y Jávea, 
                    que ha sido definida por muchos como una de las más bonitas 
                    del Mediterráneo. Se encuentra en pleno Parque Natural del 
                    Montgó, entre las localidades costeras de Denia y Jávea, en 
                    Alicante. En los últimos años, estos dos municipios se han 
                    convertido en auténticos referentes turísticos de la zona, 
                    recibiendo la visita de miles y miles de turistas. Sin embargo, 
                    también se ha convertido en el lugar perfecto para los amantes 
                    del senderismo gracias a las rutas que se pueden completar 
                    en la zona. 
                  La ruta comienza desde la zona de Les Rotes 
                    en Dénia, pero existen otras alternativas. Para todos aquellos 
                    que prefieran arrancar el camino en otro lugar, también pueden 
                    hacerlo desde Cala Tangó en Jávea. El sendero recorre un total 
                    de 3,5 kilómetros (ida y vuelta) en los que los visitantes 
                    recorren diferentes zonas disfrutando de las mejores vistas 
                    a las espectaculares calas que hay en la zona. En cuanto al 
                    nivel de dificultad, es moderado. Y es por ello por lo que 
                    la ruta es perfecta para todos los públicos y se completa 
                    en dos horas, aproximadamente. Eso sí, hay que tener en cuenta 
                    una serie de aspectos importantes antes de comenzar la ruta. 
                    El sendero incluye tramos de roca, escaleras naturales y algunas 
                    zonas escarpadas, por lo que es importante seguir una serie 
                    de recomendaciones en lo relativo al equipamiento y al calzado. 
                    Hablamos de ello al comienzo de esta sección. El calzado 
                    adecuado es importante también para evitar caídas, ya que 
                    algunas zonas resbalan, sobre todo dentro de la cueva. Además, 
                    es importante llevar agua, comida, linterna para explorar 
                    la cueva y ropa de baño todos aquellos que quieran bañarse 
                    en el interior de la cueva. 
                    
                  La Ruta de la Cova Tallada termina, como su 
                    propio nombre indica, en la Cova Tallada, una cueva que fue 
                    utilizada durante años como cantera para extraer piedra tosca. 
                    El acceso a la cueva está permitido y se puede realizar desde 
                    el acantilado. Una vez dentro, los visitantes tienen la oportunidad 
                    de completar diferentes formaciones de roca y charcas. A la 
                    cueva se puede llegar tanto a través del sendero de la ruta 
                    como a través de una excursión en kayak. 
                  Para llegar a la cueva, el trayecto a realizar 
                    dependerá del lugar de origen. Para todas aquellas personas 
                    que vayan desde Denia, se puede llegar en coche hasta la zona 
                    de Les Rotes y, una vez allí, seguir el camino que indica 
                    la señalización de la ruta. Por el contrario, las personas 
                    que accedan desde Jávea deberán ir primero hasta Cala Tangó, 
                    donde hay un parking habilitado para el estacionamiento de 
                    vehículos. Una vez allí, solo habrá que seguir las indicaciones 
                    hasta llegar a la cueva. 
                  El sendero comienza en la zona de Les Rotes, 
                    en Dénia. Lo mejor es dejar el coche en los diferentes aparcamientos 
                    que hay habilitados en la zona y comenzar el camino. La primera 
                    parte del sendero está muy bien señalizada a través de carteles 
                    y diferentes pinturas en las rocas. El camino sigue después 
                    en paralelo al mar con una dificultad baja. Sin embargo, a 
                    medida que avanza el sendero, el terreno se va volviendo poco 
                    a poco más escarpado y rocoso, lo que complicará más el camino. 
                    Según el camino avanza a la cueva, se va haciendo más estrecho. 
                    Una vez superada esta etapa más complicada, se llega a la 
                    cueva, que se encuentra situada al nivel del mar. Es importante 
                    saber que a pesar de que el acceso está permitido durante 
                    todo el año, los días de oleaje la entrada puede volverse 
                    complicada. Por ello, se recomienda hacer la ruta en primavera 
                    y otoño, que es cuando menos gente hay, y en días en los que 
                    la marea esté tranquila. 
                    
