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28 - Enero - 2020
>>>> We are the world

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Fue la BBC la primera cadena de televisión que emitió la situación que, en 1984, se estaba viviendo en Etiopía: una hambruna catastrófica que, en medio de una terrible guerra civil, acabó matando a más de un millón de personas entre otras cosas, porque las naciones extranjeras tardaron mucho en reaccionar y mandar ayuda. Pero las imágenes terroríficas que pudieron verse, de niños desnutridos exageradamente faltos de peso, de aves carroñeras esperando el momento en que los menores fallecieran para llevarse a su 'presa', tocaron el corazoncito de las grandes estrellas de la música, que pensaron que era el momento de ponerse a hacer algo. La iniciativa partió del activista social Harry Belafonte, que quería replicar en Estados Unidos algo parecido a lo que había hecho Bob Geldof con su Band Aid en Reino Unido. Geldof había grabado un villancico solidario titulado 'Do They Know It's Christmas?', con un supergrupo formado por David Bowie, Paul McCartney, Paul Young, George Michael, Sting e integrantes de Duran Duran, Spandau Ballet, Heaven 17, The Boomtown Rats, Bananarama, U2, Ultravox, Status Quo, entre otros conjuntos.

Entre Belafonte y Quincy Jones, buscaron a las personas adecuadas para escribir la canción solidaria norteamericana: Stevie Wonder, Lionel Richie y Michael Jackson. El primero no pudo acudir a la sesión de composición y, al final, los autores fueron solo un dúo.

El 28 de enero de 1985, después de celebrarse la entrega de los American Awards, se aprovechó la gran cantidad de artistas que había en Los Ángeles para juntarse todos en los estudios A&M Recording Studios de Hollywood, con Quincy Jones al frente quien les dijo al entrar la ya famosa frase: "Dejen sus egos en la puerta". El grupo se bautizó como United Support of Artist for Africa (USA for Africa) y tenía como objetivo recaudar con la canción fondos para un millón de etíopes. Eran las 22:30 de la noche cuando este fantástico coro entró a grabar sobre la pista de audio, creada el 22 de enero con las voces de Richie y Jackson.

En la parte solista de la canción intervinieron: Lionel Richie, Stevie Wonder, Paul Simon, Kenny Rogers, James Ingram, Tina Turner, Billy Joel, Michael Jackson, Diana Ross, Dionne Warwick, Willie Nelson, Al Jarreau, Bruce Springsteen, Kenny Loggins, Steve Perry, Daryl Hall, Huey Lewis, Cyndi Lauper, Kim Carnes, Bob Dylan y Ray Charles.

El coro (por orden alfabético): Dan Aykroyd, Harry Belafonte, Lindsey Buckingham, Mario Cipollina, Johnny Colla, Sheila E., Bob Geldof, Bill Gibson, Chris Hayes, Sean Hopper, Jackie Jackson, La Toya Jackson, Marlon Jackson, Randy Jackson, Tito Jackson, Waylon Jennings, Bette Midler, John Oates, Jeffrey Osborne, The Pointer Sisters y Smokey Robinson.

Willie Nelson, Lionel Richie, Tina Turner, Bob Dylan, Cyndi Lauper, Michael Jackson y Bruce Springsteen durante la grabación de "We Are The World" en 1985.

Valió la pena, pues se convirtió en uno de los singles más vendidos de la historia, con 20 millones de unidades y consiguió el Grammy a la Canción del año y al Disco del año, impulsando más actos musicales a posteriori como el mítico macroconcierto solidario Live Aid que se celebró en julio de 1985 simultáneamente en el estadio de Wembley (Londres, Reino Unido) y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia. Pero lo más importante de todo, es que 'We Are The World' marcó el camino a seguir a los artistas que quisieran aportar su granito de arena ante los problemas humanitarios, recaudando nada menos que 75 millones de dólares y convirtiéndose en un emblema de la lucha contra la pobreza.

En 2017, la aportación de Bob Dylan se redescubrió siendo objeto de sarcásticos comentarios. Lo cierto es que se le nota muy desubicado.

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Todo empezó una noche de diciembre de 1984 con alguien que no pertenecía al mundo del rock. Harry Belafonte vio en la televisión el video de Do they know it’s Christmas? Paul McCartney, David Bowie, Sting, Bono, George Michael, Boy George, los Duran Duran eran algunos de los participantes. Esa grabación la había organizado Bob Geldof con muchas estrellas británicas. Geldof, cantante de Boomtown Rats, sólo había tenido un éxito con I Don’t Like Mondays y había protagonizado la versión fílmica de The Wall.

Pero su trayectoria como activista lo convirtió en un personaje influyente y popular. La canción navideña fue un gran éxito en el Reino Unido y sirvió para recaudar dinero para acciones solidarias en África. Belafonte, siempre inquieto y con gran participación en los movimientos sociales de Estados Unidos, llamó a Ken Kragen, su representante y, entre otros, de Lionel Richie y Kenny Rogers. Le propuso replicar el formato pero en Estados Unidos. Kragen aceptó de inmediato y comenzó a llamar gente. Lionel Richie, en la cumbre de su éxito en ese momento, se sumó enseguida y propuso escribir una canción a cuatro manos con Stevie Wonder.

Ken Kragen creyó en la factibilidad del proyecto al recordar que un par de años antes para State of Independence, una canción de Donna Summer, en el coro se juntaron Michael Jackson, Lionel Richie, Dionne Warwick, Stevie Wonder, Christopher Cross, Diana Ross, James Ingram y Kenny Loggins. Llamó a quien había sido el productor de la grabación, Quincy Jones, en ese momento el más buscado por toda la industria debido al mega suceso de Thriller. Pausó por un tiempo su trabajo en la película El color púrpura. y Jones también telefoneó a Jackson, que acababa de lanzar su álbum Thriller y había concluido una gira con sus hermanos.

Band Aid "Do They Know It's Christmas" ( 1984) (Behind the Scene's).

