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- Mayo - 2023 |
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Lydia Ribeiro
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Lydia María Cacho Ribeiro (Ciudad de México,
12 de abril de 1963), más conocida como Lydia Cacho, es una
periodista, escritora, conferencista y activista de los derechos
humanos mexicana, naturalizada española. Ha recibido reconocimientos
internacionales por investigar crímenes y desarrollar herramientas
sociales y por su labor en enseñar nuevas técnicas de cómo
enfrentar la esclavitud y la trata de personas en todo el
mundo. Fundó un refugio para mujeres de alta seguridad en
México: el Centro Integral de Atención a las Mujeres CIAM
Cancún A.C. Logró la primera sentencia por tráfico sexual
de niños y pornografía infantil en México y en América Latina
(112 años de prisión). En noviembre de 2021 el Gobierno español
le concedió la nacionalidad española por carta de naturaleza.
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Lydia María Cacho Ribeiro nació en la Ciudad
de México y desde hace 20 años radica en Cancún, Quintana
Roo. Es hija de Paulette Ribeiro, psicóloga y feminista franco-portuguesa,
y de Óscar Cacho, un ingeniero mexicano. Desde joven, se involucró
en la defensa de los derechos de las mujeres, al seguir el
ejemplo de su madre. En el 2000, fundó, en compañía de otras
personas, el Centro Integral de Atención a las Mujeres, un
centro especializado en atención a mujeres, niños y niñas
que han sido víctimas de violencia doméstica y violencia sexual,
actualmente cerrado desde 2012 por el aumento de casos de
violencia extrema y falta de financiamiento hacia el centro.
En el 2004, escribió el libro Los demonios del Edén, en donde
denuncia a la mafia de la pederastia en México y la explotación
comercial del sexo con menores con la anuencia de la clase
política e implica a varios personajes públicos. Saltó a la
luz pública por la denuncia penal que se hizo en su contra,
por el supuesto delito de difamación que impuso el empresario
libanés Kamel Nacif Borge en el estado de Puebla, y el escándalo
político que tuvo lugar al implicar al entonces gobernador
de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres, del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), y al empresario en una confabulación
para violentar la ley en contra de la periodista. Los delitos
que denunció Lydia Cacho tuvieron lugar en Cancún (Quintana
Roo), donde ella residía y donde fue secuestrada por elementos
policiacos de Puebla y trasladada de manera ilegal a ese estado,
por orden del gobernador de Puebla.
En el 2005, Jean Succar Kuri, pederasta y corruptor
de menores preso en Arizona, la amenazó de muerte junto con
el personal que colabora en el CIAM Cancún. Lydia Cacho también
fue amenazada por José Ramón Hernández, exagente del Cuerpo
Especial Antisecuestros de Torreón, Coahuila, y Alfredo Jiménez
Potenciano, presunto narcotraficante, por defender a las parejas
sentimentales de estos y protegerlas. Por esa razón, ella
contaba con una escolta de la Agencia Federal de Investigación
(AFI), misma que fue burlada durante su detención y traslado
a Puebla en diciembre de 2005 tras la demanda por difamación
interpuesta por Kamel Nacif Borge, quien es señalado en el
libro Los demonios del Edén, como amigo del pederasta detenido
en Arizona.