                  Algunas personas lo consideran el pueblo medieval 
                    más bonito de Barcelona. A una hora de la capital catalana 
                    se sitúa Mura, un municipio de unos 230 habitantes con mucha 
                    tradición y encanto. Esta localidad con calles de piedra cuenta 
                    con auténticas maravillas arquitectónicas como la iglesia 
                    de San Martín del siglo XII o las ruinas del castillo del 
                    pueblo de 1023. Además, en las cercanías del municipio se 
                    encuentran una serie de construcciones medievales como el 
                    molino harinero o el Puig de la Balma una masía excavada en 
                    la roca del siglo XII. 
                  Esa minúscula localidad de Cataluña te invita 
                    a viajar en el tiempo a través de sus calles medievales. Mura 
                    forma parte del Parque Natural de San Lorenzo del Munt y el 
                    Obac. Gracias a ello dispone de todo tipo de rutas de senderismo, 
                    muchas de ellas señalizadas que invitan a explorar el entorno 
                    del municipio. Una de las más conocidas es la Ruta de las 
                    Mil Fuentes de algo menos de 3 kilómetros. Esta ruta es muy 
                    fácil de realizar y es ideal para niños. El trayecto recorre 
                    mucha de las fuentes naturales de las inmediaciones de Mura. 
                    
                  Este sendero comienza en el Centro de Información 
                    de Mura. Al bajar la calle de La Coma hasta antiguos colegios, 
                    atravesarás la riera del pueblo y deberás seguir las señales 
                    de color verde. Tienes que tomar el recorrido paralelo al 
                    agua hasta llegar a unas escaleras que suben a la Fuente de 
                    la Mascarosa. Tras atravesar las explanadas donde se encuentra 
                    la fuente, tienes que descender por unas escaleras situadas 
                    justo al otro lado por donde subiste. Después, giras unos 
                    180º hasta seguir por un sendero muy estrecho en el que encontrarás 
                    un antiguo molino harinero. Una vez que bordees el molino, 
                    seguirás con la ruta hasta llegar a la Fuente de la Coma. 
                    En este sendero podrás observar las ruinas de un viejo horno 
                    de cal y luego la Fuente de Cal. Siguiendo con el trayecto, 
                    te encontrarás con la Fuente de la Blanquera, Fuente del Agujero, 
                    la Fuente del Queso y finalmente, terminarás el recorrido 
                    en la plaza principal del pueblo junto a la iglesia de San 
                    Martín.  
                  Esta ruta de senderismo de Barcelona no presenta 
                    dificultades y es apta para todas las edades. Otro de los 
                    senderos más conocidos de Mura que puedes realizar es la Ruta 
                    de la Riera de Nespres, de algo más de 5 kilómetros de recorrido. 
                    
                  La Sierra de Albarracín (Teruel) ofrece numerosos 
                    caminos que recorren espectaculares entornos naturales. Caminos 
                    que te muestran paisajes únicos, bosques impresionantes en 
                    los que descubrir ciervos, águilas y otros animales y tranquilas 
                    sendas que harán las delicias de los apasionados del senderismo 
                    y la naturaleza. 
                  Micología, turismo en familia ... 
                  Rutas entre prados y pinos, donde veremos un 
                    sinfín de flores, orquídeas y mariposas. Sabinares y campos 
                    de cultivo hasta llegar a las salinas de Royuela. Descubrir 
                    la diversidad que albergan estos paisajes. Juega con los peques 
                    a buscar alondras, mochuelos, currucas, bisbitas …  
                  La sierra de Albarracín es un conjunto montañoso 
                    de la parte sur-occidental de la cordillera Ibérica, ubicado 
                    entre las comunidades autónomas españolas de Aragón, Castilla-La 
                    Mancha y Comunidad Valenciana. Se extiende a lo largo de 60 
                    km, en disposición noroeste-sureste, con una cota máxima de 
                    1936 m sobre el nivel del mar en el cerro o pico de Caimodorro. 
                    En esta sierra nacen varios ríos de relevancia en la península 
                    ibérica, como el Tajo, el Júcar, el Jiloca, el Turia y el 
                    Cabriel. 
                  La sierra de Albarracín es uno de los puntos 
                    de la península ibérica con mayor número de manantiales. En 
                    lo más elevado de la sierra, cerca de Frías de Albarracín, 
                    tiene su nacimiento el río Tajo, en un manantial de escasas 
                    aguas. Desde allí se dirige al oeste, cruzando la Vega del 
                    Tajo y recibiendo a varios afluentes, hasta entrar en Castilla-La 
                    Mancha delimitando las provincias de Cuenca y Guadalajara. 
                    
