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8 - Julio - 2020
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Dmitri Ivánovich Mendeléyev fue un químico ruso, conocido por haber descubierto el patrón subyacente en lo que ahora se conoce como la tabla periódica de los elementos. Sobre las bases del análisis espectral establecido por los alemanes Robert Bunsen y Gustav Kirchhoff, se ocupó de problemas químico-físicos relacionados con el espectro de emisión de los elementos. Realizó las determinaciones de volúmenes específicos y analizó las condiciones de licuefacción de los gases, así como también el origen de los petróleos. Su investigación principal fue la que dio origen a la enunciación de la ley periódica de los elementos, base del sistema periódico que lleva su nombre. Le influyó el artículo de 1858 "Sunto di un corso di Filosofia Chimica" de Stanislao Cannizzaro. En 1869 publicó su libro Principios de la química, en el que desarrollaba la teoría de la tabla periódica.

Dmitri Ivánovich Mendeléyev era el menor de al menos 17 hermanos de la familia formada por Iván Pávlovich Mendeléyev y María Dmítrievna Mendeléyeva. En el mismo año en que nació, su padre quedó ciego perdiendo así su trabajo, era el director del colegio del pueblo. Uno de los mayores rasgos físicos era su enorme barba la cual según dicen los historiadores solo se afeitaba una vez al año. Recibían una pensión insuficiente, por lo que la madre tuvo que tomar las riendas de la familia y dirigir la fábrica de cristal que había fundado su abuelo. Desde joven destacó en ciencias en la escuela, no así en ortografía. Un cuñado suyo, exiliado por motivos políticos, y un químico de la fábrica le inculcaron el amor por las ciencias. La familia sufrió, ya que Dmitri solo terminó el bachillerato, su padre murió y la fábrica de cristal que su madre dirigía, se quemó.

Stanislao Cannizzaro, químico italiano conocido por sus investigaciones en la reforma atómica.

Esta apostó por invertir los ahorros en la educación de Dmitri, en vez de reconstruir la fábrica. En esa época la mayoría de los hermanos, excepto una hermana, ya se habían independizado, y la madre se los llevó a Moscú para que Dmitri pudiese ingresar a la Universidad. Sin embargo, Mendeléyev, no fue admitido; su origen siberiano le cerró las puertas de las universidades de Moscú y San Petersburgo, por lo que se formó en el Instituto Pedagógico de esta última ciudad. En 1862 se casó, obligado por su hermana, con Feozva Nikítichna Leschiova con la que tuvo tres hijos, uno de los cuales falleció. Este fue un matrimonio infeliz y desde 1871 vivieron separados. Fue acusado de bígamo, pues una vez divorciado de su esposa volvió a contraer matrimonio con ella, sin esperar los siete años que exigía la legislación rusa, aunque tuvo la suerte de que la pena recayó sobre el párroco que los había casado.

Encontró la felicidad casándose con Anna Ivánovna Popova, 26 años menor que él. Para lograrlo, Mendeléyev estuvo cuatro años desesperado, incluso llegó a caer en una depresión, debido a que su mujer se negaba a concederle el divorcio y la familia de Anna se oponía tajantemente. A punto de darse por vencido, consiguió el divorcio de su esposa y fue en busca de Anna que se encontraba en Roma. En 1882 contrajeron matrimonio.

Tuvieron cuatro hijos, la mayor de los cuales, Liubov, se casaría con el poeta ruso Aleksandr Blok. Aunque es más conocido en Occidente por haber creado la Tabla periódica de los elementos, la contribución de Dmitri Mendeléyev al desarrollo de Rusia fue muy vasta y por ello es reconocido como una verdadera personalidad del Renacimiento ruso. Sus campos de estudio variaron desde la química hasta la aeronáutica. Su amplio conocimiento lo llevó a convertirse en una figura influyente entre sus contemporáneos, fue asesor del ministro de Hacienda de Rusia, Serguéi Witte, y escribió más de 70 artículos sobre el desarrollo económico y social del país. Mendeléyev fue uno de los más grandes maestros de su tiempo y se le atribuye el mérito de haber educado a miles de estudiantes. Falleció el 2 de febrero de 1907, casi ciego. Se considera a Mendeléyev un genio, no sólo por el ingenio que mostró para aplicar todo lo conocido y predecir lo no conocido sobre los elementos químicos y plasmarlo en la tabla periódica, sino por los numerosos trabajos realizados a lo largo de toda su vida en diversos campos de la ciencia, agricultura, ganadería, industria y petróleo.