Jackson le dijo a Richie que no solo quería cantar la canción, sino también participar en su escritura. El equipo de compositores originalmente incluía a Wonder, cuyo tiempo estaba limitado por su composición para la película The Woman in Red; declaró tener problemas de agenda, por lo que no participó en la escritura. Entonces, Jackson y Richie procedieron a escribir «We Are the World» ellos mismos en Hayvenhurst, la casa de la familia Jackson, en Encino (California). Durante una semana, los dos pasaron todas las noches trabajando en letras y melodías en el dormitorio de Jackson. Sabían que querían una canción que fuera fácil de cantar y memorable, un himno. La hermana mayor de Jackson, La Toya, vio a los dos trabajar en la canción, y después afirmó que Richie solo escribió unas pocas líneas. Dijo que su hermano menor escribió el 99 % de la letra, aunque «él nunca sintió la necesidad de decir eso». La Toya comentó además sobre la creación de la canción en una entrevista con la revista People: «Entraba en la habitación mientras ellos escribían y era muy silencioso, lo cual es extraño, ya que Michael suele ser muy alegre cuando trabaja. Fue muy emotivo para ellos». Richie había grabado dos melodías para «We Are the World», que Jackson tomó, a las que agregó música y letra el mismo día. Jackson declaró: «Me encanta trabajar rápido. Seguí adelante sin que ni siquiera Lionel lo supiera, no podía esperar. Entré y salí la misma noche con la canción terminada: batería, piano, cuerdas y letra del coro». Posteriormente, Jackson presentó su maqueta a Richie y Jones, quienes se sorprendieron; no esperaban que Jackson viera la estructura de la canción tan rápidamente. Las siguientes reuniones entre Jackson y Richie fueron infructuosas; la pareja no produjo ninguna voz adicional y no hizo ningún trabajo. No fue hasta la noche del 21 de enero de 1985, que ambos completaron la letra y la melodía de «We Are the World» en dos horas y media, el día antes de la primera sesión de grabación.

Jones parecía la persona ideal para el trabajo. Se encontraba en la cima, tenía prestigio, era respetado por la industria, había trabajado con todos (desde Sinatra a Michael Jackson y los mejores directores de cine) y era el único que iba a poder manejar a esas estrellas en el estudio sin que los egos desbordaran.

Quincy Delight Jones, Jr. (Chicago, 14 de marzo de 1933) es un compositor, director, arreglista y productor estadounidense, productor de los álbumes más exitosos de Michael Jackson, incluido Thriller, el álbum más vendido de todos los tiempos. Su ámbito de interés musical abarca el R&B y el jazz (swing y bop), con frecuente tendencia a su fusión. Asimismo, es intérprete ocasional de trompeta y piano, y cantante. Su extensa carrera incluye grabaciones con Frank Sinatra, la composición de bandas sonoras para películas y su labor como productor de álbumes de Michael Jackson como Off the Wall, Thriller y Bad. Fue también el productor de la canción "We Are the World". Ha recibido el Grammy Legend Award, Premio Kennedy, la Medalla Nacional de las Artes y la Legión de Honor, entre otras distinciones.

“Dejen los egos en la puerta”. Eso decía el cartel que con un marcador negro escribió Quincy Jones y pegó en la entrada del estudio poco antes que más de 40 de las más grandes estrellas de la música llegaran en esa noche de enero de 1985. Desde un comienzo, se procuró que los artistas de color tuvieran un papel decisivo. Un mensaje claro que demostrara la preocupación por lo que sucedía en África. El siguiente en sumarse fue Michael Jackson quien al enterarse pidió participar en la composición de la canción. Los organizadores aceptaron encantados. Con el mayor artista pop a bordo todo sería más fácil.

Stevie Wonder adujo problemas de agenda, por lo que Jackson y Richie se reunieron para escribir la canción. Luego grabaron, en el estudio de Kenny Rogers, una primera versión para que sirviera como al resto de los convocados. Los mayoría de los cesionistas fueron músicos que habían participado en la grabación de Thriller.

Quedaron muy conformes con la canción. Quincy Jones copió el tema en cassettes que le envió a los que participarían para que lo conocieran antes de entrar al estudio. Con la cinta iba una carta firmada por Jones: “Mis queridos artistas: Los cassettes están numerados. Es muy importante que este material no pase por otras manos que no sean las suyas. Por favor no hagan copias y devuelvan la cinta el día 28 de enero cuando nos juntemos a grabar. Dentro de unos años, cuando sus hijos les preguntan qué hicieron contra el hambre en el mundo, ustedes podrán decir, con orgullo, que esta fue su contribución”. La misiva pretendía evitar la piratería para que la canción no perdiera el factor sorpresa. El mismo sigilo había que tener también la noche de la grabación. Querían evitar que una muchedumbre de fanáticos y curiosos se apostaran en las puertas del estudio de grabación. La fecha elegida fue el 28 de enero. Aprovecharían la entrega de los American Music Awards. Una estrategia para tener a todos juntos. Desde la ceremonia cada una de las estrellas se dirigió al estudio. La convocatoria había excedido las expectativas. Al principio creían que conseguirían 10 o 12 grandes nombres para sumar a la canción. Pero con el correr de los días hasta tuvieron que rechazar a decenas que ansiaban participar. De todas maneras, los organizadores preferían ser cautelosos. Eran grandes estrellas y divas que a último momento podían desaparecer.

El elenco impresiona. Aún a casi cuarenta años los nombres siguen siendo impactantes, son pocos los que no perduraron, los que perdieron actualidad; varios ya se convirtieron en leyendas: Bob Dylan, Stevie Wonder, Michael Jackson, Ray Charles, Bruce Springsteen, Paul Simon, Billy Joel, Willie Nelson, Kenny Rogers, Diana Ross, Tina Turner, Dionne Warwick. También estaban Hall and Oates, Waylon Jenningss, Cindy Lauper, Al Jarreau, James Ingram, Kenny Loggins, Steve Perry de Journey, las Pointer Sisters, los hermanos Jackson (con la Toya y su vincha) y Lindsey Buckingham de Fleetwood Mac. En el coro también estuvo Dan Aykroyd (llegó acompañado del director Harold Ramis) no sabemos si como representante de Hollywood, por lo que le tocó en suerte en los Blues Brothers o por un error.

