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20 - Octubre - 2019
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El LIDAR es una tecnología gracias a la cual se puede determinar la distancia desde un emisor láser pulsado a un objeto o superficie y conocer así qué hay bajo una cubierta vegetal tupida. Hasta ahora, esta técnica está proporcionando excelentes resultados y con ella se están realizando descubrimientos sorprendentes. Así sucedió en 2016, cuando un avión bimotor equipado con esta novedosa tecnología sobrevoló la selva de Belice, a tan sólo quinientos metros sobre las copas de los árboles. El LIDAR lanzó 6.000 millones de pulsos de luz al suelo y recibió 11.000 millones de pulsos rebotados, pudiendo, de este modo, cartografiar la superficie de la selva tropical.

Los resultados de este estudio acaban de publicarse en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS) y han desvelado una extensa red de canales de transporte y campos de cultivo de época maya, que forman una amplia retícula de catorce kilómetros cuadrados. Para confirmar los resultados se llevaron a cabo asimismo excavaciones sobre el terreno, que muestran que la zona estuvo activa durante la última parte del período clásico maya (hace 1.200 años), hasta llegar al posclásico (hace 900 años), cerca ya del colapso de esta importante civilización que abarcó zonas de México, Guatemala y Belice. "Es la primera vez que se demuestra la existencia de una gran extensión de cultivo y transporte de los mayas usando imagen láser y confirmándolo con pruebas arqueológicas y dataciones en el terreno", afirma Tim Beach, investigador de la Universidad de Austin (Texas) y uno de los autores del estudio.

En el trabajo se explica que una de las zonas de cultivo analizadas, un espacio que se conoce como Pájaros del Paraíso –en él se alzaban dos asentamientos llamados Gran Cacao y Akab Muklil– comprendía en el período maya una red de 71 kilómetros de canales que se cruzaban entre ellos, de unos tres metros de ancho, y también se desvela la existencia de otras zonas agrícolas desconocidas hasta la fecha. Estos canales habrían permitido a los mayas pasar de un río a otro y llegar hasta el mar Caribe. La vastedad de estos campos sugiere el importante impacto medioambiental que los mayas tuvieron en su entorno. Por ejemplo, según los arqueólogos, quemaron amplias áreas de bosque tropical para ganar zonas de cultivo (sobre todo de maíz, calabaza y aguacate).

Sheryl Luzzadder-Beach, otra de las autoras del estudio e investigadora de la Universidad de Austin, cree que "estos humedales perennes fueron muy atractivos durante las duras sequías mayas, pero que debieron prestan atención a la calidad del agua y su calidad para el consumo. Según los investigadores, esta intensa actividad antrópica incrementó las emisiones de CO2 y de metano. Según Tim Beach, "antes de la época industrial, los registros muestran que el mayor aumento de metano sucedió en el primer milenio antes de nuestra era, justo en la época de máxima expansión de los mayas y también de otras culturas precolombinas en América del Sur, cuando también hubo prácticas similares de deforestación para cultivar arroz en China. Es lo que llamamos Antopoceno Temprano, la primera vez que las civilizaciones humanas tuvieron un impacto global en el planeta".

LIDAR es un láser pulsado que registra el tiempo que tarda, a velocidades de nanosegundos, en que esa señal regrese a la fuente, lo que le permite generar un modelo 3D con mayor precisión que una cámara simple.

Se incluye en tabletas, para escanear espacios, inventario forestal, control de calidad o en la evaluación ambiental.

El estudio también arroja nueva luz sobre la posible fecha del colapso de la civilización maya. En un estudio de la NASA de 2012 se afirmaba que la deforestación de la selva que los mayas llevaron a cabo fue tan intensa que influyó decisivamente en el clima local. Las sequías y la falta de lluvias podrían haber causado el abandono de grandes urbes como Tikal y, al final, la desaparición de esta cultura. Pero en Pájaros del Paraíso, que se encuentra más al norte, los investigadores han encontrado restos que datan de una época posterior al abandono de Tikal y otras grandes ciudades. De hecho, esto hace pensar a los investigadores que tal vez en esta región los mayas pudieran haber sobrevivido más tiempo.

