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9 - Septiembre - 2025
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Cartas

Carta de Jourdon Anderson: un esclavo liberado le escribe a su antiguo amo:

Dayton, Ohio, 7 de agosto de 1865 A mi antiguo amo, coronel P. H. Anderson, Big Spring, Tennessee.

Señor:

Recibí su carta, y me alegró saber que no ha olvidado a Jourdon y que desea que vuelva a vivir con usted, con la promesa de hacer más por mí que cualquier otra persona. Últimamente me he sentido preocupado por usted; pensé que los yanquis lo habían colgado hace tiempo por albergar a los rebeldes que encontraron en su casa. Supongo que nunca se enteraron de su visita al coronel Martin, cuyo fin era matar al soldado de la Unión que había sido abandonado por su compañía en su establo. Aunque usted me disparó dos veces antes de mi partida, no quería que usted saliera herido, y me alegra saber que sigue vivo. Me hubiera gustado volver al viejo y querido hogar, y ver a la señorita Mary, a la señorita Martha y a Allen, Esther, Green y Lee. Dígales a todos que los aprecio y que espero que nos encontremos en un mundo mejor si no lo hacemos en este. Hubiera regresado a verlos a todos ustedes cuando trabajaba en el hospital de Nashville, pero uno de los vecinos me contó que Henry quería dispararme si alguna vez tenía la oportunidad.

Quiero saber específicamente cuál es la buena oportunidad que usted me ofrece. Aquí me va relativamente bien. Recibo $ 25 al mes, además de víveres y vestimenta; tengo una casa cómoda para Mandy (la gente la llama Sra. Anderson) y los niños, Milly, Jane y Grundy, van a la escuela y aprenden bastante. El maestro dice que Grundy tiene talento para ser predicador. Ellos van a la escuela dominical; Mandy y yo asistimos regularmente a la iglesia. Nos tratan con amabilidad. Algunas veces escuchamos que otros dicen: “esa gente de color era esclava en Tennessee”. A los niños les duele escucharlo, pero les digo que en Tennessee no era una desgracia pertenecer al coronel Anderson. Muchos negritos estarían orgullosos, como yo lo estaba, de llamarlo “amo”. Ahora bien, si usted escribe y me dice qué sueldo me ofrecería, yo podría decidir si me conviene regresar.

En cuanto a la libertad, que usted dice que puedo obtener, no hay nada que me beneficie al respecto, puesto que obtuve mis papeles de libertad en 1864 de parte del Jefe del Cuerpo de la Policía Militar del departamento de Nashville. Mandy dice que le daría miedo regresar sin ninguna prueba de que usted está dispuesto a tratarnos con justicia y amabilidad; así que hemos decidido solicitar como prueba de su sinceridad que nos envíe nuestro sueldo por el tiempo que estuvimos a su servicio. Esto nos permitiría olvidar y saldar viejas cuentas, y confiar en su justicia y amistad en el futuro. Le serví fielmente durante treinta y dos años, y Mandy durante veinte años; Calculando $25 al mes para mí y $2 a la semana para Mandy, nuestro monto sería de $11,680. Súmele a eso los intereses por el tiempo en que nuestro sueldo ha estado retenido y reste lo que ha pagado por nuestra vestimenta, tres consultas médicas mías y la extracción de un diente de Mandy; el saldo mostrará lo que por justicia nos corresponde. Envíe, por favor, el dinero a través de Adams Express, a la atención del Sr. V. Winters, Dayton, Ohio. Si no cumple con el pago por nuestro fiel trabajo en el pasado, no podemos confiar mucho en sus promesas respecto al futuro. Confiamos en que el Creador haya abierto sus ojos sobre los errores que usted y sus padres cometieron conmigo y mis padres, al hacernos trabajar duramente para ustedes por generaciones sin remuneración. Aquí recibo mi sueldo cada sábado en la noche, pero en Tennessee los negros nunca tuvimos un día de pago como si fuéramos vacas o caballos. Sin duda llegará el día del juicio para aquellos que robaron el sueldo a sus trabajadores.

En la respuesta a mi carta, por favor indique si habría alguna seguridad para mis hijas, Milly y Jane, que ya son mayores y atractivas. Ya sabe cómo les fue a las pobres Matilda y Catherine. Preferiría quedarme aquí y morir de hambre, si fuera necesario, antes que exponer a mis hijas a la vergüenza de la violencia y maldad de sus jóvenes amos. Asimismo, indique si hay escuelas para niños de color en su vecindario. El mayor deseo de mi vida ahora es darles una educación a mis hijos y permitirles que adquieran comportamientos virtuosos.

Su antiguo sirviente, Jourdon Anderson.

P.D. Saludos a George Carter, ofrézcale mis agradecimientos por quitarle la pistola cuando me estaba disparando.