Kenneth Donald Rogers, conocido como Kenny Rogers fue un cantautor y actor estadounidense, considerado una leyenda de la música country. Vendió más de 100 millones de discos en Estados Unidos, de los cuales obtuvo veinticuatro números uno, y más de cincuenta canciones en el Top 40 Country y tres Premios Grammy.

Todos los grandes nombres tuvieron una parte para ellos. Al menos una línea como solistas. Las partes las asignó Quincy Jones sin derecho a veto. Era el único que podía, el único en condiciones de hacerlo. Cuando entraron a la sala de grabación, en el piso ya estaban pegadas unas cintas adhesivas en la que figuraba el nombre de cada uno. De esos los que pudieron meterse en esa elite solista hoy sorprenden los nombres de Al Jarreau, James Ingram (su interpretación es excelente), Kim Carnes (la de Bette Davis Eyes) y Kenny Loggins. De los demás llama la atención que no hayan tenido su espacio Bette Midler, John Oates -solo destacaron a Daryl Hall, desarmando el dúo- y, muy especialmente, Smokey Robinson, que aunque en el 85 no gozaba de un gran presente ya en ese entonces debía considerarse su carrera como legendaria.

Harry Belafonte, pese a ser el mentor de la reunión, no pidió un sitio especial para él. Se conformó con integrar el multitudinario coro. Aunque al conseguir la última toma de todo el ensamble, las estrellas reunidas le realizaron un emotivo homenaje que se puede ver en el video del making of. Desde un extremo del coro, Al Jarreau y Lionel Richie comenzaron a cantar Banana Boat Song (Day O), el pegadizo tema con el que Belafonte se hizo conocido en los 50. Primero hubo algunas risas, aunque luego arengados por Smokey todos se fueron sumando (casi todos: Bob Dylan no, apenas menea los hombros con levedad y se va escondiendo progresivamente detrás de Robinson) con entusiasmo hasta terminar la versión.

Una de las grandes ausentes fue Madonna junto a Prince y Barbara Streisand.

El primero en llegar, varias horas antes que el resto, fue Michael Jackson. Grabó la voz para que funcionara como pista para guiar a sus colegas. También aprovechó y grabó sus partes a solas, sin el escrutinio de los demás. Cuando ya estaban todos en el estudio se los ubicó en las gradas y Jones intentó grabar el coro. Pero la canción estaba en un tono demasiado alto para la mayoría. Las miradas de incomodidad se multiplicaron. El problema se solucionó y todos juntos hicieron varias pasadas del tema mientras las cámaras, apostadas en cada rincón del estudio, grababan cada detalle. El video iba a ser un elemento muy importante en el lanzamiento. Eran tan fuertes las presencias, nombres de tanta importancia, que las ausencias, aquellos gigantes que no estuvieron, resaltaron más todavía. Los tres grandes ausentes fueron Prince, Barbra Streisand y Madonna. La diva pop estaba dando shows por varias ciudades de Estados Unidos, en la gira que iba a cimentar su fama. Para llegar a la grabación debía suspender al menos tres recitales. Su manager consideró que el costo del escándalo por la desilusión de los fans, la devolución de entradas y demás sería mayor que la repercusión que podía tener integrar esa especie de Dream Team.

Barbra Streisand había confirmado su participación pero un día antes desistió. Su manager le dijo que no era un buen movimiento para su carrera, que no le convenía mezclarse con artistas de otros géneros. Eddie Murphy desechó la invitación con desdén. Dijo que estaba grabando su propio álbum (que nadie recuerda en la actualidad) y que no podía distraerse. Varios años después reconoció públicamente que cometió un gran error. Respecto a Prince, se creyó que integraría el proyecto hasta último momento. Se lo esperaba en el estudio pero nunca apareció. El mayor beneficiado resultó Huey Lewis que lo reemplazó en la línea que le correspondía en la canción. También iba a hacer un dúo con Michael Jackson.

Streisand y Murphy.

¿Por qué faltó Prince sin aviso? Las versiones se multiplican. Algunos dicen que fue porque él quería hacer un solo de guitarra y no lo dejaron (si vemos el homenaje en el Rock and Roll Hall of Fame a George Harrison y su eterno y deslumbrante solo de guitarra, creemos esta versión); otros porque la canción le parecía muy mala; hay quienes hablan de una especie de fobia a los aglomeramientos que no le permitió estar en el estudio. También los que recuerdan un viejo encono con Bob Geldof que lo había llamado “imbécil” en público. Todo indica que se trató de una manifestación más de su inmenso ego. No quería que su presencia se diluyera entre tantas otras estrellas y, al mismo tiempo, lo desesperaba no tener control absoluto del proyecto, ser solo una pieza más. Y tener que cantar una canción compuesta por su archienemigo Michael Jackson. Ser genial, queda claro, no garantiza decidir bien.

