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            El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es el 
              más conocido de los parques nacionales croatas. Está situado en 
              la región de Lika, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y 
              manantiales de espectacular belleza. Esta región fue declarada parque 
              nacional ya en 1949, y catalogada en el Patrimonio de la Humanidad 
              de la Unesco en 1979, con una ampliación en 2000. El parque tiene 
              una superficie cercana a las 30.000 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas 
              de bosques. La zona que se puede visitar se encuentra en el centro 
              del parque; son 8 km² de valle poblado de bosques, donde la hidrografía 
              ha conformado un paisaje formado por 16 lagos a diferente altitud, 
              comunicados por 92 cataratas y cascadas. La vegetación se compone 
              en un 90% de hayas. La visita se realiza a pie a través de senderos 
              y puentes de madera. Los lagos más grandes son recorridos por barcas 
              silenciosas. Este parque suscita también gran interés entre los 
              turistas por celebraciones que tienen lugar allí como, por ejemplo, 
              las bodas al pie de las cataratas. Este lugar fue candidato a ser 
              una de las siete maravillas naturales del mundo en 2011. El parque 
              nacional de los Lagos de Plitvice ofrece siete rutas turísticas 
              diferentes para recorrer el sistema de lagos. 
              
            El parque es muy boscoso, formando principalmente 
              por hayas, abetos y pinos, y cuenta con una mezcla de vegetaciones 
              alpina y mediterránea. Cuenta con una gran variedad de comunidades 
              vegetales, debido a su gama de microclimas, suelos diferentes y 
              distintos niveles de altitud. El área es también hogar de una enorme 
              variedad de especies animales. Fauna difícil de encontrar en otros 
              lugares se puede encontrar aquí, como el oso pardo europeo, el lobo, 
              el águila, el búho, el lince, el gato montés y el urogallo, junto 
              con muchas especies más comunes. Al menos, 126 especies de aves 
              han sido registradas en el parque, de las cuales 70 se han comprobado 
              que crían en el parque. 
              
            Plitvice podría ser conocido como el Paraíso de los 
              Agua, ya que cuenta con 16 pequeños lagos, además de múltiples cascadas 
              y arroyos. Declarado Parque Natural por las autoridades de la antigua 
              Yugoslavia en 1949, los Lagos de Plitvice han recibido el reconocimiento 
              de la UNESCO como reserva natural desde 1979. 
            El parque de Plitvice cuenta con 30.000 hectáreas 
              de naturaleza impoluta. Si elegimos visitarlo entre semana y a primera 
              hora cuando la «población» de turistas es menor, la contemplación 
              de la mayor cascada del parque, de76 metros de caída libre, o los 
              bosques de hayas producirá un efecto de paz que difícilmente nos 
              podrá llegar con turistas alterando el silencio. Plitvice es sobre 
              todo hayas (un 75%), bastante abeto y poco pino. Además, sapos amarillos, 
              un puñado de linces, ciervos y cárabos, todos ellos escondidos de 
              los visitantes de Plitvice. En los paneles de entrada al parque 
              de Plitvice la palabra más frecuente es travertino. Se refiere a 
              ese milagro que convierte el musgo en roca conforme el agua va depositando 
              cal y cal. Los 16 lagos resultantes están bautizados según los ahogados 
              que las leyendas cuentan bajo sus aguas. Uno es el lago del Gitano; 
              otro, el de la Abuela; también está el del Pastor Mile, y más cerca, 
              el más grande de todos, el de las Cabras. Tiene 2,5 kilómetros de 
              largo, una distancia más que razonable para hundir el optimismo 
              de 30 cabras que confiaron demasiado en la fortaleza del hielo al 
              huir de los lobos. Con mayor prudencia, hoy es posible cruzarlo 
              en barca. Bajo estas pozas hay además joyas como el curioso cangrejo 
              de río Astacus astacus, que utiliza el material calcáreo para revestir 
              su caparazón haciéndose cada vez más de piedra. Y el proteo, una 
              insólita salamandra que sólo habita por estas cuevas, sin ojos y 
              sin pigmentación alguna, toda de color carne, como Dios la trajo 
              al mundo. Plitvice fue, según la cartografía antigua, «el jardín 
              del diablo». Hoy ha recuperado su esplendor de edén, a pesar de 
              haberse convertido en otro infierno durante la guerra, cuando guerrilleros 
              serbios secuestraron el parque y amenazaron incluso con volar sus 
              lagos.  
             Tomaron la oficina principal, matando a un policía 
              croata que se convirtió en la primera víctima de la guerra. Después 
              de una época convulsa, durante la que los hoteles se convirtieron 
              en cuarteles para el ejercito serbio, el parque se recuperó en 1995, 
              momento en el que empezaron los trabajos de reparación de los daños 
              provocados en las instalaciones. 
            Por fortuna, la sangre no llegó al río. El rojo nunca 
              ha sido un color dominante en la amplia paleta que muestran las 
              aguas de Plitvice. El color de estos lagos puede ir desde el gris 
              espejo de estanque finlandés hasta los transparentes turquesas de 
              playa caribeña. El agua cambia de color de hora en hora y de orilla 
              a orilla. Todo depende de mil factores, como la cantidad de minerales 
              y organismos de las profundidades, las lluvias, el musgo o el ángulo 
              de la luz. 
              