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La esclavitud fue uno de los fenómenos más inhumanos ocurridos a lo largo del periodo colonial, del cual, pese a que todos sabemos que fue algo que ocurrió, se suele desconocer muchos de los detalles alrededor de este fenómeno. En esta publicación, trataré de profundizar un poco sobre un aspecto en particular de este fenómeno: la venta de esclavos. En una publicación anterior, se habló de las maneras en las que era posible que los esclavos alcanzaran la libertad, mostrando el ejemplo ocurrido en Tegucigalpa con el reclamo de Nicolasa Morillo, una liberta que exigió la libertad de su hija Eufemia. Hoy se expondrá otro lado de la esclavitud y para ello, se mostrarán dos ejemplos ocurridos en Honduras, no sin antes hacer un breve repaso de los detalles concernientes al comercio y venta de esclavos en Honduras. Con el descubrimiento y la conquista de América, se abrieron las puertas al Imperio Español para poseer incontables tierras llenas de materias primas y metales preciosos. Sin embargo, con la mera migración de colonos no iba a ser posible explotar estos recursos, por lo que se requería de una vasta suma de mano de obra esclava para poder extraer el máximo beneficio. En los inicios de la conquista, los esclavos eran en su mayoría indígenas, a quienes se les capturaba para venderlos en los poblados con mayor necesidad de mano de obra. Esto pronto se convirtió en uno de los negocios más lucrativos en las primeras décadas de la conquista, junto a la extracción del oro y la plata, también utilizando mano de obra esclava indígena. La esclavitud indígena se mantuvo hasta que, en 1542, la corona, bajo la presión y los reclamos del fray Bartolomé de las Casas, emitió las Leyes Nuevas. Debido a las denuncias sobre el despoblamiento de indígenas en el Nuevo Mundo y los malos tratos, con esta legislación se prohibió en teoría la esclavización de los indígenas, pero en la práctica tardó un tiempo en ser acatada. En Centroamérica, estas medidas en un primer momento no fueron bien recibidas, y hubo un gran descontento y desobediencia por parte de los encomenderos y traficantes de esclavos, quienes eran los más afectados por dicha legislación. Eventualmente, las leyes se fueron implementando y, como consecuencia, llevó a la necesidad de importar más mano de obra esclava en forma de esclavos negros traídos desde África.

Pásate por Intro >> Resumen temático >> Honduras.

La necesidad de esclavos en todas las colonias americanas dio lugar al mercado de trata de personas más grande de la historia, conocido como el "Comercio Transatlántico de Esclavos", en el cual se trasladó a millones de personas hacia América desde las factorías portuguesas, británicas y francesas en África. En el caso de España, su principal socio de negocios en el comercio de esclavos fue Portugal, y era común que se les concedieran asientos (licencias) a comerciantes portugueses u otros extranjeros para el tráfico de esclavos, para así poder suplir la demanda de mano de obra. Otra manera en la que se introducían esclavos al continente era mediante el contrabando, ya que las colonias españolas por mucho tiempo tuvieron prohibido comerciar con naciones extranjeras, algo que fue aprovechado por navíos británicos, franceses y neerlandeses para introducir mercaderías y esclavos ilegalmente, con la complicidad de las autoridades coloniales. A los primeros esclavos en llegar a América se les denominó esclavos "bozales", para indicar que eran extranjeros (es decir, originarios de África), que no hablaban español, no estaban cristianizados y que no conocían las costumbres españolas. Muchos de estos esclavos provenían de las costas del África Subsahariana. Generalmente, en la documentación de la época se hacía mención del lugar del cual provenían (ya sea el lugar de origen real del esclavo o el puerto del cual fueron exportados) o de la "nación" a la que pertenecían. Por ejemplo, se les daban denominaciones como yolefes, mandingos, mozambiques, fulos, guinea, bran, congos, angola, etc., para diferenciar a los esclavos africanos en base a su etnia y lugar de procedencia. Con el paso de los años y debido al mestizaje, comenzaron a surgir nuevas formas de denominar a los esclavos. Por ejemplo, a los esclavos negros originarios de África que aprendían el español, habían sido cristianizados y adoptaban las costumbres españolas, se les llamaba "ladinos". Otro caso era el de los esclavos negros que nacieron en América, hablaban el español y tenían las mismas costumbres y religión, a ellos se les llamaba "criollos". En los casos de mestizaje, a los esclavos que provenían de ello se les denominaba "mulatos", y a estos se les determinaba con más precisión en base a su color de piel, adjudicándoles adjetivos como "prieto", "trigueño", "pardo", "cocho", "tinto", "loro", "blanquísimo", etc. Estas denominaciones podían incidir en su valor al momento de ser vendidos.

El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández recibió el pasado año una condena de 45 años de prisión por delitos de narcotráfico.

En Honduras, a diferencia de los casos de Perú o Cuba, no tuvo un mercado esclavista grande, dado que la región no era tan económicamente importante y, por ende, no había una fuerte necesidad de mano de obra esclava. Esto llevó a que para el siglo XVII, la gran mayoría de los esclavos en Honduras fueran "mulatos criollos", es decir, nacidos en estas tierras producto del mestizaje. Por lo tanto, la demanda de esclavos en Honduras se suplía internamente y no era tan necesaria la importación masiva de esclavos desde África. Dada esta particularidad, la compra-venta de esclavos en Honduras fue, sobre todo, interna. Los esclavos conformaban el patrimonio más valioso para los colonos, ya que era la principal fuente de su fortuna. A los esclavos varones se les utilizaba principalmente en trabajos pesados como la minería, la apertura de caminos y plantaciones, mientras que las mujeres generalmente realizaban labores domésticas. A los esclavos en la colonia se les podía vender, traspasar, comprar, empeñar, hipotecar, e incluso podían ser dados como garantía o respaldo para préstamos. En la mayoría de los casos, además de la explotación de su mano de obra, el principal negocio con los esclavos era venderlos, aunque en Honduras la venta de esclavos no siempre se dio con fines de lucro. Muchas veces los vendían para pagar deudas, solventar carencias económicas, gastos por enfermedades, pagar diezmos, sostener capellanías, financiar estudios, cubrir gastos funerarios, etc. La venta de esclavos se daba mediante las "Cartas de Venta". Estas eran escrituras notariales certificadas que daban validez y legalidad a la venta del esclavo. En estas cartas, el vendedor describía las características físicas del esclavo, como su edad, color de piel, características raciales y enfermedades en caso de que las tuviera. El vendedor generalmente daba certeza del buen estado físico de la persona y debía garantizar que estuviera libre de cargos económicos y civiles, ya que no se podían vender a los esclavos que se encontraban dados en garantía por un préstamo, intervenidos en un juicio, empeñados o puestos como respaldo de una capellanía. En la mayoría de estas cartas, el vendedor debía garantizar que el esclavo estuviera libre de tachas, defectos, vicios y enfermedades secretas o públicas. Las tachas y vicios podían ser, por ejemplo, si el esclavo era propenso a robar, huir o a la embriaguez, etc. Los defectos y enfermedades podían ser, por ejemplo, si el esclavo padecía algún impedimento físico, problemas mentales o enfermedades venéreas u de otro tipo.