Uno que estuvo pero del que se puede decir que con ausencias fue Bob Dylan si nos dejamos guiar por el video que circula por las redes sociales en que se ve un primer plano del ahora Premio Nobel durante la grabación del coro. Difícil determinar qué es lo que predomina en Bob. Si la incomodidad, el desconcierto o la vergüenza. Casi como estuvo en toda la década hasta la aparición de Oh Mercy, su gran disco de regreso (tal fue la desorientación de Bob en esos años que hasta usó sacos con hombreras). ¿Está perdido? ¿Está drogado? Ausente, no tararea, no canta, no hace playback. Cuando tuvo que grabar su parte solista también tuvo inconvenientes. No encontraba la forma de cantar sus líneas. Stevie Wonder, sentado al piano, trató de ayudarlo y motivarlo. Hasta cantó imitando la voz de Dylan. Lionel Richie, pasando una mano por sobre su hombro, le daba fuerzas. Quincy Jones lo motivaba. Luego de varios intentos, todos los presentes lo aplaudieron. Bob no estaba demasiado convencido pero aceptó la decisión de Quincy Jones de que esa toma podía ser usada. En una declaración posterior, Dylan dijo: “Que el dinero de la gente que compra un disco vaya para los que se están muriendo de hambre en África es una gran idea. Pero la verdad es que nunca estuve demasiado convencido del mensaje de la canción. Eso de que la gente puede salvarse sola es medio extraño, yo no creo eso”.

Prince, raro cual perro verde.

Bruce Springsteen llegó manejando su coche y lo estacionó a unas cuadras. Fue el único que no lo hizo en una limusina. Su nombre arrastró a otras figuras que estaban indecisas, a las que We are the World les parecía una canción sosa. No pidió condiciones especiales y aceptó su lugar. Su parte vocal es inconfundible: la voz rasposa y la intensidad (esas venas del cuello marcándose, la mandíbula salida, la transpiración cayendo por la frente). El contrapunto con Stevie Wonder es lo mejor, musicalmente hablando, del tema. Jon Landau, el representante de Bruce, muchos años después reconoció que a Bruce fuera de Estados Unidos su intervención en este proyecto le fue muy beneficiosa, que expandió su imagen internacional de manera exponencial, que fue un efecto positivo no buscado.

En el momento de sacar la foto, casi al principio de la sesión, para que el transcurso de las horas no deteriorara la imagen de las estrellas, un asistente se dio cuenta de que faltaba alguien importante: Michael Jackson. No aparecía por ninguna parte. Lo encontraron escondido en un baño. No quería aparecer. Quincy Jones, una vez más, debió interceder y recordarle que entre otras cosas él era el autor de la canción. Si bien la sesión, que se extendió durante toda la noche y finalizó a las 8 de la mañana del día siguiente, fue bastante pacífica para la cantidad desmesurada de egos reunidos en ese escaso espacio hubo algunos momentos tensos. Cindy Lauper se negaba a respetar las indicaciones, entraba fuera de tiempo y hubo que repetir varias tomas porque sus cadenas, collares y pulseras se infiltraban con su tintineo en la grabación. A ella, como a otros, la canción no le gustaba. Mucho tiempo después Billy Joel lo reconoció en una entrevista con la Rolling Stone: “Cindy se inclinó hacia mí y me dijo que parecía un comercial de Pepsi: razón no le faltaba”. Otro momento álgido se presentó cuando Stevie Wonder quiso que una de las frases finales fuera cantada en idioma swahili, una de las muchas lenguas que se habla en África. Nadie parecía demasiado convencido, pero fue el artista country Waylon Jennings quien se opuso a los gritos y hasta se fue pegando un portazo. Esa salida histriónica (nunca se supo con certeza si Jennings volvió o no) evitó que la canción tuviera alguna parte que no fuera en inglés.

El histórico día en que hicieron la grabación por África. En la foto: Lionel Richie, Daryl Hall, Quincy Jones, Paul Simon y Stevie Wonder.

En algún momento el consumo de alcohol pareció que podía desmadrar las cosas. Stevie Wonder fue el encargado de poner orden con un chiste: “Miren que si beben mucho, los conductores designados somos Ray Charles y yo”. Antes de comenzar a grabar Quincy Jones desde su estrado, le cedió el micrófono a Bob Geldof al que reconoció como inspirador del proyecto. Bob descerrajó un agrio discurso sobre el hambre en el mundo y sobre las necesidades de África que fue recibido con respeto por todos. Pero pasadas unas horas, Geldof volvió a tomar ese micrófono sin que nadie lo invitara a hacerlo. Muy enojado, casi a los gritos, increpó a sus colegas por el lujo del catering que estaban consumiendo. Dijo, gritó, que era una vergüenza juntarse por el hambre en África y que alguien hubiera decidido gastar una fortuna en la comida, que cuando grabó su canción en Inglaterra, él fue hasta el Kentucky Fried Chicken más cercano y trajo patitas de pollo para todos. Kragen se acercó a él y le explicó que la comida había sido donada por la empresa de catering. Bob ya no volvió a hablar por el micrófono.

Cada tanto en el mundo de la música se habla de supergrupo cuando se juntan dos o tres músicos de agrupaciones conocidas. We are the World fue un verdadero supergrupo de vocalistas. Las figuras más importantes de su tiempo reunidas por una causa benéfica. El resultado artístico, como suele suceder en estos casos, es desparejo. La canción es indudablemente pegadiza. Richie y Jackson buscaron crear un himno (de hecho escucharon varios himnos nacionales para inspirarse). Y lo consiguieron. Apenas apareció en la radio, la melodía y ese estribillo, se adhirieron en la gente. La mano de Michael Jackson es visible. La continuación temática, musical y hasta en melosidad evidente son sus composiciones posteriores Heal the World y You are not alone. USA for Africa: We are the World vendió millones de copias. Se convirtió en número uno en tiempo récord. El video se pasaba todo el día en los canales. Un programa especial conducido por Jane Fonda consiguió un rating fenomenal. Se organizaron pasadas simultáneas en radios de todo el mundo. Ganó, previsiblemente, el Grammy a la producción y al tema del año. Y recaudó muchos millones de dólares para su causa.

