www.juezyverdugo.es --- contacto@juezyverdugo.es

 

>>>> Ser humano > Activistas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
27 - Abril - 2023
>>>> Aung San Suu Kyi

La frágil e inacabada transición democrática de Myanmar se vio interrumpida en 2021 con un golpe de Estado militar. Los golpistas pusieron bajo arresto al presidente Win Myint, y a la premio nobel de paz y líder de facto del país, Aung San Suu Kyi. De esta manera daba otra vuelta de tuerca la vida que quien alguna vez fuera considerada un faro en la lucha por los derechos humanos en el mundo, la activista que eligió perder su libertad para enfrentar a los militares que gobernaban con mano dura su país, pero que en los últimos años había caído en desgracia ante la comunidad internacional.

En 1991, "La dama", como se la apodó, recibió el Nobel de la Paz por ser "un ejemplo extraordinario del poder de los que no tienen poder".

Pero desde que se convirtió en la líder de facto de su país, en 2016 y tras la apertura democrática del mismo, Suu Kyi se ha visto condenada por los mismos líderes internacionales y activistas que alguna vez le dieron su apoyo, indignados por su silencio ante el éxodo de cientos de miles de musulmanes rohingya de Myanmar hacia el país vecino, Bangladesh, debido a una persecución militar.

Los mismo activistas que alguna vez la ensalzaron la acusan ahora de no hacer nada para detener las violaciones, los asesinatos y el posible genocidio contra esa minoría.

La comunidad internacional la señaló por no condenar a los militares que perpetraron estas acciones, abduciendo que se negaba a denunciarlas en voz alta. Las pocas personas que la respaldaban en el ámbito internacional señalaron que ella es una política pragmática que estaba tratando de gobernar un país multiétnico con una compleja historia y una mayoría budista con poca simpatía por los rohingya.

Añadieron que los militares "aún tienen gran parte del poder político y no han soltado el control de las fuerzas de seguridad", hecho que fue confimado con el golpe de Estado. Los críticos de Aung San Suu Kyi señalaron que la otrora líder de los derechos humanos había perdido su prestigio moral, así como la reputación de ser alguien dispuesto a luchar por esas causas pese al costo personal que tuviera que pagar.

Aung San Suu Kyi con Michael Aris, su esposo y su hijo Alexander en Londres en 1973.

Suu Kyi, de 75 años, pasó detenida la mayor parte de las dos décadas que van entre 1989 y 2010, debido a sus esfuerzos por llevar la democracia a un país gobernado por militares, lo que la convirtió en un símbolo internacional de resistencia pacífica frente a la opresión. En noviembre de 2015, lideró la Liga Nacional de la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés), que logró la victoria en las primeras elecciones libres en Myanmar en 25 años.

Esa victoria llegó cinco años después de que hubiera sido liberada. Aunque la constitución de Myanmar le prohíbe convertirse en presidenta porque tiene hijos que nacieron en el extranjero, Suu Kyi era vista como la líder de facto del país. Su título oficial, Consejera Estatal. El presidente, Win Myint, un ayudante cercano.

Suu Kyi es la hija del héroe de la independencia del país, el general Aung San. Asesinado en julio de 1947, durante el período de transición y justo seis meses antes de lograda la independencia, cuando Suu Kyi tenía solo 2 años. En 1960, viajó a la India con su madre, Daw Khin Kyi, quien había sido nombrada embajadora de su país en Delhi. Cuatro años más tarde viajó a Reino Unido para comenzar sus estudios en la Universidad de Oxford: filosofía, política y economía. Allí conoció a su esposo, el académico Michael Aris. Se instaló en Reino Unido donde tuvo dos hijos, Alexander y Kim.

Miles de personas llegaron a saludar a Aung San Suu Kyi cuando fue liberada de su arresto domiciliario en 2010.

Cuando finalmente regresó a Rangoon (la ciudad más grande de su país, ahora llamada Yangon) en 1988 -para cuidar de su madre que estaba enferma-, Myanmar se encontraba en medio de una revuelta política. Miles de estudiantes, trabajadores y monjes se habían tomado las calles para demandar una reforma democrática. "No puedo, como hija de mi padre que soy, permanecer indiferente a lo que está pasando", dijo durante un discurso en Rangoon, el 26 de agosto de 1988. Sus declaraciones la impulsaron a convertirse en la líder de la revuelta en contra del entonces dictador, general Ne Win. Inspirada por la campaña por los derechos civiles en Estados Unidos de Martin Luther King y el impulso por la independencia de India de Mahatma Gandhi, Suu Kyi organizó movilizaciones alrededor del país que hacían un llamado a la reforma democrática y las elecciones libres. Pero las marchas fueron brutalmente reprimidas por el ejército, que llegó al poder mediante un golpe de Estado el 18 de septiembre de 1988. Suu Kyi fue enviada a cumplir arresto domiciliario al año siguiente. El gobierno militar convocó a elecciones en 1990, pero -a pesar de que el partido fundado por Suu Kyi, el NLD, ganó de forma convincente los militares se negaron a entregar el poder.