Honduras tiene una convulsa actualidad política.

Todo esto debía ser cuidadosamente detallado por el vendedor, ya que dichas tachas podían alterar el precio del esclavo y comprometían al vendedor, ya que después de ser vendido el esclavo, si se encontraba alguna de estas tachas, debía devolver el dinero e incluso ponía todos sus bienes habidos y por haber en hipoteca en caso de no poder pagar, llevando a fuertes “pleitos” o juicios, por lo que, la venta de esclavos era algo bastante delicado y eso lo podremos ver con la cantidad de leyes que se citan en las cartas de venta. Por otro lado, el comprador efectuaba el pago en la mayoría de los casos en plata y podía ser pagado al contado o en cuotas, aunque también se podía hacer el pago en especie como harina, azúcar u otras. El precio por el cual se vendían a los esclavos variaba según muchos factores, como el sexo, la edad, condición física, color de piel y el origen. El factor más determinante en los precios, en la mayoría de los casos, era la edad. Generalizando, los esclavos entre los 20-40 años solían valer más, puesto que ese era el rango de edad en el que se les consideraba de "mayor rendimiento", llegando a precios de entre 200 y 500 pesos. En cambio, los niños o menores de 13 años se solían vender por menores cantidades, entre 200 y 300 pesos. Los mayores de edad, aproximadamente de los 45 años en adelante, su valor disminuía considerablemente a entre 100 y 150 pesos, siendo los esclavos menores de un año o aún dentro del vientre los de menor precio, llegando a ser vendidos generalmente a 50 pesos. Es importante señalar que todas estas cifras podían variar considerablemente teniendo en cuenta otros factores. Luego de la edad, otro factor importante que incidía en el valor era la condición física o enfermedades que el esclavo tuviera.

En esta carta de venta dada en el Real de Minas de Tegucigalpa el 18 de diciembre de 1732, la señora Josefa de Garaycoa vendió a su esclava Ana María, una niña de 13 años, a otra mujer, la cual no se especifica directamente quién es, pero se puede asumir que era una de las testigos, Ana de León Moratalla.

Por ejemplo, si padecía cojeras, discapacidad en alguna extremidad, enfermedades venéreas, tuberculosis u otro tipo de enfermedades, podía disminuir considerablemente su valor. Esto afectaba especialmente a los esclavos ancianos que, en ciertas ocasiones, hasta terminaban siendo abandonados. El sexo también alteraba el valor. Generalmente se pensaría que los esclavos valdrían más que las esclavas, ya que en su mayoría se requerían para los trabajos en los rubros económicos más pesados, como la minería. No obstante, el precio de las esclavas podía llegar a ser alto al considerar que, por el hecho de poder engendrar hijos esclavos, al dueño le resultaba un negocio muy lucrativo la venta de los hijos e hijas de las esclavas. Inclusive se daban casos en los que se vendía al mismo tiempo a la madre junto a su hijo o hija recién nacidos o durante el embarazo, alcanzando precios de hasta 650 a 700 pesos. El color de piel y origen del esclavo también afectaba en gran medida su valor. En términos de color de piel, en la mayoría de los casos se solía valorar más a los esclavos negros que a los mulatos. Asimismo, influía en su valor si este provenía directamente de África o si era "criollo" (nacido en América), siendo los traídos de África de mayor valor. Por ejemplo, los negros bozales, tintos o criollos podían rondar entre los 600 y 300 pesos, mientras que los mulatos criollos entre 300 y 250 pesos. En el caso de los mulatos, su valor podía ser mayor o menor dependiendo del color de su piel. Por lo general, mientras más oscura su piel, mayor era su precio. La suma de todos estos factores antes mencionados es cómo se solía determinar el valor de venta de un esclavo.

Teniendo en cuenta lo antes mencionado, tenemos dos cartas de venta de esclavos dadas en la Alcaldía Mayor de Tegucigalpa en los siglos XVII y XVIII. La primera es la carta de venta del esclavo Juan de León, en el Valle de Jamastrán el 8 de marzo de 1697, siendo vendido por su dueño Juan Fernández de Najar al presbítero Bartolomé Idiáquez, la cual puedes leer a continuación:

"Sepan quantos esta carta vieren como yo Juan Fernández de Naxar veçino del balle de Jamastran jurisdision dela alcaldía mayor del Real de Minas de Thegucigalpa. Otorgo y conozco por esta presente carta que vendo en benta real al Licenciado Don Bartholome Ydiaquez, clerigo presvitero domiciliario deste obispado y estante en la villa de Jerez de la Chuluteca; un esclabo mulato loro de naçion criolla llamado Juan de León, de edad de entre treinta años pocos mas o menos el qual al presente esta ausente de mi casa en poder del dicho comprador y lo bendo por esclabo a serbidumbre con sus taçhas buenas o malas, y enfermedades ocultas o secretas porque de ninguna le aseguro, libre de senço e ypoteca por cantidad de quatro cientos pesos de a oçho rreales los quales me tiene entregados Francisco de Aranda vecino desta alcaldia mayor en birtud de poder que para la compra de dicho esclabo le a dado dicho Licenciado Don Bartholome Ydiaquez que confieso aberlos rreçibido en plata corriente de toda lei.

