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7 - Noviembre- 2019
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La bioquímica Margarita Salas (Asturias, 1938), una de las científicas más destacadas en su campo a nivel internacional, ha fallecido este jueves a los 80 años en Madrid, tal y como ha confirmado el CSIC en un comunicado. Suya es la patente de la ADN polimerasa Phi29, una enzima muy importante por su capacidad para producir copias genéticas de forma precisa partiendo de rastros escasos, como por ejemplo, una simple gota de sangre. Este descubrimiento fue pionero y básico en la replicación del ADN, y supuso toda una revolución no solo en el ámbito más teórico de la ciencia, también en otros más prácticos como el de la medicina forense o las terapias génicas.

Salas, profesora honoraria del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa hasta ahora, ha sido la primera en presidir el Instituto de España, la primera española en ingresar en la Academia de las Ciencias de EEUU y la primera científica en entrar en la Real Academia Española de la Lengua, por citar sólo algunos de sus logros. Además, fue la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Y aún hubo muchos más reconocimientos a una trayectoria excelsa: el último premio lo recibió hace apenas unos meses, en junio. La Oficina de Europea de Patentes premiaba a Salas en la categoría de «Logros a toda una vida», así como el jurado popular, que también la elegía como la mejor inventora de 2019.

Nacida en Canero, Asturias, su padre, médico de profesión, alentó su pasión por las ciencias. A los dieciséis años se trasladó a Madrid para realizar las pruebas de acceso de Química y Medicina, ingresando en la facultad de Químicas. El verano de 1958 conoce a Severo Ochoa, quien tendría una gran influencia en su carrera y la orienta hacia la bioquímica. Bajo su batuta realizará el mayor logro de su carrera, la amplificación del ADN, cuya patente será la más rentable del CSIC hasta la fecha.

Alberto Sols en Madrid y el también científico Eladio Viñuela, que se encargaron de impulsar la investigación española en el campo de la bioquímica y de la biología molecular fueron otros de sus valedores.

Inició el desarrollo de la biología molecular en España, y desarrolló su trabajo como profesora vinculada ad honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid (CSIC-UAM). También fue académica de la RAE desde 2003, y censora de la Junta de Gobierno desde 2008. En 2016 se convirtió en la primera mujer en recibir la Medalla Echegaray, otorgada por la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

«Severo Ochoa sí me tenía mucha consideración. No me discriminó para nada por el hecho de ser mujer. Si hacía buen trabajo, me lo reconocía. Yo creo que su mentalidad era tratar a todos por igual, no dependiendo si éramos hombres o mujeres, sino por nuestra valía».

«Se pensaba que no estábamos capacitadas. A mí se me discriminaba por ser mujer, no se me tenía en cuenta, era invisible… Ahora se habla de techos de cristal, pero entonces ni siquiera se contemplaba un techo», comentaba en una entrevista a raíz del último aquel doble premio concedido por la oficina Europea de Patentes, hablando sobre el papel de la mujer en la ciencia. La bioquímica no lo tuvo fácil en un momento en el que los logros femeninos no estaban ni mucho menos vinculados a los ámbitos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas): «Cuando yo empecé, en 1961, se pensaba que nosotras no estábamos preparadas. Ahora se tienen las ideas mucho más claras que entonces», decía mirando con esperanza un futuro en el que los nombres de mujeres no fueran una «rara avis» como en sus inicios.

Con una personalidad seria y exigente, Salas siempre reivindicó más apoyo a la ciencia española, después de que ella misma tuviera que emigrar junto a su marido a Estados Unidos para continuar su trabajo. Allí coincidió de nuevo con el que siempre consideró como uno de sus principales mentores, el Nobel Severo Ochoa. «Realmente el problema de España está en los jóvenes. Si hacemos memoria, Ramón y Cajal ejerció en España, pero Severo Ochoa, aún siendo español, desarrolló el grueso de su trabajo en Estados Unidos. Creo que para que haya un premio Nobel español hace falta que tenemos una mayor masa crítica de investigadores, que ahora mismo no existe»

Tras el nuncio de su fallecimiento, las reacciones en el mundo de las ciencias, la política y la cultura no se han hecho esperar. El ministro de Ciencia en funciones, Pedro Duque; el líder de Podemos, Pablo Iglesias; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís; o la portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, entre otros, han querido recordar la figura de una de las científicas más importantes de la historia española, un referente que pervivirá más allá de su vida.

Después de su graduación en Ciencias Químicas, Margarita Salas ingresó en el laboratorio de Alberto Sols, pionero de la bioquímica en España. Bajo la dirección de Sols, realizó su tesis doctoral sobre la especificidad anomérica de la glucosa-6-fosfato isomerasa, y una vez finalizada, marchó durante cuatro años (1963-1967) a Estados Unidos con su marido, para trabajar como investigadora en la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa. Fue una de las mejores etapas de su vida desde el punto de vista científico y cultural.