El 14 de febrero del 2006, se dio a conocer
la grabación de una llamada telefónica entre el gobernador
de Puebla y Kamel Nacif, en la cual este último le agradecía
el favor hecho por Marín al detener y procesar a Lydia Cacho;
estos hechos sustentarían las denuncias hechas por ella. Gran
parte de los políticos de México, organizaciones sociales
y medios de comunicación exigieron la aclaración del caso
e incluso la renuncia del gobernador. Además, se menciona
de manera colateral, en algunas de las grabaciones, a quienes
fueron los gobernadores de Quintana Roo, Félix González Canto
(PRI), de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía (coalición de
los partidos: Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución
Democrática, Partido Verde Ecologista de México), al exgobernador
de Quintana Roo, Joaquín Hendricks Díaz, y al senador priísta
Emilio Gamboa Patrón. Hasta agosto de 2007, el proceso judicial
continuaba. Hasta agosto de 2012, Lydia Cacho se hallaba temporalmente
fuera de su país a causa de amenazas de muerte; la autora
declaró que fue víctima de una amenaza directa, por medio
de la intervención de una línea especial de teléfono a la
que sólo podrían llegar a tener acceso los sofisticados equipos
de la Marina Armada o de los cárteles que operan en Quintana
Roo. Por consejo de asesores expertos en secuestros y ante
el comentario de la Procuradora General de la República, Marisela
Morales, quien le dijo "sería mejor que salieras unos meses
del país", Lydia Cacho se autoexilió momentáneamente, en busca
de reestructurar su esquema personal de seguridad. México
es el país con mayor índice de violencia contra periodistas,
a partir de 2011.
En noviembre de 2021, el Gobierno español le
concedió la nacionalidad española por carta de naturaleza.
Lydia Cacho ha querido denunciar el sistema
de redes entre empresarios, políticos, militares, policías
y líderes religiosos que esclavizan a niñas y mujeres, esta
periodista ha dedicado gran parte de su vida a investigar
las organizaciones dedicadas a la trata de personas y detener
la transgresión de los derechos fundamentales de las personas.“Existe
un tráfico de influencias, abuso de poder y una perversa degradación
que se obtiene con la colusión de poderes”. Es detenida en
Cancún, Quintana Roo, el 16 de diciembre de 2005, por agentes
de la policía judicial de Puebla, para trasladarla a la ciudad
de Puebla. La razón de su detención se debe a su libro ‘’Los
demonios del Edén’’, que fue publicado en el año 2003 y que
consiste en una investigación que recopila los relatos testimoniales
de los sobrevivientes de una red de prostitución infantil,
dirigida por políticos y por los empresarios Succar Kuri y
Kamel Nacif. La violación de sus derechos humanos que se vieron
quebrantados al entrar a la cárcel, como ella misma lo declara
“traemos un resumen de mi caso y explicaré la ruta de la impunidad”
ella aclara que no es la única que sufre debido a la falta
de justicia y de la aplicación de las leyes en México. Tal
parece que la impunidad y la falta de justicia impera en México,
por eso es que Lydia cacho se volvió el ejemplo vivo de que
el país requiere un cambio profundo tanto en su marco legal,
político y social.