Presentó la tesis Sobre volúmenes específicos para conseguir la plaza de maestro de escuela, y la tesis Sobre la estructura de las combinaciones silíceas para alcanzar la plaza de cátedra de química en la Universidad de San Petersburgo. A los 23 años era ya encargado de un curso de dicha universidad. Gracias a una beca, pudo ir a Heidelberg, donde realizó diferentes investigaciones junto a Gustav Kirchhoff y Robert Bunsen, y publicó un artículo sobre "La cohesión de algunos líquidos y sobre el papel de la cohesión molecular en las reacciones químicas de los cuerpos”. Este trabajo lo pudo realizar gracias a unos aparatos de precisión encargados en París con los cuales encontró la temperatura absoluta de ebullición, y descubrió por qué algunos gases no se podían licuar (porque se encontraban por encima de la temperatura de ebullición).

Participó en el congreso de Karlsruhe donde quedó impresionado por las ideas sobre el peso de los elementos que planteó Cannizzaro. Al volver a San Petersburgo se encontró sin trabajo fijo, lo que le dio tiempo para escribir diferentes obras. Entre las cuales destaca su libro Química orgánica, que escribió influido por lo que había escuchado en Karlsruhe.

Facultad de Química de la Universidad de Murcia.

Sobre la personalidad de Mendeléyev se puede decir que era un adicto al trabajo y su fama de mal carácter estaba basada en que mientras trabajaba, gritaba, gruñía y refunfuñaba. Se dice que alguien le preguntó sobre su mal genio, a lo que contestó que era una manera de mantenerse sano y no contraer una úlcera. En 1864 fue nombrado profesor de tecnología y química del Instituto Técnico de San Petersburgo. En 1867, ocupó la cátedra de química en la Universidad de San Petersburgo, donde estudió el isomorfismo, la compresión de los gases y las propiedades del aire enrarecido. Permanecería en esta cátedra 23 años. Mendeléyev estaba a favor de la introducción de reformas en el sistema educativo ruso. No consiguió ser elegido presidente de la academia imperial de ciencias, debido a su liberalismo. En 1890, terminó su estancia en la universidad, debido a que intercedió por los estudiantes, y entregó a Iván Deliánov, ministro de Instrucción Pública, una carta dirigida al zar Alejandro III de Rusia. El ministro se la devolvió con una nota adjunta que decía:

Por orden del ministro de Instrucción Pública, el papel que se adjunta se devuelve al Consejero de Estado, profesor Mendeléyev, ya que ni el ministro ni ninguno de los que están al servicio de su Majestad Imperial tiene derecho de recibir esta clase de papeles…

Indignado, Dmitri dejó las aulas de la universidad. Quizá por esto, se mantuvo desde entonces al margen de la política y del Estado, aunque manifestaba sus ideas liberales y su oposición a la opresión. En 1865, tras la liberación de los siervos producida en 1861, decidió comprar una granja en la que puso en práctica métodos científicos para la mejora de la cosecha y tuvo una relación humanitaria con los campesinos. Obtuvo un rendimiento muy por encima de lo que se producía antes, por lo que muchos campesinos de granjas cercanas fueron a pedir su consejo.

La Reforma Emancipadora de 1861 en Rusia fue la primera y más importante de las reformas liberales llevadas a cabo durante el gobierno del zar Alejandro II de Rusia. La reforma significó la liquidación de la dependencia servil anteriormente sufrida por los campesinos rusos. La base legal de la reforma fue el Manifiesto de Emancipación del zar del 3 de marzo de 1861 (19 de febrero de 1861, en el calendario juliano), acompañado por una serie de decretos legislativos bajo el nombre general de Regulaciones concernientes a los campesinos que dejan la dependencia servil.

El Imperio ruso era una tierra de campesinos, que conformaban por lo menos el 80% de la población total. Había dos categorías principales de campesinos: aquellos que vivían en tierras del Estado y aquellos que vivían en tierras de propietarios privados. Solamente los últimos eran siervos quienes, además de sus obligaciones para con el Estado, también estaban obligados con el dueño de las tierras, el cual tenía gran poder sobre sus vidas. Para mediados del siglo XIX, menos de la mitad de los campesinos rusos eran siervos.

«Liberación de los campesinos (Lectura del Manifiesto)». Borís Kustódiev, 1907.

