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                   La localidad de Alpandeire, ubicada en pleno 
                    corazón del Valle del Genal y a sólo 20 minutos de Ronda, 
                    dispone en su término municipal de una amplia red de senderos 
                    de diversa distancia y dificultad que discurren por bellos 
                    parajes de especial interés paisajístico y medioambiental. 
                    Una ruta perfecta para realizar en familia y para personas 
                    que se estén iniciando en el mundo del senderismo es el camino 
                    del Quejiguillo, de recorrido lineal que en su conjunto no 
                    supera los 1.500 metros de longitud y que no presenta mayor 
                    dificultad que el sencillo ascenso a la vuelta.  
                  Este valle se encuentra entre la Serranía de 
                    Ronda y la Sierra de las Nieves, y uno de sus focos naturales 
                    más importantes y conocidos es el Bosque del Cobre. El nombre 
                    de este bosque de castaños ya da una pista de los colores 
                    imperantes en el mismo, sobre todo en otoño, donde se dan 
                    cita una sucesión de tonos rojos, ocres y cobrizos. 
                  La vida se renueva a cada momento en el Valle 
                    del Genal con una sucesión de riachuelos y ríos que cruzan 
                    la comarca, como el Guadalteba, el Guadiaro, y el Genal. El 
                    sonido de estas corrientes de agua mezclado con la sinfonía 
                    tonal de castaños y alcornoques crean una bonita experiencia 
                    en el viajero amante del senderismo. 
                    
                  Por ello, cualquier persona con una condición 
                    física mínima puede completar esta bonita ruta. El sendero 
                    del Quejiguillo parte de la zona baja del casco urbano de 
                    Alpandeire, a la espalda de la plaza donde se sitúa la estatua 
                    de Fray Leopoldo, y discurre en un primer tramo por olivares 
                    hasta adentrarse en un frondoso bosque de alcornoques y encinas. 
                    A poco del comienzo, a la derecha de la vereda, se observa 
                    “La Picota”, una columna de piedra en la que antiguamente 
                    se mostraba a los reos o, incluso, después de ser ajusticiados 
                    por la autoridad civil, se exponían en ellas sus cuerpos o 
                    sus cabezas. Pero en la picota de Alpandeire nunca se ajustició 
                    a nadie. Esta columna es considerada un monumento conmemorativo 
                    que el Rey Fernando VII otorgó a la localidad en reconocimiento 
                    a la gran defensa que esta llevó a cabo durante la Guerra 
                    de la Independencia. Debido a ello, Fernando VII concedió 
                    a Alpandeire el título de “Muy noble y fidelísima villa” y 
                    ordenó colocar en el pueblo horca y picota. La vereda continúa 
                    bajando, en su mayor parte empedrada a modo de antigua calzada 
                    romana y, poco más abajo, el camino se bifurca debiendo tomar 
                    el ramal de la izquierda para seguir el recorrido correcto.El 
                    sendero siempre va descendiendo hasta llegar a su final en 
                    el arroyo de las Alfaguaras, donde se encuentra la Fuente 
                    del Quejiguillo, que ofrece agua potable, fresca y cristalina. 
                   
                    
                  La Fuente Milenaria testigo muda de la historia 
                    de Alpandeire Se trata de una fuente milenaria que se estima 
                    que fue construida por los árabes al poco tiempo de ocupar 
                    este territorio. Las representaciones se llevaban a cabo antaño 
                    durante la Semana Santa justo en frente de este lugar, en 
                    la zona popularmente conocida como “El Calvario”. Se tiene 
                    constancia de que estas representaciones, como fue “La Pasión 
                    de Cristo” durante los Viernes Santos, se escenificaron en 
                    este espacio hasta el siglo XIX. Otro hecho importante acaecido 
                    en el entorno tuvo lugar en 1810, cuando el regidor del pueblo 
                    tuvo que acudir a la zona de “la Fuentezuela”, situada a escasa 
                    distancia de “La Fuente”, para enarbolar la bandera de la 
                    paz con el fin de que los franceses no invadieran y masacraran 
                    Alpandeire o, el 2 de abril de 1946, cuando este manantial 
                    también observó la partida de Manuel Gil Perujo, cabo de la 
                    Guardia Civil, que cuando acudía a despedirse del vecino pueblo 
                    de Atajate donde había ejercido sus funciones antes de ser 
                    trasladado de destino, sufrió un accidente con su caballo 
                    en el cercano paraje de “Las Hoyuelas”, encontrando allí la 
                    muerte. En la mañana del 2 de noviembre de 1953 en el camino 
                    que discurre junto a “La Fuente” se congregó una larga hilera 
                    de hombres a causa de un trágico suceso, y es que el día anterior 
                    un avión que cubría el trayecto Málaga-Jerez de la Frontera 
                    con 12 pasajeros a bordo se estrelló en la ladera sur de Jarastepar, 
                    falleciendo en el acto todos los ocupantes. Por ello, los 
                    solidarios vecinos se reunieron y se desplazaron hasta el 
                    escarpado lugar del accidente para rescatar los restos humanos 
                    y del aparato que se encontraban en la zona.  
                  “La Fuente” no sólo presenció sucesos lúgubres 
                    sino que este enclave también fue testigo de excepción de 
                    numerosos enamoramientos, ya que los jóvenes del pueblo acudían 
                    hasta allí para cortejar a las muchachas que iban a lavar 
                    la ropa o a llenar de agua sus cántaros. Se cuenta que hubo 
                    una pareja que estuvo en “La Fuente” un día del mes de mayo 
                    desde por la mañana hasta que cayó la tarde y, aunque en esta 
                    época del año las jornadas ya cuentan con bastantes horas 
                    de luz, al hacérsele el día corto a la pareja fueron ellos 
                    quien dijeron por primera vez un dicho popular de Alpandeire 
                    que se ha mantenido en el tiempo: “Días de mayo, días de amargura, 
                    tan pronto amanece como es noche oscura”. 
                    
                  Ampliamos rutas por la zona en la sección 
                    dedicada a Andalucía. 
                  La fuente, que al parecer data del siglo XVII, 
                    se ubica en la margen izquierda del arroyo; el punto de surgencia 
                    está protegido por una puerta metálica en cuya base un minúsculo 
                    agujero deja salir unas gotas de agua que acaban en una pequeña 
                    pileta. Debajo de la puerta, incrustado en el muro, un grifo 
                    permite obtener agua, de la que se dice que tiene fama de 
                    abrir el apetito. El arroyo de las Alfaguaras es el punto 
                    y final del sendero del Quejiguillo, desde donde se debe emprender 
                    la vuelta hasta Alpandeire aunque, para aquellos senderistas 
                    que deseen realizar rutas más exigentes, el camino sigue hasta 
                    conectar con la pista terriza de Las Amarillas, desde donde 
                    se pueden continuar varios itinerarios circulares de mayor 
                    distancia y dificultad. Desde el Ayuntamiento de Alpandeire 
                    se ha animado a todas las personas aficionadas al senderismo 
                    a visitar el municipio ya que podrán disfrutar, además de 
                    las diversas rutas que discurren por el entorno, del rico 
                    patrimonio histórico y cultural del pueblo, de su exquisita 
                    gastronomía tradicional y de la hospitalidad de sus vecinos. 
                    