Benicio Del Toro y Alfonso Cuarón produjeron
una cinta basada en libro “Los demonios del edén” de Lydia
Cacho.
En 2005, Lydia denuncia las agresiones de las
que fueron víctimas varias menores, esto provocó un fuerte
enfrentamiento con el empresario libanés Kamel Nacif, y el
entonces gobernador de Puebla, Mario Plutarco Marín Torres
que desencadenó un revuelo mediático y evidenció la crisis
de credibilidad en el Sistema de Justicia Mexicano. Más tarde
ha denunciado ser víctima de ataques en redes sociales por
su denuncia al gobernador Borge. Posteriormente, Lydia Cacho
da conocer la anécdota de su ‘’secuestro legal’’ como ella
lo llama, por medio de una publicación que ella misma hizo
el 19 de diciembre de 2005 en el sitio periodístico de Cimacnoticias.
En la publicación, Cacho cuenta cómo los agentes de la policía
la obligaron a entrar a un auto sin saber su destino. Cacho
es llevada a las oficinas de la procuraduría, donde le realizan
un examen médico que establece el hecho de sufrir de bronquitis,
y de la inconveniencia de ser trasladada a distancias largas
por carretera. Según el testimonio de Cacho, la médica le
expide el certificado médico y le receta medicamento; sin
embargo, los judiciales la retiran del lugar antes de que
le fuese entregado su expediente médico del hospital. Al sacarla
del lugar es trasladada por los mismos agentes judiciales
al estado de Puebla. Durante el viaje, Cacho es privada de
hacer uso de su teléfono, de contactar a su abogado, recibe
amenazas de muerte y es víctima de tortura verbal ocasionada
por los judiciales. Antes de llegar a Puebla, el vehículo
es interceptado por otro de donde salen dos mujeres de la
policía, las cuales toman los lugares de los agentes captores.
La procuraduría de Puebla informó a los medios
de comunicación que la periodista había sido detenida y trasladada
por agentes policías mujeres, las cuales iban acompañadas
de un representante de derechos humanos. Lo cual fue desmentido
por Lydia. Ya en Puebla, el trámite del juicio de Lydia Cacho
avanza lentamente. Finaliza, al pagar una fianza que consta
de $70,000 pesos en efectivo. Según una nota publicada por
el periódico Vanguardia (2018), Cacho Ribeiro manifestó que
durante su traslado a Puebla, se hizo presente la discriminación
de género, demostrada en tortura y el trato sexualizado a
su persona. Posteriormente a su detención, el comité de Derechos
Humanos de la Organización de Naciones Unidas, pide al Estado
mexicano que se repare el delito de difamación provocado a
la periodista. El comité de la ONU, deja claro que reconoce
el suceso como un caso de violación a mujeres en el sistema
de justicia.
De 2009 a 2014 escribió la columna llamada "Plan
B" en el periódico El Universal. En septiembre de 2014, en
su columna “Sureste peligroso” para el periódico El Universal,
Lydia Cacho anunció que, tras nueve años de colaboración,
se dieron circunstancias que le impidieron continuar: “El
Universal ha tomado decisiones que me impiden seguir como
columnista en sus páginas”.
Es cofundadora de la plataforma digital de izquierda
"Sin Embargo". De 2012 a 2014 escribió para esta plataforma
en México.
Desde 2016 Lydia Cacho decidió utilizar el Premio
ALBA/Puffin al activismo en pro de los derechos humanos para
realizar una plataforma educativa web y serie documental de
nombre "Somos Valientes" la cual terminó a mediados
de 2018. La primera temporada consta de 5 capítulos y documenta
historias reales de niñas y niños valientes en México, de
diversos ámbitos y razas que demuestran estar conscientes
de su entorno y quieren ser escuchados. Se basa en la educación
de los Derechos Humanos como una fórmula para crear civismo,
empatía y comportamiento ético a partir del ejemplo. Lydia
Cacho conduce y dirige esta serie documental.

Dotado con $100.000, el Premio ALBA/Puffin es
uno de los mayores premios de derechos humanos en el mundo,
otorgado anualmente por ALBA y patrocinado por la generosidad
de la Fundación Puffin.

Durante la década de 1990 y principios de la
de 2000, Cacho informó ampliamente sobre el feminicidio en
Ciudad Juárez. En el 2020, Cacho fue presentadora y productora
ejecutiva de un podcast bilingüe producido por Imperative
Entertainment y Blue Guitar sobre el feminicidio, que se distribuyó
en inglés como The Red Note y en español como La Nota Roja.
Un documental sobre el mismo tema, titulado "Flores del desierto:
Historias de la nota roja", se lanzó por Imperative
Entertainment en el 2021.
Lydia Cacho ha escrito 14 libros derivados de
sus conocimientos y experiencias, desde poesía hasta ficción,
un manual para prevenir el abuso de menores, ensayos sobre
temas de amor y género, y los bestséllers internacionales
sobre tráfico sexual, esclavismo y pornografía infantil. Sus
libros se han traducido a diferentes idiomas: francés, inglés,
alemán, portugués, italiano, neerlandés, croata, sueco y turco,
y se han publicado en México, en los Estados Unidos, en España
y en países centroamericanos. Forma parte de la Red Internacional
de Periodistas con Visión de Género.