Y io Julian de Sabala justiçia mayor con estos balles doy fe que se contaron en mi presençia de los quales el dicho otorgante se dio por contento y pagado y desde hoy en dia de feçha en adelante me desisto y aparto de la propiedad y señorío y de otras aççiones rreales y personales que me pertenezcan en qualquier manera al dicho comprador y me obligo al saneamiento de dicho esclabo para que le sea firme y si en algun tiempo le fuere perdido o demandado luego que por parte del comprador fueremos rrequeridos yo y mis erederos y subsesores tomaremos labor y el pleito a nuestra costa y mençion asta darle en quieta y pasifica poseçion y si sanearle no pudiéremos el dicho esclabo bolbere al dicho Licenciado Don Bartholome Ydiaquez los quatro çientos pesos que por el e rreçibido con mas los costos que sobre ello se rrecresiere que quiero por ellos ser ejecutado como por el principal y para lo asi cumplir obligo mi persona y bienes abidos y por aber y doy poder cumplidos a las justicias y jueces de sus magestad y en especial a las desta alcaldia mayor a cuyo fuero y jurisdiçion me someto y rrenunçio mi propio fuero y jurisdiçion, domiçilio y besindad y la ley Sit Convenerit de Yurisdiçione Omnium Judicium que me competan a ello como si fuese por sentencia pasada en cosa juzgada y rrenunçio las leyes que sean en mi fabor hasta lo que dice que general rrenunçiaçion fecha de leyes no balga; y estando presente el dicho Francisco de Aranda como podatario del dicho comprador sedo en nombre de su parte por entregado el dicho esclabo en su nombre renunçia las leyes según y como en ellas se contiene y aseto esta escritura a su fabor yo Julian de Sabala justiçia mayor en estos balles por nombramiento de su merced el capitán Don Santiago Berroteran alcalde mayor por su magestad de las minas y rregistros desta provinçia de Honduras y theniente de capitán general en el sertifico conosco a los otorgantes, bendedor y comprador quienes dijeron asi lo otorgaban y firmó conmigo el dicho Francisco de Aranda y por ser ciego y no poder firmar el bendedor rrogo a uno de los testigos q por defecto de escribano se allaron presentes que lo fueron Francisco Thinoco, Juan Martin de la Bega y Francisco Godoy que el fecho en esta asienda del samorano balle de jamastran en ocho días del mes de março de mil y seisçientos y nobenta y siete años, etc.

Julián de Sabala (firma) Francisco de Aranda (firma) A rruego y por testigo

Francisco Thinoco (firma) Juan Martin de la Bega (firma) Francisco Godoy (firma)"

Como se pudo leer, Juan de León era un esclavo "mulato loro". Esta era una de las varias maneras de diferenciar a los mulatos según su color de piel. En el caso de "loro", es indicativo de que su piel era bastante oscura y, por ende, valía más. También se resalta el hecho de que era de nación "criolla", lo que significa que nació en Honduras y no provenía de África. Bajo estos factores, sumado a que se encontraba en buen estado físico, sin enfermedades y tenía 30 años, es decir, estaba en el rango de edad de mayor productividad, su precio equivalía a 400 pesos de plata, mucho más de lo que normalmente se daba por un esclavo mulato criollo.

No está de más mencionar que fue comprado por un miembro de la Iglesia, el presbítero Bartolomé Idiáquez, mediante su apoderado, el señor Francisco de Aranda. Debemos recordar que, en la colonia, y especialmente en Honduras, la Iglesia tenía un gran poder económico y no es de extrañarse que emplearan esclavos para sus haciendas u otras actividades económicas y eclesiásticas. También se puede destacar lo que se mencionó anteriormente, que el vendedor se comprometía a devolver el dinero en caso de que el esclavo tuviera tachas o enfermedades.

El Archivo Nacional de Honduras «Antonio Ramón Vallejo» ofrece información muy interesante. Recientemente celebraron el 145 aniversario.

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Carta de un esclavo a su antiguo amo, cuando éste le pidió ayuda.

Dayton, Ohio , 7 de agosto de 1865.

A mi antiguo «maestro», el Coronel PH Anderson , Big Spring, Tennessee

Señor:

Recibí su carta y me alegró saber que no se había olvidado de Jourdon y que quería que volviera a vivir con usted otra vez, prometiéndome que sería lo mejor para mi. A menudo me he sentido inquieto por usted, porque pensé que los yanquis le habrían colgado por albergar a los rebeldes que encontraron en su casa. Supongo que nunca se enteraron de que fue a lo del coronel Martin a matar al soldado de la Unión que dejó su compañía en el establo. Aunque me disparó dos veces antes de que me marchase, no me gustaría enterarme de que algo le ha sucedido, y me alegro de que todavía viva. Me haría bien volver a mi querido hogar y ver a la señorita Mary, la señorita Martha y Allen, Esther, Green y Lee. Deles mi amor a todos y dígales que espero que nos encontremos en un mundo mejor, si no en este.