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                  Descubrir un bosque lleno de arte mientras se 
                    disfruta de un paseo al aire libre es una experiencia que 
                    encantará tanto a pequeños como a mayores. En el corazón de 
                    Cataluña, existe una ruta perfecta para los amantes de la 
                    naturaleza y que además resulta ideal para disfrutar con niños. 
                    Los caminos serpentean entre árboles decorados con pinturas 
                    que evocan la rica biodiversidad de la región, creando un 
                    entorno lleno de color y sorpresas. Este mágico lugar se encuentra 
                    en el Paraje Natural de Poblet, en la provincia de Tarragona. 
                    Allí, el bosque de Castellfollit se transforma en una auténtica 
                    galería de arte al aire libre. Las pinturas que adornan los 
                    árboles son obra del artista Genís Colell, quien ha plasmado 
                    en los troncos su visión de la micología local. Los hongos, 
                    protagonistas de este singular proyecto, no solo crecen en 
                    el suelo, sino que también cobran vida sobre las cortezas, 
                    haciendo de la caminata una aventura fascinante para los más 
                    pequeños. 
                    
                  Se trata del Bosque Pintado de Poblet que se 
                    ha convertido en un destino perfecto para disfrutar de una 
                    jornada familiar rodeada de naturaleza y creatividad. Las 
                    rutas están diseñadas para que tanto adultos como niños puedan 
                    disfrutar sin complicaciones, mientras se aprende sobre la 
                    flora y fauna local, con la posibilidad de realizar actividades 
                    complementarias en la zona, como la visita al cercano Monasterio 
                    de Poblet, un imponente testimonio de la historia de la región. 
                  El itinerario del Bosque Pintado de Poblet, 
                    que se inicia en el área recreativa de la Casa Forestal de 
                    Castellfollit, parte el sendero que conduce al bosque y que 
                    ofrece dos opciones para adaptarse a diferentes niveles de 
                    dificultad. Ambas rutas de senderismo están bien señalizadas 
                    y cuentan con plataformas que permiten apreciar las obras 
                    en su totalidad. 
                  La ruta corta, ideal para familias con niños 
                    pequeños, tiene una longitud de 3 kilómetros y es de tipo 
                    circular. A pesar de su accesibilidad, cuenta con un desnivel 
                    de 190 metros, lo que supone una ligera subida al inicio. 
                    Esta opción permite disfrutar de todas las pinturas de setas 
                    en los árboles sin necesidad de recorrer grandes distancias. 
                  Para quienes deseen una experiencia más completa, 
                    la ruta larga se extiende a lo largo de 6,5 kilómetros, también 
                    de forma circular. Este recorrido rodea toda la montaña y 
                    alcanza un desnivel de 391 metros, lo que la convierte en 
                    una opción de dificultad media. 
                  Además de disfrutar del paseo por el Bosque 
                    Pintado, la zona ofrece otras actividades que complementan 
                    esta salida familiar. Una visita al Real Monasterio de Santa 
                    María de Poblet, declarado Patrimonio de la Humanidad por 
                    la UNESCO, es una parada obligatoria para quienes deseen adentrarse 
                    en la historia y el arte de la región. El monasterio, fundado 
                    en el siglo XII, es un testimonio de la arquitectura cisterciense 
                    y ha sido un centro de espiritualidad y cultura durante siglos. 
                   
                    
                   
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                  Es difícil imaginar que haya quien no disfrute 
                    contemplando un bello paisaje natural en el Pirineo de Aragón, 
                    sin embargo seguro que todavía hay quien piensa que las más 
                    bonitas postales que dibujan estas montañas solo son aptas 
                    para deportistas o avezados senderistas. Pero se equivocan, 
                    pues son muchas las excursiones que se pueden hacer a lo largo 
                    de toda la cordillera sin fatigarse en exceso y que permiten 
                    conocer valles, picos, barrancos y municipios pintorescos 
                    del Alto Aragón.  
                  Los espectaculares pasos colgantes de Panticosa 
                    se sitúan en el congosto del río Caldares, en el valle de 
                    Tena, y conforman un recorrido de 800 metros que despierta 
                    el interés de personas de todas las edades. El camino es de 
                    aproximadamente una hora de duración y cuenta con un desnivel 
                    de 160 metros, lo que no impide subir a uno de los miradores 
                    con mejores vistas de Panticosa y alrededor: el O Calvé.  
                    
                  Las pasarelas ofrecen grandes vistas. En esta 
                    sección hablamos de ellas. 
                  En este mismo valle hay otras muchas opciones 
                    para los que buscan un paseo tranquilo y poco exigente. El 
                    sendero que va desde Biescas a la ermita de Santa Elena, la 
                    subida en tren desde Tramacastilla de Tena al ibón de las 
                    Paules o el paseo cruzando el bosque del Betato desde Pedrafita 
                    de Jaca, entre otras. 
                    
                  El sendero circular hacia las Gorgas del Alba 
                    en el valle del Benasque es perfecto para esta época del año, 
                    incluso para bien entrado el otoño. Su trazado es circular 
                    y se prolonga durante 2,5 km con un desnivel de poco más de 
                    100 metros en el marco del Parque Natural de Posets-Maladeta. 
                    Se cruzan, pastos, bosques y paisajes más rocosos donde se 
                    ofrece una detallada información botánica de las especies 
                    que van encontrándose en el camino. En la zona existen más 
                    alternativas para dejarse sorprender por la naturaleza sin 
                    gran esfuerzo físico, como el sendero desde Anciles hasta 
                    el embalse de Eriste o la ruta por el Congosto del Ventamillo. 
                    
                  El Cañón de Añisclo ss 
                    considerado uno de los rincones más bellos del Pirineo aragonés 
                    y, por tanto, una visita obligada para los amantes de la montaña. 
                    El cañón de Añisclo se encuentra muy cerca del municipio de 
                    Escalona, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. 
                    Entre las numerosas rutas que ofrece este paraje, destaca 
                    la de 2 kilómetros que se puede recorrer en menos de 2 horas 
                    sin muchas dificultades, pues el desnivel no supera los 150 
                    metros. Al ser circular, comienza hacia el puente de San Urbez 
                    y termina en el aparcamiento tras pasar por la ermita y por 
                    el molino de Aso. Este parque nacional cuenta con una amplia 
                    red de senderos y multitud de propuestas para contemplar su 
                    belleza sin mucho esfuerzo físico. La excursión a la Cola 
                    de Caballo de Ordesa es un clásico y dura tres horas, pero 
                    quien lo desee puede optar por darse la vuelta en la cascada 
                    d'Arripas o en las gradas de Suaso. 
                    
