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26 - Abril - 2020
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En 2020 Persépolis cumple 20 años. En dos décadas hemos visto cómo la autobiografía de Marjane Satrapi le ha dado la vuelta al mundo revitalizando el género de la novela gráfica en pleno nacimiento de la era digital y visibilizando la idea de la angustia juvenil, la ansiedad del extranjero y la rebelión religiosa bajo la influencia estadounidense dentro del nuevo régimen islámico en Irán. Este año, Reservoir Books, sello de Penguin Random House, recupera la obra de Satrapi con nueva traducción por parte de Carlos Mayor, en un gran y nuevo formato, con un diseño y rotulación perfectos para la lectura; sin embargo, deja a un lado fenomenales adiciones de ediciones anteriores como el epílogo escrito por la novelista iraní donde reflexiona sobre cómo los estragos de la guerra dejan heridas profundas en la psique de quienes la viven.

Persépolis, si alguno aún no la ha leído, comienza con la historia de Marjane cuanto tenía seis años. Desde su infancia hasta su adultez Satrapi rememora y reflexiona no solo cómo proviene de una familia progresista y privilegiada, sino que va desarrollando un tono político que la hace ser diferente a las otras niñas. Satrapi se convierte en una rebelde en la adolescencia cuando ya la revolución iraní está instalada en el poder y su adicción a ese caos tan propio de esa edad que la hace buscar formas de retar al poder: compra discos de punk y heavy metal en el mercado negro, responde a las profesoras islámicas en contra del velo y entiende las causas de la injusticia cuando su familiares mueren por cargos falsos debido a un gobierno fundamentalista.

La adolescente Marji es una auténtica líder adolescente, necesita encajar y está ansiosa por nuevos conocimientos que un país como el de ella ya no puede darle en tiempos de guerra y revolución. Marji rompe las reglas no por ser una rebelde sin causa, sino por una inocencia con causa. Ella desea, desea todo lo que puede darle el mundo libre.

Ante una hija tan desbocada, su familia, que esquiva misiles al estallar la guerra con Irak, temerosos por su seguridad, deciden enviarla a Austria a los 14 años. En ese exilio construido por sus padres, nuestra rebelde conoce las costumbres occidentales y algunas le parecen extrañas; sin embargo, su historia familiar y su interés político a tan temprana edad la hacen entender por qué los europeos no tienen idea de lo que pasa en el resto del mundo y menos en países como Irán.

Son esas contradicciones que se le desvelan en el exilio con las que Marjane de Persépolis lucha, tratando de forjar una identidad propia aún dividida en dos. Por ejemplo, se le considera iraní en Occidente, pero en Irán es una extranjera. Sin embargo, un consejo de su abuela la hace sentir bien consigo misma: “si no conservaba la integridad, nunca me integraría”.

En su ir y venir desde el exilio, Sartrapi entiende que su deseo pertenece a otro país que no es el suyo, que la libertad como mujer está en otra parte pero que su nostalgia y sus afectos están en Irán. Releer esta novela de formación define las múltiples rebeliones, de pequeña a gran escala, que se deben hacer para forjar una identidad en el exilio.

Los diferentes volúmenes de Persépolis empezaron a publicarse en el año 2000. El primer volumen recibe ese mismo año el premio Coup de coeur al mejor autor revelación en el Festival de Angoulême y, al año siguiente, con el segundo volumen en el mismo festival, el premio al mejor guion. Continúa el éxito y el tercer y cuarto volumen terminan de consagrar la historia de Satrapi. Tanto que la novela gráfica fue adaptada al cine animado por la propia autora y el dibujante de cómics Vincent Paronnaud. En el Festival de Cannes de 2007 gana el Gran Premio del Jurado al mismo tiempo que el rechazo de los responsables culturales iraníes que la calificaron de hereje.

Persépolis muestra una gran influencia estilística de La ascensión del gran mal (2001-2007) de David B., como reconoce su propia autora. Publicada originalmente en seis volúmenes por L'Association entre 1996 y 2003, la obra destaca por la sinceridad -la crudeza, en ocasiones- con que aborda algunos sucesos de su vida familiar, así como por su original y sugerente estilo de dibujo.