Quiero saber concretamente cuál es la oportunidad que me ofrece. Estoy bastante bien aquí. Recibo veinticinco dólares al mes, con comida y ropa; tengo un hogar cómodo para Mandy, la gente la llama Sra. Anderson, y los niños, Milly, Jane y Grundy, van a la escuela y están aprendiendo. El maestro dice que Grundy tiene madera de predicador. Van a la escuela y Mandy y yo asistimos a la iglesia con regularidad. Nos tratan amablemente. A veces escuchamos a otros decir: «Esos negros eran esclavos en Tennessee». A los niños les duele cuando escuchan esos comentarios; pero les digo que no fue una desgracia pertenecer al coronel Anderson en Tennessee. Muchos oscuros, mandingas, se habrían sentido orgullosos, como solía estarlo yo, de llamarle amo. Ahora, si me escribe y me dice qué salario cobraré, podré decidir mejor si me conviene volver a mudarme.

En cuanto a mi libertad, que usted dice que puedo tener, no hay nada que ganar en ese aspecto, ya que obtuve mis papeles de la libertad en 1864 del Preboste-Mariscal-General del Departamento de Nashville. A Mandy le preocupa volver sin alguna prueba de que nos tratará con amabilidad y será justo con nosotros; y hemos decidido que, para probar su sinceridad, nos envíe nuestro salario por el tiempo que le servimos. Esto nos hará olvidar y perdonar lo ocurrido en el pasado, y podremos confiar en el futuro. Le serví fielmente durante treinta y dos años, y Mandy veinte años. A veinticinco dólares al mes para mí y dos dólares a la semana para Mandy, nuestras ganancias ascenderían a once mil seiscientos ochenta dólares. Súmele a esto el interés por el tiempo que se han retenido nuestros salarios, y reste lo que pagó por nuestra ropa, y tres visitas al médico para mí, y sacarle un diente a Mandy, y el resultado es lo que en justicia nos pertenece. Envíe el dinero por Adams’s Express, a cargo de V. Winters, Esq., Dayton, Ohio. Si no nos paga por los trabajos en el pasado, poca fe podremos tener en sus promesas. Confiamos en que el buen Hacedor le abra los ojos y se dé cuenta de todo el mal que han hecho a mí y a los míos, haciéndonos trabajar durante generaciones sin ninguna compensación. Aquí cobro mi paga todos los sábados por la noche; pero en Tennessee nunca hubo un día de paga para los negros más que para los caballos y las vacas. Seguramente habrá un día de ajuste de cuentas para aquellos que defraudan al trabajador sin su salario.

Al responder a esta carta, ruego nos indique si estarán seguras mis hijas Milly y Jane, que ahora son adultas y ambas niñas guapas. Ya sabes cómo fue con las pobres Matilda y Catherine [hijas de Jourdon que no llegaron a Ohio, y se desconoce si fallecieron o fueron vendidas antes de ser liberados]. Preferiría quedarme aquí y morir de hambre, si llega el caso, a que mis hijas sean avergonzadas por la violencia y la maldad de los jóvenes amos. También deberá indicar si se ha abierto alguna escuela para los niños de color en su vecindario. El gran anhelo de mi vida ahora es dar a mis hijos una educación y que adquieran hábitos virtuosos.

Saluda a George Carter el cartero del condado, y dele las gracias por quitarle la pistola cuando me estaba disparando.

De su antiguo sirviente, Jourdon Anderson.

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John Kimber era el capitán de un barco negrero británico que fue juzgado por asesinato en 1792, después de que el abolicionista William Wilberforce le acusara de matar a una esclava a bordo de su barco. Kimber fue absuelto, pero el juicio obtuvo mucha atención en la prensa escrita. El caso estableció que la tripulación de un barco negrero podría ser juzgada por asesinato de esclavos. La publicidad sobre el caso contribuyó a la creciente oposición al comercio de esclavos africanos, que el parlamento prohibió en sus colonias por el Acta del Comercio de esclavos de 1807.

La masacre del Zong fue el asesinato de aproximadamente 142 esclavos africanos a manos de la tripulación del barco negrero británico Zong en los días siguientes al 29 de noviembre de 1781. El Zong era propiedad de un sindicato de comercio de esclavos de Liverpool que había contratado un seguro de las vidas de los esclavos. Cuando el barco comenzó a quedarse sin agua por unos problemas de navegación, la tripulación arrojó a algunos de los esclavos al mar. Posteriormente, los dueños del Zong reclamaron a sus aseguradores la compensación económica por la pérdida de los esclavos. Después de que el seguro se negara a pagar, en el juicio que se celebró posteriormente se dictaminó que en algunas circunstancias la eliminación de esclavos era legal, y que se podría reclamar que el seguro se hiciera cargo económicamente de dichas muertes. Barco de esclavos, representación de J. M. W. Turner del asesinato en masa de los esclavos, inspirado en la matanza del Zong. La publicidad de la masacre atrajo la atención del antiesclavista Granville Sharp, quien trató, sin éxito, de llevar a juicio a la tripulación del barco por asesinato. Las noticias de la masacre estimularon el creciente movimiento abolicionista y aquella se convirtió en un poderoso símbolo de los horrores del transporte de esclavos al Nuevo Mundo. La masacre también inspiró numerosas obras de arte y literatura, y fue conmemorada en 2007, durante el bicentenario de la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña.

El Pasaje del medio fue la etapa del comercio triangular en el que millones de africanos fueron enviados al Nuevo Mundo como parte del comercio de esclavos en el Atlántico. Los barcos partían de Europa hacia los mercados africanos con productos manufacturados, que eran comercializados por africanos comprados o secuestrados, que eran entonces transportados a través del comercio atlántico de esclavos; los esclavos eran vendidos o intercambiados por materias primas, que serían transportadas de vuelta a Europa para completar el viaje. Los viajes en el Pasaje del medio eran realizadas por grandes empresas financieras, generalmente organizadas por compañías o grupos de inversionistas en lugar de individuos.

Comerciantes de las Américas y el Caribe recibieron a los esclavos africanos.