                  Una interesante propuesta es visitar los pueblos 
                    del valle de Chistau, un camino circular que une los tres 
                    pueblos del valle por un sendero corto y agradable. El sendero 
                    parte en Plan, llega a Gistaín y desciende hasta San Juan 
                    de Plan, coincidiendo con el camino a Viadós. Es de baja dificultad 
                    y se puede concluir en un par de horas solamente. Las vistas 
                    al valle son espectaculares. Una de las excursiones más populares 
                    de la zona es la que sube al ibón de Basa de la Mora desde 
                    el pueblo de Saravillo, que se puede realizar en vehículo 
                    hasta el refugio de Lavasar, haciendo un camino de ida y vuelta 
                    en menos de una hora. 
                    
                  Los llanos de San Indalecio, que rodean el Monasterio 
                    Nuevo de San Juan de la Peña cuentan con varios senderos de 
                    corto recorrido que ofrecen unas vistas privilegiadas del 
                    entorno de este paisaje protegido ubicado en la comarca de 
                    La Jacetania. Entre ellas, destaca una ruta circular que en 
                    poco menos de dos horas permite recorrer tres magníficos miradores: 
                    el de Santa Teresa, el de San Voto y el Balcón de los Pirineos. 
                    El entorno del valle del Aragón pone a disposición de los 
                    menos acostumbrados al senderismo muchos paseos para estar 
                    en contacto con la naturaleza. Así, por ejemplo, son sorprendentes 
                    los caminos que rodean el municipio de Jaca, ya sea el de 
                    los ríos o el de los miradores, perfectamente senalizados. 
                    Internarse en la Garcipollera desde Castiello de Jaca y acercarse 
                    hasta la ermita de Iguacel o recorrer Aguas Tuertas desde 
                    el aparcamiento de Guarrinza en el Parque Natural de los Valles 
                    Occidentales son otras interesantes excursiones. 
                    
                  En silencio y con los ojos bien abiertos hay 
                    que emprender la ruta ornitológica por el río Ésera en la 
                    que se pueden avistar distintas especies de aves mientras 
                    se recorren las orillas del río Ésera, en el valle del Noguera 
                    Ribagorzana. El itinerario, en la parte más oriental de Aragón, 
                    une los cascos urbanos de tres municipios ribagorzanos situados 
                    en la entrada al valle de Benasque: Castejón de Sos, Sesué 
                    y Villanova, albergando grandes valores naturales y paisajísticos 
                    en una caminata de poco más de dos horas. Si se visita la 
                    zona, es muy recomendable el paseo por la villa medieval de 
                    Montañana o por los alredores del embalse de Llauset, en concreto 
                    un recorrido circular desde el municipio de Betren. 
                    
                  
                  La barriada de Pelayo es un punto de partida 
                    de varias rutas senderistas en el entorno de Algeciras. Desde 
                    este lugar puedes poner rumbo al río de la Miel, pasear por 
                    la colada de la Costa entre Algeciras y Tarifa o la Garganta 
                    de Marchenilla, entre otros itinerarios. 
                  La colada de la costa es un sendero estrecho 
                    que aprovecha una vía pecuaria costera y atraviesa los acantilados 
                    del frente litoral entre Algeciras y Tarifa. A lo largo del 
                    trayecto es frecuente encontrar búnkeres, antiguos cuarteles 
                    de la Guardia Civil y otros edificios que, en su momento, 
                    tuvieron función de vigilancia y defensa del territorio. El 
                    camino comienza en Huerta Grande, en Pelayo, y pone rumbo 
                    hacia Tarifa, pasando también por Punta Carnero. Las impresionantes 
                    vistas del continente africano son el gran atractivo de estos 
                    16 kilómetros que transcurren entre paredes de acantilados 
                    y plataformas de abrasión en las zonas intermareales. 
                    
                  Allí comienza el ascenso hacia una explanada 
                    de la que parte un pequeño carril estrecho que nos lleva a 
                    atravesar un alcornocal. Una vez completada esta etapa, nos 
                    introducimos de lleno en la Garganta del Arroyo de Marchenilla. 
                    Las vistas espectaculares de esta ruta son un gran atractivo. 
                    El Estrecho de Gibraltar y la costa de África protagonizan 
                    una panorámica envidiable en medio de un entorno en el que 
                    puedes encontrarte rebaños de cabras, ovejas o vacas. Para 
                    llegar al río de la miel hay que descender por el bosque hasta 
                    un bosque galería, dejando atrás el Monte Comares y llegando 
                    a la Sierra del Bujeo. 
                  Algeciras, ciudad de tradición marinera, moderna 
                    y cosmopolita, es cuna del guitarrista flamenco Paco de Lucía. 
                    De gran riqueza botánica y faunística es el paraje de la Garganta 
                    o "canuto" del río de la Miel del parque natural de los Alcornocales, 
                    con la cascada de La Chorrera, molinos, o restos de calzada 
                    que se usaban como atajos para atravesar la sierra desde la 
                    Edad Media. Buena parte de los atractivos turísticos de Algeciras 
                    lo constituyen sus playas, entre las que destacan la del Rinconcillo 
                    que, situada en el interior de la Bahía a tres kilómetros. 
                    del casco urbano, se extiende hasta la desembocadura del río 
                    Palmones; la de San García y Getares, a cuatro kilómetros 
                    de la ciudad en dirección al faro de Punta Carnero. De hecho, 
                    resulta muy interesante la visita a la ensenada de Getares, 
                    valioso entorno natural y paisajístico constituido por unos 
                    atractivos acantilados y una espléndida playa, formada por 
                    los aportes del río Pícaro y los arroyos Marchenilla y del 
                    Lobo. La plaza Alta y el mercado de abastos son el centro 
                    social de la ciudad. La plaza Alta alberga importantes monumentos 
                    como la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Palma y 
                    la pequeña capilla de Nuestra Señora de Europa. 
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                  La provincia de Cádiz no deja de sorprender 
                    por su infinidad de lugares increíbles como parques naturales, 
                    playas salvajes, formaciones creadas por la naturaleza, patrimonio 
                    histórico, gastronomía y cultura. La mejor manera de conocerla 
                    es idearse un plan de ruta que contenga alguna de estas maravillas 
                    para disfrutar de un día especial. Que todos los caminos lleven 
                    al mar es una de las mejores cualidades del litoral gaditano. 
                    Ya sea en ciudades, pueblos, pinares o miradores. Recorrer 
                    lugares de gran riqueza paisajística llena el corazón del 
                    visitante y de los gaditanos que deciden sumergirse en las 
                    entrañas de esta tierra situada al sur de España.  
                  Una de las rutas con más encanto y más atractivas 
                    para practicarla durante el fin de semana es el sendero de 
                    la Torre del Tajo y los acantilados de Barbate. Este municipio 
                    cuenta con uno de los parques naturales más importantes de 
                    Cádiz, unas 5.000 hectáreas componen el Parque Natural de 
                    la Breña y las Marismas de Barbate. Esta riqueza natural no 
                    pasa desapercibida y son muchos los que se dirigen hacia este 
                    enclave para reconectar con sus emociones. A través de este 
                    mágico sendero descubrirás el encanto de un sinfín de ecosistemas 
                    como, por ejemplo, los impresionantes acantilados, su frondoso 
                    pinar, las marismas, dunas y el mar. Un camino por la naturaleza 
                    que te llevará a contemplar un paisaje de ensueño en el horizonte 
                    más azul de la costa de Cádiz. Para hacer este sendero se 
                    puede dejar el coche en el parking habilitado en el pinar 
                    (sendero de la Breña), desde el puerto de Barbate, el parking 
                    de la playa de la Hierbabuena o desde los Caños de Meca.  
                    