Entre sus mayores contribuciones científicas destaca la determinación de la direccionalidad de la lectura de la información genética, durante su etapa en el laboratorio de Severo Ochoa, y el descubrimiento y caracterización de la ADN polimerasa del fago F29, que tiene múltiples aplicaciones biotecnológicas debido a su altísima capacidad de amplificación del ADN. Fue profesora Ad Honorem en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, centro de investigación mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, donde siguió trabajando con el virus bacteriófago F29, de gran utilidad en la investigación en biotecnología y el cual infecta una bacteria no patógena, Bacillus subtilis.

El currículum vitae de Margarita Salas cuenta con más de trescientas cincuenta publicaciones en revistas o libros internacionales y unas diez en medios nacionales. Es, además, poseedora de ocho patentes, y realizó unas cuatrocientas conferencias.

Entre sus aportaciones científicas más importantes, destacan la determinación de que la lectura del mensaje genético transcurre en la dirección 5' a 3'; la demostración de que la p6, proteína de tipo histona, coopera con la proteína p4 en la represión del promotor temprano A2c y en la activación del promotor tardío A3; la demostración de que el triplete sin sentido UAA da lugar a la terminación de la cadena polipeptídica en un sistema de Escherichia coli; el descubrimiento de una glucoquinasa específica para la fosforilación de glucosa en hígado de rata cuya síntesis depende de insulina; y su investigación acerca de la ADN polimerasa del virus bacteriófago F29.

Perteneció a varias de las más prestigiosas sociedades e institutos científicos nacionales e internacionales, colaborando y siendo miembro del consejo editorial de importantes publicaciones científicas. Ha obtenido diferentes galardones, siendo nombrada Investigadora europea 1999 por la Unesco y recibió el Premio Rey Jaime I de Investigación en 1994. Fue nombrada directora del Instituto de España (1995-2003), organismo que agrupa a la totalidad de las Reales Academias Españolas. Presidió la Fundación Severo Ochoa y dirigió anualmente el curso de la Escuela de Biología Molecular “Eladio Viñuela”, dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander. Fue miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de la Real Academia Española, de la Academia Europea de Ciencias y Artes, de la American Society for Microbiology y de la American Academy of Arts and Sciences, entre otras.

Además, ha sido nombrada doctora honoris causa por las universidades Rey Juan Carlos, de Oviedo, de Extremadura, de Murcia, Politécnica de Madrid, de Jaén, de Cádiz, de Málaga, de la UNED, de la Internacional Menéndez Pelayo, de la Carlos III de Madrid y de la de Burgos. En 1992 le fue puesto su nombre a un Instituto de Educación Secundaria en Majadahonda (Comunidad de Madrid). Actualmente hay otro Instituto de Educación Secundaria llamado igual en Seseña (Toledo), también lleva su nombre una UFIL (Unidad de Formación e Inserción Laboral) en Fuenlabrada (Madrid). Es hija adoptiva de Concejo de Valdés (Asturias) desde 1997, y de Gijón desde 2004. Margarita Salas también es conocida por su labor como formadora de científicos como María Blasco, Marisol Soengas, Jesús Ávila o la empresaria Cristina Garmendia. En mayo de 2007 fue nombrada miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, convirtiéndose así en la primera mujer española que entra a formar parte de la institución. Fue nombrada miembro de la Real Academia Española en 2003, y Censora de la misma en 2008.

Ha sido distinguida con varias calles en su honor: en 2006 una calle en Gijón, en 2009 una en Arroyo de la Encomienda, y en 2011 otra calle en el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA). En 2014 fue seleccionada por la revista Quo, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Consejo Superior de Deportes, para la primera «Selección Española de la Ciencia», compuesta por trece científicos españoles destacados a escala internacional.

"Querría venir al laboratorio hasta los 100 años".