10
- Febrero - 2024 |
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Guillermo DChristy
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Tomando la autovía 307, sentido Tulum, la carretera
se desliza en paralelo a la Riviera Maya. Circulan autocares
de cristales tintados con turistas norteamericanos, tráilers
kilométricos y mexicanos a pie que van o regresan de sus trabajos
en hoteles de lujo. Estamos en campaña electoral y cada poco
tiempo vemos en las cunetas carteles con el rostro sonriente
de la candidata del partido gobernante, Claudia Sheinbaum.
Varios kilómetros después, abandonamos la 307 y enfilamos
un camino de tierra que penetra en la selva maya. Se pierde
la cobertura en los móviles. Estamos en una selva rara porque
los árboles nos parecen poco elevados, la superficie es roca
kárstica y las raíces no pueden ser muy profundas. Durante
todo el trayecto el coche se cubre de polvo. Un puñado de
volquetes anuncian que las obras del Tren Maya no deben estar
lejanas.
Cargando el material básico en bolsas secas
y con los cascos de espeleología ajustados, Guillermo D.Christy,
espeleólogo mexicano, está atento a una señal en el bosque
que indica dónde dejar el sendero y atravesar la selva machete
en mano para desbrozar la maleza. Hora y media después de
arrancar el coche, se abre la enorme boca de la gruta. Parpadeando
para acomodar la vista a la oscuridad de la caverna, se descubren
miles y miles de estalactitas que dan techo a una laguna de
agua prístina. Roberto Rojo, el otro espeleólogo, pide aplomo
y advierte: “La superficie no es resbalosa, pero es mejor
dar pasos grandes y firmes”.

El Tren Maya en los tramos 5, 6 y 7 no cuenta
con Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA), ni permiso forestal,
estudios geológicos. Ni tiempo para que el INAH, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, recobre la arqueología
subacuatica. Justo los tramos más vulnerables desde el punto
de vista ambiental e histórico.
El primer humano que visitó y catalogó este
cenote lo hizo hace solo nueve años, en 2015. Fue el espeleólogo
texano Peter Sprouse. Hasta entonces, nadie había entrado,
salvo —posiblemente— algunas comunidades mayas que las visitaban
para realizar rituales religiosos y agradecer la riqueza que
les proporcionaban sus aguas. Cenote es una palabra maya que
significa algo así como profundidad, abismo. La gruta en cuestión
forma parte del sistema Aktun t’uyul y tiene forma de estrella
irregular de tres puntas. Entrando por la punta conocida como
Manitas, el destino está en otra de las puntas de la estrella,
bautizada como Oppenheimer en honor al físico estadounidense
y su reciente película. La primera impresión es incómoda,
violenta. Siempre se accede a estas cavernas prehistóricas
después de pagar una entrada y haber escuchado decenas de
recomendaciones y prohibiciones.

Orientan unas cuerdas amarillentas, desplegadas
en su día por Sprouse. Sorteando las cuchillas talladas a
partir de gotas de agua calcárea. Prohibido tocarlas. Cruzamos
a nado pozas de aguas cristalinas. La temperatura es estable,
23 grados. Y, de repente, el agua se turbia, sobre la superficie
flotan filetes de espuma de cemento, a los lados surgen chispas
de alguna soldadura, el silencio de sepulcro se ensucia con
música latina que surge de las cúpulas puntiagudas. Seis metros
por encima los obreros trabajan. Y es en ese momento cuando
entendemos que no somos nosotros quienes violentamos a la
Naturaleza. Se alzan tres columnas de acero relleno de hormigón.
La estampa produce náuseas. Para abrir camino al Tren Maya,
los ingenieros han rajado la selva talando cerca de 10 millones
de árboles y para sostener las vías elevadas han taladrado
la roca calcárea: cuatro pilares por cada 17 metros. Y para
todo eso, han hecho añicos las estalactitas que la Naturaleza
ha esculpido pacientemente durante centenares de miles de
años. A las estalagmitas no les toca mejor suerte: algunas
han quedado cubiertas por el hormigón sobrante.