Las potencias europeas como Portugal, Inglaterra, España, Francia, los Países Bajos, Dinamarca-Noruega, Suecia y Brandeburgo, así como los comerciantes de Brasil y América del Norte, participaron en este comercio. Los esclavos africanos provenían en su mayoría de ocho regiones: Senegambia, Alta Guinea, Costa de Barlovento, Costa de Oro, Golfo de Benín, Golfo de Biafra, Oeste Central de África y Sudeste de África.

Idiomas

El término "créole" se refiere principalmente a una lengua criolla, una lengua que nace de la mezcla de dos o más idiomas diferentes, a menudo en contextos coloniales, donde un idioma se basa en el léxico de la cultura dominante y la gramática de la cultura subordinada. La cultura o a las personas con predominantes orígenes franceses o de una región específica, como la cocina créole. En el ámbito lingüístico, el término proviene del francés "créole", que a su vez se deriva del verbo "criar". En español, su equivalente es "criollo". Las lenguas créole surgieron de la interacción de lenguas de diferentes culturas, como el encuentro entre el francés y lenguas africanas, resultando en una nueva lengua con características propias. El criollo haitiano es una lengua criolla basada en el francés pero con influencia de lenguas africanas. El criollo antillano es otra lengua criolla derivada del francés y lenguas africanas. En el ámbito cultural y antropológico, la cultura créole puede describir un conjunto de tradiciones y culturas que se formaron en diversas regiones, a menudo marcadas por la fusión de herencias culturales. La cocina créole es un tipo de cocina que se caracteriza por la mezcla de influencias culturales, con ejemplos como la cocina créole de La Reunión, que tiene raíces francesas. Las personas créole tienen ancestros europeos nacidos en colonias, como en el caso de los criollos de Luisiana, o a mestizos con orígenes franceses. El criollo haitiano es una lengua criolla francesa hablada en Haití y otras partes del Caribe, que se distingue del francés y es una parte fundamental de la identidad haitiana. El criollo de Reunión tiene una rica tradición escrita y que, aunque basa su vocabulario en el francés, tiene una gramática y fonética propias.

La cocina creole o criolla puede referirse a dos conceptos principales: la gastronomía de Luisiana, que fusiona influencias europeas (especialmente francesas e italianas), africanas y nativas americanas, caracterizada por sabores ricos, salsas y platos como el gumbo y la jambalaya; y la cocina de la América hispana, donde el término criollo designa la cocina que combina ingredientes españoles con los autóctonos de cada región, resultando en platos diversos en países como Cuba, Perú y México.

Ri Palenge se refiere a la lengua palenquera, un idioma criollo de Colombia que mezcla español, portugués y dialectos africanos, nacido en el contexto de la resistencia de los palenques (comunidades de esclavizados) en el siglo XV. El término también se asocia con el esfuerzo de las comunidades palenqueras por revivir y preservar este patrimonio cultural, como lo demuestran iniciativas como la Corporación Tambó ri Palenge, dedicada a la construcción de tambores y al aprendizaje de la lengua. La lengua ri palenge es un idioma criollo único, resultado del contacto entre diferentes lenguas africanas, el español y el portugués, hablado por los descendientes de los esclavizados que fundaron San Basilio de Palenque. Es parte fundamental de la cultura y el legado de San Basilio de Palenque, el único palenque que ha permanecido intacto en Colombia. Existe la preocupación de que la lengua se pierda, ya que los jóvenes solían sentir vergüenza de hablarla por el acoso escolar, aunque esto ha ido cambiando. La comunidad palenquera, incluyendo a maestros y otras personas, está trabajando activamente para recuperar la lengua. La Corporación Tambó ri Palenge y otros colectivos utilizan la música y la enseñanza desde el hogar para mantener viva la lengua. "Tambó ri Palenge" significa "tambores de Palenque" y designa una corporación de jóvenes que construyen tambores y aprenden el idioma, como se puede ver en el sitio de Luthiers Colombianos.

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La expresión "free in the water" se refiere a esclavos africanos que lograron la libertad nadando o flotando en el agua para escapar, ya sea huyendo de barcos negreros en el océano o de plantaciones. Esta búsqueda de libertad, a pesar de los enormes riesgos y las condiciones inhumanas del transporte y la esclavitud, representa un acto de desesperación y valentía, donde el mar se convertía en el único camino para escapar. Durante el viaje transatlántico, los esclavos eran transportados en condiciones terribles, con espacio reducido, cadenas, falta de higiene y una alta tasa de mortalidad por desnutrición, enfermedades y abusos. Ante la desesperación, algunos esclavos optaban por lanzarse al mar para escapar de esta horrible realidad. Los "Barcos ataúdes" como los "tumbeiros" usado por los portugueses, describe la crueldad del tráfico de esclavos, donde muchos morían en el propio barco. Un ejemplo trágico de esta situación es el caso del barco Zong, donde la tripulación arrojó por la borda a 132 africanos en el mar para reclamar un seguro. Los esclavos que sobrevivían al viaje a menudo intentaban huir de las plantaciones en busca de libertad. Los esclavos podían nadar o flotar para escapar de las costas y buscar refugio en otros territorios, como fue el caso de algunos que huían hacia la Florida española. Muchos esclavos en los Estados Unidos se dirigieron a México, donde miles de ellos buscaron y encontraron libertad desde 1821 hasta 1865, a menudo cruzando el río Bravo. La expresión encapsula la brutalidad de la esclavitud y la resistencia de quienes intentaban escapar, demostrando que, a pesar de los peligros, la búsqueda de la libertad era una fuerza poderosa. Es una metáfora de la voluntad de vivir libre y un símbolo de la lucha por la dignidad humana frente a la opresión.