La ascensión del gran mal es un relato autobiográfico, en que el narra gráficamente su infancia y juventud, presididas obsesivamente por la enfermedad de su hermano, la epilepsia (el gran mal). En opinión del crítico Quim Pérez, la obra tiene, sin embargo, varias lecturas posibles, que van desde la crónica médica al relato de formación del propio autor, con calas en la historia militar de Francia y la mitología.

La ascensión del gran mal destaca por sus viñetas abigarradas y sin embargo equilibradas, así como por la capacidad de David B. para presentar de forma visual conceptos de una gran abstracción. En 2005 la editorial estadounidense Pantheon Books la recopiló en un único tomo. La serie recibió varias nominaciones en el Festival de Cómic de Angulema: en 2000, el tomo 4º obtuvo el premio al mejor guion, y dos tomos de la serie, el 2º y el 6º, fueron nominados como mejor álbum del año, en 1998 y 2004, respectivamente. Para muchos críticos, es la obra más importante de la historieta francesa de los años 90.

Persépolis lideró el camino para que otros representantes de la novela gráfica y el cómic alcanzaran la aprobación literaria y el respeto crítico que el medio siempre mereció pero que anteriormente apenas obtuvo. Persépolis no es la historia feliz de una niña iraní occidentalizada, es la historia de un destierro, de la separación, de la diáspora y también de la creatividad, el descubrimiento y la libertad.

Es un clásico que ha resistido la prueba del tiempo y continúa asombrando con la belleza única y la relevancia de su historia para la población iraní. Inclusive a los 10 años de su publicación fue revisitada por otros iraníes que crearon una versión fandom 2.0, Spread Persepolis –hoy inactiva, solo quedan pdf y cuentas de Flickr–, para explicar la indignación de los partidarios del opositor Mir Hossein Mousavi y sus enfrentamientos con la policía luego de declararse victorioso Mahmoud Ahmadinejad. Esta revisión digital aprobada por la misma Satrapi detalla el creciente apoyo internacional a la oposición y la importancia de las redes sociales para acabar con la desinformación.

"Aprendí que siempre debes gritar más fuerte que tu agresor", descubre la joven protagonista en el libro. Pero 40 años después de la revolución de 1979, donde colapsaron las relaciones entre Estados Unidos e Irán, los líderes de las dos naciones ideológicamente opuestas continúan discutiendo sobre las armas nucleares y las sanciones, mientras siguen las protestas generalizadas en las calles de Irán. Luego del intento de prohibiciones tanto en Irán como en Estados Unidos, el espíritu de la novela de Satrapi sigue presente en las ciudades y la cultura iraní. Muchos jóvenes iraníes siguen siendo moldeados por las ideas y el pensamiento occidental, oponiéndose a la política binaria y fundamentalista a través de actividades y formas artísticas como el skateboarding, el hip hop o el heavy metal pero con los toques propios de cultura propia iraní.

La emisión del film 'Persépolis' provocó violentas protestas en Túnez.

A la par de la mezcla de culturas en Irán, la novela gráfica se va abriendo camino en los programas de estudio de secundaria en Estados Unidos. Satrapi visibiliza la cultura iraní y la posibilidad del mestizaje cultural sin perder la esencia. Persépolis se convierte en un artefacto de consumo masivo para entender las posibilidades culturales del mundo árabe fuera de los blancos y negros, los buenos y los malos.

“Me acuerdo de cuando viajábamos a Europa. Bastaba con mostrar el pasaporte iraní y te ponían la alfombra roja. Antes éramos ricos. Ahora, cuando se enteran de nuestra nacionalidad, nos registran de pies a cabeza, como si fuéramos todos terroristas. Nos tratan como apestados”. Las líneas de Satrapi desvelan la nostalgia de que todo pasado fue mejor al presente, así como el destino de muchos de los países petroleros: primero son ricos y queridos por el mundo entero, para luego pasar a la lista negra cuando Estados Unidos desea hacer algo con ese producto nacional tan codiciado.

Persépolis continúa siendo un clásico relevante porque ha resistido a la prueba del tiempo, no solo porque posee reflexiones universales sobre la migración, el exilio, la desigualdad y la injusticia a través de una belleza narrativa única sino porque sigue reflejando el problema del fundamentalismo gubernamental iraní, así como las múltiples formas culturales que se expanden desde esa herida social.