                  Torre del Tajo en Barbate. 
                  Esta sencillo sendero a través del pinar de 
                    la Breña te conducirá al mirador de la torre del Tajo, un 
                    punto estratégico de la costa de Cádiz desde donde podrás 
                    contemplar unas increíbles vistas al Atlántico más profundo. 
                    Más de cien metros de altura se alzan en este entorno otorgándole 
                    a los acantilados de Barbate el título del más notorio del 
                    Atlántico en Andalucía. La torre del Tajo, que se alza sobre 
                    este enclave, es una torre vigía del siglo XVI construida 
                    por aquel entonces para vigilar la costa de Cádiz junto al 
                    faro de Trafalgar.  
                  En la provincia de Cádiz, a unos pocos kilómetros 
                    de Alcalá de los Gazules y en el corazón del Parque Natural 
                    de los Alcornocales, se encuentra el camino de Valdeinfierno, 
                    una ruta de senderismo que, gracias a su corta duración y 
                    trazado accesible, se ha convertido en una opción destacada 
                    para familias y amantes de la naturaleza. 
                  Este recorrido, de aproximadamente 2 horas de 
                    duración, es perfecto para realizar con niños debido a sus 
                    condiciones de seguridad y fácil acceso, así como por el fascinante 
                    entorno natural que lo rodea. Con una longitud de alrededor 
                    de 4,6 kilómetros y un trazado circular, el sendero de Valdeinfierno 
                    es, además, una buena oportunidad para que personas de todas 
                    las edades puedan disfrutar de un día al aire libre en uno 
                    de los espacios naturales más emblemáticos de Andalucía. 
                    
                  El parque natural de los Alcornocales es la 
                    selva del sur de Europa. Miles y miles de alcornoques, quejigos 
                    y acebuches en el extremo meridional de la provincia de Cádriz. 
                  Ubicada en el entorno de Los Alcornocales, uno 
                    de los parques naturales más importantes de la región, este 
                    sendero permite a los excursionistas adentrarse en un área 
                    que alberga una amplia variedad de especies vegetales, entre 
                    las que destacan los alcornoques, los quejigos y el madroño. 
                    El Parque Natural de Los Alcornocales es considerado uno de 
                    los pulmones verdes de Andalucía, con más de 170.000 hectáreas 
                    de bosque mediterráneo. Dentro de este parque, el sendero 
                    de Valdeinfierno ofrece un vistazo único a un ecosistema poco 
                    común, especialmente por su diversidad de musgos, líquenes 
                    y helechos, que se benefician de la constante humedad en el 
                    aire. La singularidad del clima y las condiciones del parque 
                    permiten que los visitantes puedan disfrutar de una sensación 
                    de frescura y tranquilidad que difícilmente se encuentra en 
                    otras rutas de la provincia. 
                  El punto de partida se encuentra en el cerca 
                    de Los Barrios, este inicio permite a los excursionistas adentrarse 
                    en el bosque y disfrutar de un trazado diseñado accesible 
                    para todos los visitantes. 
                  La senda, de nivel fácil, cuenta con una señalización 
                    clara que guía a los visitantes durante todo el trayecto, 
                    además de disponer de paneles informativos en los que se explican 
                    aspectos del entorno natural, lo cual añade un valor educativo 
                    a la experiencia. Estos paneles permiten que los más jóvenes 
                    puedan conocer de primera mano la flora y fauna del lugar. 
                    Uno de los principales atractivos del sendero de Valdeinfierno 
                    es su diversidad paisajística, que se despliega a lo largo 
                    del recorrido. En ciertos puntos, el camino pasa por pequeños 
                    arroyos que forman charcas y zonas húmedas, enriqueciendo 
                    el paisaje y brindando la oportunidad de ver de cerca la fauna 
                    acuática y de ribera, como ranas y libélulas, especialmente 
                    durante la primavera. Además, los excursionistas podrán encontrar 
                    varios puentes de madera, que cruzan estos pequeños cursos 
                    de agua y añaden un toque pintoresco a la caminata. Otro de 
                    los aspectos más valorados por los visitantes es la posibilidad 
                    de disfrutar de varias vistas panorámicas a lo largo de la 
                    ruta, especialmente en los puntos más elevados.  
                    
                  Desde estos miradores, los caminantes pueden 
                    apreciar la majestuosidad de Los Alcornocales, con sus colinas 
                    y valles que se extienden hasta donde alcanza la vista. Este 
                    contraste entre las zonas de sombra, la vegetación exuberante 
                    y las amplias vistas al valle es uno de los elementos que 
                    hace del sendero de Valdeinfierno una experiencia única y 
                    gratificante, tanto para adultos como para niños. Para muchos, 
                    estas vistas se convierten en el escenario ideal para una 
                    pausa o incluso un pícnic, ya que los bancos y áreas de descanso 
                    instalados en ciertos tramos invitan a relajarse y disfrutar 
                    del paisaje. 
                  Cabe destacar que el sendero está gestionado 
                    por la Diputación de Cádiz, y su acceso es libre durante todo 
                    el año. Las autoridades locales, no obstante, recomiendan 
                    llevar calzado adecuado, agua suficiente y protección solar 
                    –especialmente necesaria en los meses de verano pero también 
                    en los días de sol y frío–. Asimismo, se sugiere a los visitantes 
                    respetar las normas de conservación del parque, evitando dejar 
                    residuos y permaneciendo en los caminos señalizados para minimizar 
                    el impacto sobre el entorno natural. 
                  Con su combinación de accesibilidad, riqueza 
                    natural y valor educativo, el sendero de Valdeinfierno se 
                    posiciona como una de las rutas de senderismo más recomendables 
                    de Cádiz para hacer con niños. 
                    