Canciones

"Wade in the Water" fue una canción espiritual negra que sirvió como código secreto para los esclavos africanos, instruyéndolos a meterse en el agua para evitar ser rastreados por los perros de los cazadores de esclavos. Esta canción, que hace referencia a la historia bíblica de los israelitas cruzando el Mar Rojo, contenía mensajes ocultos para la fuga y la esperanza de liberación. Harriet Tubman, una figura importante en el Ferrocarril Subterráneo, supuestamente usó esta canción para advertir a los esclavos que abandonaran los caminos y entraran en el agua, ya que la corriente desvanecería su olor y evitaría que los perros los rastrearan. La canción funcionaba como una forma de comunicación codificada. El acto de "meterse en el agua" era una señal para escapar, y la frase "Dios va a agitar el agua" podía interpretarse como que Dios estaba interviniendo para ayudar en su liberación. La letra hace alusión a la historia de los israelitas escapando de Egipto, lo que ofrece un paralelismo con la lucha por la libertad de los esclavos. Se menciona a la "banda vestida de rojo" como la banda que guió a Moisés, y se invita a los esclavos a seguir el "río Jordán". Además de ser una señal práctica para la fuga, la canción también funcionaba para infundir esperanza y fortaleza entre los esclavos, uniendo a la comunidad en su lucha por la libertad.

En 2002, la Televisión Pública de Maryland, en colaboración con la Sociedad Histórica de Maryland y los Archivos Estatales de Maryland , produjo "Caminos hacia la Libertad: Maryland y el Ferrocarril Subterráneo" como guía didáctica. Esta guía incluía una sección sobre cómo las canciones que muchos esclavos conocían tenían "significados secretos" que podían usarse para señalar diversas cosas.

El Congado es una manifestación cultural y religiosa afrobrasileña muy antigua, que celebra a santos como Nossa Senhora do Rosário y São Benedito a través de música, canto y danza. Surge de las tradiciones africanas y se popularizó a través de hermandades de esclavos en Brasil, quienes lo usaban para preservar su identidad, religión y luchar por su libertad. Es un festejo que combina elementos religiosos africanos con la fe católica. Incluye bailes dramáticos, cantos y música, a menudo recreando la coronación de un rey del Congo. Suelen incluir la vida de São Benedito, el descubrimiento de la imagen de Nossa Senhora do Rosário, y la lucha de Carlos Magno contra los musulmanes. Es considerado un patrimonio inmaterial y una expresión de resistencia y fe, con una fuerte carga simbólica y religiosa que honra el sufrimiento y la lucha de los antepasados africanos.

Strange Fruit (que en español significa Fruta rara o Fruto extraño) es una pieza musical de 1939 cuya interpretación en la voz de la cantante Billie Holiday la ha dado fama mundial. Compuesta y escrita por Abel Meeropol, la canción fue una de las obras de arte que predicó con más fuerza en contra de los linchamientos en los estados del sur de los EE. UU. y uno de los primeros lemas del movimiento por los derechos civiles estadounidenses. La expresión Strange Fruit se estableció como símbolo de los linchamientos. La canción habla del cuerpo de un negro que cuelga de un árbol. La letra obtiene su fuerza emocional de confrontar la imagen bucólica del sur tradicional con la realidad de los linchamientos. La segunda estrofa, dice: Pastoral escena del galante sur/los ojos abultados, la boca torcida/el aroma de las magnolias, dulce y fresco/y de pronto el olor de la carne quemada. Hacia el final de la esclavitud y la reconstrucción, el racismo en Estados Unidos era un fenómeno cotidiano. La Corte Suprema de los Estados Unidos aprobaba la separación racial bajo la máxima Separados, pero iguales, aunque en la práctica no era frecuente que se diese el pero iguales. Según las conservadoras estimaciones del Tuskegee Institute, entre 1889 y 1940 lincharon 2.833 personas, el 90% de las cuales en los estados del sur, cuyos cuatro quintos eran negros. No era necesario que la causa fuera un crimen; basta recordar las palabras de Emmet Till: Es para que los negros no se insubordinen. En 1939, luego de tres linchamientos, una encuesta en el sur mostró que seis de cada diez blancos aprobaban la práctica.

1889.

Tras pasar una triste juventud, hacia 1939 Billie Holiday había grabado con Count Basie, Teddy Wilson y Artie Shaw y vendía muy bien. A sus 24 años se iniciaba en el Café Society, cuando en un hotel de Nueva York, que tenía el apropiado nombre de Abraham Lincoln, la obligaron a usar el montacargas. Había estado en su vida incontables veces expuesta al racismo. Su padre murió en 1937 porque todos los hospitales se negaron a tratar a un negro. Ella dijo a este respecto: No le mató la neumonía, le mató Dallas. La canción estuvo desde entonces en el cancionero de Holiday. Aunque en esos años ya era la más famosa cantante de jazz, fue Strange Fruit la que le reportó reconocimiento mundial. La imagen de Billie Holiday y la canción se fundieron: ella ya no era sólo una mujer que seducía al público, era capaz de convulsionarlo. Algunos conocidos alegaban que no era una intelectual y que no sería capaz de entender el nivel de abstracción de la canción; increíble, viendo su interpretación, pero también a causa de los linchamientos que ocurrían en el tiempo, que hacían improbable que una negra no pudiera comprenderla. Holiday quería que las últimas palabras de la canción, Bitter Crop (Cosecha amarga), se incluyesen en el título de su autobiografía, pero el editor dijo que no era posible.