En 1869, publicó la más importante de sus obras, Principios de química, donde formulaba su famosa tabla periódica, traducida a multitud de lenguas y que fue libro de texto durante muchos años. Fue defensor de la ciencia aplicada y de los estudios para mejorar las técnicas de producción industrial en numerosos ámbitos. Contribuyó a la construcción de la primera refinería petrolera de Rusia, planteó las primeras teorías sobre el origen del petróleo y llegó a pronosticar que este recurso se convertirá en un componente clave de la economía mundial. En 1863, fue el primero en sugerir la idea de utilizar tuberías para el transporte de combustible. Impulsó la importancia del petróleo como materia prima para la petroquímica. Se le atribuye la afirmación de que la quema de petróleo como combustible "sería similar a prender una estufa de cocina con los billetes de banco".

En 1876, fue enviado a Estados Unidos, para informarse sobre la extracción del petróleo y ponerla luego en práctica en el Cáucaso. El estudio del refino del petróleo lo llevó a investigar el fenómeno de la atracción de las moléculas de cuerpos homogéneos o diferentes, materia que estudió hasta el día de su muerte. En 1887, publicó Estudio de las disoluciones acuosas según el peso específico, donde concluye que las soluciones contienen asociaciones de moléculas hidratadas en un estado de equilibrio móvil, que se disocian de diferentes maneras siguiendo el tanto por ciento de concentración. En 1887, emprendió un viaje en globo en solitario para estudiar un eclipse solar. El aparato estaba destinado a levantarse a suficiente altura para ofrecer una visión sin obstrucciones al científico y a un piloto. Una oportunidad única para estudiar la corona solar. Sin embargo, el día del evento llovió, echando a perder todos los planes de observación. A pesar de esto, se dice que Mendeléyev sacó al piloto y demás cosas de la canasta para poder realizar el vuelo. Científicamente, este viaje no tuvo importancia alguna. El aerostato no logró sobrevolar las nubes pero fue un éxito como reclamo publicitario.

La dramática historia de un famoso científico que arriesga su vida y se ve a obligado a realizar reparaciones para realizar el primer vuelo en globo aerostático fue tan audaz que la Academia de meteorología francesa le otorgó una medalla. Cabe mencionar que también fue este ámbito uno de los muchos en los que mostró interés el genio ruso. Además incentivó el uso de fertilizantes en la agricultura y experimentó con varios de ellos en su propia finca. Mejoró e inventó varios instrumentos, entre ellos un aparato para medir la densidad de los líquidos. Fue director de la Oficina de Pesos y Medidas de Rusia, e influyó en la transición del país al sistema métrico. En 1889, fue nombrado miembro honorario del Consejo de Comercio y Manufacturas. En 1890, por un encargo del Ministerio de Guerra y Marina, preparó una pólvora sin humo al pirocolodión. A petición de la Armada rusa, realizó estudios sobre la experiencia europea en la producción de pólvora sin humo y desarrolló su propia fórmula, denominada “pyrocollodion”, así como también ayudó al desarrollo de la industria del país.

No se sabe por qué la fórmula no se adoptó en Rusia y en su lugar se exportó la técnica francesa. Hay quienes sostienen que fue debido a la competencia entre funcionarios militares; otros citan los estrictos requisitos para el proceso propuesto por Mendeléyev. Sin embargo, se produjo y se importó una especie de pólvora muy parecida a la suya a gran escala en los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial, incluso al posible país de origen. En 1892, fue nombrado conservador científico de la Oficina de Pesas y Medidas, en compensación por lo ocurrido en la universidad. Después de un año, tras haberlo reorganizado, fue nombrado director, lo que lo comprometió a realizar diversos viajes, entre los que se encuentra el realizado a Londres, donde recibió los doctorados honoris causa de las universidades de Cambridge y Oxford.

¿Molibdeno? ¿Qué diablos es el molibdeno y para qué narices necesito saberlo? Es probable que esta pregunta, relacionada con este u otro elemento distinto e igual de exótico, surgiera en la mente de todos los que disfrutaron de la asignatura de Química durante su niñez. Y es posible que a día de hoy aún no haya sido respondida. ¿Para qué sirve la tabla periódica? Obviamente, para muchas cosas. La tabla es a la química lo que la teoría de la evolución a la biología, su fundamento básico a partir de la cual se han realizado otros descubrimientos claves para nuestro día a día.