Anabel Ford, directora del Centro de Investigación Mesoamericana de la Universidad de California en Santa Bárbara, destaca que este estudio es "muy convincente y demuestra la importancia de los cultivos mayas en humedales". Es un modelo económico distinto al de los grandes centros urbanos mayas, que utilizaron un sistema agrícola, la milpa (un tipo de parcelas características de Mesoamérica en las que se cultivaba básicamente maíz, frijoles y calabazas), que no ha dejado rastros arqueológicos. De todos modos, Ford es cautelosa respecto al impacto que pudo tener la actividad agrícola maya en el clima y si esta fue en verdad la causante de la extinción de esta civilización, ya que "hasta que no se demuestre si se trataba de una agricultura muy intensiva no podremos afirmarlo" apunta.

Es la revolución en la arqueología maya, aparecen miles de estructuras ocultas en la selva de guatemala. La tecnología lídar está revelando cientos de ciudades y miles de estructuras que confirman que la civilización maya era mucho más grande de lo que se creía hasta ahora.

Imagen aérea de Angkor Wat desde el oeste.

A finales de 2015 LIDAR ya daba agradables sorpresas. El emblemático templo de Angkor Wat en Camboya, que figura en la bandera de este país, está considerado como la mayor estructura religiosa erigida antes del siglo XX. Un estudio publicado en Antiquity demuestró entonces que "el complejo de Angkor Wat es mucho más amplio de lo esperado, tenía más componentes de lo previsto y estaba delimitado en su lado sur por una estructura única y enorme, con unas dimensiones superiores a los 1.500 metros de longitud y 600 metros de anchura". De momento se desconoce la función de esta estructura tan misteriosa, denominada los "espirales rectilíneos" y sin parangón en el mundo angkoriano. Se trata de un trazado formado por varias espirales rectilíneas, no curvas, separadas por unos estanques.

Cortesia de Tom Chandler, Monash University.

El Gran Proyecto de Angkor, dirigido por Roland Fletcher y Damian Evans, de la Universidad de Sidney, ha realizado unos hallazgos sorprendentes gracias a la tecnología LIDAR, que detecta las distancias mediante un haz de luz láser, el georradar, que detecta objetos o estructuras por debajo del nivel del suelo, y las excavaciones controladas. Los investigadores también han descubierto los restos enterrados de un conjunto de torres, probablemente asociadas a un santuario que fue erigido de forma provisional durante la fase constructiva del templo principal y que posteriormente fue derribado. Por otro lado, se han hallado indicios de pequeños núcleos residenciales en las cercanías, incluyendo una red de caminos, estanques y montículos, posiblemente utilizados por personas que servían al templo. "Esto desafía el concepto tradicional sobre la jerarquía social de la comunidad de Angkor Wat y demuestra que el recinto del templo, delimitado por un foso y un muro, puede que no fuera para uso exclusivo de los poderosos o de las élites sacerdotales", sostiene Fletcher.

Ortofotografía de Angkor Wat en la que se distinguen los diferentes recintos.

Arqueólogos han descubierto varias ciudades medievales, enterradas bajo el suelo de los bosques en Camboya: se dice que la más grande rivaliza en tamaño con la capital moderna de Camboya, Phnom Penh. Es un descubrimiento monumental, basado en dos importantes estudios arqueológicos de la zona alrededor de Siem Reap, no muy lejos del famoso complejo de templos de Angkor Wat en las zonas centrales de la antigua cultura Jemer. En el pasado, un arqueólogo se habría pasado toda su carrera andando a través de la selva, machete en mano, con el fin de mapear estas ruinas. Pero gracias al inteligente uso de la tecnología de escaneo láser aerotransportado, el proyecto entero tomó tan solo tres años. Tal es el increíble poder de Lidar –abreviatura en inglés de "detección y oscilación de luz"– una innovación que está causando una gran entusiasmo en el mundo arqueológico. De 2012 a 2015, el arqueólogo Damian Evans y su equipo utilizaron la tecnología Lidar, montados en helicópteros, para mapear unos 2,230km² con una precisión de +/- 150 mm. Con 16 puntos de datos por cada metro cuadrado, los investigadores no solo fueron capaces de identificar con un detalle exquisito las monumentales estructuras de piedra ya conocidas, sino que también descubrieron las masivas civilizaciones urbanas que rodeaban estos templos, identificables por los restos de movimientos de tierras, como montículos, canales, caminos y canteras.

¿Por qué Tesla y Nissan están en contra de la tecnología Lidar?