Abel Meeropol era un profesor judío de origen ruso afiliado al Partido Comunista de los Estados Unidos. Vio un día la foto de los linchamientos de Thomas Shipp y Abram Smith que según su testimonio le persiguió durante todo el día y no le dejó dormir. Entonces escribió el poema Bitter Fruit, que publicó bajo el seudónimo de Lewis Allan en la revista New York Teacher y en el diario comunista New Masses. Más tarde musicó el poema en la canción Strange Fruit. La presentación de la canción la realizó la mujer de Meeropol en la asamblea de profesores de Nueva York. Strange Fruit se popularizó entre los círculos de la izquierda estadounidense. Barney Josephson, el propietario del Café International, la escuchó y contactó con Meeropol y Holiday. Aunque Meeropol escribió más adelante otras canciones, incluido un éxito de Frank Sinatra, siempre se sintió vinculado desde lo sentimental a Strange Fruit. Sin embargo, en su autobiografía Lady Sings the Blues, Billie Holiday sugiere que fue ella, junto con Lewis Allan, su acompañamiento Sonny White y Danny Mendelsohn, la que musicó el poema, afirmación que fue desechada por David Margolick y Hilton Als en Strange Fruit: The Biography of a Song como “un testimonio que puede establecer un récord de mayor cantidad de desinformación por pulgada”. Cuando se le preguntó por esto, Holiday, cuya autobiografía en realidad había sido escrita por William Dufty dijo “yo nunca leí ese libro”.

El Café Society era un club nocturno donde se reunían los intelectuales liberales y de izquierda de la bohemia de Nueva York, en Greenwich Village. Aunque era sobre todo visitado por blancos, acudía un público mixto, fue de los primeros clubes de fuera de Harlem en los que se atendía por igual a blancos y a negros. El propietario, Barney Josephson, era un vehemente partidario de la integración racial, así como del buen jazz y la buena conversación.

Barney Josephson fue el fundador y propietario del Café Society en Greenwich Village, primer club nocturno interracial de Nueva York por el que pasaron y se dieron a conocer numerosas figuras del Jazz y artistas de todo tipo.

La banda de rock sureña Lynyrd Skynyrd escribió su canción "Sweet Home Alabama" en respuesta a "Southern Man" y "Alabama" de Neil Young, el cual dijo en varias ocasiones ser fan tanto de "Sweet Home Alabama" como de Ronnie Van Zant, el vocalista principal de Lynyrd Skynyrd. "Tocan como si lo sintieran", dijo Young en 1976. "Estoy orgulloso de tener mi nombre en una canción como la de ellos". Young también ha sido conocido por tocar "Sweet Home Alabama" en concierto ocasionalmente. Para demostrar esta camaradería, Van Zant solía usar una camiseta de Neil Young mientras interpretaba "Sweet Home Alabama". El bajista de Crazy Horse, Billy Talbot, a menudo se puede ver correspondiendo con una camiseta de Lynyrd Skynyrd estilo Jack Daniel's. En su libro Waging Heavy Peace: A Hippie Dream, Young afirmó que Lynyrd Skynyrd escribió "Sweet Home Alabama" no en respuesta a "Southern Man", sino a su canción "Alabama". Young señaló que la crítica implícita de Lynyrd Skynyrd era merecida porque la letra de Young en "Alabama" era condescendiente y acusatoria.

La letra de "Southern Man" describe el racismo hacia las personas negras en el sur de Estados Unidos. En la canción, Young cuenta la historia de un hombre blanco (que simboliza a todo el sur blanco) y cómo maltrataba a sus esclavos . Young pregunta suplicante cuándo el sur compensará las fortunas forjadas mediante la esclavitud. La canción 'Alabama' de Neil Young es una crítica profunda y reflexiva sobre el estado de Alabama y, por extensión, sobre el sur de los Estados Unidos durante la época de los derechos civiles. A través de sus letras, Young aborda temas de racismo, desigualdad y el peso de la historia que carga la región. La mención del 'diablo' en la primera línea sugiere la presencia de fuerzas malignas que han corrompido los mejores planes, posiblemente refiriéndose a la persistencia del racismo y la injusticia social. "Sweet Home Alabama" expresa orgullo por la cultura sureña, su historia y su gente, negando la idea de que el sur es racista y atrasado.

«Gimme Hope Jo'anna» ( Español: Jo'anna Dame Esperanzas) es una canción original creada por Eddy Grant, que además la interpreta. Es una canción dentro del movimiento reggae anti-apartheid, convirtiéndose prácticamente en su himno, ya que fue escrita durante el apartheid en Sudáfrica. La canción fue prohibida por el gobierno sudafricano que no pudo impedir que fuera ampliamente escuchada por todo el país. Alcanzó la posición 7 en los UK Singles Chart, convirtiendo a Grant en un Top 10 durante más de 5 años.

Harry Belafonte, también conocido como el "Rey del calypso", por popularizar este estilo musical caribeño en los 50, siendo una de sus canciones más conocidas 'Day –O' (Banana boat song). Esta canción de 1956, (y que a muchos les sonará porque pertenece a la banda sonora de la película 'Beetlejuice') es una canción tradicional jamaicana que cantaban los trabajadores portuarios que trabajaban durante toda la noche cargando plátanos en los barcos. Esperan la llegada del día para que el encargado llegue, haga inventario y se puedan ir a casa. Belafonte dijo en una ocasión que lo más importante para él en torno a este tema es que los estadounidenses no sabían apenas nada de la cultura caribeña antes de que saliera esta canción. La gente tenía estereotipos sobre la gente del caribe y pensaban que todos bebían ron y eran perezosos. Belafonte quiso romper con esta concepción cantando sobre un hombre que trabaja toda la noche por ganar lo equivalente a una cerveza.

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