                  Nacimiento del río Gallo, en la Sierra de Albarracín, 
                    a los pies del Pico Caimodorro. Orihuela del Tremedal (Teruel). 
                  En el término de Tormón nace el río Ebrón y 
                    en Cella hay un pozo artesiano de piedra, conocido como la 
                    Fuente de Cella, construido en 1729 del que nace el río Jiloca. 
                    Las aguas de la Fuente de Cella provienen íntegramente de 
                    la Sierra de Albarracín. En Orihuela del Tremedal, cerca del 
                    santuario de la Virgen del Tremedal y a los pies del Caimodorro, 
                    entre la sierra de Molina y la de Albarracín nace el río Gallo, 
                    que se adentra posteriormente en la provincia de Guadalajara, 
                    para desembocar finalmente en el río Tajo cerca del lugar 
                    conocido como Puente de San Pedro, en la localidad de Zaorejas, 
                    en la provincia de Guadalajara. 
                  Pasear por las calles empinadas de Albarracín 
                    y descubrir a cada paso escalinatas y pasadizos es una experiencia 
                    única. Cada rincón, cada casa no te dejará indiferente por 
                    su color rojizo y su irremediable encanto. 
                  A las afueras de Albarracín encontrarás el Paisaje 
                    Protegido de los Pinares de Rodeno, con su característico 
                    tono rojizo y verde. En estos bosques que forman el Parque 
                    Cultural de Albarracín encontrarás numerosas muestras de arte 
                    rupestre de tipo levantino. El resto de la Sierra de Albarracín 
                    es una sucesión de montes y barrancos situados por encima 
                    de los mil metros, con pueblos llenos de encanto rodeados 
                    de impresionantes paisajes. Gea de Albarracín, Bronchales 
                    u Orihuela del Tremedal son solo algunos ejemplos. A su vez, 
                    la Sierra del Tremedal y la Reserva de Caza de los Montes 
                    Universales esconden valiosos parajes llenos de fauna salvaje. 
                    Si eres de los aficionados a las setas que sepas que en otoño 
                    el clima lluvioso convierte estos montes en un paraíso micológico 
                    (con permiso de los agentes forestales). 
                  Además, cerca de Frías de Albarracín puedes 
                    acercarte hasta el nacimiento del río Tajo. También es hermoso 
                    el nacimiento del río Guadalaviar (que luego cambia su nombre 
                    a Turia), en el pueblo del mismo nombre, y el del río Cabriel, 
                    en los Ojos del Cabriel, con sus bonitas cascadas, como la 
                    espectacular del Molino San Pedro. 
                    
                  
                  Posiblemente octubre sea un mes perfecto para 
                    hacer actividades al aire, disfrutar de la naturaleza y descubrir 
                    lugares increíbles. España es una tierra muy rica y diversa 
                    en cuanto a parajes naturales mágicos, con encanto y con una 
                    curiosa historia detrás. Y una ruta de senderismo única que 
                    te sorprenderá en todos los sentidos se encuentra en el corazón 
                    de Castilla-La Mancha. 
                  Junto a la Sierra de Altomira, en plena comarca 
                    de La Alcarria, se encuentra el municipio de Buendía que está 
                    rodeado por una muralla que protege un rico patrimonio. Uno 
                    de lo lugares de referencia es su Plaza Mayor compuesta por 
                    pórticos con arcos de medio punto sobre pilares cuadrados 
                    que a su vez establecen una conexión con la plaza de Ruiz 
                    Jarabo. 
                    
                  Plaza mayor de Buendía (Cuenca). 
                  También merece especial mención la iglesia de 
                    Nuestra Señora de la Asunción, un edificio que mezcla el estilo 
                    gótico y el renacentista tan en la fachado como en el interior. 
                    La casa Tercia del siglo XV alberga el museo del carro y también 
                    es de obligada visita. Uno de los aspectos que hace mágico 
                    al pueblo de Buendía y el motivo de este artículo es la Ruta 
                    de las Caras, un sendero en mitad de un pinar que recorre 
                    varias esculturas talladas en las rocas realizadas por distintos 
                    autores. 
                    