En marzo de 2015 las Casas de Asturias en Alcalá de Henares y Alcobendas y los centros asturianos de Madrid y Tres Cantos la distinguieron con el título de «Asturiana Universal» por su «brillante y exitosa carrera internacional como científica e investigadora en el campo de la biología molecular». Marquesa de Canero desde el 11 de julio de 2008, por Real Decreto. El título nobiliario, que será hereditario, le fue concedido por su «entrega a la investigación científica sobre la biología molecular, realizada de forma intensa y rigurosa a lo largo de toda su vida profesional». En 2016 se le otorgó la Medalla Echegaray de la Real de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Es el más alto galardón científico que concede esta institución, creado a instancias de Santiago Ramón y Cajal en 1905, tras la concesión del Premio Nobel a José Echegaray. Salas fue la primera mujer en recibir este galardón, que solo se ha entregado 14 veces en más de 100 años de historia. En 2018, desde el IES Margarita Salas que lleva su nombre en Sevilla capital, se le rinde un homenaje mediante la realización por parte de los alumnos de pruebas relativas a la vida y hallazgos de Margarita Salas. En abril de 2018 es investida doctora honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona, dedicando su discurso al bacteriófago F29. En 2018 fue incluida en la La Tabla Periódica de las Científicas para conmemorar en el 2019 el Año Internacional de la Tabla Periódica de los Elementos Químicos, por celebrarse el 150º aniversario de la publicación de Mendeléyev.

En diciembre de 2018 fue aprobado el cambio de nombre del colegio Eliseo Godoy (maestro y militar franquista) de Zaragoza a Margarita Salas.

¿Por qué es tan importante el legado de Margarita Salas? En la escena de un crimen, el técnico forense encuentra sólo un rastro del posible asesino, un pelo, formado por queratina en toda su longitud salvo en la raíz, donde guarda algunas células de piel, acaso una diezmilmillonésima de gramo de su ADN, el material genético que lo identifica singularmente entre todos los demás seres humanos que pueblan el planeta. El técnico lo recoge y guarda cuidadosamente para enviarlo al laboratorio. Pero para poder estudiarlo, es necesario multiplicar ese ADN clonándolo, copiarlo de modo fiable hasta tener la cantidad suficiente (varias millonésimas o milésimas de gramo). El primer sistema que pudo hacer esto, el PCR (reacción en cadena de la polimerasa) fue tan revolucionario que le ganó a su creador, Kary Mullis, el Premio Nobel de Medicina o Fisiología de 1993, pero no funciona con cantidades tan pequeñas y sólo reproduce determinados segmentos de ADN y en cantidades limitadas.

Pero en el laboratorio forense, está el legado de Margarita Salas: un sistema que puede multiplicar cadenas completas de ADN a partir de muestras minúsculas, incluso de una sola célula. Se conoce como «amplificación de desplazamiento múltiple» o MDA y para funcionar utiliza una enzima llamada 'ADN polimerasa phi29'. Esta enzima fue descubierta y caracterizada en 1989 por el equipo del Centro de Biología Molecular del CSIC en la Universidad Autónoma de Madrid, encabezado por Margarita Salas y es capaz de abrir o desplazar la cadena de ADN para reproducirla.

Premios:

- 1994: Premio Rey Jaime I de Investigación Básica.

- 1997: Medalla del Principado de Asturias.

- 1999: Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal.

- 1999: Premio L’Oreal - UNESCO for “Women in Science”.

- 2000: Premios L'Oréal-UNESCO a Mujeres en Ciencia.

- 2001: Elegida entre las 100 Mujeres del Siglo XX que abrieron el camino a la igualdad en el Siglo XXI por el Consejo de la Mujer de la Comunidad de Madrid.

- 2002: Premio Isabel Ferrer de la Generalitat Valenciana.

- 2002: Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid.

- 2003: Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.

- 2004: Premio Internacional de Ciencia e Investigación de la Fundación Cristóbal Gabarrón.

- 2005: Medalla de Oro de la Medalla al Mérito en el Trabajo.

- 2005: Medalla de Honor de la Universidad Complutense de Madrid.

- 2006: Premio a la Excelencia concedido por FEDEPE (Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias). Medalla de Oro del Colegio Oficial de Veterinarios del Principado de Asturias.

- 2008: XL Premio Lección Conmemorativa Jiménez Díaz. Fundación Conchita Rábago.

- 2009: Título de Embajadora Honoraria de la Marca España, categoría de Ciencias e Innovación, que falla el Foro de Marcas Renombradas Españolas con el beneplácito del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.

- 2009: Premio Mujer Líder 2009, concedido por la Fundación Rafael del Pino, Aliter y Merck.

- 2009: Premio a “Toda una vida profesional” de la Fundación Mapfre.

- 2011: Premio Mujeres Progresistas, otorgado por la Federación de Mujeres Progresistas.

- 2014: Premio a la Excelencia Química, concedido por el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España.

- 2015: Premio internacional Madrid Woman´s Week Mujer y Ciencia, concedido por la Fundación Woman´s Week.

- 2016: Medalla Echegaray de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

- 2018: III Premio Manchaarte.

- 2019: Premio al Inventor Europeo 2019 en la categoría Lifetime Achievement et en la categoría Popular Prize.

- 2019: Medalla al Mérito en la Investigación y en la Educación Universitaria, en su categoría de Oro.

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