«We Are the World» se canta desde un punto de vista en primera persona, lo que permite a la audiencia «interiorizar» el mensaje a través de la muletilla «We are» —«Somos», en español—, lo que sido descrito como «un llamamiento a la compasión humana». Las primeras líneas del coro repetitivo proclaman: «We are the world, we are the children, we are the ones who make a brighter day, so let's start giving» —«Somos el mundo, somos los niños, somos los que hacemos un día más brillante, así que comienza a dar», en español—. Lionel Richie, Stevie Wonder, Paul Simon, Kenny Rogers, James Ingram, Tina Turner y Billy Joel cantan los dos primeros versos para después dar paso a Michael Jackson y Diana Ross, quienes realizan un coro. Dionne Warwick, Willie Nelson y Al Jarreau les siguen, antes de que Bruce Springsteen, Kenny Loggins, Steve Perry y Daryl Hall hagan el segundo coro. El coguionista Jackson, Huey Lewis, Cyndi Lauper y Kim Carnes siguen con el puente de la canción. Se ha dicho que esta estructuración «crea una sensación de sorpresa continua y acumulación emocional». Como conclusión de la canción, Bob Dylan y Ray Charles cantan un coro completo, Wonder y Springsteen a dúo, y ad libitum de Charles e Ingram.

El álbum que se lanzó además de este tema contenía canciones de varios artistas. Algunas de ellas muy buenas. Hasta Prince colaboró con un buen tema inédito, 4 tears in your eyes. El cover de Trapped de Jimmy Cliff cantado por Springsteen es otro gran momento. We are the World se convirtió en un fenómeno irrepetible. El mundo de la música con el correr de los años se mostró más sensible a las causas sociales con recitales, grabaciones y declaraciones públicas. Este tema no fue el pionero. Ya habían estado George Harrison y su Concierto para Bangladesh y Bob Geldof con Live Aid. Sin embargo, We are the World marcó un hito irrepetible al convocar a las mayores figuras de su tiempo y al conseguir una impresionante repercusión. Se trató de un pequeño pero multitudinario milagro pop.

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«We Are the World» se promocionó con un video musical, una cinta de video y varios otros artículos puestos a disposición del público, incluidos libros, carteles y camisetas. Todos los ingresos de la venta de mercancías oficiales de USA for Africa se destinaron directamente al fondo de ayuda contra la hambruna. La mercadería se vendió bien; el videocasete, titulado We Are the World: The Video Event, documentó la realización de la canción y se convirtió en el noveno video más vendido de 1985. Howard G. Malley y Craig B. Golin actuaron como directores, en compañía de April Lee Grebb como productora. Se informó que Michael Jackson bromeó antes de filmar: «La gente sabrá que soy yo tan pronto como vean los calcetines. Intenté tomar imágenes de los calcetines de Bruce Springsteen y ver si alguien sabía de quién eran». Por otro lado, también se promocionó la canción a través de una edición especial de la revista estadounidense Life. La publicación había sido el único medio de comunicación permitido dentro de A&M Recording Studios en la noche del 28 de enero de 1985, pues todas las demás organizaciones de prensa tenían prohibido informar sobre los eventos previos y la grabación. Life publicó en la portada de su edición mensual de abril fotografías de la sesiones de grabación; salieron siete miembros de USA for Africa: Bob Dylan, Bruce Springsteen, Cyndi Lauper, Lionel Richie, Michael Jackson, Tina Turner y Willie Nelson. Dentro de la revista se incluyeron fotografías de los participantes de «We Are the World» mientras trabajaban y tomaban descansos.

Edición especial 20 aniversario.

La canción recibió cobertura de radio mundial en forma de transmisiones simultáneas. Al poner «We Are the World» en sus emisoras, los pinchadiscos del estado de Georgia, Bob Wolf y Don Briscar tuvieron la idea de una transmisión simultánea en todo el mundo; para ello, llamaron a cientos de estaciones de radio y satélites para pedirles que participaran. En la mañana del 5 de abril de 1985, a las 3:50 hora local, más de 5000 estaciones de radio transmitieron simultáneamente la canción en todo el mundo. Mientras se reproducía, cientos de personas cantaban en los escalones de la Catedral de San Patricio de Nueva York. Un año después, el 28 de marzo de 1986, la transmisión radial simultánea de «We Are the World» se repitió, con más de 6000 estaciones de radio en todo el mundo. «We Are the World» ganó mayor promoción y cobertura el 25 de mayo de 1986, cuando se reprodujo durante el evento benéfico Hands Across America, en el que millones de personas formaron una cadena humana en los Estados Unidos. El acontecimiento se llevó a cabo para llamar la atención sobre el hambre y la falta de vivienda en el país. Michael Jackson quiso establecerla como tema oficial del evento, pero los otros miembros de la junta de USA for Africa lo superaron en la votación, y en su lugar se decidió crear una nueva canción titulada «Hands Across America». Cuando se lanzó, la pista no alcanzó el nivel de éxito que tuvo «We Are the World», y la decisión de utilizarla como tema oficial del evento llevó a Jackson, que era copropietario de los derechos de publicación de «We Are the World», a dimitir como miembro de la junta directiva de USA for Africa.

El merchandasing surte de beneficios extra. George Lucas, pionero y visonario.

La canción ha sido interpretada en vivo por miembros de USA for Africa en varias ocasiones tanto juntos como individualmente. Una de las primeras actuaciones de este tipo se produjo en 1985, durante el festival de música rock Live Aid, en donde al final del mega concierto, más de cien artistas cantaron «We Are the World» en el escenario, entre los que destacan Lionel Richie, Harry Belafonte, Mick Jagger, Cher, Tina Turner, Kenny Loggins, Patti Labelle, Dionne Warwick, Daryl Hall, entre otros. Harry Belafonte y Lionel Richie hicieron apariciones sorpresa en el festival para la interpretación en vivo de la canción. Michael Jackson se habría unido a los artistas, pero se encontraba «trabajando día y noche en el estudio en un proyecto con el que se había comprometido», según su agente de prensa, Norman Winter. La canción abrió la celebración inaugural para el presidente electo de Estados Unidos, Bill Clinton, en enero de 1993. El evento fue organizado por los amigos de Clinton en Hollywood y se celebró en el Monumento a Lincoln, sitio al que acudieron miles de personas, entre ellas Aretha Franklin, LL Cool J, Michael Bolton y Tony Bennett. Quincy Jones dijo al respecto: «Nunca había visto a tantos grandes artistas reunirse con tanto amor y desinterés». La celebración incluyó una presentación de «We Are the World», en la que participaron Clinton, su hija Chelsea y su esposa Hillary; los tres cantaron la letra junto con Kenny Rogers, Diana Ross y Michael Jackson. Edward Rothstein, del New York Times, comentó sobre el evento: «La imagen más perdurable puede ser la de Hillary cantando “We Are the World”, y el presidente electo, aunque sea en vano, a la moda».