            El Parque está dividido de forma natural en la zona 
              del Lago superior y el Lago Inferior. En la parte superior encontramos 
              un total de 12 lagos, Proscansko, Ciginovac, Okrugljak, Batinovac, 
              Big Lake, un lago pequeño, Vir, Galovac, Milino, Gradinsko Lake, 
              Big burget y Kozjak. En esta zona encontramos también numerosas 
              cavidades, por lo que se le conoce como el Parque de la Cueva, aunque 
              existen pequeñas escaleras para accer al interior de algunas cascadas, 
              hoy en día no es posible su visita. Cerca de el lago Burg, podréis 
              observar los restos de una central hidroeléctrica que prentendió 
              aprovechar los recursos naturales, pero que finalmente no funcionó. 
              El sistema inferior de los Lagos de Plitvice acoge cuatro lagos, 
              que son, MIlanovac, Gavanova, Kaluderovac y Novakovic Brod. En esta 
              zona casi todos los cañones alcanzan los 40 metros de altura dotando 
              de una belleza extrema a este lugar. Un camino adecuado para los 
              visitantes bordea el Lago Milanovac, prácticamente en el aire podemos 
              pasar cerca de una de las Cascadas más importantes, Milka Ternina, 
              que fue uno de los cantantes de ópera más famosos de Croacia. En 
              la parte inferior se encuentra la llamada Gruta Azul que alberga 
              numerosas leyendas en su interior. 
              
            Es cierto que visitar el Los lagos de Plitvice en 
              un sólo día es una tarea complicada, ya que lo ideal es destinar 
              un par de jornadas para disfrutar al máximo de todo el entorno natural. 
              No es imprescindible reservar la entrada al Parque, unicamente si 
              se visita en grupos hay que hacerlo previamente. La entrada incluye 
              el paseo en Barco Eléctrico y la visita panorámica en tren. Se puede 
              añadir a la entrada el alojamiento, en uno de los hoteles de las 
              inmediaciones. Existen varios parkings para los visitantes previo 
              pago. En todo el parque existen más de diez restaurantes y/o buffet, 
              dónde podemos degustar diferentes platos. Se permiten las visitas 
              con perros, siempre y cuando estén atados en todo momento con su 
              correa. 
            Hay excursiones a Plitvice desde casi toda Croacia, 
              sobre todo desde Zagreb, Zadar y Split que son las ciudades más 
              cercanas. Dubrovnik al sur queda más lejos, pero hay algunas opciones. 
              Si bien es cierto que hay algunas en español, la mayoría son en 
              inglés.  
              
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