Los primeros humanos pudieron haber aprendido a hablar mucho antes de lo que la ciencia pensaba, debido a que tenían la capacidad de navegar a través de grandes cuerpos de agua para llegar a nuevos destinos. A decir de Daniel Everett, experto en lingüística, el Homo Erectus podía comunicarse, y así lo anunció en la reunión anual de la American Association for the Advancement of Science, celebrada en Austin, Texas, en 2018. Everett pasó más de 30 años trabajando con la gente de Pirahã, un pequeño pueblo del Amazonas brasileño, aprendiendo y estudiando su lengua. Los miembros de Pirahã hablan una lengua, del mismo nombre, que es lo que se llama una «lengua aislada», un huérfano lingüístico, y una de los últimos miembros de su familia lingüística en sobrevivir. Everett logró demostrar su experimento, logrando que un hablante de una misteriosa lengua se comunique por primera vez en el escenario. Aun cuando a la fecha han sido descubiertos muchos misterios antiguos, el origen del lenguaje continúa formando parte de la lista de enigmas de nuestro mundo.

En contraposición a Everett, otros expertos creen que el lenguaje es una característica única de nuestra especie, Homo Sapiens, lo que le daría a nuestra forma de comunicarnos una antigüedad de solamente 200 mil años aproximadamente. Por otra parte, la evidencia más antigua encontrada del Homo Erectus corresponde a 1.9 millones de años atrás, lo que podría indicar que el nacimiento del lenguaje podría haber ocurrido mucho antes de lo que los científicos de la corriente convencional creen. Según el profesor Everett, el Homo Erectus debió tener una forma primitiva de conversación, necesaria para lograr lo que ellos hicieron. «Los océanos nunca fueron una barrera para los viajes del Homo Erectus –dijo en la reunión–, navegaron a la isla de Creta y varias otras islas. Fue intencional: necesitaban naves y necesitaban tomar grupos de al menos 20 para llegar a esos lugares». El Homo Erectus tuvo su origen en África, para luego poblar todo el mundo. Evidencia de ello son los restos que han podido ser encontrados en Europa y Asia. Así que «necesitaban el lenguaje cuando navegaban hacia la isla de Flores. No podrían simplemente haber dado un paseo en un tronco flotante porque entonces habrían sido arrastrados al mar cuando golpearan la corriente. Necesitaban poder remar. Y si remaban, necesitaban poder decir ‘remar allí’ o ‘no remar’. Necesitas comunicación con símbolos, no solo gruñidos», indicó.

Si bien la idea fue bienvenida por algunos, el profesor Everett también se encontró con críticas de expertos en orígenes humanos, como era de esperarse. Sin embargo, y como Everett lo dijo, aunque los Homo Erectus hubieran desarrollado una manera de hablar, ese lenguaje no hubiera sido tan sofisticado como el que utilizamos los humanos hoy en día. Everett usa la siguiente analogía: El lenguaje de los Homo Erectus es como el automóvil modelo T de Ford, en comparación con un automóvil Tesla actual, que vendría a ser el lenguaje que usamos los humanos modernos. La teoría de Everett no se puede desechar. La forma de comunicarse de los Homo Erectus no hubiera sido tan compleja como lo es la nuestra, pero tiene sentido y es totalmente lógico decir que los individuos de dicha especie habrían necesitado algo más que gruñidos para realizar sus actividades. Por consiguiente, aquellas antiguas especies que muchos creen que solo fueron criaturas salvajes, posiblemente fueron mucho más avanzados de lo que se cree.

Los últimos Homo erectus fueron contemporáneos de los Homo sapiens. ‘Homo erectus’ era compacto, achaparrado y robusto.

Del Homo erectus sabemos que tenía un cuerpo similar al de los humanos, que fabricaban herramientas con las que se valían para realizar distintas actividades y que probablemente fue la primera especie que cocinó sus propios alimentos. "Lo océanos nunca fueron una barrera para los viajes de Erectus. Viajaron por todo el mundo, viajaron a la isla de Flores (Indonesia) a través de una de las mayores corrientes oceánicas del mundo y también navegaron hasta la isla de Creta y a otros lugares. Fue intencional: necesitaba naves y necesitaban viajar al menos en grupos de 20 para llegar a estos lugares", aseguró Everett en su momento.

Si lo pensamos, la teoría de Everett no resulta tan descabellada. De hecho, tal y como apuntó el profesor en aquella reunión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, celebrada en Austin (Estados Unidos). Se han encontrado restos de H. erectus en países del sur de Europa, en China y en la isla de Java, en Indonesia, a miles de kilómetros de distancia. Estos hallazgos han llevado a algunos investigadores a afirmar que el Homo Florensis, encontrado en la isla de Flores, sería descendiente del Erectus.

Pese a que Everett no ha sido el único en señalar esta controvertida posibilidad, sí que es el primero que apunta que esta especie podría haber desarrollado un lenguaje propio de la navegación. "Los Erectus necesitaban del lenguaje cuando navegaban hacia la isla de Flores. Resulta poco probable que simplemente se diesen un paseo en un tronco flotante porque habrían sido arrastrados por las corrientes. Necesitaban poder remar. Y si remaban, necesitaban poder decir 'remad allí' o 'no remad'. Necesitaban comunicación con símbolos y no sólo gruñidos".

De ser cierta, la teoría haría tambalearse algunas teorías de la evolución humana. Los científicos aún no han llegado a una conclusión clara sobre cuándo surgió el lenguaje en los homínidos, pero muchos sostienen que fue una característica propia del Homo sapiens. Así, de ser cierto lo que apunta Everett, el lenguaje habría aparecido mucho antes de lo que creíamos hasta ahora. Según el profesor de la Universidad de Bentley, el Homo erectus habría sido incapaz de emitir una variedad de sonidos tan amplia como la nuestra. Sin embargo, bastan sólo dos sonidos para poder conformar un idioma. Según las teorías del investigador, esta especie sería capaz de hacer mucho más que eso. "Todo el mundo habla del Homo erectus como una criatura estúpida similar a un mono y sin embargo lo que quiero enfatizar es que el Erectus fue la criatura más inteligente que jamás haya pisado la Tierra", asegura Everett.

La teoría de Everett fue acogida en la reunión de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia con cierto escepticismo ya que no existen pruebas que apoyen que esta especie fuese tan sofisticada. Según Chris Stringer, uno de los responsables del Museo de Historia Natural de Londres, los tsunamis podrían haber llevado a los primeros humanos hasta distintos puntos del planeta en balsas de vegetación creadas de forma natural. Así, Stringer también asegura que el hecho de que esta especie pudiese crear y utilizar herramientas no es una evidencia convincente. "Los chimpancés y los cuervos fabrican y usan herramientas sin un lenguaje humano", asegura.