Suu Kyi permaneció bajo arresto domiciliario en Rangoon por seis años, hasta que fue puesta en libertad en 1995. Pero volvió a quedar detenida y con prisión domiciliaria en septiembre de 2000, cuando intentó viajar a la ciudad de Mandalay, desafiando las restricciones de movimiento que le habían impuesto. Fue liberada de forma incondicional en mayo de 2002, pero de nuevo fue enviada a la cárcel después de un enfrentamiento entre sus seguidores y militantes del gobierno.

Más tarde le permitieron regresar a su hogar, pero nuevamente bajo arresto domiciliario y con confinamiento solitario. De hecho tenía prohibido ver a sus dos hijos y a su esposo, quien murió de cáncer en marzo de 1999. Las autoridades militares le ofrecieron que viajara a Reino Unido cuando él estaba gravemente enfermo, pero se vio obligada a rechazar la oferta por temor de que le negaran el reingreso al país.

El NLD, el partido que fundó Suu Kyi, ganó por una inmensa mayoría las elecciones de noviembre de 2015 y 2020.

Suu Kyi fue marginada de las primeras elecciones en 20 años, que se celebraron el 7 de noviembre de 2010, pero fue liberada de su arresto domiciliario seis días después. Fue la primera vez que pudo ver a su hijo Kim Aris en más de una década. Como el nuevo gobierno se embarcó en un proceso de reformas, Suu Kyi y su partido se unieron al proceso político. En las elecciones parciales que se celebraron en abril de 2012, su partido logró 43 de los 45 escaños que estaban en disputa en el Parlamento. De ese modo se convirtió en congresista y líder de la oposición. Ese mismo año pudo salir de Myanmar por primera vez en 24 años, como un signo de confianza de que los nuevos líderes la dejarían regresar al país.

Sin embargo, pronto se frustró ante los escasos avances que mostraba el desarrollo democrático en su país.

En noviembre de 2014, denunció que Myanmar no había hecho ninguna reforma real y que EE.UU. -que había levantado la mayoría de las sanciones económicas contra el país en 2012- había sido "excesivamente optimista" en el pasado. Además, en junio de 2015, no pudo lograr una votación mayoritaria para remover el veto del ejército sobre un cambio constitucional. Pero cuatro meses después, el 8 de noviembre de 2015, se realizaron en Myanmar las primeras elecciones abiertas y libres en 25 años. El NLD obtuvo un abrumador triunfo. Aunque no podía ser presidenta debido a una restricción constitucional (escrita especialmente con ella en mente) que impide que se presenten candidatos con cónyuges o hijos nacidos en el extranjeros, Suu Kyi se convirtió en líder de facto en 2016, en un rol de "consejera estatal". Desde entonces, su liderazgo fue definido por la crisis rohingya. Después de los ataques fatales contra las estaciones de policía en el estado de Rakhine, en agosto de 2017, el ejército de Myanmar comenzó una brutal represión contra esa minoría étnica, obligando a cientos de miles a huir a través de la frontera con Bangladesh.

Los críticos dicen que Suu Kyi no hizo ni ha hecho lo suficiente para condenar a los militares. Por eso, ella y Myanmar enfrentan un juicio por genocidio en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya.

Desde que asumió el poder, además de la crisis Rohingya, Suu Kyi y su gobierno también han enfrentado a críticas por enjuiciar a periodistas y activistas basándose en leyes de la era colonial. El caso más conocido es el de los periodistas de la agencia Reuters que fueron condenados -aunque luego liberados- por cubrir los ataques en contra de los rohingya. Los periodistas fueron acusados de violar una ley de Secretos Oficiales. Activistas han declarado que este tipo de leyes restringen el ejercicio periodístico. Sin embargo, también se ha progresado en algunas áreas, aunque el ejército mantiene aún el control de una cuarta parte de los escaños parlamentarios y de algunos ministerios clave, incluidos los de defensa, asuntos interiores y asuntos fronterizos. En agosto de 2018, Suu Kyi describió a los generales en su gabinete como "personas muy dulces". Ahora, esos mismos militares -alegando fraude en las ultimas elecciones, en las que el partido de Suu Kyi ganó por avalancha- decidieron sacarla del poder, mostrando que el último capítulo en la vida de esta compleja mujer -considerada heroína y traidora al mismo tiempo- aún no está escrito.

28 - Abril - 2023
>>>> Ko Jimmy

El ejército de Myanmar ejecutó en 2022 a cuatro activistas prodemocracia, en la primera aplicación de la pena de muerte desde finales de los años 80 en el país asiático. Los cuatro ejecutados, que incluyen al escritor e histórico militante demócrata Ko Jimmy y el diputado Zhayar Thaw, estaban acusados de cometer "actos terroristas". Los condenaron a muerte en un juicio a puerta cerrada que grupos defensores de los derechos humanos calificaron como arbitrario. La líder de los demócratas en Myanmar y presidenta del partido Liga Nacional por la Democracia (LND), Aung San Suu Kyi, recibió la noticia con mucha tristeza, indicó una fuente al servicio birmano de la BBC.