Elaborada a finales del siglo XIX, incluye a los elementos químicos conocidos por el ser humano, ya estén presentes en la naturaleza, existieran en el pasado o hayan sido sintetizados en un laboratorio. Muchos de los elementos son fácilmente reconocibles. Todos sabemos para qué sirve el oxígeno, que el carbono es la base de la vida en la Tierra o que sin el aluminio sería imposible comprender el mundo moderno. ¿Pero qué hay de otros mucho más exóticos y a priori irrelevantes para nuestras vidas? ¿Qué pasa con el estroncio, con el paladio, con el rutenio, con el rubidio o con el vanadio?

Consciente de lo ajena que resultaba la tabla periódica para las personas comunes y corrientes, Keith Enevoldsen, un ingeniero de software estadounidense, decidió emprender hace ya varios años un apasionante y admirable proyecto: la tabla periódica for dummies. O lo que es lo mismo: una tabla periódica donde a cada elemento se añade un objeto/elemento cotidiano, presente en nuestras vidas diarias, y para el que son indispensables.

En 1902, viajó a París y visitó a Marie y Pierre Curie, en su laboratorio. Observó el experimento de la fosforescencia del sulfuro de zinc, debida a los rayos X, y concluyó que “en los cuerpos radiactivos existe un gas etéreo que provoca vibraciones luminosas y que entra y sale de los cuerpos como un cometa entra y sale del sistema solar”. No lo terminó de convencer la teoría de la radiactividad y la estructura del átomo. Consideraba la radiactividad como una propiedad o un estado de las sustancias, mientras que los átomos y moléculas no existían realmente, aunque sí lo hacía la energía. Viajó por toda Europa visitando a diversos científicos. Hizo aportes a la investigación y construcción naval y a los viajes marítimos al Ártico. Participó en la elaboración de la navegación por el Ártico y en la creación de nuevos tipos de buques rusos. Asimismo, participó en el diseño del Yermak, el primer rompehielos del Ártico. La idea de hacer que los territorios del norte de Rusia fueran accesibles por mar era muy atractiva para el científico ilustrado.

En Rusia, nunca se le reconoció, debido a sus ideas liberales, por lo que nunca fue admitido en la Academia Rusa de las Ciencias. Sin embargo, en 1955 se nombró mendelevio (Md) al elemento químico de número atómico 101, en su honor.

Los campesinos en la Rusia del siglo XIX.

Dmitri Mendeléyev estuvo a punto de conseguir un Premio Nobel, circunstancia que finalmente se le resistió. El Comité Nobel de Química recomendó a la Academia Sueca de Ciencias que el máximo galardón se le concediera al creador de la tabla periódica y, a pesar de que son muy pocas las ocasiones en las que la Academia ignora las recomendaciones del Comité, desafortunadamente esta fue una de ellas. En 1906, la casi totalidad de los miembros de la Real Academia de las Ciencias de Suecia estaban de acuerdo en que el justo merecedor del Premio Nobel de Química de ese año debía ser el ruso Dmitri Mendeléyev, al que habían hecho miembro de la Academia un año antes y a quien consideraban como una de las mentes más brillantes, por lo que debía de ser recompensando (entre otras muchas cosas) por poner los cimientos de la tabla periódica de elementos. Inesperadamente, poco antes de ser anunciado el nombre de Mendeléyev, como ganador del Premio Nobel, la Academia cambió de opinión y se lo concedió al químico francés Henri Moissan. El motivo de esa repentina y sorprendente decisión estuvo causada por la intervención de Peter Klason, académico que discrepó de la conveniencia de otorgar el Nobel al químico ruso por algo que había realizado cuatro décadas atrás (en 1869), por lo que propuso el nombre de Moissan por sus investigaciones sobre el aislamiento del flúor. Pero quien realmente estaba detrás del empeño de que a Dmitri Mendeléyev no se le concediera el Premio Nobel y había convencido a Klason para que fuese discordante con el resto de académicos fue Svante August Arrhenius, ganador del Premio Nobel en 1903 por la teoría de la disociación electrolítica.

Arrhenius, a pesar de no ser miembro de la Academia, tenía mucha influencia entre varios de sus colegas, y poco a poco logró ir convenciéndolos gracias a la inestimable colaboración que le prestó Peter Klason. Y es que todo ese empeño para que a Mendeléyev no se le concediera el premio venía originado por un conflicto personal que Arrhenius tenía desde hacía tres años atrás, cuando le concedieron a él el Nobel y su colega ruso criticó duramente y en público su teoría de la disociación electrolítica. Un año después de que se truncara ese reconocimiento a su labor, el científico murió.