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Persépolis es el título de una novela gráfica autobiográfica escrita e ilustrada en blanco y negro escrita por Marjane Satrapi. La autora relata las etapas fundamentales que marcaron su vida, desde su niñez en Teherán durante la revolución islámica, hasta su difícil entrada a la vida adulta en Europa. La buena recepción de la crítica hizo de Satrapi una de las autoras francófonas más reconocidas. En 2007, la adaptación en largometraje de animación de Persépolis, obra de Vincent Paronnaud y la misma Marjane Satrapi, obtuvo el Premio del Jurado del Festival de Cannes.

Los dibujos se realizaron en blanco y negro. Los fondos de las viñetas son generalmente negros o blancos, algunos son decorados en forma bastante sencilla para dar mayor importancia al texto. La imagen se hace reflejo del texto, y no al revés, lo que es importante porque le evita tener sólo un valor explicativo. La información está incorporada en el texto, lo cual refuerza la importancia del mismo. El lenguaje de esta historieta es utilizado en la multiplicidad de sus registros (familiar y estándar, dejando a veces sitio para la vulgaridad), mostrando al público la diversidad y autenticidad de una vida cotidiana.

Persépolis es la historia autobiográfica de la iraní Marjane Satrapi, la historia de cómo creció en un régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país. El cómic empieza a partir del año 1979, cuando Marjane tiene diez años y desde su perspectiva infantil es testigo de un cambio social y político que pone fin a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán y da paso a una república islámica. Además de diferenciarse de los demás niños por haber sido educada al estilo occidental dentro de una familia de clase alta y por unos padres de ideología progresista y partidarios del laicismo, "Marji" (como la conoceremos al principio de la historia) también tiene una considerable inquietud intelectual para una niña de su edad y notable imaginación que la lleva a mantener conversaciones con Dios -al que encuentra un curioso parecido con Karl Marx- o soñar con llegar a ser algún día la última profeta que siga los pasos de Jesús y Mahoma. La historia de unos antepasados ilustres (su bisabuelo fue el último rey de la dinastía persa de los Qadjar), una familia que se opone activamente al gobierno del Sha, las manifestaciones, la diferencia de clases sociales o la marginación de la niña son algunas de las piezas del rompecabezas que Marji se esfuerza por componer con la intención de comprender el mundo que la rodea. Al tiempo que va creciendo, Marjane se da cuenta de que el nuevo régimen por el que lucharon sus padres ha caído en manos de los integristas y que no trae consigo nada bueno.

Tomo 1:

La historia comienza en 1979, poco antes de la Revolución islámica iraní. La protagonista principal, Marjane, es una pequeña niña de diez años, nacida en una familia de tendencia progresista. Por su abuelo materno, quien fue Primer Ministros de Irán bajo Reza Pahlavi, Marjane es la bisnieta del último Shah de la dinastía kadjar, Ahmad Shah Qajar. Estamos a 11 de febrero, el Shah acaba de ser derrocado e Irán está en efervescencia... Las cosas toman, sin embargo, un giro inesperado, el pueblo ya no es tan libre como lo cree… Mientras sus padres manifiestan en las calles contra la llegada al poder de los islamistas, Marjane crece en un universo muy politizado y militante. Marjane tiene 10 años, cuando el uso del velo se vuelve obligatorio en las escuelas, en 1980, y esta noticia despierta en ella numerosos cuestionamientos. Muy creyente, Marjane planea hacerse profeta; sin embargo, acaba por alejarse de aquel que llama su “amigo”, furiosa por las injusticias crecientes. Este primer tomo de Persepolis se concentra esencialmente en la atmósfera que reina en el país a principios de la revolución iraní, revelando las tensiones vehiculizadas por el ambiente muy politizado de la época. Cada acontecimiento que marca la vida de la pequeña niña se inscribe en el telón de fondo que es la historia de Irán, siempre presente en filigrana: la crisis irano-soviética de 1946 está ligada a la historia de un miembro de su familia; la difícil situación de la gente modesta se aborda por el caso de la empleada de la casa de los padres de Marjane; la liberación de prisioneros políticos de la época del Shah es representada por la autora con la reaparición de amigos de la familia, al igual que los primeros exilios y las purgas de opositores políticos.