Los familiares de los fallecidos se congregaron en la prisión de Insein, desesperados por obtener información sobre sus seres queridos. La madre de Zayar Thaw explicó que no le dijeron cuándo iban a ejecutar a su hijo y por ello no pudo organizar los ritos funerarios según la tradición. "Cuando hablamos por zoom el viernes, mi hijo estaba sano y sonriente. Me pidió sus gafas para leer, un diccionario y algo de dinero, así que hoy traje esas cosas a la prisión", declaró Khin Win May al servicio birmano de BBC. "Por eso no pensaba que lo iban a matar. No lo creía". La hermana de Ko Jimmy, cuyo verdadero nombre es Kyaw Min Yu, señaló que aún no habían recibido los cuerpos.

Todas las familias presentaron solicitudes de información sobre las ejecuciones. El medio estatal de noticias Global News Light of Myanmar afirmó que los cuatro hombres fueron ejecutados porque "dieron directivas, hicieron arreglos y perpetraron conspiraciones para actos de terror brutales e inhumanos". Indicó que habían sido acusados en virtud de las leyes antiterroristas, pero no especificó cuándo ni cómo se les ejecutó. Son las primeras ejecuciones en Myanmar (también conocido como Birmania) desde 1988, según Naciones Unidas. En las anteriores se utilizó la horca.

En 2021 la junta militar tomó el poder en el país con un golpe de Estado, lo que desencadenó manifestaciones generalizadas y provocó una represión militar contra manifestantes, activistas y periodistas a favor de la democracia.

La noticia de las ejecuciones fue recibida con fuertes críticas de grupos opositores y organizaciones de derechos humanos. "Estoy indignado y devastado por la noticia de las ejecuciones, por parte de la junta, de patriotas de Myanmar y defensores de los derechos humanos y la democracia", declaró el relator especial de la ONU sobre derechos humanos en Myanmar, Tom Andrews. "Estos actos depravados deben ser un punto de inflexión para la comunidad internacional", indicó. El Gobierno de Unidad Nacional en el exilio de Myanmar (NUG por sus siglas en inglés) aseguró que sus integrantes están "extremadamente conmocionados y entristecidos" por las ejecuciones. El NUG, un grupo formado por activistas prodemocracia, representantes de grupos étnicos armados y exlegisladores formado en respuesta al golpe militar de 2021, instó a la comunidad internacional a "castigar a la asesina junta militar por su crueldad y crímenes".

Ko Jimmy, de 53 años, era un veterano del Grupo de Estudiantes de la Generación del 88, un movimiento birmano prodemocracia conocido por su activismo contra la junta militar del país en los levantamientos estudiantiles de 1988. Él y su esposa, la también activista Nilar Thein, están entre los pioneros del movimiento a favor de la democracia en el país. Cuando en 2007 los monjes encabezaron las protestas contra el régimen, Ko Jimmy y su esposa movilizaron a activistas de las manifestaciones de 1988 para que se unieran. Pasó varias temporadas en prisión por su activismo antes de ser liberado en 2012. En octubre del año pasado fue arrestado bajo las acusaciones de ocultar armas y municiones en un apartamento en Rangún y de ser un "asesor" del Gobierno de Unidad Nacional. U Phyo Zayar Thaw (también conocido como Zeya Thaw), de 41 años, era un exídolo de hip-hop reconvertido en legislador de la LND.

Zeya Thaw era muy cercano a Aung San Suu Kyi.

Su banda, Acid, lanzó el primer álbum de hip-hop de Myanmar, con letras llenas de ataques directos contra los militares, que despertaron las iras de la junta. Se fue convirtiendo gradualmente en un aliado cercano de Aung San Suu Kyi y a menudo la acompañaba en sus reuniones internacionales con líderes mundiales. Fue detenido en noviembre por presuntos delitos contemplados en las leyes antiterroristas. Tanto Zeya Thaw como Ko Jimmy perdieron las apelaciones de sus sentencias en junio. Se sabe menos sobre los otros dos activistas: Hla Myo Aung y Aung Thura Zaw. Ambos fueron condenados a la pena capital acusados de matar a una presunta informante de la junta.

El ejército mantiene que los resultados de las elecciones generales de 2020, en las que el partido político de Suu Kyi ganó por abrumadora mayoría, fueron manipulados. Autoridades de la comisión electoral han negado la acusación y mantienen que no hubo evidencia de fraude. Desde el golpe Suu Kyi ha estado detenida bajo arresto domiciliario, acusada de una amplia variedad de cargos que van desde corrupción hasta violar la ley de secretos oficiales del país, por lo que podría recibir una sentencia de hasta 150 años. La Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, que lleva un registro de los muertos, encarcelados y detenidos por los militares, contabiliza 14.847 personas detenidas desde el golpe de Estado y 2.114 asesinadas por los militares.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

“Me obligaron a torturar, violar y matar a gente inocente”

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

NUBE DE

ETIQUETAS

NOVEDADES EDITORIALES