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Dmitri Mendeléyev nació y creció en la tradicional e inmovilista Rusia de los zares, y siempre estuvo señalado dentro de su país, por entonces todo un imperio, como una persona liberal, algo que le perjudicó dentro de sus fronteras. Creció en la fe ortodoxa, aunque su madre le animó desde pequeño a "buscar la verdad divina paciencia y científica". Más adelante, abandonó esta fe y abrazó el deísmo, que acepta el conocimiento de Dios a través de la razón y la experiencia personal, en lugar a través de la revelación directa, la fe o la tradición. La economía y la política social fueron algunos de sus temas favoritos y fue un gran defensor del proteccionismo y del desarrollo de las industrias nacionales.

La ordenación de los elementos químicos en una tabla periódica fue el gran aporte de Mendeléyev a la ciencia, pues esta agrupación por pesos atómicos y valencias permite observar una regularidad en las propiedades de los elementos. Además, intuyó que aún faltaban elementos por descubrirse, y por este motivo había huecos en la tabla, y señaló las propiedades que éstos debían poseer. En 1860, inició sus estudios sobre la confección de un manual de química. Para ello, elaboró unas tarjetas donde iba enumerando las propiedades más significativas de los elementos conocidos hasta entonces. Al ordenar estas tarjetas, pudo comprobar que sesenta aparecían en fila y la mayoría de los elementos estaban ordenados en orden creciente respecto a su masa atómica relativa. De esta manera, los elementos con propiedades químicas análogas, quedaban ubicados en grupos verticales. Con anterioridad, en 1817, J. W. Döbereiner, cuando aún se conocían muy pocos elementos químicos, intuyó la existencia de las tríadas o grupos de elementos con propiedades parecidas, con la característica de que el peso atómico del elemento central era la media aritmética aproximada de los pesos atómicos de los elementos extremos; éste era el caso, por ejemplo, del litio, sodio y potasio o del cloro, bromo y yodo o del azufre, selenio y telurio. También, A. E. de Chancourtois, en 1862, estableció una hélice telúrica o tornillo telúrico, situando los elementos químicos en orden de pesos atómicos crecientes sobre una hélice, con 16 elementos por vuelta. De esta manera, observó que muchos de los elementos de propiedades análogas quedaban ubicados en la generatriz del cilindro, unos encima de otros; enunció de esta manera una ley que decía que las propiedades de los elementos son las propiedades de los números. En 1868, J. A. Newlands había ordenado los elementos en agrupaciones lineales, enunciando su ley de las octavas, en la que afirmaba que, si se situaban todos los elementos en un orden creciente de pesos atómicos después de cada siete elementos, aparecía un octavo cuyas propiedades son similares a las del primero, pero Dimitri desconocía este trabajo y, por otra parte, el suyo le superó con creces.

Dmitri Mendeléyev en 1897.

La elaboración de la tabla como tal se realizó a lo largo de los años 1868-1869. Una primera versión se presentó a la Sociedad Química Rusa, donde aparecía de forma explícita la idea de que las propiedades de los elementos pueden representarse a través de funciones periódicas de sus pesos atómicos. Simultáneamente a Mendeléyev, pero de forma independiente, J. L. Meyer llegó a una clasificación prácticamente igual, pero se basó en las propiedades físicas de los elementos y no en las químicas, como hizo Mendeléyev.

El gran mérito de Mendeléyev estriba en la importancia que dio a la semejanza de grupo, llegando a las siguientes conclusiones:

- considera incorrectos ciertos pesos atómicos y los altera, pues no se ajustaban al esquema general de la tabla;

- predice nuevos estados de valencia de algunos elementos.

- invierte el orden de los pesos atómicos crecientes cuando conviene, como en el caso del telurio y el yodo.

- deja vacantes algunas posiciones de la tabla, para ubicar en ellas elementos aún no descubiertos y que pensó que existirían si realmente se verificaba la ley de la periodicidad.