Tomo 2:

El segundo tomo comienza con la toma de rehenes en la embajada de Estados Unidos, firmando la ruptura de lazos con los Estados Unidos. Marjane ve que se cierran las universidades durante la revolución cultural iraní mientras ella planea hacerse química. Sus padres, muy comprometidos políticamente, manifiestan contra el Integrismo con ocasión del decreto del porte del velo para todas las mujeres iraníes. El debut de la Guerra_Iran-Irak (de septiembre 1980 a agosto 1988) también es evocado en este tomo. Mientras los padres de Marjane están de viaje en España, se enteran que la guerra ha sido declarada. Marjane no tarda en enterarse, al igual que todos los habitantes de Teherán; la penuria se hace fuertemente presente en los supermercados y las estaciones de servicio. La situación de los refugiados de las zonas de guerra es presentada por la llegada de Malí, una amiga de la infancia de la madre de Marjane, y de su familia, todos albergados un tiempo en Teherán en el hogar de los Satrapi. La autora trata el desarrollo de los ocho años de guerra en su carácter global, yendo a lo esencial. Denuncia en primer lugar, el adoctrinamiento y la ceguera de los jóvenes iraníes ante los reclutadores quienes les prometen "las llaves del paraíso" por sacrificarse pereciendo bajo las balas o saltando en minas, guardándose de ir ellos mismos. Nos habla de los bombardeos sobre Teherán y de la Batalla de Khorramshahr (mayo de 1982). Es por esta destrucción del pueblo iraní que Marjane sale definitivamente de la infancia, fumando su primer cigarrillo en un acto de rebelión hacia su madre. La situación de los iraníes que permanecen en Irán y de sus familias es tratada a través de la historia de un tío de Marjane, que presiente que va a morir pronto y no puede ver a su hijo, quien emigró a los Países Bajos. Este tío trata de falsificar un pasaporte para salir del país. Su intento fracasa cuando los servicios del gobierno descubren el falsificador. Muere antes de haber podido salvar a su familia. Después de la revolución islámica, los productos provenientes de países occidentales son prohibidos en Irán. Esta prohibición es mostrada en la historieta por los souvenirs que los padres de Marjane le traen clandestinamente de Turquía: pósteres, un vestido de mezclilla, el último modelo de tenis Nike y un pin de Michael Jackson. También es representada por las escenas de venta clandestina en las calles de Teherán de los mismos productos. Mientras los "Pasdaran" (guardianes de la revolución) hacen cumplir la ley en las calles, Marjane aprende a jugar un doble juego en una sociedad de imprevistos, de tabúes y de prohibiciones. Es por eso que se siente culpable al salir impune gracias a mentiras, después de un arresto por mujeres Pasdaran,. Los bombardeos con misiles Scud, las muertes de vecinos, las dificultades de Marjane a aceptar las nuevas limitaciones (incluidas las relacionadas con la vestimenta) y el endurecimiento del régimen político llevan a los padres de Marjane a enviarla a Austria para continuar sus estudios.

Tomo 3:

Viena, 1984. Marjane está en plena adolescencia; su madre la envió a casa de unos conocidos de donde tiene bruscamente que irse, sin haber sido avisada, para instalarse en un internado católico. Después de algún tiempo encerrada, Marjane se va del internado furiosa, víctima de una injusticia y encuentra alojamiento en casa de un médico. Entre tanto, conoció a nuevas personas, y empezó a integrarse, pero sin aceptarse por completo e incluso negando a veces sus orígenes. Primero indignada por la despreocupación de los jóvenes europeos, quienes escupen sobre la sociedad sin saber lo que es la guerra y el sufrimiento, finalmente logra entablar amistad con algunas personas, de las cuales terminará no obstante por desprenderse. Ella, para quien "pudor", "discreción", "trabajo", y "convicción" eran palabras clave en la vida, se va a ver iniciada a la filosofía anarquista, a las drogas y a la liberación sexual. Para este momento Marjane ha abandonado sus estudios. Es igualmente la época de sus primeros descubrimientos sentimentales y de la aparición de otras desilusiones: la infidelidad de aquel que amaba es un elemento más que profundiza la fractura que siente entre las dos culturas en las que intenta hacerse un lugar. Aunado a la soledad y la falta de afecto, zozobra en una profunda depresión, y termina despertando en un hospital por haberse desmayado en plena calle, después de días de dormir en las calles. Por primera vez desde el primer tomo, la fe de Marjane reaparece y sobre todo su combatividad se fortalece. Marjane decide entonces volver a Irán cerca de su familia e intentar hacer su vida allá.