Roberto no se puede contener. "Me encantan las
cuevas —nos dice—, trato de estar el mayor tiempo posible
en ellas. Pero venir aquí y ver esto me rompe el corazón y
me llena de coraje. Me hierve la sangre cuando veo todos estos
pilotes que están poniendo en ilegalidad". Sostiene en ilegalidad
porque Roberto, Guillermo y otros tantos han logrado convencer
a un juez para que decrete la suspensión de las obras. A quien
no han convencido es a la persona que está empeñada en terminar
el Tren Maya como sea y al precio que sea, al presidente Andrés
Manuel López Obrador. Y Roberto remata: “Es un capricho del
presidente que no obedece ni a la protección de la naturaleza,
ni a la protección de la cultura, ni a la protección de las
personas”. No está claro el beneficio social que va a aportar
la obra; lo que sí se sabe es que su presupuesto se ha disparado
y no hay manera de fiscalizarlo porque se ha decretado secreto
al estar considerada una obra de seguridad nacional.

Uno de los activistas amantes de la naturaleza
que han acompañado al espeleólogo Roberto Rojo en sus recorridos
por el tramo 5 del Tren Maya -para verificar la devastación
de la selva- Eduardo Urbina, denunció en sus redes sociales
que las cavernas son rellenadas con sascab (material de relleno
en edificaciones), piedras y hasta plásticos.
Siempre que se le pregunta, el presidente minimiza
los daños. Abajo, en la gruta, a seis metros bajo el nivel
de la superficie, impera el silencio. Se rompe en ocasiones
por el sonido de los taladros, charlas entre obreros que no
logramos entender y la música latina. La gruta está silente,
no protesta. Y quizá por eso le toca ahora sufrir.

Al principio se barajó llevar el trayecto por
encima de la autovía 307. Los encargados de las finanzas protestaron.
Muy caro. Después se decidió que la vía correría en paralelo
a la 307. Los hoteleros protestaron. Ruido de obras y polvo
cuando los turistas lo que quieren es silencio y sol. Y al
final, el proyecto se trasladó a plena selva. Y la selva y
las cavernas siguieron silentes. Roberto y Guillermo han decidido
romper el silencio de los cenotes. Protestan en redes sociales,
denuncian ante tribunales y ayudan a los periodistas a entrar
en la cueva. Antes de regresar, Guillermo graba un nuevo vídeo
para las redes sociales. “Señor presidente, aquí luchamos
por los derechos humanos de toda la comunidad. El derecho
al agua limpia, no contaminada, el derecho a una selva y un
patrimonio cultural. Esto no puede continuar”.

Y Roberto pone después su sello directo. “Espero
que los responsables paguen su delito con la cárcel”.

A los pocos días ...
Un tribunal de Yucatán paraliza la construcción
del Tren Maya por daños al subsuelo La justicia pide al Gobierno
que entregue los estudios científicos que acrediten que la
infraestructura no afecta a cuevas y cenotes.

13
- Marzo - 2025 |
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Guadalupe Aguilar
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María Guadalupe Aguilar Jaúregui es la cabeza
visible de Fundej. Es una enfermera jalisciense jubilada de
69 años, nacida en Guadalajara y madre de José Luis Arana
Aguilar, desaparecido en Tonalá, Jalisco, desde el 17 de enero
de 2011. Acompañó al activista Javier Sicilia en su Marcha
por la Paz, que realizó en 2011. A raíz de este acontecimiento,
y animada por el también poeta, decidió formar una asociación
que ayudara a las familias de los desaparecidos. En 2013 formó
el colectivo Fundej, apenas con unas cuantas madres para reunir
experiencias y “brindar conocimiento de su andar a las madres
que buscan a sus hijos”. En una entrevista, Guadalupe refirió
que está haciendo esta labor para que no le suceda a nadie
más porque se trata de “un dolor tan terrible que no se lo
deseo a nadie, a nadie más. Por eso se va transformando uno,
de buscadora a defensora”.

Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos (Fundej)
es una organización de madres, esposos, hijos y hermanos que
busca desaparecidos en Jalisco. Se definen como una organización
solidaria que “busca hermanar a las familias para difundir
las injusticias y atropellos que enfrentan por parte de las
autoridades cuando denuncian la desaparición o cuando ellos,
por sus propios medios, realizan la búsqueda de sus familiares”.
Esta organización también da apoyo emocional y legal a las
familias.
Guadalupe vive desde hace más de una década
en una lucha contra reloj. Su hijo, José Luis Arana, desapareció
en 2011 en el estado de Jalisco, cuando tenía 34 años, y ahora
forma parte de la larga y desalentadora lista de las más de
100.000 personas no localizadas en México. “No me quiero morir
sin saber qué le pasó”, asegura Aguilar.
2
- Agosto - 2025 |
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Gustavo Castro
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El mexicano Gustavo Castro Soto ha entregado
su vida a la investigación y con la misma ha defendido diversas
causas. Su valor le ha llevado a enfrentarse con grandes empresas,
muy a pesar de que ser activista en México conlleva persecución,
acoso y otros tipos de ataques. Inclusive la muerte. Castro
lo ha sabido siempre, pero de acuerdo con sus amigos, uno
de los episodios más trágicos que había vivido antes del ataque
a Berta Cáceres Flores, defensora hondureña del medio ambiente
y de los derechos humanos, fue el asesinato de su amigo y
compañero de lucha, Mariano Abarca Robledo, quien estaba en
contra de la minera Black Fire, en Chicomuselo, Chiapas.
Un informe de la Federación Internacional de
Derechos Humanos refiere que en los últimos años, la criminalización
de defensores de los derechos humanos en el contexto de la
política global de extracción de recursos naturales y de megaproyectos
ha mostrado una tendencia generalizada en América Latina.
Castro Soto, quien es originario de Michoacán
y de profesión sociólogo, comenzó a trabajar en Chiapas luego
del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN), en un principio con investigación social
en las comunidades. Luego su activismo se enfocó en la defensa
de pueblos indigenas y el medio ambiente y recursos naturales,
no sólo el sureste de México, sino en más entidades federativas.
Entonces fundó la organización Otros Mundos A.C. en San Cristobal
de las Casas. En 2015 inció al construcción de "Alter-Natos",
un centro ecológico que busca proponer nuevas "formas de vida"
que no estén relacionadas con el capitalismo.

El activista mexicano Gustavo Castro, quien
es sobreviviente y testigo del ataque a defensora de derechos
humanos Berta Cáceres, no sólo ha enfrentado el horror en
Honduras, sino también en su propio México. Herido de bala,
salvó la vida después de que los asesinos de la activista
hondureña Berta Cáceres le dieran por muerto. A Gustavo Castro,
coordinador de la ONG ecologista Amigos de la Tierra, no le
esperaban aquel fatídico 3 de marzo de 2016 en la vivienda
de Cáceres, pero aquella presencia fue improvisada Castro
cambió sus planes en último momento.
Gustavo, acompañado de comunidades enteras y
organizaciones internacionales ha defendido territorio chiapaneco
de empresas con intereses en construir megraobras o explotar
los recursos naturales; o incluso han denunciado abusos por
parte de autoridades o intentos de despojo. Libertad Díaz,
integrante de Otros Mundos, comentó que a los defensores de
la tierra se les criminaliza.
"Hay redes de derechos humanos que han documentado
que a los activistas se les persigue de manera sistemática",
dijo Díaz, quien agregó que: "la solidaridad de Gustavo con
los pueblos indígenas, a nivel nacional e internacional, ha
provocado que el Gobierno mexicano tenga muchísima presión
por lo que sucedió [en Honduras]".

Castro resultó herido en el ataque a Berta Cáceres
y fingió estar muerto para salvar su vida vida.
Pásate por Ser humano >> Activistas
>> Centroamérica.
Según Amnistía Internacional., el asesinato
de Cáceres supuso “un grave retroceso” en materia de derechos
humanos en Honduras donde ha reinado la impunidad ante otros
homicidios similares. Hay mucho temor, mucha incertidumbre
porque todos los defensores consideraban a Berta intocable.
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