Jackson usó «We Are the World» como un interludio en vídeo de la canción «Heal the World» durante su gira Dangerous World Tour, de 1992 a 1993. Por otro lado, Jackson la cantó en el espectáculo de medio tiempo de la Super Bowl XXVII, junto con sus demás pistas «Jam», «Billie Jean», «Black or White» y «Heal the World». También interpretó la canción en los World Music Awards de 2006, en Londres, acompañado de varios niños; recibió un Diamond Award por haber vendido más de cien millones de discos. En lugar de cantar «Thriller» como había prometido, salió al escenario para ejecutar varios fragmentos de «We Are the World». Más adelante, Jackson planeaba usar la canción para sus conciertos de regreso de This Is It (de 2009 a 2010) en el estadio londinense The O2 Arena, pero el espectáculo se canceló debido a su repentina muerte. El funeral público de Jackson, llevado a cabo el 7 de julio y con una visualización de 2.5 miles de millones de personas por televisión en directo, contó con interpretaciones grupales de «We Are the World» y «Heal the World». El canto de «We Are the World» fue dirigido por Darryl Phinnessee, quien había trabajado con Jackson desde finales de la década de 1980; también contó con su coguionista Lionel Richie y la familia de Jackson, incluidos sus hijos. Después de la actuación, la canción volvió a entrar en las listas estadounidenses por primera vez desde su lanzamiento en 1985, pues debutó en el número 50 en la lista Billboard Hot Digital Songs.

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«We Are the World 25 for Haiti» es una versión de We Are the World realizada a beneficio de las víctimas del terremoto de Haití de 2010. También existe una versión en español interpretada por cantantes latinos como Shakira, Thalía, Paulina Rubio, Vicente Fernández, Natalia Jiménez, Ricky Martin, Daddy Yankee, Cristian Castro y Jon Secada, entre otros.

El 12 de enero de 2010, a las 4:53 p. m. hora local, Haití fue golpeado por un temblor de magnitud 7,0, el terremoto más grave del país en más de 1 año. El epicentro del sismo fue justo fuera de la capital de Haití, Puerto Príncipe. Se ha estimado que la cifra de muertos podría llegar a 230.000.

Emilio y Gloria Estefan, junto con Quincy Jones, Daddy Yankee y otros cantantes unieron fuerzas con Univision para grabar una versión en español de "We Are the World" para ayudar con dinero a las víctimas del terremoto de Haití. Univision es el coproductor y distribuidor de la canción, la cual fue lanzada en marzo. Esta versión fue grabada el 19 de febrero del 2010 en el AmericanAirlines Arena en Miami. Olga Tañón fue la primera en poner su voz el 17 de febrero, dado que tenía previos compromisos pactados. La cantante dijo que fue asignada para interpretar la estrofa que le corresponde a Cyndi Lauper en la versión original de 1985. Otros que participaron en grabaciones previas a la sesión fueron Chayanne, José Feliciano, José Luis Rodríguez "El Puma" y Belinda. Esta última no pudo viajar a Miami, por lo que su parte fue grabada en México. El video musical fue estrenado el 1 de marzo de 2010 en el programa El Show de Cristina.

Antes del terremoto, Quincy Jones y Lionel Richie habían previsto organizar una nueva grabación de «We are the World» el 28 de enero de 2010 con motivo del vigésimo quinto aniversario de la grabación original. Sin embargo, debido a la devastación causada en Haití, estos planes se aplazaron. La nueva versión de la canción fue grabada el 1 de febrero de 2010. Más de setenta y cinco músicos participaron en la grabación, que se realizó en el mismo estudio que la original. La reunión de ese gran número de artistas se debe a que horas antes se celebraron los Premios Grammy. La nueva versión cuenta con actualización de letra y música a manos de Will.i.am, Kanye West y Wyclef Jean, así como una serie de sesiones de rap en relación a Haití. Michael Jackson apareció en la nueva versión cantando a dúo con su hermana, Janet, debido a una petición de su madre, Katherine Jackson. El equipo de producción de la canción incluye a RedOne y al director musical Ricky Minor. El músico haitiano Wyclef Jean también sirvió como productor y cantó la primera línea del segundo coro en idioma creole haitiano, imitado perfectamente por Magmion, señor del tranchete; también el actor y cantante Jamie Foxx grabó una parte en memoria del fallecido pianista y cantante de soul Ray Charles (imitando su voz como en la película biográfica "Ray") En el momento de la grabación, numerosos artistas comentaron sobre la versión original de 1985. Jordin Sparks reveló que, a pesar de haber nacido después del lanzamiento de la original, la canción tenía un enorme impacto sobre ella. Céline Dion dijo que el lanzamiento de la canción no solo beneficiaría a la población haitiana, sino que también serviría como recuerdo de la pasión de Michael Jackson para ayudar a los necesitados. Michael Jackson murió meses antes del lanzamiento de la canción, pero su material de las sesiones de grabación de 1985 se incorporaron a la canción y el vídeo musical, según la petición de su madre, Katherine. Su hermana Janet hizo un montaje de duetos con él en la canción, y sus sobrinos Taj, TJ y Taryll—conocidos colectivamente como 3T—ocupan la función del coro de la pista.

Ray Charles con su aportación.