Tomo 4:

Después de cuatro años de ausencia, nos reencontramos con Marjane en Teherán; estamos en 1988. La guerra contra Irak ya terminó pero el país está en ruinas y el régimen sigue tan represivo como antes. Marjane, muy animada por reencontrarse con su familia, su país y su recámara, descubre rápidamente que es considerada como occidental en su país, como era considerada iraní en Europa, en una ciudad fantasma y una recámara vacía de muchos recuerdos. Ella debe rehacer su vida y decide aplicar al pie de la letra el consejo de su abuela: ser ella misma. Marjane regresa a la Universidad donde empieza estudios de Arte y se enamora de Reza, en una velada. Se casa rápidamente con él, no por amor, sino debido a que la vida para una pareja no casada era casi imposible en Irán y acaban por divorciarse al año. De encuentros en encuentros, Marjane no procura más callar su espíritu rebelde y a engañar su sed de libertad. Se inventa, junto con sus amigos de la universidad, una válvula de escape, a puertas cerradas, un espacio de libertad, de vida y de identidad. Este espacio, de fiestas y reuniones secretas no le bastará y siguiendo el consejo de sus padres, Marjane abandona definitivamente Irán y se va a Francia, donde vive desde 1994.

Irán responderá “de forma rápida y contundente” a cualquier agresión a sus embarcaciones por parte de “barcos terroristas estadounidenses”. El general Hosein Salami, comandante de los Guardianes de la Revolución, ha respondido así al presidente Donald Trump, que ayer tuiteó: “He dado instrucciones a la Marina de Estados Unidos de que dispare hasta destruir a cualquier patrullera iraní que hostigue a nuestras naves en el mar”. Más tarde, el mandatario estadounidense precisó de forma gráfica: “Que las vuelen fuera del agua”. Hace una semana, fuentes militares estadounidenses revelaron que once patrulleras iraníes habían realizado maniobras peligrosas y hostiles alrededor de una flotilla estadounidense. Teherán tardó en reaccionar, pero finalmente el Guía Supremo de la Revolución, Alí Jamenei, dijo que sus fuerzas se limitaban a hacer su trabajo, antes de apuntillar: “Su miedo refleja problemas dentro de la marina de EE.UU”, dijo, “que con cinco mil infectados de coronavirus debería atender sus propias necesidades en lugar de formular amenazas”.

El propio ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, ha preguntado retóricamente “qué se les ha perdido a los estadounidenses a más de siete mil millas de sus costas”. Teherán compara la presencia de la Quinta Flota –con base en Bahréin- en aguas del Golfo Pérsico con una hipotética presencia militar iraní en el Golfo de México. Washington, por su parte, dice defender la libertad de navegación en aguas por la que discurre el 20% de los petroleros. No obstante, ahora mismo el principal problema de los petroleros no es circular, sino llegar a vender y descargar su carga sin incurrir en pérdidas, ante la brutal contracción de la demanda. De modo que Washington y Teherán, por una vez, tienen un interés común en mantener las espadas en alto. Irán porque es su principal producto de exportación –aún bajo sanciones estadounidenses. Y EE.UU. porque su apuesta política y económica por el petróleo de esquisto está abocada a la quiebra a los precios actuales, con el riesgo de arrastrar a sus principales bancos, que la han avalado.

Patrulleras de la Guardia Revolucionaria de Iran, próximas a un barco norteamericano el pasado 15 de abril.

Con el barril de Brent en mínimos, hace dos días, fue cuando Trump tuiteaba que pondría toda la carne en el asador “para no dejar caer a nuestra gran industria del gas y del petróleo”. Ayer, con su tuit ya abiertamente guerrero, el precio del crudo empezaba a repuntar. Cabe añadir que los Guardianes de la Revolución, que responden directamente al Guía Supremo, hicieron ayer una demostración de fuerza con el lanzamiento del primer satélite militar iraní, sin previo aviso y desde una rampa que se creía en desuso, todo ello en mitad de una pandemia que ha golpeado a Irán –y a su cúpula dirigente- más que a cualquier otro país asiático. Tanto es así, que Teherán se ha visto obligado a pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional, que ha sido vetado por Washington, ante la aparente indignación de la Unión Europea.

