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05 - Agosto - 2023
>>>> Séptimo arte > King Kong

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El mono ha estado presente en la ficción desde los tiempos más remotos. Basta pensar en Hanuman, el héroe simiesco del Ramayana, poema épico en sánscrito escrito entre el 750 y el 700 a.C. para comprender que esta relación viene de largo. Es especialmente significativa la figura del mono humanoide, el simio salvaje propio de los libros de maravillas que da origen a mitos que hoy perviven, como el de los yetis o el de imposibles civilizaciones de tribus simiescas aisladas en la profundidad de la selva.

Cómo afirma Arturo Montenegro, director de cine, posiblemente la referencia más antigua sea la del almirante cartagines Hanón (siglo V a.C.) En la crónica de su viaje viaje africano se dice que la expedición tuvo que vérselas con unos aborñigenes salvajes, una tribu de seres peludos y poco refinados, que por su escasa cultura y ánimo bélicoso, bautizan con el nombre de gorilas. Esta y muchas otras referencias en la historia son el caldo de cultivo que puede considerarse antecedente de King Kong, el gran simio que en el 2023 está de aniversario. Ya que se cumplen 90 años de su primera aparición en las pantallas del mundo entero, cambiando la historia del cine para siempre.

Willis O´Brien es uno de los grandes nombre del cine de efectos especiales. Debuta con el cortometraje El dinosaurio y el eslabón perdido: una tragedia prehistórica (1915) en el que ya se recrea mediante stop motion a un curioso simio malvado parecido a un gorila y con el simpático nombre de Wild Willie, por lo que queda claro que su obsesión por los monos venía de antiguo. Tras alcanzar el éxito con El mundo perdido (1925) de Harry O. Hoyt, trabaja en diversos proyectos para la R.K.O. Pictures que no terminan de cuajar pero un boceto de O´Brien de una idea aún por desarrollar capta la atención de Merlan C. Cooper. Se trata de la mano de un simio gigante que tiene atrapada a una bella muchacha, el germen del futuro King Kong.

La película King Kong bebe de las historias literarias de aventuras sobre mundos perdidos, y en especial de la novela El mundo perdido (1912) de Sir Arthur Conan Doyle y de la de Edgar Rice Burroughs La tierra olvidada por el tiempo (The Land That Time Forgot, 1918); en ambas, buena parte de la acción transcurre en selvas plagadas de animales prehistóricos.

El guión del film es obra del escritor británico Edgar Wallace, que elabora un primer argumento junto a Merian C. Cooper, que además se hace cargo de la dirección del filme junto a Ernest B. Schoedsack. Por desgracia Wallace fallece, por lo que James Ashmore Creelman y Ruth Rose , esposa de Schoedsack, pulen su relato, dándole su forma definitiva de guión cinematográfico. King Kong es uno de los grandes personajes de toda la historia del cine, fuerte y vulnerable al mismo tiempo. La escena en la que rompe sus gruesas cadenas cuando es exhibido como una atracción de feria en Nueva York lo convierte en una suerte de Sansón. Pero su naturaleza vulnerable lo eleva a personaje de otro nivel ya que el punto flaco del simiesco titán es el amor. Vive solitario en la isla de los sueños, poblada de criaturas fantástica donde las rubias no abundan. Se enamora hasta las trancas la primera que le ofrecen un bombón de licor, después se la roban y tendrá que perseguirla hasta la gran ciudad.

Para comprender el origen de todo tenemos que retroceder hasta 1923 para encontrar a un intrépido aventurero estadounidense llamado Merian C. Cooper, un trotamundos que siempre estaba buscando su próxima aventura tras dejar atrás sus difíciles años en la Primera Guerra Mundial. Después de trabajar como reportero terminó dedicando su vida a explorar el mundo. Dio la vuelta al mundo visitando todo tipo de lugares exóticos, en los que filmaba todo lo que veía, especialmente animales. En uno de aquellos viajes quedó fascinado por los chimpancés, los monos babuinos y los dragones de komodo. Tras su regreso, quiso trasladar aquella experiencia a la gran pantalla, un proyecto que no sería fácil de llevar a cabo. Primero se lo ocurrió la idea de grabar la lucha real entre un simio y un dragón de komodo. Aunque terminó cambiando el chimpancé por un gorila. La idea de Cooper fue tomando forma, pero cuando la historia estaba a punto de terminarse estalló el crack del 30.