                  
                  Los Senderos de Cuento de Jabugo se han convertido 
                    en los últimos años en un gran atractivo turístico para amantes 
                    del senderismo, que acuden en familia a disfrutar de la naturaleza 
                    y de los cuentos de toda la vida. Si hay seres que amen la 
                    naturaleza, sin duda alguna, esos son los gnomos del bosque. 
                    Y el más fuerte de ellos no podía vivir en otro sitio que 
                    no fuese Jabugo. David el Gnomo ha situado su casita de madera 
                    en la Senda Fluvial entre Los Romeros y El Repilado. Se trata 
                    de una senda que transcurre por los márgenes del río Caliente, 
                    y que hace disfrutar a sus visitantes de los paisajes únicos 
                    de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, además de un característico 
                    bosque de ribera. 
                    
                  Una opción más para que los más peques disfruten 
                    de un día en el campo, que se suma a la de las casas de Los 
                    tres cerditos, la de El zapatero y los duendes, Los gnomos 
                    del bosque, Las ardillas del bosque o la de Pinocho y Gepetto. 
                    La casita de David el Gnomo se enclava sobre una piedra, en 
                    un punto del trayecto cercano a la aldea de El Repilado. Si 
                    te cruzas con él no dudará en proporcionarte sabios consejos 
                    para cuidar el entorno y respetar a la madre naturaleza. 
                    
                  
                  El escenario que rodea la vía verde de la Jara, 
                    Toledo, ya es interesante de por sí. Un proyecto de construcción 
                    de ferrocarril que nunca llegó a terminarse. Se dice que entre 
                    las razones se encontraba la guerra, la miseria y la despoblación 
                    de los pueblos hacia las ciudades. La encontrarás entre los 
                    Montes de Toledo y el macizo extremeño de Villuercas, y ha 
                    sido acondicionada para el uso turístico (senderismo, cicloturismo, 
                    etc). Tiene un total de 50 kilómetros aproximadamente, aunque 
                    los kilómetros accesibles se reducen a 20. De todas formas, 
                    estos 20 kilómetros que vamos a comentar son bastante sencillos, 
                    con dificultad mínima y donde las handbikes son más que bienvenidas 
                    y una muy buena opción. Es una vía verde por lo que va ligada 
                    con el desarrollo rural sostenible, el medioambiente, el ocio 
                    y el turismo para todos. 
                    
                  Apeadero de Aldeanueva de Barbarroya y uno de 
                    los túneles por los que discurre la Vía Verde de la Jara. 
                   El recorrido comienza en la estación de Calera 
                    y Chozas (Toledo), llegando en coche y aparcando en un parking. 
                    Allí comienza un tramo de 20 kilómetros donde las vías del 
                    tren, túneles, ríos, bosques, viaductos y estaciones se van 
                    abriendo paso. Quizás, la primera etapa (hasta cruzar la carretera) 
                    es algo más complicada dado la presencia de varias rampas 
                    pero, una vez hemos cruzado la carretera, el camino es muy 
                    agradable, llano y lleno de sorpresas como las vistas impresionantes 
                    al río Tajo. Para recorrer estos 20 kilómetros no es necesario 
                    un gran esfuerzo, está alejado de las carreteras, no pueden 
                    pasar vehículos a motor y, al estar en un antiguo trazado 
                    ferroviario, es más fácil garantizar la accesibilidad universal. 
                    
                    
                  El bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal sorprende 
                    a todos con una pasarela de madera que permite adentrarse 
                    todo lo posible para poder sentir el espacio al máximo. La 
                    verdad es que sin la pasarela construida sería del todo imposible 
                    poder contemplar la belleza de los árboles, ya que el terreno 
                    y la orografía del lugar son bastante complicados. Se trata 
                    de una pasarela de tan solo 200 metros pero la recomiendo 
                    totalmente ya que la inmersión y conexión con el lugar es 
                    muy alta y es realmente preciosa. Si quizás te has quedado 
                    con ganas de más, a tan solo 1 hora en coche encontramos el 
                    pueblo de Ramales de la Victoria, también en Cantabria. Desde 
                    el Parque de Cubillas y su área recreativa sale una ruta circular 
                    de unos 2,8Km que es totalmente llana y que pasa por una paseo 
                    que es senda fluvial, puentes de madera y el río Asón. Desde 
                    mi punto de vista, lo mejor de todo es que aún puedes seguir 
                    descubriendo la zona ya que todavía guarda muchos planes. 
                    En este caso no te proponemos más rutas pero si acercarte 
                    hasta las emblemáticas cuevas de Covalanas y Cullalvera, con 
                    pinturas rupestres paleolíticas y descubiertas hace muy poco, 
                    en 1903. 
                    
                    
                  La vía verde de la Terra Alta, Cataluña, permite 
                    recorrer los parajes en torno a la sierra de Pandols y el 
                    Parque Natural des Ports. Es una ruta de unos 23 km con la 
                    que descubrir antiguos viaductos, miradores, túneles, bosques 
                    de pinos, estaciones y ríos como el río Algars o el Ebro. 
                    La historia que hay detrás es la del tramo del antiguo ferrocarril 
                    entre La Puebla de Híjar (Aragón) y Tortosa (Cataluña) y comienza 
                    en la estación de Arnés-Lledó. Es un camino en bajada y que 
                    también te permite descubrir un poco de historia. Desde la 
                    propia vía se puede ver la ermita de Santa Pau, el convento 
                    de Sant Salvador y la ermita de Sant Josep de Bot.  
                    
                  Y de Cataluña nos trasladamos a Madrid para 
                    poder conocer un poco más la sencilla y a su vez bonita vía 
                    verde del Tajuña, en la Comunidad de Madrid. Tiene una longitud 
                    total de 49 km y es muy fácil de encontrar, ya que está asfaltada 
                    de color rojo-rosa oscuro. La vía comienza en Arganda del 
                    Rey y finaliza en Ambite, pasando por varias poblaciones como 
                    Morata, Tajuña, Perales, Tielmes o Orusco. Hablamos también 
                    de una antigua vía que quedó en desuso y a la mitad (pretendía 
                    llegar desde Madrid a Aragón), se dice incluso que el tren 
                    que pasaba por Arganda era lento, pitaba mucho y que era de 
                    vocación agrícola. Es un camino muy ameno entre poblaciones, 
                    pasajes agrícolas, antiguas estaciones, algún que otro olivo, 
                    ermitas, puentes y muchas arboledas. 
                    
                  Como curiosidad, son varias las personas que 
                    afirman que la mejor parte de la ruta es el kilómetro 47 ya 
                    que pasa por una antigua estación que se ha convertido en 
                    una piscina municipal exterior. Puede resultar la parada perfecta 
                    pues está adaptada y pensada para todos (tiene un elevador), 
                    aunque lo cierto es que en cualquiera de sus kilómetros podrás 
                    disfrutar del entorno y podrás descansar, ya que a lo largo 
                    de toda la ruta hay varias zonas de descanso habilitadas. 
                    Por último, no hace falta completarla de golpe ya que también 
                    se puede hacer por tramos, poco a poco y disfrutando de todo 
                    lo que esta zona minera, industrial y agrícola ofrece. Es 
                    perfecta para hacer senderismo, ciclismo o simplemente salir 
                    a conocer nuevos rincones que te sorprenderán seguro. 
                    
