El ajedrecista ruso Boris Spassky (Leningrado, hoy San Petersburgo,
1937) ha muerto este jueves a los 88 años, según ha confirmado
el director de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE),
Emil Sutovsky, a la agencia de noticias Reuters. El que fuera
décimo campeón mundial de ajedrez de la historia, título que
logró una sola vez en 1969, pasó a la historia al protagonizar
la conocida como partida del siglo en 1972. Ante el estadounidense
Bobby Fischer, en Reikiavik (Islandia), el jugador soviético
cedió la corona que había estado en manos de la URSS desde
1948, cuando Mijaíl Botvínnik logró el primero de sus cinco
entorchados mundiales. Spassky, que adoptó la nacionalidad
francesa en 1978, mantuvo su título de campeón del mundo durante
tres años (1969-1972), cuando lo perdió ante Fischer en una
partida celebrada en plena Guerra Fría. A pesar de ganar las
dos primeras partidas, el ajedrecista ruso acabó perdiendo
por 12,5 a 8,5. Tras su derrota, demostró una gran deportividad
al aplaudir a su contrincante tras perder la sexta partida.

El ajedrecista soviético Boris Spassky, a la izquierda, en
la partida del siglo en Reikiavik, en 1972, ante el estadounidense
Bobby Fischer, a la derecha.
El que también fuera campeón del mundo en siete ocasiones
—nadie tiene más que él—, Anatoly Karpov, que batió a Spassky
en las semifinales del Torneo de Candidatos en 1974, mostró
hoy sus condolencias por la desaparición del ajedrecista y
le rindió un tributo. “Mis ídolos en ajedrez fueron José Capablanca
y Boris Spassky. Cuando logré batis a Spassky, fue una de
las victorias más grandes y, en un sentido, derroté algo en
mi interior al batir a mi maestro”, ha declarado a la agencia
de noticias estatal rusa RIA. “Para mí, Boris Spassky fue
una era entera para el ajedrez. Él se convirtió en el más
famoso, por supuesto, por entregar el título mundial a Bobby
Fischer. Pero él tuvo oportunidades de ganar aquel duelo.
Podría haber perdido por un margen ancho, pero cuando todo
estaba a su favor, desperdició sus ocasiones”, añadió a propósito
de la partida del siglo.

Boris Spassky, en el centro, en Reykjavik, Islandia, en 1972.
Hasta hoy, Spassky era el campeón mundial de ajedrez vivo
de más edad. “Una gran personalidad ha muerto, generaciones
de ajedrecistas han estudiado y estudian sus partidas y su
trabajo. Es una gran pérdida para el país”, dijo el presidente
de la Federación Rusa de Ajedrez, Andrei Filatov a la agencia
estatal de noticias rusa TASS. Por su parte, el director ejecutivo
de la Federación Rusa de Ajedrez, Alexander Tkachev, dijo
que la muerte de Spassky era una pérdida gigantesca para el
mundo del ajedrez. “Boris Spassky vivió en Moscú y estaba
en contacto con todo el mundo cercano a él. Lo conocí de manera
distinta a la que se lee en los libros. Era siempre interesante
hablar con él. Era un contador de historias magnífico y es
difícil para mí hablar de su adiós”, dijo Tkachev a la agencia
RIA.
Spassky representó a Francia en tres Olimpiadas de ajedrez,
en 1984, 1986 y 1988, y era habitual verle jugar en los Jardines
de Luxemburgo en París durante la década de los noventa. Una
vez su salud se deterioró al principio de los 2000, Spassky
desapareció de París en agosto de 2012. Fue en octubre de
ese mismo año cuando volvió a aparecer en Moscú. “Era mi deseo
regresar a Rusia, porque mi tiempo en Francia ya había terminado.
Era momento de empezar una nueva etapa. Entendí que era el
momento de irme”, dijo entonces.
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