                  Un recorrido circular de 4 kilómetros que pasa 
                    por un total de 15 caras esculpidas en la roca rodeadas de 
                    un paisaje natural digno de admirar. La Ruta de las Caras 
                    no requiere mucho nivel de senderismo ya que en poco más de 
                    una hora la habrás concluido. Es muy sencilla de hacer y además 
                    es apta para ir con niños. 
                    
                  
                  Ve a la aventura en esta ruta de ida y vuelta 
                    de 4,5-km cerca de Stonehaven, Aberdeenshire. Por lo general, 
                    se considera una ruta fácil, que se tarda una media de 1 h 
                    15 min en recorrer. Es una región muy popular para el senderismo, 
                    correr y pasear, por lo que es probable encontrarse con otras 
                    personas mientras se está por la zona. El mejor momento para 
                    visitar esta ruta es de marzo a octubre. Los perros son bienvenidos, 
                    pero deben permanecer atados con correa. Se trata de un sendero 
                    relativamente fácil, que le llevará hasta el castillo de Dunnottar 
                    y ofrece magníficas vistas del Mar del Norte y los acantilados. 
                    Una vez en el castillo, hay que bajar unas empinadas escaleras 
                    para llegar a la entrada. Merece la pena visitar el castillo 
                    (hay que pagar si se decide entrar). Hay una maravillosa variedad 
                    de vida salvaje a lo largo de la ruta, y a menudo se pueden 
                    avistar delfines y focas cerca de la costa. Stonehaven, cerca 
                    del inicio de la ruta, tiene varios lugares donde comer, beber 
                    y alojarse. Este sendero también incluye miradores de las 
                    cascadas cercanas al castillo y de la playa al norte. Tenga 
                    cuidado en los tramos más escarpados de esta ruta y manténgase 
                    alejado del borde del acantilado. Hay algunos tramos más embarrados, 
                    por lo que se recomienda llevar buen calzado de montaña. 
                    
                  En el puerto de Stonehaven siempre ha habido 
                    barcos pesqueros. También hoy en día, aunque en la actualidad 
                    se mezclan con embarcaciones turísticas. La razón es que esta 
                    pequeña población de la costa oriental de Escocia es uno de 
                    los lugares más atractivos de Escocia para hacer una escapada. 
                  En cuanto te acercas al castillo de Dunnottar, 
                    notas de inmediato que allí el termómetro se desploma. El 
                    viento bate sin tregua la costa y el oleaje responde con fuerza. 
                    ¿Qué llevó a levantar un castillo en este entorno inhóspito? 
                    La respuesta es el poder defensivo que proporcionaba su enclave 
                    estratégico, en lo alto de un precipicio junto al mar. Por 
                    un lado, los habitantes controlaban las rutas marítimas y 
                    se aseguraban de que el enemigo no atacaría por agua (a menos 
                    que estuviera dispuesto a escalar las escarpadas paredes del 
                    acantilado). Por el otro, Dunnottar se encontraba junto a 
                    la única ruta terrestre que en el pasado conducía a la ciudad 
                    de Aberdeen. 
                    