Partiendo de este carácter periódico de la tabla, predijo las propiedades de algunos elementos desconocidos, y en concreto los que debían ocupar las posiciones inmediatamente inferiores del boro, aluminio y silicio, y a los que él denominó: eka-boro, eka-aluminio y eka-silicio, respectivamente. Poco tiempo después, el descubrimiento del eka-aluminio, designado como galio (de número atómico 31, descubierto en 1875 por L. de Boisbaudran), el eka-boro, denominado escandio (de número atómico 21, descubierto en 1879 por L. F. Nilson), y el eka-silicio, designado como germanio (el número 32, descubierto por Winkler, en 1886), le dieron la razón. Posteriormente, se añadieron a la tabla los gases nobles y los transuránidos y, si bien cuando comenzaron a descubrirse los primeros gases inertes pareció que la teoría de la periodicidad se derrumbaba, se observó que, al intercalar en la relación de los elementos por orden de pesos atómicos crecientes, era suficiente con invertir el argón y el potasio para que todos encajaran en una columna, ubicada entre la de los halógenos y la de los metales alcalinos. Después, Moseley y Bohr dieron una explicación a esta ordenación, usando el concepto de estructura atómica. La periodicidad de las propiedades observadas por Mendeléyev se debe al número de electrones en los orbitales de sus últimos niveles.

Dmitri Mendeléyev publicó su tabla periódica con todos los elementos conocidos y predijo varios de los nuevos elementos para completar la tabla. Solo unos meses después, Meyer publicó una tabla prácticamente idéntica. Algunos consideran a Meyer y Dmitri Mendeléyev los cocreadores de la tabla periódica. Este último logró predecir con precisión las cualidades de lo que llamó eka-silicio, eka-aluminio y eka-boro (germanio, galio y escandio, respectivamente).

El sistema periódico es la clasificación de todos los elementos químicos, naturales o creados artificialmente. A medida que se perfeccionaron los métodos de búsqueda, el número de elementos químicos conocidos fue creciendo sin cesar y surgió la necesidad de ordenarlos de alguna manera. Se realizaron varios intentos, pero el intento decisivo lo realizó Mendeléyev, que creó lo que hoy se denomina sistema periódico. Mendeléyev ordenó los elementos según su masa atómica, situando en una misma columna los que tuvieran algo en común. Al ordenarlos, se dejó llevar por dos grandes intuiciones; alteró el orden de masas cuando era necesario para ordenarlos según sus propiedades y se atrevió a dejar huecos, postulando la existencia de elementos desconocidos hasta ese momento.

"Falta un elemento en este sitio y, cuando sea encontrado, su peso atómico lo colocará antes del titanio. El descubrir la laguna colocará los últimos elementos de la columna en los renglones correctos; el titanio corresponde con el carbono y el silicio."

Mendeléyev, audaz y visionario.

Con todo, su principal logro investigador fue el establecimiento del llamado sistema periódico de los elementos químicos, o tabla periódica, gracias al cual culminó una clasificación definitiva de los citados elementos (1869) y abrió el paso a los grandes avances experimentados por la química en el siglo XX. Aunque su sistema de clasificación no era el primero que se basaba en propiedades de los elementos químicos, como su valencia, sí incorporaba notables mejoras, como la combinación de los pesos atómicos y las semejanzas entre elementos, o el hecho de reservar espacios en blanco correspondientes a elementos aún no descubiertos como el eka-aluminio o galio (descubierto por Boisbaudran, en 1875), el eka-boro o escandio (Nilson, 1879) y el eka-silicio o germanio (Winkler, 1886). Actualmente se emplea el formato de la tabla elaborada por Werner, con los lantánidos y actínidos en columnas propias.

Los últimos años de su carrera los pasó en la enfermería debido a un diagnóstico de tuberculosis. Falleció el 2 de febrero de 1907, casi ciego. Se considera a Mendeléyev un genio, no sólo por el ingenio que mostró para aplicar todo lo conocido y predecir lo no conocido sobre los elementos químicos y plasmarlo en la tabla periódica, sino por los numerosos trabajos realizados a lo largo de toda su vida en diversos campos de la ciencia, agricultura, ganadería, industria, petróleo, etc.

En 1905 Dmitri Mendeléyev fue premiado con la Medalla Copley, es un premio que otorga anualmente la Real Sociedad de Londres a una persona física como reconocimiento al trabajo científico por sus logros sobresalientes en las ciencias físicas o biológicas. En 1955 se nombró mendelevio (Md) al elemento químico de número atómico 101 en la tabla periódica, en su honor por sus investigaciones en esa materia. En su honor se erigió el Monumento a la farmacia DI Mendeléyev en San Petersburgo. El cráter lunar Mendeleev lleva este nombre en su memoria. El asteroide (2769) Mendeleev también conmemora su nombre.