                  La vía verde de la Sierra, Andalucía, es el 
                    recorrido perfecto para poder conocer en profundidad un poco 
                    más de la sierra de Cádiz y la sierra Sur de Sevilla. Son 
                    36 kilometros de principio a fin, 4 viaductos por los que 
                    cruzar, 30 túneles y varios tramos donde el tipo de pavimento 
                    es o bien zahorra o asfalto. Todos son aptos para poder ir 
                    en silla de ruedas pero quizás el primer tramo, el que enlaza 
                    la estación de Puerto Serrano con Junta de los ríos, es el 
                    que menos ya que tiene alguna pendiente pronunciada a lo largo 
                    del tramo.  
                    
                  El resto de tramos (5 en total) son totalmente 
                    accesibles para sillas de ruedas y son pura naturaleza. La 
                    zona comprende lo que antiguamente era el trazado ferroviario 
                    de Jerez a Almargen, así como mucha sombra, un bosque mediterráneo 
                    y varias estaciones de tren que se han recuperado y ahora 
                    son restaurantes y hoteles con mucho encanto. 
                    
                    
                  Las marismas de Urdaibai son una verdadera joya 
                    escondida en el País Vasco. Comienza en Gernika y te lleva 
                    a través de las marismas de Urdaibai, espacio natural declarado 
                    Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Las pasarelas de madera 
                    serpenteantes te guiarán a través de este ecosistema, donde 
                    podrás observar aves acuáticas, plantas únicas y paisajes 
                    tranquilos. A medida que avanzas, disfrutarás de vistas impresionantes 
                    de los montes vascos y la costa del Golfo de Vizcaya. Tras 
                    finalizar el recorrido, nada mejor que descansar en una encantadora 
                    casa rural. Te recomendamos alojarte en Elizetxe, situado 
                    en Errigoiti, a pocos kilómetros de Gernika. Este alojamiento 
                    es ideal para relajarte después de tu caminata y ofrece un 
                    ambiente acogedor y rústico. Disfruta de la tranquilidad del 
                    entorno natural y la hospitalidad vasca. 
                    
                    
                  ¿Eres fanático de la literatura clásica? Entonces, 
                    la Ruta de los Molinos de Consuegra te llevará a un lugar 
                    que es inseparable de la historia de Don Quijote. En Consuegra, 
                    verás los icónicos molinos de viento que Cervantes inmortalizó 
                    en su obra maestra. Camina por los campos dorados de La Mancha, 
                    disfrutando de las vistas panorámicas de los molinos y el 
                    castillo de Consuegra en la distancia. Para una estancia cómoda 
                    y acogedora en Consuegra, te recomendamos los Apartamentos 
                    Turísticos OnceMolinos.  
                    
                  Alojamiento completamente equipado y que ofrece 
                    comodidades modernas en un entorno tradicional. 
                    
                    
                  Si estás buscando una experiencia de senderismo 
                    única, El Ventanón – Ojo Guareña (Burgos) comienza el recorrido 
                    en el aparcamiento de la Ermita de San Bernabé, desde el que 
                    podrás visitar la ermita y la Cueva Palomera. Pero la joya 
                    de la corona es El Ventanón, una impresionante abertura natural 
                    que te dejará sin palabras. Para disfrutar al máximo de la 
                    experiencia, puedes alojarte en Camino El Bernacho, un alojamiento 
                    rural en Espinosa de los Monteros que te permitirá sumergirte 
                    en la historia de esta región. Sus habitaciones cómodas y 
                    su ambiente acogedor te ayudarán a relajarte después de un 
                    día de caminata. 
                    
                    
                  El Lago de Sanabria, en Zamora, es el lago glaciar 
                    más grande de la Península Ibérica y un destino de asombrosa 
                    belleza natural. Este recorrido circular alrededor del lago 
                    te llevará a través de bosques de robles, ofreciendo vistas 
                    serenas y la oportunidad de disfrutar de un picnic en sus 
                    orillas. Durante tu caminata, podrás apreciar los reflejos 
                    del paisaje en las aguas cristalinas del lago. Para una experiencia 
                    auténtica en la zona, te sugerimos alojarte en Casa A Devesa 
                    de Sanabria en Remesal. Este alojamiento rural te brinda una 
                    sensación hogareña en medio de un entorno natural impresionante. 
                    Cada una de estos recorridos ofrece una experiencia única 
                    y una oportunidad para conectar con la naturaleza de una manera 
                    relajada y enriquecedora. Así que, cuando estés listo para 
                    una escapada tranquila, ponte las botas de senderismo y disfruta 
                    de estas maravillosas rutas.  
                    
                  
                  Más allá de sus impresionantes y turísticas 
                    playas, Valencia cuenta con hermoso interior donde bellos 
                    pueblos y parajes de ensueño inundan el territorio. Así, son 
                    muchos los rincones y secretos que esconden, los cuales se 
                    pueden descubrir gracias a la cantidad de senderos que los 
                    recorren. La gran mayoría de ellos son perfectos para disfrutar 
                    en familia o con amigos. De esta forma, hemos seleccionado 
                    cinco rutas de senderismo que son imprescindibles en la provincia 
                    y que son perfectas para hacer con los más pequeños. 
                  A la ribera del río Buñol, la ruta de los molinos 
                    es una de las más bonitas de Valencia. A lo largo de poco 
                    más de tres kilómetros, en sentido ida y vuelta, azudes, molinos 
                    y una vegetación de gran belleza inundan el recorrido dando 
                    lugar a un paisaje de lo más pintoresco. Igualmente, es perfecto 
                    para que los más pequeños conozcan lo que es un molino y como 
                    funcionaban durante el siglo XIX. Además, cuenta con una zona 
                    recreativa donde poder descansar escuchando el rumor incesante 
                    del agua. 
                    
                  Desde el punto de inicio de la ruta del agua, 
                    en el pueblo de Buñol desde el Parque de San Luis, accederemos 
                    al paseo del parque fluvial, el cual nos dirige hacia el Molino 
                    de Galán donde se puede ver una gran chimenea recuerdo de 
                    la industria papelera de Buñol. Siguiendo el las marcas que 
                    encontramos por el camino llegamos a la Cueva de Turche, un 
                    paraje natural con una gran belleza. En épocas de lluvia desde 
                    lo alto de la gran pared de roca se precipita una caída de 
                    agua de 60 metros sobre un lago. Además podrás descansar en 
                    la pequeña playa fluvial, y a la vez disfrutar de uno de los 
                    mejores puntos de baño que hay en la ruta. Otro de los puntos 
                    emblemáticos que encontraremos siguiendo las marcas que hay 
                    por el camino, es el Mirador de la Cueva del Turche, un lugar 
                    con unas vistas privilegiadas en el que se puede disfrutar 
                    de unas panorámicas de todo el entorno natural típico de Buñol 
                    característico de las zonas de ríos mediterráneos. Por útlimo, 
                    el enclave del Charco de Mañán o de las Palomas, un paraje 
                    de gran belleza en el que podrás disfrutar de un baño. Aquí 
                    podrás ver la Cueva de las Palomas, la cual se formó por la 
                    erosión del río Juanes, por ella se precipita el agua hasta 
                    la gran poza formando una cortina de agua que crea un lugar 
                    íncreible para disfrutar de una zona de baño inmejorable. 
                    