The lost world (1925).

La gran depresión hizo que la financiación fuese muy compleja. No había presupuesto para realizar un viaje como el que Cooper proponía, pero sí para dar vida a aquel gorila con una técnica de grabación que comenzaba a despuntar por aquellos años. Inspirado en una de las primeras películas de stop motion, The lost world (1925), logró que la RKO Pictures levantase su proyecto, aunque el dragón de komodo quedaba fuera de la ecuación. En 1933 se estrena King Kong, protagonizada por un mono gigante que termina encaramado a uno de los edificios más importantes de aquel momento, World Trade Center, inaugurado dos años antes.

Animando un triceratops para "El mundo perdido" (The lost world, Harry O. Hoyt, 1925). A Willis O´Brien se le considera el padre de la animación stop-motion que todavía sigue en funcionamiento a pesar de los avances tecnológicos en la industria del cine en el siglo XXI.

La verdadera magia del filme radica el dotar de anima a lo que no es más que un muñeco articulado y en ese sentido Willis O´Brien y su equipo puedes considerarse como los verdaderos artífices del filme. King Kong se estrena en Nueva York el 7 de marzo de 1933 en el Teatro Radio City Music Hall con gran éxito. Al otro lado del país, en California, dos adolescentes llamados Ray Harryhausen y Ray Bradbury planean coger el coche de la madre del primero para escaparse hasta un cine local donde se proyecta King Kong.

Gracias a "El gran gorila" (Mighty Joe Young, Ernest B. Shoesdack, 1949), O´Brien consiguió un merecido Oscar especial por los efectos especiales. Aunque la mayor parte del trabajo stop-motion del filme fue de su discípulo, el gran Ray Harryhausen.

Cuando contemplan en pantalla encaramarse al simio gigante a lo alto del Empire State, la vida de ambos cambia para siempre y allí mismo realizan un juramento solemne. Ambos eran siempre amigos y la fantasía regirá sus vidas. El primero de ellos se convierte en el técnico de FX más célebre de todos los tiempos con permiso de O´Brien y el segundo es un insigne escritor conocido por sus novelas y relatos de ciencia ficción tan célebres como Fahrenheit 451 o Crónicas Marcianas.

Jasón y los argonautas (en inglés, Jason and the Argonauts) es una película britanoestadounidense dirigida por Don Chaffey en 1963. Está libremente basada en el poema Argonáuticas. La idea original, la sinopsis y los efectos especiales son obra de Ray Harryhausen. Pese a estar considerado como el mejor trabajo del artista, y hasta hoy, el más rentable, en su día Jasón y los argonautas recaudó muy poco en taquilla.

El mago del 'stop-motion' que asombró a George Lucas.

Harryhausen siempre lamentó no ser propuesto como candidato al Óscar a los mejores efectos especiales en la que muchos consideran una secuencia cumbre de la historia del cine: el enfrentamiento con los siete esqueletos. La película intenta alejarse de los parámetros del péplum introduciendo grandes dosis de aventuras y bestias míticas, al tiempo que respeta fielmente la leyenda.

De izquierda a derecha, Merian C. Cooper, Willis O´Brien, Fay Wray y Ernest B. Shoesdack enfrente de los extras de Isla Calavera en el set de rodaje de "King Kong".

El éxito de King Kong llevar a la R.K.O. a producir de forma inmediata una secuela titulada El hijo de Kong (1933), esta vez dirigida de solitario por Ernest B. Schoedsack y con O´Brien y su equipo a cargo de los FX. Como se puede deducir del título del filme la expedición que había capturado al padre a la Isla Calavera donde consigue atrapar al retoño del mono gigante. La criatura creada igualmente por el maestro O´Brien tiene el pelaje de un color albino, un tamaño algo más discreto así como un carácter mas afable y jjuguetón. El filme hace una buena taquilla aunque no se acerca ni en calidad ni en recaudación al título original. Como no hay dos sin tres Schoedsack y O´Brien participan en una última película con un mono gigante como protagonista. Se trata de El gran gorila (1949), cuya novedad más destacable se encuentra en la incorporación de un joven Harryhausen como parte del equipo técnico de FX de la película.

Pedidos e información: edicionesmuseofantastico@gmail.com.

 

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