                  La imagen de la fortaleza accesible solo por 
                    el angosto sendero sigue siendo impresionante… y de lo más 
                    evocadora. Desde lejos, distinguirás las ruinas del Dunnottar 
                    Castle, que datan de los siglos XIV y XV. Y, aunque por este 
                    lugar pasaron pictos y vikingos, entre otros, poco se conoce 
                    del origen de Dunnottar como fortaleza. La historia que sí 
                    conocemos nos transporta al siglo XIV, cuando Dunnottar se 
                    convirtió en el hogar de los Keith, los condes Marischal. 
                    La poderosa familia restauró y amplió la fortaleza con un 
                    nuevo palacio en el siglo XVI para que fuera más cómoda, pero 
                    también más lujosa. Al fin y al cabo, los Keith recibían a 
                    huéspedes de la talla del futuro rey Carlos II o de la reina 
                    Mary, Queen of Scots, que pasó por el castillo en dos ocasiones: 
                    en 1562 y en 1564. 
                  Pero transportémonos ahora a 1715, año del fallido 
                    levantamiento jacobita del Viejo Pretendiente. Los condes 
                    Marischal habían prestado su ayuda a la causa jacobita y, 
                    tras la derrota, considerados traidores, perdieron el castillo 
                    de Dunnottar a manos del Gobierno inglés. En los siglos posteriores, 
                    la fortaleza cambió de dueño varias veces, desintegrándose 
                    poquito a poco… Hasta que, en 1925, Dunnottar cayó en manos 
                    de una familia dispuesta a restaurarlo y a abrirlo al público, 
                    los Cowdray. Gracias a ellos, hoy podemos visitar el castillo 
                    de Dunnottar. Así que sigue el sendero hasta la puerta fortificada. 
                    Te esperan unos cuantos escalones de bajada, y otros tantos 
                    de subida. 
                  Aunque la vegetación tapiza el acantilado y 
                    amenaza con engullirlo, el tiempo (y varias restauraciones) 
                    han respetado los muros de la mayoría de edificios, poniéndotelo 
                    fácil para imaginar cómo debía ser la vida en Dunnottar unos 
                    siglos atrás. La capilla, la forja, los establos, las bodegas 
                    o el palacio son algunas de las estancias en las que puedes 
                    adentrarte. Cuentan que el castillo de Dunnottar es uno de 
                    los más embrujados de Escocia. Su fantasma más célebre es 
                    la Green Lady, una mujer vestida de verde que ronda la habitación 
                    donde se destilaba la cerveza. 
                    
                  El castillo de Dunnottar ha aparecido en la 
                    gran pantalla como escenario de Hamlet, con Mel Gibson y Glenn 
                    Close, y de Victor Frankenstein, con Daniel Radcliffe y James 
                    McAvoy. Además, sirvió de inspiración para el castillo de 
                    DunBroch en la película Brave, de Disney. 
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                    Localizaciones.  
                  Más allá de las leyendas, Dunnottar también 
                    guarda episodios históricos teñidos de tragedia. Uno de los 
                    lugares que debes visitar es la mazmorra Whigs’ Vault, uno 
                    de los rincones más sombríos del castillo. En 1685, para crear 
                    espacio en las cárceles de Edimburgo, trasladaron a 200 covenanters 
                    al castillo de Dunnottar. Solo 167 presos llegaron con vida 
                    a la Whigs’ Vault, donde les esperaba un cautiverio de 9 semanas 
                    sin ninguna higiene, comida y agua muy escasas y tan solo 
                    una ventana al mar como único contacto con el exterior. Algunos 
                    murieron intentando escapar, y otros, durante el viaje a las 
                    Antillas en el que embarcaron a los supervivientes. 
                  Otro de los episodios clave en la historia del 
                    castillo de Dunnottar tiene que ver con los Honores de Escocia, 
                    las Joyas de la Corona Escocesa: la Corona, el Cetro y la 
                    Espada del Estado. En 1651, Carlos II se coronó rey de Escocia 
                    en Scone, y, para la ocasión, los Honores de Escocia viajaron 
                    hasta allí desde el Castillo de Edimburgo. Sin embargo, dos 
                    años antes, Oliver Cromwell había ordenado ejecutar a su padre, 
                    el rey Carlos I de Inglaterra y de Escocia, aboliendo así 
                    la monarquía e instaurando una república. 
                  En el momento de la coronación de Carlos II, 
                    Cromwell y sus tropas ya habían llegado a Escocia, dispuestos 
                    a poner fin también al reinado de este monarca y a destruir 
                    cualquier símbolo de la realeza. Era imposible devolver los 
                    Honores de Escocia al Castillo de Edimburgo en tan escaso 
                    tiempo, así que los escondieron en el castillo de Dunnottar. 
                    Pero cuál fue la sorpresa cuando, tras ocho meses de asedio 
                    a la fortaleza, cuando Dunnottar sucumbió, Cromwell no encontró 
                    ni rastro las joyas. Las habían sacado con disimulo, entre 
                    sacos, y las habían enterrado en el cementerio de Kinneff. 
                    La Corona, el Cetro y la Espada sobrevivieron a aquel episodio, 
                    y hoy en día puedes verlos en el Castillo de Edimburgo. 
                    
                  Una vez visitado el castillo, dedica también 
                    un ratito a bajar hasta las playas que lo rodean. Y fíjate 
                    bien: quizás veas a alguna de las focas que las frecuentan. 
                    
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