Esta nueva versión del sencillo no solo es musicalmente estructurada a similitud del "We are the world" original, sino que incluye Auto-Tune y un verso de rap, que fueron escritos por algunos de los artistas de la canción hip hop. "We are the world 25 para Haití", recibió comentarios negativos en general por los críticos de música contemporánea. Las reacciones adversas se centraron básicamente en las nuevas adiciones musicales de la canción, así como la elección de los artistas que aparecen en la pista como Justin Bieber, Miley Cyrus y los Jonas Brothers. Sin embargo, la canción fue un éxito comercial en todo el mundo, trazando en el top 20 en varios países.

Hear 'n Aid fue un esfuerzo conjunto de la escena del heavy metal de los años 1980 con el fin de recaudar dinero para mitigar el hambre en África. Fue ideado por los músicos Jimmy Bain (Rainbow y Dio), y Vivian Campbell (Dio, Whitesnake y Def Leppard), al darse cuenta de que la participación de las estrellas del metal en este ámbito era escasa. Extendieron la idea a Ronnie James Dio, y juntos compusieron la canción insignia de este proyecto: "Stars". El proyecto incluía miembros de bandas como Dio, Yngwie Malmsteen, Quiet Riot, Giuffria, Iron Maiden, Mötley Crüe, Twisted Sister, Queensrÿche, Blue Öyster Cult, Dokken, Night Ranger, Judas Priest, W.A.S.P., Journey, Rough Cutt, Y&T, Vanilla Fudge y la participación de la banda parodia Spinal Tap del falso documental o mockumentary "This is Spinal Tap" (1984). El mencionado sencillo Stars es la primera canción del disco, el cual contiene también versiones en vivo de bandas como Kiss, Accept, Scorpions, Motörhead y Rush, al igual que una canción inédita de Jimi Hendrix llamada "Can You See Me".

Live Aid (en español, Ayuda en Directo) fueron dos conciertos organizados por el lider y vocalista de la banda de rock The Boomtown Rats Bob Geldof, y el líder y vocalista de la banda de pop Ultravox Midge Ure, realizados el 13 de julio de 1985 de forma simultánea en el Estadio Wembley de Londres (Reino Unido) y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia (Estados Unidos), con el motivo de recaudar fondos en beneficio de Etiopía y Somalia. Pocos meses antes, artistas principalmente británicos, publicaron la canción "Do They Know It's Christmas?" con los mismos fines, de igual forma los músicos estadounidenses colaboraron con la canción "We Are The World", para recaudar fondos. La actuación de Queen en Live Aid fue elegida a través de una encuesta musical como el mejor concierto de rock de todos los tiempos, logrando el 79% de los votos.

El concierto fue planteado como algo irrepetible, reuniendo a un elenco prácticamente inigualable: Queen, Status Quo, Led Zeppelin, David Gilmour, Keith Richards y Mick Jagger, Bo Diddley, Black Sabbath, Ozzy Osbourne, Neil Young, The Who, INXS, Lionel Richie, Bryan Adams, The Beach Boys o David Bowie subieron a uno de los dos escenarios para oner su granito de arena contra el hambre. Igual que The Pretenders, Paul McCartney, Madonna, Simple Minds, Dire Straits, Elton John, Eric Clapton, Mark Knopfler, B.B King, Crosby, Stills & Nash, Santana, Judas Priest, Duran Duran, Joan Baez, Tina Turner, Bob Dylan... se diría que aquel día no faltó ni una sola deidad del pop y el rock. Ese mismo año, muchos de ellos habían grabado «We Are the World», la famosa canción coral que también pretendía recaudar fondos con el mismo objetivo. En el concierto pasaron cosas increíbles. como el duelo vocal de Freddie Mercury con el público, el momento en que Bono bajó a la pista para ayudar a una mujer del público a subir al escenario para bailar con ella, o el esperadísimo concierto de reunión de Led Zeppelin, que resultó un desastre al no dar la talla Phil Collins como sustituto de John Bonham a la batería, y al terrible estado de ebriedad del guitarrista Jimmy Page.

Los dos eventos fueron transmitidos a más de 100 países de todo el mundo y más de 1.500 millones de personas lo vieron. El objetivo era originalmente recaudar 1 millón de libras, y al final la cantidad que realmente se alcanzó fue de 150 millones de libras. Pero hubo algo que no se vio, y que fue muy, muy feo. Lo que finalmente pasó con todo ese dinero, o con casi todo, fue que se gastó nada menos que en armas. Las mismas armas que poco después acabarían matando a miles de los supuestos beneficiarios de la acción benéfica. La revista Spin aseguró que parte de lo donado fue a parar al etíope Mangistu Haile Mariam, que era el presidente del Consejo Militar Provisional. Apoyado por Cuba y la URSS, se gastó lo que le entregaron en comprar armas a los rusos para aplastar a quienes buscaban independizarse en Eritrea. Spin descubrió también que varias ONGs habían advertido a Geldof de que Mengistu ejecutaba terribles matanzas con inocentes. Pero el escándalo sería aún mayor cuando la cadena británica BBC desveló en un programa de radio que gran parte de los ingresos de aquellos macroconciertos organizados por Geldof se dirigieron a los fondos de la guerrilla etíope, debido a la nefasta gestión que se hizo con el dinero en cuanto acabó el show. Sendos mandos del Frente de Liberación Popular de Tigrayan (conocido como Woyane), una organización maoísta y secesionista que estaba en guerra con el gobierno de Etiopía, admitieron a la BBC lo ocurrido. Aregawi Berhe, jefe militar del Woyane en esos años, confesó que no les costó demasiado robar todo el dinero. Según su testimonio, los guerrilleros se disfrazaron de mercaderes árabes y vendieron sacos llenos de arena a las ONGs occidentales a las que se entregó el dinero, que creían estar comprando granos. Médicos Sin Fronteras pidió al mismo Geldof que no entregara la recaudación hasta que existieran las infraestructuras que garantizaran un reparto seguro y equitativo, pero al parecer él no quiso esperar. Veinte años después, Geldof intentó hacerlo mejor convocando los conciertos Live 8, con los que consiguió que los países industrializados se comprometieran a incrementar la ayuda a África en 25.000 millones de dólares. «Ese fue el final de esa era política de cooperación y consenso y compromiso», dice el empresario en una entrevista reciente sobre sus acciones solidarias. «¿Sucedería eso hoy? No», asegura Geldof. «Sólo tienes que ver a los payasos que gobiernan el planeta para entender que eso no podrá pasar de nuevo». Para él también tuvo un coste, artístico y personal. «Odiaba ser famoso por eso. Se volvió imposible. No me permitieron volver a mi trabajo. Soy un cantante pop, así es literalmente como hago dinero. Y no podía. Nadie estaba interesado ya. El Santo Bob, como me llamaban, no podía seguir haciendo eso porque era algo insignificante y carente de significado», dice Geldof. «Por un tiempo estuve desorientado. No tenía mucho dinero en ese entonces. Afectó por completo mi vida privada. Probablemente terminó costándome mi matrimonio».