Nissan es un fabricante muy verde en el apartado de la conducción autónoma, sin embargo, tiene un interés genuino en dar saltos agigantados para poder competir en este sector. Aunque todavía le queda mucho camino por recorrer y más decisiones que tomar, tiene claro qué camino no debe seguir para el diseño y fabricación de sus vehículos autónomos. De esta manera, la compañía anunció que no incorporará la llamada tecnología Lidar. Lidar es el acrónimo en inglés para Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging.

Hace referencia a una tecnología que se emplea para determinar la distancia desde un emisor láser a un objeto o superficie; este dato se obtiene midiendo el tiempo de retraso entre la emisión del pulso y su detección a través de la señal reflejada. Se utiliza frecuentemente en geología y física atmosférica, pero ha sido adaptada por los fabricantes en vehículos autónomos. Sin embargo, Nissan considera que la tecnología Lidar no es capaz de igualar los resultados obtenidos con sus sistemas de radares y cámaras. El gerente general de Desarrollo de Tecnología Avanzada para la Conducción Autónoma, Tetsuya Iijima, afirmó que las firmas no deben dejarse arrastrar por el entusiasmo mal fundamentado. “Lidar carece de las capacidades para superar la tecnología con radares y cámaras que usamos en Nissan (…) Sería fantástico que Lidar estuviera al nivel, que pudiéramos usarla en nuestros sistemas, pero no lo está. Existe un desequilibrio enorme entre su costo y sus capacidades”, comentó. El directivo reveló la visión de Nissan sobre la tecnología Lidar durante la presentación de los últimos avances de conducción autónoma de la marca, la cual sería lanzada en Japón para finales del año en curso. La propuesta de los nipones consiste en utilizar sensores, radares y cámaras para generar un mar de datos enviados a un software capaz de elaborar mapas tridimensionales, los cuales permitirán al vehículo estar “consciente” de todo lo que sucede alrededor.

Tesla advierte que Lidar es un sistema demasiado costoso y redundante.

Pero Nissan no es la única marca que ha mostrado su desagrado hacia Lidar. El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, manifestó su rechazo hacia esta tecnología que están incorporando algunos fabricantes en sus sistemas de conducción autónoma. El magnate fue más radical en su opinión que Nissan y advirtió que las marcas se darán cuenta de su poca pertinencia. “La tecnología Lidar es un error. Cualquiera que confíe en ella está condenado. ¡Condenado! Son sensores caros e innecesarios. Es como tener un montón de apéndices caros. Tener un apéndice es malo, bien, pues es como tener un montón de ellos, es ridículo”, explicó durante el pasado Tesla Autonomy Day. En su lugar, la marca californiana utiliza un hardware de conducción autónoma basado en diferentes tipos de sensores ultrasónicos, radares y cámaras. Además, precisó que Lidar tiene severos problemas para realizar diferenciaciones visuales, una característica fundamental si se aspira a fabricar vehículos autónomos de nivel 4 y 5. Entre las automotrices que apuestan por la tecnología Lidar se encuentran General Motors, Ford y Waymo, quienes argumentan que entre sus principales ventajas está un mejor mapeo en situaciones de poca luz, lluvia o niebla, debido a que lanza alrededor de 1 millón de pulsaciones láser por segundo para recopilar información y reflejarla en mapas 3D.

Por otra parte, Velodyne Lidar, Inc. presentó su nueva tecnología revolucionaria de sensores de detección y alcance de luz (light detection and ranging, lidar) en la exposición CES 2020, que se llevó a cabo en Las Vegas Convention Center. Velodyne destacó su tecnología lidar que hace posible que los sistemas avanzados de asistencia al conductor (Advanced Driver Assistance Systems, ADAS) de alto nivel conduzcan de manera segura y eviten choques. El empleo de lidar, junto con algunas cámaras, es un enfoque revolucionario de seguridad, que permite a los vehículos detectar y evitar objetos en una gran variedad de condiciones ambientales y configuraciones de carreteras. Para lograr una implementación segura de la tecnología autónoma, la mayoría de los líderes está de acuerdo en que los sistemas redundantes con lidar y cámaras son imprescindibles.

Tipos de lídar.