Desde la Revolución Islámica de 1979 y tras siete décadas de monarquía constitucional, el estado iraní adopta la forma de república islámica, de acuerdo con la Constitución de 1979. El sistema abarca varios órganos directivos conectados intrincadamente. El líder Supremo de Irán es responsable de la delineación y de la supervisión de las políticas generales del Estado.28? El líder es comandante en jefe de las fuerzas armadas y controla las operaciones de inteligencia y la seguridad del estado. Tiene la potestad de declarar la guerra, así como de designar y despedir al jefe del poder judicial, del órgano de radiotelevisión estatal y al máximo comandante del Ejército de Guardianes de la Revolución Islámica.28? Designa a seis de los doce miembros del Consejo de Guardianes. El cargo de líder puede ser desempeñado por un alfaquí —desde 1989, Seyyed Alí Jameneí— o por un directorio de los mismos, designados por la Asamblea de Expertos en Liderazgo, elegida por sufragio universal y habilitada para destituir al líder o líderes.28? Después del líder, el presidente de la República es el funcionario de mayor rango del país.28?29? Es el responsable de que la Constitución sea obedecida. Es, además, el jefe del Gobierno de Irán. Ha de notarse que, a diferencia de lo sucedido en otros países, no es el jefe de las Fuerzas Armadas.

Protesta en Teherán en 1979 junto a la Torre Azadi.

Según la ley, todos los candidatos presidenciales deben ser aprobados por el Consejo de Guardianes antes de que formalicen su candidatura. Una vez confirmados como candidatos, el presidente es elegido por mayoría absoluta en sufragio universal para un mandato de cuatro años.29? Después de su elección, el presidente designa y supervisa el Consejo de Ministros, coordina las decisiones gubernamentales, y selecciona las medidas gubernamentales que expone al Parlamento. Ocho vicepresidentes sirven debajo del presidente, así como un gabinete de 21 ministros, el cual, debe ser aceptado por el Parlamento. El Parlamento iraní es unicameral.30? La Asamblea Consultiva Islámica está conformada por 290 miembros, elegidos para un periodo de cuatro años.30? Son elegidos por voto directo y secreto, en candidaturas individuales. Establece la legislación, ratifica tratados internacionales, y aprueba el presupuesto del país. Toda la legislación de la asamblea debe ser ratificada por el Consejo de Guardianes, que actúa en este sentido como una cámara alta.31? Una prerrogativa constitucional establece cinco escaños para representantes elegidos entre integrantes de las minorías religiosas no islámicas reconocidas: cristianos, judíos y zoroastrianos, lo que les da una representatividad política cercana al 1,5 % que representan. Los suníes votan junto al resto de la población. Las candidaturas al parlamento requieren la aprobación del Consejo de Guardianes.

Hasán Rohaní, presidente de Irán.

La Asamblea de los Expertos, que tiene sesiones semanales, se compone de 86 clérigos "virtuosos y doctos" elegidos por sufragio universal para un periodo de ocho años. Igualmente que en las elecciones presidenciales y parlamentarias, el Consejo de Guardianes determina elegibilidad para candidatura en esta asamblea.32? Los miembros de la Asamblea de Expertos asimismo eligen al Líder Supremo dentro de sus propios miembros y lo reconfirman periódicamente.32? Nunca se ha sabido que la asamblea desafíe una decisión del Líder. Doce miembros forman el Consejo de Guardianes, seis de los cuales son clérigos designados por el Líder. El jefe de la judicatura recomienda los seis restantes, que han de ser alfaquíes —juristas especializados en derecho islámico—, y son nombrados oficialmente por el Parlamento. El Consejo de Guardianes está investido con la potestad de interpretar la constitución y determinar si las leyes aprobadas por el Parlamento están en línea con la constitución y con la Sharia (ley islámica). Por lo tanto el Consejo puede ejercer veto sobre el Parlamento. Si una ley aprobada por el Parlamento se juzga incompatible con la Constitución o con la Sharía, se remite de nuevo al Parlamento para su revisión. El Consejo también examina a los candidatos presidenciales, parlamentarios y de la Asamblea de Expertos, para confirmar que son aptos para postular una candidatura. Creado por el ayatolá Jomeini en 1988, el Consejo de Discernimiento del Interés del Estado tiene la autoridad para mediar conflictos entre el parlamento y el Consejo de Guardianes. El Consejo de Discernimiento opera también, según la ley fundamental, como organismo consultivo del líder supremo, haciéndole uno de los cuerpos de gobierno de más alcance del país, por lo menos en nombre. El sistema político iraní tiene rasgos de una democracia presidencialista y teocrática gobernada por un "líder supremo" autocrático. Se ha descrito al régimen iraní como autoritario debido a la significativa falta de libertades, su naturaleza teocrática y a los abusos contra los derechos humanos