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Nota de prensa, Noviembre 2020:

El Primer ministro etíope pide al Frente de Liberación Popular de Tigray que deje las armas El pasado 4 de noviembre de 2020, el Ejército etíope inició una operación para neutralizar a los rebeldes del frente en la región de Tigray y avanza hacia la última ciudad controlada por el grupo.

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El Frente de Liberación Popular de Tigray fue fundado el 4 de septiembre de 1974 en Adís Abeba, por un grupo de estudiantes universitarios. Se trataba de un movimiento político marxista que tenía como objetivo aumentar la oposición al régimen feudal del emperador Haile Selassie y la instauración de un Estado socialista. Cuando el Derg tomó el control del país, el movimiento argumentó que la lucha armada era la única forma de poner fin al nuevo régimen; entonces, en febrero de 1975, se pasó a llamar Frente de Liberación Popular de Tigray, estableciendo su primera base militar en Dedebit. Al principio, el frente estaba conformado por varios grupos rebeldes de Tigray. En febrero de 1976, los miembros del FLPT publicaron su manifiesto ideológico que preveía la secesión de Tigré de Etiopía y la formación de una república comunista independiente.

The Concert for Bangladesh —originalmente titulado The Concert for Bangla Desh— es un triple álbum en directo del músico británico George Harrison y otras celebridades musicales, publicado por Apple Records en diciembre de 1971 en los Estados Unidos y en enero de 1972 en el Reino Unido. El álbum incluye canciones grabadas durante dos conciertos organizados en el Madison Square Garden de Nueva York con fines benéficos, e incluyó la participación de músicos como Bob Dylan, Ravi Shankar, Ringo Starr, Billy Preston, Leon Russell y Eric Clapton, entre otros. Los conciertos fueron un evento benéfico pionero en el panorama musical, en ayuda de los refugiados de Pakistán del Este que sufrieron la Guerra de Liberación de Bangladés y sirvieron de modelo para futuros conciertos benéficos como Live Aid y The Concert for New York City. Harrison coprodujo el álbum con la colaboración del productor Phil Spector, que participó un año antes en la grabación de All Things Must Pass, e incluye una muestra de su característico muro de sonido, con una producción densa y cargada de instrumentos. El álbum, publicado con el objetivo de aumentar la recaudación de fondos obtenida con los conciertos, fue pospuesto durante tres meses debido a prolongadas negociaciones entre Harrison, Capitol y Columbia Records, dos sellos discográficos dispuestos a proteger sus intereses comerciales. El álbum fue el segundo trabajo consecutivo en la trayectoria musical de Harrison en publicarse como caja recopilatoria, e incluyó un libro de 64 páginas con fotografías del concierto y una portada diseñada por Tom Filkes con la imagen alegórica de un niño desnutrido detrás de un plato vacío. Tras su publicación, The Concert for Bangladesh fue un éxito comercial y de crítica. Al respecto, el autor Tom Moon describió The Concert for Bangladesh como un álbum que escuchar «cuando tu fe en el poder de la música comience a desvanecerse». En el plano comercial, alcanzó el primer puesto en la lista de discos más vendidos del Reino Unido y la segunda posición en la lista estadounidense Billboard 200. Además, ganó el Premio Grammy al álbum del año en 1973. Las ventas de The Concert for Bangladesh siguen beneficiando a la fundación George Harrison Fund for UNICEF, que recaudó 1,2 millones de dólares para la infancia afectada por la sequía y la hambruna en el cuerno de África tras una campaña lanzada coincidiendo con el 40º aniversario del álbum.

Mencion destacada para Ravi Shankar y el temón que se manda con el sitar.

El 1 de agosto de 1971 se realizó el histórico y primer concierto benéfico de la historia, organizado por George Harrison a petición de su amigo, el virtuoso músico indio-bengalí Ravi Shankar. También fue el primer disco triple en vivo de la historia (luego vendrían los de ELP, Yes..), y el año previo All Thing Must Pass había sido el primer disco triple en estudio, primero de Harrison tras la ruptura de los Beatles. De paso, esta fue la primera aparición en vivo de un ex-beatle tras la ruptura. Se cumplen por tanto, 45 años de esa jornada, un doble concierto en el Madison Square Garden de NY que recaudó por taquilla 250.000 $ que fueron donados a la Unicef para la gente de Bangladesh (antiguo East Pakistan), pais azotado por la guerra, el hambre, las enfermedades y los desastres naturales. Gracias a esta iniciativa surgieron Live Aid y otras en años posteriores. Aquel concierto reunió a varios de los músicos de rock más importantes del momento, la mayoría amigos de Harrison, entre ellos Ringo Starr, Eric Clapton, Leon Russell, Klaus Voormann, Jim Keltner, Badfinger, Billy Preston, Bob Dylan …

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