Mendeleev es un gran cráter de impacto que se encuentra en la cara oculta de la Luna, por lo que no es visible desde la Tierra. El borde sur de esta llanura amurallada atraviesa el ecuador lunar. Invadiendo el borde oriental de Mendeleev se halla el cráter Schuster. Casi en el lado opuesto, el cráter Hartmann, más pequeño, se introduce en sector oeste-suroeste del brocal.

En 1869 el químico Dimitri Mendeléiev presentó su sistema de ordenación de los elementos. Ahora se ha convertido en un icono de la ciencia y la cultura y para conmemorar su siglo y medio de vida, Naciones Unidas ha declarado 2019 como el Año Internacional de la Tabla Periódica.

Mendeléyev nunca fue muy reconocido en vida en Rusia debido a sus ideas liberales, por lo que nunca fue admitido en la Academia Rusa de las Ciencias. Sin embargo, en 1955 se nombró mendelevio (Md) al elemento químico de número atómico 101, en su honor.

Primeros esbozos ...

Franqueo soviético con sello en honor a Mendeléyev.

Esta tabla, que muestra la periodicidad de las propiedades de muchos elementos químicos, procede de la primera edición en inglés de los "Principios de Química" de Mendeléyev, traducido de la quinta edición rusa. El gran éxito de Mendeléyev en la elaboración de su tabla periódica fue la predicción de elementos que aún no habían sido descubiertos aún en 1891.

¿Qué es un elemento químico? Es la parte de la materia constituida por átomos de la misma clase y que no puede ser descompuesta en otras más simples mediante una reacción química. Cualquier ser, vivo o inerte, está constituido por elementos químicos. Por ejemplo, en un teléfono móvil se pueden encontrar alrededor de 30 elementos distintos, y en el cuerpo humano casi el doble: 59 elementos.

Hasta ahora se han descubierto y confirmado 118 elementos químicos. Los cuatros últimos son nihonio, moscovio, teneso y oganesón. Grandes laboratorios de Japón, Rusia, Estados Unidos y Alemania compiten por ser los primeros en obtener los siguientes: el 119 y el 120. En 2016 la tabla sumó cuatro nuevos elementos: el 113 (nihonio), el 115 (moscovio), el 117 (téneso) y el 118 (oganesón).

La IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y Aplicada), la organización encargada de aprobar los cambios en la tabla periódica, ya había aceptado la denominación de estos nuevos elementos recién añadidos oficialmente a la tabla periódica. Entre las condiciones, la entidad estipula que los nombres deben estar relacionados con un concepto mitológico, una región geográfica o un científico.

Ninguno de los cuatro elementos puede encontrarse en la naturaleza. Todos ellos han sido ‘creados’ por el hombre, descubiertos por la descomposición provocada al golpear entre sí núcleos de elementos superpesados radiactivos. El nihonio (113) proviene de la palabra nihon (Japón en japonés), pues corresponde a un hallazgo realizado por un equipo de científicos del Instituto Riken.

Los demás elementos nuevos hacen referencia a Rusia y Estados Unidos, pues son el resultado de una investigación conjunta llevada a cabo por científicos del Joint Institute for Nuclear Research of Dubna, (Rusia) y del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California.

Moscovio (115), hace referencia a Moscú; téneso recibe su nombre a Tennessee (EE.UU.), el segundo estado de EE.UU. en aparecer en la tabla periódica después de California (Cf, 98). Finalmente, oganesón (118), debe su denominación al físico nuclear ruso Yuri Oganessian, director del equipo científico que lo descubrió.

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Ununennio, también conocido como eka-francio o elemento 119, es el hipotético elemento químico con el símbolo Uue y el número atómico 119. Ununennio y Uue son el nombre y el símbolo de la IUPAC sistemático temporal, respectivamente, que se utilizan hasta que se descubre el elemento, se confirma y se decide un nombre permanente. En la tabla periódica de los elementos, se espera que sea un elemento de bloque s, un metal alcalino, y el primer elemento en el octavo período. Es el elemento más ligero que aún no ha sido sintetizado.