                  La ruta del agua en Chelva es uno de los mejores 
                    senderos para hacer acompañados de los más pequeños. Se trata 
                    de un sencillo camino que discurre a la par del río que se 
                    tarda en completar en apenas una hora. Es perfecto para disfrutar 
                    en cualquier época del año, aunque quizá es preferible durante 
                    los meses de primavera y verano para contemplar todo el entorno 
                    en su mayor esplendor. Igualmente, los niños quedarán asombrados 
                    con el túnel que se debe de cruzar, para el que hay que llevar 
                    linterna. Toda una aventura que no olvidarán nunca. 
                    
                  La ruta, que se inicia en la Plaza Mayor de 
                    Chelva, es un recorrido guiado por señales y paneles informativos 
                    que facilitan el recorrido. Cabe decir que se puede iniciar 
                    también este recorrido desde Calles. Esta iniciativa, promovida 
                    por el ayuntamiento de Chelva en colaboración con la Agencia 
                    Valenciana de Turismo, discurre por el centro histórico de 
                    la localidad valenciana y por parajes singulares del río de 
                    Chelva. Una ruta que os encantará, donde se mezcla cultura 
                    histórica y naturaleza. Durante el recorrido podréis visitar 
                    el Barrio Árabe de Benacacira, construido en el siglo XI sobre 
                    un promontorio. La medina musulmana que se halla en el barrio 
                    conserva en la actualidad su trazado urbano intacto, todo 
                    un lujo. Paseando por sus callejones, el susurro del agua 
                    y la blancura de sus casas, os evocarán a las raíces históricas 
                    de esta villa para transportaros a este lugar. En el centro 
                    del barrio se alza la bella Ermita de la Soledad, que data 
                    del siglo XVII, construida sobre la que fue la primera mezquita 
                    musulmana del lugar. 
                    
                  La localidad ofrece una interesante ruta por 
                    las 4 ermitas de la zona. 
                  Sin salir de la ciudad y a otro extremo, se 
                    sitúa el Barrio Judío del Azoque, donde la aljama judía permanece 
                    intacta en su trazado y ambiente, recogida y cerrada al exterior 
                    a través de sus callejones estrechos y soportales, como el 
                    de la Parra, Camote o la antigua Cuesta del Onsal, ahora llamada 
                    Cuesta de misa. Muy cerca se encuentra el Barrio Morisco del 
                    Arrabal, de origen mudéjar. El Arrabal surge a partir del 
                    siglo XIV, extramuros, con un trazado sinuoso y descendente. 
                    Actualmente conserva tres de las muchas joyas arquitectónicas 
                    del municipio: la Ermita de Sta. Cruz, antigua mezquita del 
                    arrabal de Benaeça (s. XIV), que ha mantenido su estructura 
                    interna original; la Ermita barroca de los Desamparados (s. 
                    XVII), y el Consejo de la Villa o Antiguo Ayuntamiento, (s. 
                    XVI), situado en la plaza del Arrabal, centro histórico neurálgico 
                    de la Villa, lugar de mercado y punto de encuentro de la vida 
                    medieval, del barrio morisco y los barrios judío y cristiano. 
                  Por último, dentro de la villa, tenemos el precioso 
                    Barrio Cristiano Medieval, un barrio construido después de 
                    la conquista de Jaume I. Algunos de estos barrios, como Murtera, 
                    Ollerías o Moreras, crecieron en torno al barrio de árabe 
                    de Benacacira y el palacio, orientados hacia el río y ampliándose 
                    la muralla para ir acogiendo las nuevas disposiciones y que 
                    no se quedaran extramuros.  
                    
                  Peña Cortada desde Chelva es otra ruta corta 
                    para niños. Para llegar al inicio de la ruta corta al acueducto 
                    de Peña Cortada, ir por la CV-35 (dirección Ademuz). Tomar 
                    la primera salida (Centro de conservación / Camino de servicio) 
                    en la rotonda antes de entrar al pueblo. Continuar por la 
                    pista de tierra. Pasar La Torrecilla y seguir el Camino de 
                    Chelva girando a la derecha. En la explanada dejar el coche. 
                    Otra posibilidad es ir desde Chelva hacia la CV-346. Pasar 
                    la plaza de toros y girar a la derecha en el desvío Peña Cortada 
                    / La Torrecilla. Seguir por la pista hasta la explanada. 
                    
                  La ruta satarenya es una de las varias rutas 
                    que se pueden hacer por la zona de Náquera, en un paraje que 
                    combina una impresionante vegetación con el relieve arcilloso 
                    propio de la zona, la torre defensiva de Satarenya y el Castillo 
                    de Serra se alzan como punto de vigilancia de toda la zona. 
                    El entorno conforma una pintoresca ruta ideal para hacer con 
                    niños. Se trata de un sendero circular de poco más de tres 
                    kilómetros donde se pueden contemplar construcciones relacionadas 
                    con el agua y una rica biodiversidad donde destaca la variedad 
                    de flora. El punto de salida de la ruta lo marca un panel 
                    indicativo ubicado en el paseo de Las Delicias, en la carretera 
                    de Náquera a Serra. Ojo porque es fácil pasarse de largo. 
                    En este punto se puede dejar algún coche, pero no hay mucho 
                    espacio, así que a lo mejor te toca aparcar por las calles 
                    cercanas.  
                  Esta ruta circular es de aproximadamente 3,3 
                    kilómetros, el primer tramo discurre por un barranco, donde 
                    encontramos diferentes construcciones relacionadas con el 
                    agua. A unos 200 metros se encuentra el puente de Peucal, 
                    que permite el acceso desde la carretera a la urbanización 
                    del mismo nombre. Este primer tramo no nos gustó, debido principalmente 
                    a la abundante presencia de suciedad y basura (plásticos, 
                    botellas, envoltorios, trapos…), por lo que podría empezarse 
                    la ruta en el mismo puente, además, al estar al lado de la 
                    urbanización es fácil encontrar aparcamiento. El recorrido 
                    está señalizado, pero en la parte que discurre por la urbanización, 
                    tendremos que estar atentos a las indicaciones de la ruta, 
                    pues es fácil equivocarse al principio y tomar la calle equivocada. 
                    Al abandonar la parte urbanizada cruzaremos un pontezuelo 
                    a mano izquierda y seguiremos la pista paralela al barranco 
                    de Satarenya, que constituye sin duda la parte de la ruta 
                    más bonita, con tramos de gran belleza por los almendros en 
                    flor (final de invierno-primavera). Además podemos encontrar 
                    pino carrasco y sotobosque típico mediterráneo. 
                    