Lidar fue desarrollado por primera vez en la década de 1970 para ayudar en la exploración espacial; inicialmente se utilizó en la misión Apolo 15 para mapear la superficie de la Luna. Como su nombre indica, la tecnología utiliza láseres para medir la distancia. Si está vinculado a un GPS de alta precisión y montado sobre una plataforma aérea, como un avión o helicóptero, puede producir una nube de puntos tridimensional de la superficie debajo suyo. Esta tecnología es muy emocionante para los arqueólogos. No solo puede mapear rápidamente enormes áreas de paisajes antiguos, sino que los láseres son realmente capaces de "ver a través" de la vegetación mediante múltiples escaneos y registrando una serie de reflexiones a partir de un solo pulso. Eligiendo cuidadosamente el momento correcto del año, cuando la cobertura de las hojas se ha reducido, es posible documentar el paisaje en ambientes tropicales –una gesta en la que los arqueólogos basados en tierra siempre han tenido gran dificultad, debido a la densa cobertura vegetal y con frecuencia a una mala recepción de GPS–.

Con estos resultados, está emergiendo una visión en Camboya de la cultura Jemer completamente nueva, que cuestiona lo que sabemos acerca de un gran número de otras civilizaciones antiguas, como la red de canales mayas. Hasta ahora, las grandes civilizaciones tropicales del mundo se han mantenido como algunas de las más enigmáticas. A pesar de que han producido grandes monumentos de piedra, los arqueólogos aún tienen muchas preguntas sin respuesta acerca de cómo operaban, donde vivían sus poblaciones y lo grandes que eran.

Esto se aplica no solo a estos dos casos, sino a civilizaciones a lo largo del sureste asiático; desde Srivijaya en Sumatra, hasta Borobudur en Java. Del mismo modo, en África, sabemos muy poco acerca de los grandes reinos de Congo o Benín, que en gran medida aún están cubiertos por el bosque.

Los bosques representan un 31 por ciento de la superficie de Benín. Parque nacional de Pendjari, en el noroeste de Benín.

Lidar bien podría ayudarnos a encontrar respuestas a algunas de estas preguntas. Ya empieza a enriquecer nuestra comprensión de la civilización Maya, especialmente los extensos sistemas de campos, que se utilizaron para mantener las grandes ciudades. En Honduras, se ha encontrado un gran número de sitios antiguos que pertenecen a una cultura en gran parte desconocida. En la Amazonia, gracias a la teledetección están comenzando a emerger asentamientos y campos debajo del dosel del bosque lluvioso.

Estos resultados son algo más que bonitas imágenes de sitios antiguos. Tienen el potencial de desafiar nuestra comprensión sobre el colapso de antiguas civilizaciones. Por ejemplo, muestran que muchas áreas que antes se pensaba que eran selva, de hecho habían sido despejadas, y sostenían poblaciones significativas. También muestran que muchos de los grandes centros ceremoniales que han sido devorados por la vegetación, estuvieron una vez rodeados de grandes ciudades, con una población de cientos de miles –o incluso millones– de personas.

En los ecosistemas a menudo frágiles, que dependen de un clima estable, ahora es mucho más fácil ver cómo los cambios ambientales podrían haber contribuido al colapso de estas antiguas civilizaciones. Como resultado, muchas ideas sobre el colapso de las sociedades antiguas, como las promovidas por Jared Diamond –quien enfatiza factores sociales, políticos y económicos– pueden requerir una reflexión significativa.

Hay, por supuesto, varios problemas con esta tecnología. Uno es el costo: el mapeo de Camboya fue generosamente financiada por el Consejo Europeo de Investigación, pero el acceso a tanto el equipo como a los aviones estaría limitado para la mayoría de arqueólogos. Algunos de los paisajes pueden ser demasiado remotos como para llegar en avioneta o helicóptero, o las autoridades locales podrían prohibir dichos vuelos. Colocar la tecnología de Lidar en drones puede resolver este problema en el futuro, pero por el momento solo ha habido unos pocos ejemplos de su uso en zonas tropicales. Dada la escala de algunos de estos sitios, y la altura mínima requerida (unos 800 metros) el avión seguirá siendo el método preferido por ahora.

También existe el problema de la verificación en el terreno. Si bien estas imágenes Lidar son asombrosas, requieren de una cuidadosa interpretación y validación. Algunas pueden mostrar rasgos antiguos, pero otras pueden ser bastante modernas en su origen. Por lo que el arqueólogo con su machete puede que no sea totalmente redundante –de hecho, con el uso de esta nueva tecnología, pueden ser incluso más importantes que antes–.

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