La posición del ununennio como séptimo metal alcalino sugiere que tendría propiedades similares a sus congéneres más ligeros: litio, sodio, potasio, rubidio, cesio y francio. Sin embargo, los efectos relativistas pueden hacer que algunas de sus propiedades difieran de las esperadas de una aplicación directa de tendencias periódicas. Por ejemplo, se espera que el ununennio sea menos reactivo que el cesio y el francio y que tenga un comportamiento más cercano al del potasio o el rubidio, y aunque debería mostrar el característico estado de oxidación +1 de los metales alcalinos, también se prevé que muestre el estado de oxidación +3, que no se conoce en ningún otro metal alcalino.

Se trata de experimentos costosísimos que en definitiva, si tienen éxito, logran crear un elemento que se mantiene cohesionado por apenas unas milésimas de segundos. ¿Será la colisión de vanadio y curio la combinación perfecta para obtener el elemento 119.

Escultura en honor a Mendeléyev y su tabla periódica, situada en Bratislava (Eslovaquia).

El Unbinilio o eka-radio, es el nombre temporal de un elemento químico de la tabla periódica aún no descubierto, cuyo símbolo provisional es Ubn y su número atómico 120. Es de interés porque es parte de la hipotética isla de estabilidad, siendo el isótopo 318 el más estable de los que pueden crearse con los métodos actuales. Usando el modelo esférico de formación de capas, el elemento 120 sería el más pesado en una isla de estabilidad, y también, junto al 114, el más esférico. De los resultados de los experimentos del equipo alemán del GSI se deduce que la supuesta isla de estabilidad para Z=120 y N=184 (120 protones y 184 neutrones) no será excepcionalmente elevada respecto a las regiones vecinas.

El Unbinilio sería muy reactivo, de acuerdo con las propiedades periódicas conocidas, pues este elemento pertenece al grupo de los metales alcalinotérreos. Sería mucho más reactivo que otros elementos más ligeros de su grupo. Reaccionaría violentamente con el aire para formar óxido de unbinilio, y con el agua para formar hidróxido de unbinilio, que sería una base fuerte.

¿Cuándo completa Mendeléiev su tabla? La fecha oficial –tomada como referencia para el aniversario de este año– es el 1 de marzo de 1869 según el calendario gregoriano, porque según el calendario juliano utilizado en Rusia en aquella época sería el 17 de febrero, como aparece en su documento titulado "La experiencia de un sistema de elementos basados en su peso atómico y similaridad química".

A mediados del siglo XIX ya se conocían 63 elementos, pero los químicos no se ponían de acuerdo sobre la terminología y cómo ordenarlos. Para resolver estas cuestiones se organizó en 1860 el primer Congreso Internacional de Químicos en Karlsruhe, en Alemania, una reunión que resultaría trascendental. Allí el italiano Stanislao Cannizzaro estableció de forma clara el concepto de peso atómico-masa atómica relativa de un elemento-, en el que se inspirarían tres jóvenes participantes en el congreso -William Odling, Julius Lothar Meyer y Dimitri Ivánovich Mendeléiev para crear las primeras tablas.

¿El elemento mas denso? Se trata del Osmio, cuya densidad es 22,6 veces la densidad del agua pura. Esto quiere decir que, a presión atmosférica, un litro de Osmio pesa 22,6 kilogramos. Entre los más pesados hay 5 elementos que superan los 20 kg por litro como el Neptunio, Renio el Platino y el Iridio.

El elemento más caro es el Californio. Esto se debe a que es un elemento sintético, 1 g de Californio cuesta cerca de 40 millones de euros. Cabe destacar no obstante que uno de los elementos más caros es el Carbono, pero solo cuando se encuentra en forma de diamante. El oro, símbolo de la riqueza, no es tan caro. Unos 90 euros el gramo, y está por debajo de otros metales como el Rodio, 99 euros/gramo y el Platino, 105 euros/gramo. Debe tenerse en cuenta que estos metales cotizan en bolsa y que sus valores son variables.

En la corteza terrestre el elemento más abundante es el Oxígeno, en segundo lugar se encuentra el Silicio, mientras que la tercera posición es ocupada por el Aluminio. Fuera del planeta, en nuestra galaxia, el elemento más abundante son los sencillos Hidrógeno y Helio.

El silicio es un elemento químico metaloide, número atómico 14 y situado en el grupo 14 de la tabla periódica de los elementos de símbolo Si. Es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno.

El elemento más reactivo es el Flúor que se combina prácticamente con todos los demás miembros de la tabla periódica. A este elemento le falta un electrón para completar el octete y hace cualquier cosa con tal de conseguirlo.

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