                  Desde el corazón de la Sierra Calderona, el 
                    municipio valenciano de Náquera, ubicado a 212 metros sobre 
                    el nivel de mar y a tan solo 24 kilómetros de Valencia, se 
                    ha convertido en un lugar idóneo para la práctica de actividades 
                    deportivas al aire libre, como el senderismo, el ciclismo, 
                    el motociclismo o la equitación. Como en todos los lugares, 
                    Náquera tiene rincones naturales que merece la pena descubrir 
                    a través de sus rutas senderistas. La ruta del Salt es una 
                    de las más concurridas, sobre todo en épocas de lluvia. En 
                    ella se puede encontrar un salto de agua que aparece en el 
                    curso del 'Barranc del Salt', a la altura del sinclinal del 
                    Salt, un gran pliegue rocoso de origen natural formado por 
                    materiales calizas en forma de 'U'. 
                  Un recorrido de 10'53 kilómetros que podrás 
                    recorrer en poco más de 3 horas. La ruta inicia en la Plaza 
                    del Ayuntamiento de Náquera, desde donde hay que caminar por 
                    la Plaza de la Fuente hasta la calle de l'horta y desde allí 
                    a la Plaza Manuel Navarro. Tomando el camino de la derecha 
                    se llega a la Plaza Cronista Emilio Lluch, donde se vuelve 
                    a tomar la calle de la derecha hasta la carretera. Una vez 
                    cruzada, hay que tomar la calle del Salt hasta el cruce con 
                    el PR-CV-329. 
                    
                  En este punto se abandona el casco urbano para 
                    entrar en la montaña del Pinar, donde cruzarás el Barranco 
                    de Náquera y tomarás la pista forestal. Hay que tomar la pista 
                    hasta llegar a la entrada al 'Camí Fondo'. Tomando la pista 
                    a mano izquierda llegarás al 'Barranc de l'Arquet', junto 
                    a una zona de recreo. 
                    
                  Muy cerca de Valencia, el Puntal del Llops se 
                    alza como uno de los lugares más especiales de la provincia 
                    gracias a la increíble fortaleza que alberga. Este paraje 
                    ofrece una impresionante y didáctica ruta que da a conocer 
                    la historia de los que allí vivieron a la par de disfrutar 
                    de un hermoso entorno. Parte desde el aparcamiento del cementerio 
                    de Olocau, en una senda totalmente señalizada y que alberga 
                    paneles explicativos. Una vez en la cima, las vistas que ofrece 
                    son impresionantes, pues permiten contemplar todo el Camp 
                    del Túria, l’Horta de València y el litoral. 
                  El Poblado ibérico del Puntal dels Llops es 
                    un asentamiento del siglo v a. C. ubicado en una de las estribaciones 
                    meridionales de la Sierra Calderona. Está situado en el término 
                    municipal de Olocau (Comunidad Valenciana, España), en la 
                    cumbre de un promontorio a 427 m sobre el nivel del mar y 
                    a más de 150 m sobre el llano, con amplia visibilidad sobre 
                    el territorio del Campo de Turia y el corredor del Barranco 
                    del Carraixet que da paso al norte.  
                    
                  El asentamiento ostenta una muralla y una torre 
                    que lo definen como una pequeña fortaleza de 960 metros cuadrados. 
                    Junto a otras similares formó parte del sistema defensivo 
                    y de vigilancia del territorio de la ciudad de Edeta (edetanos) 
                    y está considerado uno de los mejores ejemplos de atalaya 
                    de época ibérica. La estructura interna del poblado es sencilla 
                    y funcional: se trata de un conjunto de 17 habitaciones que 
                    se abren a una calle central que recorre longitudinalmente 
                    todo el asentamiento. 
                    
                  No podía faltar el Parque Natural de la Albufera. 
                    Este es ideal para hacer todo tipo de actividades, ya sea 
                    dar un paseo en barca, observar aves en el Centro de Información 
                    Racó de l’Olla o practicar el senderismo. Son numerosas las 
                    rutas que ofrece, siendo en su mayoría aptas para todo tipo 
                    de públicos. Todos estos caminos permiten conocer los rincones 
                    más mágicos y secretos de este bello paraje, la ruta histórica 
                    por la Gola del Pujol, la ruta botánica y el itinerario de 
                    los sentidos. 
                    
                  Se encuentra a sólo 10 km de la ciudad. Naturaleza 
                    en estado puro, atardeceres de ensueño, paseos en barca y 
                    desconexión en mayúsculas. Como un oasis urbano rodeado de 
                    arrozales y bosque: eso es el Parque Natural de L'Albufera 
                    para todo el que la conoce. Visítala si quieres entender el 
                    origen de la gastronomía valenciana, porque ¿Puede haber un 
                    motivo mejor para visitarla que saber que es justo el lugar 
                    donde se inventó la paella? Acércate al poblado de El Palmar 
                    y degusta sus platos típicos. Prueba el all-i-pebre o la llisa 
                    adobada y siente una nueva forma de entender la comida: disfrutando 
                    y comprendiendo también su origen. Da un paseo por alguno 
                    de los seis itinerarios señalizados del parque natural. Descubre 
                    todas las aves acuáticas, la vegetación y vive como un auténtico 
                    pescador de la zona en el lago más grande de España. Querrás 
                    repetir. 
                  Sumergirse en una de sus puestas de sol es tan 
                    sencillo como realizar un paseo en barca por la laguna coincidiendo 
                    con la hora mágica. Para vivirla desde tierra basta con coger 
                    sitio en el mirador de la Gola del Pujol. Situado en la carretera 
                    CV-500 por la que se accede a la Albufera desde València, 
                    este embarcadero ofrece una de las mejores panorámicas sobre 
                    el agua. Podría resultar tentador hacerse fuerte en él para 
                    asegurarse primera fila en el espectáculo. Pero desde el agua 
                    es un aliciente. 
                  Desde nuestro canal de Youtube, con los amigos 
                    de Natura Albufera. 
                    
                  El origen del lago de la Albufera se remonta 
                    a comienzos del Pleistoceno. Su formación es el resultado 
                    del cierre de una antigua bahía (formada como consecuencia 
                    del hundimiento de la llanura valenciana) por un amplio cordón 
                    litoral entre los ríos Júcar y Turia, es decir, entre Valencia 
                    y Cullera (unos 30 km). La separación definitiva entre la 
                    Albufera y el mar se dio durante la época romana. Entonces 
                    la superficie del lago era mucho mayor (en torno a 30.000 
                    ha) pero con el paso de los años y debido al interés en obtener 
                    nuevas zonas de cultivo (especialmente de arroz) sumado al 
                    efecto de la colmatación (consistente en una acumulación progresiva 
                    de sedimentos) se ha ido disminuyendo de tamaño hasta las 
                    2800 ha actuales. 
                    
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