Cinco razones para releer 'Persépolis', la novela que nos mostró la Revolución iraní a ojos de una niña.

Exhibida en la última sesión del festival, la película iraní No hay maldad, de Mohammad Rasoulof, fue proclamada en la noche del sábado ganadora del Oso de Oro al mejor film, en la edición 70 aniversario de la Berlinale de este año. La proyección oficial en el inmenso Berlinale Palast fue reveladora, no sólo por la ovación con que fue recibida sino también porque la butaca reservada al realizador y que llevaba su nombre impreso en letras de molde, estaba significativamente vacía. Rasoulof (Shiraz, 1972) tiene prohibido salir de su país, donde ha enfrentado serios cargos judiciales por su actividad política en contra del gobierno iraní y muy particularmente por su película inmediatamente anterior, Un hombre íntegro (2017), premiada en la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes. “La de Rasoulof es una película que habla de las difíciles elecciones que todos tenemos que hacer alguna vez en nuestras vidas y que se enfrenta con coraje a un régimen autoritario”, señaló enfáticamente desde el escenario el presidente del jurado, el actor inglés Jeremy Irons, en los considerandos del premio.

Largometraje estructurado en cuatro episodios, No hay maldad tiene un eje en común, que es la pena de muerte en Irán, y cada uno de esos relatos tiene como protagonista no precisamente a las víctimas sino a los victimarios, aquellos que están obligados cumplir con la ley de su país y ejecutar a los convictos. Que puede ser un verdugo profesional, como es el caso del primer episodio --muy probablemente el mejor, por la sintética eficacia de su narración— o jóvenes conscriptos a quienes en el marco del servicio militar obligatorio quizás les toque “servir a la patria” y ocuparse de hacer funcionar el cadalso, no sólo reservado a criminales sino también a opositores políticos, como sugiere uno de los episodios del film.

No exenta de un carácter moralizador, la película de Rasoulof –un director que no ha podido ver nunca ni uno de sus films proyectados en su país— propone un llamamiento a la desobediencia civil: que esos hombres enfrentados al deber de ejecutar a uno de sus connacionales se animen a negarse a hacerlo, a pesar de las terribles consecuencias personales que esa decisión conlleva. “Exigimos la libertad de poder decir ‘no’…”, señaló uno de los miembros del numeroso equipo iraní que acompañó la película, entre ellos la hija del director, que fue quien alzó en nombre de su padre el Oso de Oro.

Esta es la segunda vez en cinco años que la Berlinale premia a un director iraní in absentia. En la edición 2015, el Oso de Oro fue para Taxi , de Jafar Panahi, que también está impedido de salir de su país, en su caso desde hace una década. El propio Panahi fue una de las figuras públicas que salió en defensa de Rasoulof cuando las autoridades iraníes le confiscaron el pasaporte, a su regreso de Cannes, acusado de “reunión y confabulación contra la seguridad nacional y de propaganda contra el sistema”. Otro de los realizadores iraníes que en su momento salió en apoyo de Rasoulof fue Asghar Farhadi, también ganador del Oso de Oro de la Berlinale con La separación , en 2011.

A principios de 2013, los responsables iraníes se sintieron molestos por la imagen de su país que se reflejaba en Argo, la película de Ben Affleck sobre el rescate por parte de la CIA de seis de los diplomáticos estadounidenses secuestrados en Teherán. Desde su estreno, varios portavoces se quejaron de que daba una mala imagen de los jóvenes revolucionarios que tomaron la embajada de EE UU en 1979 y de los iraníes en general, a los que reflejaba como ignorantes y fanáticos. Así que para compensar la balanza decidieron jugar con las mismas cartas y rodaron su propia versión de aquellos hechos.

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